TENDENCIAS DEL INTEGRISMO un trabajo de alumnos de ética del IES ANDRÉS BELLO

INTRODUCCIÓN
El yihadismo es un neologismo occidental utilizado para denominar a las ramas más violentas y radicales dentro del islam político, caracterizadas por la frecuente y brutal utilización del terrorismo, en nombre de una supuesta yihad, a la cual sus seguidores llaman una «guerra santa» en el nombre de Alá. La yihad como concepto básico del Islam es una cuestión debatida. Tiene dos tipos de acepciones: la «yihad menor» de inspiración violenta, en la que se intentan legitimar los yihadistas, y la «yihad mayor», de interpretación espiritual, que representa el esfuerzo que todo creyente debe realizar para ser mejor musulmán, mejor padre o madre, esposo o persona.
También existen otras acepciones como terrorismo islámico o terrorismo islamista, utilizadas frecuentemente en los medios de comunicación a partir de los atentados del 11 de septiembre de 2001, si bien su utilización es criticada por su vinculación por asociacionismo del Islam con terrorismo. Siendo preferencial el uso por teóricos, estudiosos y políticos, el término «terrorismo yihadista» en detrimento de otras denominaciones, que a su juicio son ampliamente contraproducentes al reforzar el punto de vista de los yihadistas y sus seguidores, quienes sostienen que las sociedades occidentales son hostiles al islam por naturaleza.
Ideológicamente, el yihadismo como doctrina política es un ideario teocrático totalitario de corte «antiliberal» y «antidemocrático» que, según sus críticos, «desprecia sistemáticamente la vida humana». Por esa razón está considerado por muchos como una de las amenazas más graves a las que se enfrentan las democracias liberales, particularmente en Occidente.

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OBJETIVOS
El yihadismo como derivación del salafismo, es un fenómeno heterogéneo, donde coexisten diversas interpretaciones sobre cómo “volver a los orígenes del Islam”. Los principios de todas estas doctrinas consisten en restaurar la grandeza del Islam, reislamizar a las sociedades musulmanas desde la más estricta ortodoxia y la aspiración de crear estructuras políticas que velen y promuevan la realización de dichos principios. El ámbito de actuación puede ser únicamente regional pero todas las líneas coinciden en el deseo de lograr la unión de todos los musulmanes, y la voluntad de extender el Islam por todo el planeta. La prioridad de cada objetivo, los métodos a utilizar para lograrlos, dependen de las características históricas y políticas de cada región. Soliendo definir esto las diferencias entre unos y otros grupos. Sus objetivos suelen ser graduales y a medio plazo pasan por derrocar a los gobiernos liderados por musulmanes moderados que ellos consideran apóstatas, impíos y corruptos, por ser tibios e hipócritas y ser aliados de occidente. Son la mayoría de los países musulmanes incluida Arabia Saudita, país que en numerosas ocasiones ha sido puesto en el punto de mira de los yihadistas con el fin de derrocar a la monarquía. Con ello buscan consolidar estados afines desde donde iniciar su expansión, con pretensiones a recuperar los territorios islámicos “ilegítimamente usurpados” y recrear el califato de corte islamista radical a nivel mundial.
Si bien durante los últimos tiempos se han ido consolidando las doctrinas más radicales, con pretensiones en la yihad global, las cuales tienen por prioridad necesaria e ineludible combatir contra Occidente hasta la muerte. Esta teoría está enfatizando la declaración de una Yihad sin cuartel contra Occidente, en lugar de tratar de extender el Islam a todo el mundo, incluidos los infieles y las gentes del Libro, por medio de la predicación y el proselitismo. Para los teóricos del islamismo radical es inaceptable invitar a los responsables de la nueva era de ignorancia religiosa o dahiliya a formar parte del Islam. Según ellos, la única forma de rehabilitar a los occidentales es asesinarlos en número suficiente para que su conversión y sumisión sea verdadera y humilde
TÁCTICAS Los métodos utilizados para conseguir sus fines son muy variados, siendo los más destacables los atentados terroristas perpetrados en territorio occidental con los que buscan un gran impacto mediático, por esa razón suelen producirse frecuentemente de madrugada o a primera hora de la mañana para que tengan la máxima repercusión en los medios de comunicación a lo largo del día. Pretendiendo siempre crear una sensación de enorme terror con la que forzar o chantajear a la opinión y voluntad de los gobiernos y sociedades hostiles a sus doctrinas.

