Bloque 5. Tema 5.1. LOS SECTORES DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA. EL PROBLEMA DEL PARO

LOS SECTORES DE LA ACTIVIDAD ECONÓMICA.  EL PROBLEMA DEL PARO

La economía del Estado español y de la Nacionalidad Canaria está conformada por tres sectores principales que engloban toda la actividad económica del país y ocupan a la población activa del mismo. Estos tres sectores han evolucionado a lo largo de la historia de diversas formas, siendo durante el siglo XX cuando las actividades económicas experimentaron un vuelco espectacular. Estos sectores son los siguientes:
1. SECTOR PRIMARIO. Constituye el conjunto de actividades económicas que obtienen materias primas del medio natural: ganadería, agricultura, pesca y minería y explotación forestal.
A principios del siglo XX, este era el sector predominante en España, ya que constituía la base de su economía. Sin embargo, con el paso del tiempo este sector ha visto mermado su peso en la economía española, un hecho motivado en gran parte por la fase inicial del éxodo rural que se produciría en el primer tercio de este siglo. No obstante, durante la Guerra Civil y la posguerra, el sector se recuperó porque ante las dificultades de empleo y alimentación, la población permaneció en el campo e incluso retornó al mismo. Además, la política franquista de  extensión del regadío y creación de nuevos núcleos de hábitat rural favoreció la permanencia en el campo. Entre 1950 y 1975, el sector agrario volvió a experimentar otro éxodo rural, provocado tanto por el cambio de mentalidad de la sociedad española entre esos años como por la mecanización del campo. A partir de 1975, el descenso se desacelera pero continúa paulatinamente hasta situarse en niveles muy bajos, un hecho reflejado tanto en los datos de población activa en el sector (según el INE, en el primer trimestre de 2012 ascendió a 776.200 ocupada en el sector que constituyeron el 4,45 % de la población ocupada total) como en el peso del mismo en el Producto Interior Bruto (situado en el 2,5 % en el año 2009).
En la Nacionalidad Canaria, en 2007, trabajaba en el sector primario el 3,6 % de la P. A., menos que en el conjunto del Estado español.

2. SECTOR SECUNDARIO. Comprende las actividades económicas destinadas a la transformación de las materias primas: industria y construcción.
A principios del siglo XX, incluía un escaso porcentaje de la población activa española (16%), debido al insuficiente desarrollo industrial, pero durante el primer tercio del siglo XX creció con el impulso dado a la industria y a las obras públicas. La Guerra Civil y la posguerra abrieron un paréntesis en ese crecimiento dadas las consecuencias que tuvo para el sector la política autárquica franquista. Sin embargo, en la década de los 60, se superó la situación anterior produciéndose un auge del sector secundario, basado en el impulso de la industria por los planes de desarrollo y en el aumento de la construcción en las ciudades industriales y las áreas turísticas. Desde 1975, la población activa en el sector ha entrado en decadencia, generada por el trasvase de la población activa hacia el sector servicios. Asimismo, cabe destacar que la modernización de la industria ha conllevado la aparición de nuevas tecnologías que requieren menor cantidad de mano de obra, dando lugar a la llamada terciarización de la industria. En la actualidad, las cifras del sector (Población ocupada: 20,91% en el primer trimestre de 2012//Aportación al PIB en 2009: 20,7%) hacen patente la necesidad de la reconversión de la industria española hacia un desarrollo que desemboque en una mayor competitividad con el exterior.
En la Nacionalidad Canaria, en 2007, trabajaba en el sector secundario el 21,3 % de la P. A.
3. SECTOR TERCIARIO. Incluye todas las actividades económicas que proporcionan servicios (transporte, comercio, turismo, sanidad, educación y finanzas).
En 1900 partía de porcentajes bajos (17,8% de la población activa) y creció a lo largo de todo el siglo, salvo durante la Guerra Civil. En la actualidad, posee unos datos que lo convierten en el principal sector de la economía española con una aportación al PIB (en 2009) del 65,6% y una población ocupada en el sector del 74,63% en el primer trimestre del año 2012. La causas del crecimiento tan desmesurado que experimentó este sector durante el siglo XX fueron fundamentalmente: el aumento del nivel económico y del nivel de vida, los cambios operados en la industria (trasvase de la población activa por la crisis de ciertos sectores, uso de nuevas tecnologías y demanda de servicios a la producción), el brutal desarrollo de las zonas turísticas y sus actividades y el incremento de los servicios públicos por la creación de la administración autonómica y la implantación del estado del bienestar.
En Canarias, en 2007, trabajaba en el sector servicios el 75,1 % de la P. A., siendo éste, por tanto, el sector claramente dominante en la economía canaria.

EL PROBLEMA DEL PARO
El desempleo en las últimas décadas ha sido uno de los principales problemas de la economía española, situándose por encima de la media europea constantemente y amenazando en la actualidad con convertirse en un gravísimo problema de tipo estructural. Al igual que los diferentes sectores económicos, el paro ha tenido una evolución significativa con variaciones que se mueven en función de diversos factores ( la edad, el sexo, el nivel de formación, la época del año y la Comunidad Autónoma) en la que se pueden distinguir varias etapas:
• Hasta 1973 el desempleo no fue un problema grave (no superaba el 3% de la población activa), pues la presión demográfica sobre el mercado de trabajo se resolvía mediante la emigración al exterior y la escasa incorporación de la mujer al mundo laboral.
• Entre 1973 y 1985, la tasa de paro experimentó un gran aumento como consecuencia directa de la crisis económica, la reconversión industrial, el retorno de los emigrantes españoles del extranjero, la incorporación de la mujer al mundo laboral y la demanda de empleo por parte de una población joven (la generación del baby boom).
• Entre 1985 y 1995, el paro retrocedió ligeramente por la mejora de la situación económica, para volver a crecer hasta 1995, debido a la crisis de principios de la década que trajo consigo la destrucción de puestos de trabajo y la reducción de la oferta de empleo.
• Desde 1995 la tasa de paro desciende hasta situarse en 2004 en el 10,8% y llega a contemplarse la idea de lograr el pleno empleo durante la segunda legislatura de José Luis Rodríguez Zapatero, dada la situación de bonanza y auge en la que se encontraba inmersa la economía española. No obstante, a partir de 2008 con la aparición de una crisis financiera en Estados Unidos que se extendería por toda Europa, estas expectativas cambian y salen a la luz todos los fallos de un sistema económico que se había basado en la implantación del sector de la construcción como motor económico (boom inmobiliario). A partir de esta crisis, la cual todavía estamos sufriendo, el índice de paro en España se dispara, poniéndose a la cabeza de Europa elevándose en el primer trimestre de 2012 hasta las 5.639.000 personas desempleadas, lo que supone un 24,44% de la población activa total. Esta situación, según afirma el ejecutivo de Mariano Rajoy, se mantendrá hasta los inicios de 2015, cuando la economía española comience su recuperación y la tasa de paro empiece a descender.
En la Nacionalidad Canaria la tasa de desempleo supera las 300.000 personas, lo que supone casi el 33% de la Población Activa. Son tasas similares a las de países que acaban de salir de algún conflicto bélico o catástrofe.

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