PREMIO EDUCACIÓN DIVERSA 2020

Muchas gracias a la Asociación Algarabía por haber considerado que era la persona idónea para recibir este premio.

Hay veces que la vida te sorprende, te hace un regalo y no tienes palabras suficientes para mostrar tu gratitud. Eso me sucede a mí en esta ocasión… Recibo con muchísima ilusión este reconocimiento por su significado tan especial…

Hace casi 20 años me dedico a la docencia, los últimos 12 formo parte de la enseñanza pública canaria y no puedo sino sentirme orgullosa, muy orgullosa y feliz por pertenecer a ella y poder desarrollar mi actividad profesional sin censuras.

Trabajar la diversidad afectivo-sexual y de género precisa no solo de crear aulas que sean seguras, abiertas a la diversidad (que tanto nos enriquece) sino también de crear centros educativos que sean espacios de libertad, seguridad y diálogo donde todas las personas en su multiplicidad puedan ser, expresarse y participar sin miedo a hacerlo.

El profesorado no puede mirar a otro lado, es casi una obligación moral trabajar la diversidad, que está presente en la sociedad y que cada día entra por las puertas de nuestros centros y está a nuestro lado durante seis horas. Para mí sería impensable…

Me niego además a admitir que mi trabajo como docente consista únicamente en transmitir los contenidos que aparecen reflejados en el Currículo de mi materia. Va mucho más allá.

Sin más, como considero que este premio no es solamente mío, me gustaría compartirlo con otras personas. En primer, lugar, con mi alumnado y a sus familias porque sin su ayuda y apoyo incodicionales no serían posibles todas las actividades o proyectos que desarrollo en mi centro educativo, el IES José Arencibia Gil, en Telde, Gran Canaria. También este premio va para todo el profesorado canario que trabaja deliberadamente la diversidad sexogenérica en sus centros educativos y en las diferentes etapas. Aunque muchas veces no sea reconocida, hacen una labor encomiable. Por último, este premio va dedicado a mi familia y las personas que forman parte de mi vida, por tanto y tantas cosas… pero sobre todo por estar y estar cerca y recordarme, en los buenos y no tan buenos momentos, que merecía la pena lo que estaba haciendo.

Reitero mi agradecimiento a la Asociación Algarabía y felicito al resto de las personas premiadas en esta IX Edición del Premio Rosario Miranda.