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Bandera de la Yihad con la shahāda (الشهادة) o profesión de fe islámica, es la declaración de fe en un único Dios (Allah en árabe) y la profecía de Mahoma. No hay más dios que Alá y Mahoma es su profeta.
Una de las tácticas habituales entre los yihadistas es el atentado suicida. Esta táctica se emplea normalmente contra civiles, soldados y funcionarios gubernamentales de los regímenes que superan en poder a los yihadistas y se oponen a sus exigencias. La táctica del terrorismo suicida es vista por muchos musulmanes como contradictoria a las enseñanzas del Islam, sin embargo, los grupos que apoyan su uso a menudo se refieren a esos ataques como operación de martirio. Los inmolados y sus simpatizantes a menudo creen que los atacantes suicidas, como mártires de la causa de la yihad, recibirán la recompensa de ir al Jannah (paraíso).
Los secuestros de grandes grupos de rehenes, en lugares públicos, como en Beslán o en grandes vehículos de pasajeros, principalmente aviones también son empleados. Junto con los secuestros en masa, los terroristas yihadistas han hecho uso extensivo de la publicidad de los secuestros individuales finalizados con ejecuciones extremadamente sangrientas, normalmente decapitaciones de los secuestrados con un cuchillo, que a menudo son acompañadas de gritos de Allah-u-Akbar, Ala es grande. Este tipo de táctica se ha utilizado notablemente durante la Segunda Guerra Chechena y la invasión de Irak en el 2003.

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Eugene Armstrong en el video de su decapitación
Ejemplos de víctimas de esta táctica terrorista fueron en 2002, Daniel Pearl en Pakistán, en 2004 los estadounidenses Nick Berg, Eugene Armstrong y Jack Hensley en Irak, Paul Johnson en Arabia Saudita, el ciudadano británico Ken Bigley en Irak, Kim Sun-il, rehén coreano también decapitado en Irak, y un ciudadano japonés secuestrado y asesinado en Irak, Shosei Koda.

ISLAMIZACIÓN

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Eurabia es el nombre por el que se conoce una teoría geopolítica que augura una Europa islámica, en la que la inmigración habrá multiplicado el número de adeptos musulmanes. El concepto fue acuñado por Bat Ye’or y popularizado recientemente por la periodista italiana Oriana Fallaci.
La islamización de la India, Europa u otros territorios, son objetivos que se han fijado los islamistas radicales. Consideran que existe un vacío espiritual que sólo el Islam puede llenar. Es en apariencia una idea inviable e irrealizable. Sin embargo, se debe tener en cuenta la expansión de la población islámica en Europa e India. Actualmente hay más de 30 millones de musulmanes en Europa; en países como Francia forman alrededor del 10% de la población. Se estima que en unos pocos años la cifra podría llegar a 50 millones. Debido al gran número de inmigrantes entrantes, junto con la alta tasa de natalidad, en India la población musulmana también experimenta un crecimiento desde su independencia en 1947, llegando actualmente a superar e 13% lo que representa unos 140 millones de personas. A pesar del notable incremento del número de musulmanes en Europa e India, la inmensa mayoría son moderados y su creciente número no supone ningún inconveniente. Sin embargo la ideología islamista radical persiste insistentemente en su introducción paulatina en espacios de influencia social y política

ORGANIZACIÓN
Al Qaeda es la organización yihadista más conocida y más importante, son los responsables de los atentados del 11 de septiembre de 2001, así como los atentados perpetrados contra las embajadas estadounidenses de Nairobi en Kenia y Dar el Salam en Tanzania y otros muchos. Al Qaeda se ha consolidado como la aglutinadora, homegeneizadora y unificadora del yihadismo, antes fragmentado y dividido. Proceso que ha ido consolidándose desde mediados de la década de los noventa por el liderazgo de Osama Bin Laden, quien ha patrocinado y financiado el yihadismo en numerosas zonas, ampliando sus influencias y ejerciendo una cierta autoridad feudal sobre el resto de organizaciones. Es por ello junto con sus «logros» que Al Qaeda se ha consolidado como un símbolo, un referente, o una especie de guardián de las doctrinas más violentas. Al Qaeda también dispone de numerosos grupos terroristas asociados o creados ad hoc, por motivos estratégicos, políticos o regionales, con el fin de utilizar diversos conflictos abiertos, ya sea porque el elemento nacionalista es esencial en el conflicto, o por la falta de un grupo suficientemente radical y subordinado a la propia Al Qaeda. El GIA en el magreb, o Abu Sayad en Filipinas son claros ejemplos de sub organizaciones ligadas a Al Qaeda, quien las coordina, supervisa, y adiestra. También participan en sistemas de financiación, asumiendo cuando pueden cargas y recibiendo, en la mayoría de las ocasiones financiación por parte de Al Qaeda.

