El enfado, tanto en niños/niñas como en adultos es una emoción totalmente normal. El problema no es la emoción en sí, sino cómo nos enfrentamos a ella. El primer paso para gestionar el enfado es aceptar dicha emoción. Hay muchas maneras de manifestar nuestro enfado y podemos hacer comparaciones con los comportamientos de algunos animales para ayudarnos a reflexionar.
Podemos hacer como las tortugas, que cuando se enfadan se esconden dentro de su caparazón sin decir ni hacer nada.
También podemos hacer como el león, el cual cuando se enfada ataca a los demás rugiendo y dando zarpazos.
Y, por último, podemos actuar como un búho, que cuando se enfada se aleja un poco, se posa en la rama de un árbol, observa y piensa. Y cuando ha pensado y se ha relajado, vuelve para hablar e intentar solucionar las cosas.
Por último, cabe decir que hay muchos cuentos que también nos son útiles como herramienta para gestionar las emociones, entre las que está el enfado.