Bandera de al-Qaeda

bandera 1

Bandera de los talibán

bandera 2

Bandera de Hamás

Bandera de la Unión de Cortes Islámicas

Estado Islámico (organización terrorista)
También existen numerosas organizaciones yihadistas independientes, que en su mayoría son más antiguas que la propia Al Qaeda. La gran mayoría de estas organizaciones yihadistas a propuesta de Al Qaeda sellaron un pacto estratégico el 23 de febrero de 1998, al que titularon de “Declaración de guerra contra judíos y cruzados”, emitiendo una declaración conjunta en la que mediante una fatwa se autorizan los ataques a blancos civiles. Esta red de organizaciones terroristas incluye miembros como la Yihad Islámica Palestina, la Gama’a Islamiya egipcia y algunas organizaciones ilegales y terroristas pakistaníes, indonesias como la Yama’a Islamiya y muchas más. Su relación se establece en la inspiración y la simbiosis, compartiendo ideología, modus operandi e incluso suministradores de armas y explosivos, así como adiestramiento. Se sospecha que están intentando reclutar a nuevos socios, entre los que cabe destacar a la Hamás palestina, aunque no se sepa a ciencia cierta si Al Qaeda ha logrado su propósito de integrar a la organización palestina. Incluso se especula con las posibles conexiones con el islamismo chií. Por último existe una red de imitadores, inspirados o iluminados por el fanatismo y el terrorismo de Al Qaeda. La mayor parte de ellos son espontáneos sin relación con ninguna otra organización terrorista madre.
La mayoría de sus miembros son hombres jóvenes, inseguros y frustrados que entran en contacto con Islamismo radical. Reclutamiento por Internet. El fundamentalismo les otorga una sensación de pertenencia y protección y sobre todo una causa noble por la que luchar y morir. Los combatientes yihadistas se denominan así mismos generalmente con el nombre muyahidín. El nombre no es actual, ya eran conocidos de este modo los asesinos nizaríes que operaban en Oriente Medio en tiempos medievales. En épocas modernas, se han autodenominado así los guerrilleros argelinos contra la colonización francesa, los guerrilleros afganos contra la ocupación soviética, una parte de los combatientes contra la colonización judía de Palestina y luego aquellos que atentaban contra el Estado de Israel, aunque en este caso ha estado más extendido el término fedayín, que carece de connotaciones religiosas.

Historia del las organizaciones yihadistas
Existen tres periodos diferenciados en la historia del yihadismo:

Atentado en Arabia Saudí 1996 perpetrado por Al-Qaeda.

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Los regímenes árabes fueron el principal objetivo del yihadismo hasta la segunda mitad de la década de los 90. El primer periodo comprende desde el nacimiento del fenómeno hasta la década de los noventa. Es una etapa donde es característico que los grupos yihadistas tengan una agenda nacional y, en consecuencia, por situar en la cabecera de la lista de enemigos a los gobiernos de sus países de origen. Su objetivo a largo plazo consistía en luchar por el derrocamiento de dichos gobiernos (Egipto, Siria, Jordania, Arabia Saudí, Yemen, Marruecos, Túnez, Libia, Argelia, etc) y la instauración en su lugar de islamistas acordes con la doctrina salafista que profesaban. Para esas redes Europa constituía una zona de refugio y una retaguardia estratégica desde la que desarrollar actividades de apoyo a la insurrección armada en sus países de origen. La mayor parte de los grupos yihadistas eran de tamaño reducido y con exiguos recursos. Se trataban de pequeñas redes vinculadas a los grupos egipcios Al-Gama’a al-Islamiyya, Tanzim Yihad o Takfir Wal Hijra, a grupúsculos yihadistas procedentes del Magreb o a la rama armada de los Hermanos Musulmanes en Siria y Jordania, y a partir de la década de los noventa tras el golpe de estado y el inicio de la dictadura argelina al Grupo Islámico Armado y al Ejército Islámico de Salvación.

 

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George W. Bush dando un discurso frente a los bomberos y policías de Nueva York en los restos del World Trade Center, 14 de septiembre 2001.
Las redes yihadistas asentadas en Europa no era percibidas como una amenaza directa contra la seguridad de los países que las acogían, las acciones cometidas contra intereses y ciudadanos occidentales en mayoritariamente fuera del territorio americano y europeo, si bien se realizaron un número de acciones terroristas importantes contra objetivos occidentales, el más grave el cometido contra las fuerzas estadounidenses y francesas en el Líbano en 1983 con el resultado de 241 infantes de marina estadounidenses muertos y 58 soldados franceses y otros menores contra ciudadanos occidentales en Egipto y Argelia. Esos crímenes fueron valorados como un modo de evitar la injerencia occidental en oriente medio o como método para perjudicar económicamente los regímenes de esos países árabes.
El segundo periodo histórico del yihadismo es una etapa de transición entre organizaciones nacionales y la yihad global. El giro contra el enemigo exterior, Estados Unidos y sus aliados se produjo a mitad de la década de los 90, durante la estancia de la cúpula de Al-Qaida en Sudán (1992-1996). Fue entonces cuando se llegó al convencimiento de que la derrota de Occidente era un requisito previo al restablecimiento del califato en el mundo musulmán, debido al apoyo que los occidentales otorgaban a los regímenes árabes.67 Gracias a la guerra de Afganistán y los lazos de camaradería que allí se forjaron se crearon relaciones y vínculos entre numerosas redes yihadistas que comenzaron a colaborar entre sí, e incluso a refundirse en nuevos grupos, en función de los vínculos personales y de los objetivos a alcanzar. Al-Qaida inicio el aglutinamiento del radicalismo islamista en esta estapa, a través de alianzas entre grupos y el patronazgo de campos de entrenamiento en Afganistán y Sudán, por donde pasaron miles de voluntarios de la causa yihadista. Se llegó al convencimiento de que mientras los Estados Unidos y sus aliados ejercieran el liderazgo mundial y respaldaran a los regímenes de los países musulmanes considerados apostatas, no sería posible lograr los objetivos finales que seguían siendo el retorno las fuentes originales del Islam y la restauración del califato. Entre sus argumentos señalaban como el apoyo prestado por Washington a la monarquía saudí antes y después de la guerra del Golfo de 1991, y el respaldo ofrecido por los países europeos en especial Francia al golpe militar argelino de comienzos de 1992 y a la lucha del régimen contra los islamistas en los años siguientes.
La Tercera etapa, se inicia desde septiembre de 2001 hasta la actualidad. Es una continuación de la segunda etapa pero en ella se advierten con claridad dos características propias del yihadismo después de los atentados de Washington y Nueva York. La primera es la creciente descentralización del fenómeno, con la aparición de redes y células terroristas sin vinculación con organizaciones madre y una mayor agresividad del yihadismo, en particular hacia objetivos dentro de Europa. Otra nueva característica de esta etapa es la involucración militar directa de algunas democracias liberales en el conflicto. Posiblemente como consecuencia de situarse como primer objetivo del terrorismo yihadista.
NACIMIENTO
El contexto histórico en que ha surgido el fenómeno global del yihadismo, ha sido tras el final de la guerra fría. La situación mundial se vio alterada con un nuevo ciclo histórico que algunos definieron como “el fin de la historia”, entendida como triunfo planetario de la democracia liberal, tras el 11-S esta teoría resultó seriamente cuestionada. La globalización y el proceso de mundialización social, político y cultural, han provocado que mediante la acción de mercado y de la influencia ejercida por los nuevos medios de comunicación mundiales, muchas sociedades se hayan vuelto permeables a las influencias culturales, particularmente el conservador mundo musulmán. Su actual trasformación en sociedades semi-modernas, junto con los nuevos cambios sociales introducidos por la influencia occidental y su fallido intento de modernización política, esto último impedido por la proliferación de estados autoritarios, está alterando los hábitos de estas sociedades y ha sido percibido por muchos de sus miembros como una agresión occidental, generalizándose la idea de incompatibilidad de modernidad y tradición. En conclusión el yihadismo puede definirse como una respuesta radicalizada, provocada por una reacción identitaria que pretende reconstruir una comunidad mítica de valores originarios (convertir el mundo entero al Islam), rechazando el progreso que altera las comunidades tradicionales y la religión.
A partir del 11 de septiembre de 2001 debido al enorme impacto propagandístico de los macroatentados en Estados Unidos, el mensaje yihadista se dio a conocer al mundo entero. Al-Qaeda siendo una organización terrorista se fortaleció como movimiento ideológico, que actualmente inspira el comportamiento de miles de personas y es considerada por muchos como guía y referente. Este fatal acontecimiento supuso un aumento exponencial del número de simpatizantes y el incremento notable de miembros y actividades de las organizaciones terroristas. Lo que ha supuesto un mayor número de atentados, iniciándose la descentralización del fenómeno con la creación de células terroristas independientes, creadas gracias al mayor número de adeptos que facilita la reunión de fundamentalistas y su reclutamiento, en aras de imitar las acciones de Al-Qaeda.
Se estima que más del 20% de la población musulmana presenta algún grado de identificación con el yihadismo. Según el estudio Cómo vencer a los Yihadistas coordinado por Richard Clarke hay aproximadamente entre 300 y 500 millones de musulmanes que apoyan en algún grado el terrorismo Yihadista. En algunos países el apoyo superaría a más de la mitad de la población, si bien últimamente algunas encuestas indican que esta tendencia está descendiendo. Osama Bin Laden sigue siendo admirado y considerado un héroe por millones de musulmanes, llegando a los extremos que en algunos lugares como Indonesia o los Territorios Palestinos más de la mitad de la población aprueba sus crímenes.

EL SALAFISMO
Los principios ideológicos comunes a todas estas líneas doctrinales consisten en el deseo de restaurar la grandeza originaria del islam desde el punto de vista espiritual y también temporal, la voluntad de reislamizar las sociedades musulmanas a partir de lo que ellos entienden como ortodoxia, la aspiración de que las estructuras políticas sean también islámicas y velen por la creación de un entorno acorde los principios religiosos (una recreación por tanto de la primera comunidad de creyentes donde no existía una independencia entre los ámbitos político y religioso), el deseo de lograr la unión de todos los musulmanes, y la voluntad de extender el islam por todo el planeta.
La concreción de estos objetivos y el modo de alcanzarlos, además del origen histórico particular de cada una de las corrientes pseudo-salafistas, o más bien corrientes que se han desviado del salafismo original que clama la moderación y condena la violencia injustificada, marcan la diferencia entre unos movimientos y otros. Dentro de esa variedad de interpretaciones, la corriente del pseudo-salafismo yihadista considera que el empleo de la violencia es un instrumento aceptable a la hora de alcanzar determinados objetivos político-religiosos; objetivos que varían en función de cada grupo o red yihadista.

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Madrasa o escuela islámica. Algunos demócratas pakistaníes, al igual
que su expresidente de Pakistán Pervez Musharraf han acusado a las
madrasas de ser nidos de terroristas y promover el terrorismo.
El propio salafismo radical legitima la utilización de la violencia contra los infieles, ejecutada por los yihadistas. Su doctrina se basa en un retorno a las prácticas más puras del Islam. Consideran según ellos que deben interpretar rigurosamente el Corán. Escrituras que fueron dictadas por el propio Alá, a través del arcángel Gabriel, a Mahoma. Para la correcta interpretación del Corán debe basarse únicamente en el mismo Corán y en las Sunas. Esto excluye la tradición, la práctica popular e incluso cualquier clase de razonamiento externo. Múltiples organizaciones terroristas se excusan sus crímenes en las siguientes sunas.
«Di a los infieles que si cesan de enfrentarse se les perdonará lo pasado, pero si reinciden, combatid contra ellos hasta que dejen de induciros a apostatar y se rinda todo el culto a Alá.
Combatid contra quienes, habiendo recibido la escritura [es decir, los judíos y los cristianos] no creen en Alá ni en el último día, ni prohíben lo que Alá y su enviado han prohibido, ni practican la religión verdadera. Luchad hasta que, humillados, paguen el tributo.
Matad o los que asocian deidades a Alá [los politeístas] dondequiera que los encontréis, capturadles, sitiadles, tendedles emboscadas por todas las artes. Si se arrepienten, rezan la oración y dan limosna, dejadles en paz, Alá es compasivo, es misericordioso.»
Una de las motivaciones repetidas continuamente por los radicales y asumidas por los yihadistas es que el Corán promete bienaventuranzas a quienes combaten «en la senda de Dios» y especialmente a quienes mueren en dicho combate; aunque para muchos musulmanes esta clase de amonestaciones coránicas guerreras se circunscriben al contexto histórico de las batallas de los tiempos de Mahoma, otros ven en ellas una confirmación de lo correcto de la acción violenta, y parecen tener un papel importante en el ánimo de los terroristas suicidas.
Los que teman a Alá estarán, en cambio, en lugar seguro, entre jardines y fuentes, vestidos de satén y de brocado, unos enfrente de otros. Así será. Y les daremos por esposas a huríes de grandes ojos. Pedirán allí en seguridad, toda clase de frutas” (Corán 44: 51-55).
El mundo islamista radical interpreta la libertad como corrupción y hedonismo, los gobiernos islamistas radicales suelen establecer un férreo control sobre la población. Consideran el cine, la televisión, o la música como herramientas diabólicas que son utilizadas por los enemigos del Islam para extender la depravación y degeneración sobre el mundo islámico. Los gobiernos islamistas radicales suelen extender prohibiciones sobre estas. En diciembre de 1996, tras la entrada en Kabul de los talibán, Radio Sharia difundió dieciséis decretos que marcaron una nueva pauta.

INTERPRETACIÓN
Las enciclopedias suelen definir Yihad como el combate contra infieles y apóstatas en nombre de Alá. La palabra Yihad deriva del árabe yahd que significa “esfuerzo”, especialmente en el sentido guerrero y bélico. Según Samir Khalil, la palabra Yihad se emplea en el Corán con es sentido la lucha por Dios o lucha por el camino de Dios Yihad fi sabil Allah.
La Yihad es un concepto esencial en el Islam, y en consecuencia lo es también su manipulación y abuso por parte de los radicales e islamistas, es uno de los pilares fundamentales sobre los que justifican sus crímenes y atrocidades. Para todo musulmán la Yihad, sea la mayor o la menor constituye la obligación más importante después del cumplimiento de los cinco pilares del islam: la shahada o profesión de la fe, las cinco oraciones diarias, el zaqat o limosna, el ayuno en el sagrado mes del Ramadán y, por último; realizar -si los medios y la salud lo permiten, el hajj o peregrinación mayor a La Meca al menos una vez en la vida.

El Corán, versión moderna de Al-Azhar, 1923.
La más prestigiosa universidad islámica, que algunos
consideran un hervidero de radicales.
Existe cierta confusión entre los islamólogos occidentales sobre el verdadero significado de Yihad y las diferencias que existen entre Yihad mayor y menor, muchas veces acrecentada interesadamente por los radicales islamistas. Que en numerosas ocasiones definen la Yihad exclusivamente en el significado espiritual del término. Es una forma deliberada de ocultar sus propios propósitos ante la opinión pública. Siendo para los islamistas radicales la acepción importante la bélica.
«En el espíritu de algunos musulmanes, lo que ellos perciben como la actual decadencia de Europa, hace que este sea un momento oportuno para recuperar lo que consideran suyo. No es que todos los musulmanes crean que la conquista del mundo deba tener lugar por medio de una yihad ofensiva: probablemente la mayoría de los musulmanes del mundo no comparten ese punto de vista. Pero si, como me han dicho estudiosos de esta materia, una quinta parte del mundo islámico está profundamente influido por una ideología islamista que enseñan una yihad ofensiva, eso hace 200 millones de personas, y es mucha gente infectada por una enfermedad política que se presenta a sí misma como una convicción religiosa”.
La Yihad mayor posee una acepción espiritual que representa el esfuerzo que todo creyente debe realizar para ser mejor musulmán, mejor padre, esposo o persona. La Yihad menor es su acepción guerrera de la Yihad, la acción bélica con un significado religioso.
Si bien la diferencia entre Yihad mayor y menor tiene su importancia y vigencia, la acepción bélica ha sido históricamente más empleada por teólogos y líderes religiosos y la más utilizada en los últimos catorce siglos. En los inicios del Islam tuvo más importancia la Yihad mayor en su acepción de lucha interior y moral. Sin embargo, a medida que imperaba la necesidad de supervivencia que implicaba también la expansión del islam se puso énfasis en el significado bélico.
La Yihad en su concepto bélico ha sido empleada también para legitimar conquistas y dominación de nuevos territorios, pero también para justificar el esfuerzo guerrero, para recuperar tierra islámica y castigar a los enemigos del Islam. Empleando dentro de este marco doctrinal, los procedimientos más brutales e indiscriminados, sanguinarios y desproporcionados.
Un grupo de beduinos combatientes se aproximó al Profeta y éste les dijo: Habéis hecho bien viniendo a la Yihad mayor desde la Yihad menor. Y estos le preguntaron: ¿Qué es la Yihad mayor? A lo que contestó el Profeta: Que el siervo de Dios combate sus pasiones. El Libro de la Guerra (Al Kitab al-Yihad),

GUERRA EN AFGANISTÁN
Artículo principal: Guerra en Afganistán (2001-presente)
Los Talibán llegaron al poder tras la guerra civil de Afganistán 1992-1996, llegando a controlar casi todo el territorio La Guerra de 2001 en Afganistán denominada por el mando estadounidense como «Operación Libertad Duradera», se inició el 7 de octubre de 2001 ante la negativa del régimen talibán de entregar a Osama Bin Laden, responsable directo de los atentados del 11 de septiembre. Estados Unidos y la OTAN como aliados procedieron a destruir las fuerzas talibán y ocupar el país para garantizar su tránsito hacia la democracia. Iniciando posteriormente las operaciones para estabilizar y reconstruir el país que el teocrático régimen talibán había gobernado.

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Buques de guerra de Estados Unidos, Reino Unido, Francia, Italia y Países Bajos durante la operación Libertad Duradera.

Navy SEALs explorando una cueva utilizada por talibanes y Al-Qaeda en Afganistán, 2002.

Militares españoles en Herat Afganistán, en su labor de estabilizar y reconstruir el país. Bajo el mando de la OTAN para dar apoyo a la operación Libertad Duradera.
Despliegue de las fuerzas aliadas como parte de la ISAF en Afganistán.

Soldado sueco prestando asistencia médica a civiles afganos.

GUERRA DE IRAK

Después de la expulsión de los talibán del poder en Afganistán, y dentro de la estrategia marcada por Estados Unidos, Irak comenzó a situarse como un objetivo geoestratégico, por su situación política desfavorable para occidente y su ubicación geográfica en pleno corazón de Oriente Medio y con grandes fronteras con la República Islámica de Irán y Arabia Saudita. La inmensa mayoría de sociedades occidentales se mostraron contrarias ante una posible guerra contra Irak. A pesar del coste político que representaba, una veintena de países de todo el mundo se posicionaron favorablemente ante una intervención, liderados políticamente por EE.UU, Reino Unido y España. Existió gran controversia internacional, plasmada en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas, donde la delegación estadounidense liderada por Colin Powell defendió la posesión de armas químicas y biológicas por Saddam Hussein, junto con la existencia de laboratorios móviles ubicados en camiones difícilmente detectables, dicha información fue proporcionada por la CIA, basándose en las afirmaciones erróneas de disidentes y desertores iraquíes. Por su parte los países con contratos para sus petroleras en Irak República Popular de China, Francia y la Federación Rusa encabezaron el rechazo al conflicto. En los países favorables a la intervención se gestaron grandes movimientos organizados contrarios a la guerra, quienes sostenían que los motivos eran meramente económicos y motivados por la necesidad del control del petróleo.

Las fuerzas de seguridad iraquíes son entrenadas por la OTAN. Según el ministro de Interior de Irak, Jawad Bolani, han demostrado su capacidad para contener «la amenaza del terrorismo en el país».
La guerra llevó a la rápida derrota de los militares iraquíes, el derrocamiento del dictador Sadam Husein, su captura en diciembre de 2003 y su ejecución en diciembre de 2006. La coalición dirigida por los Estados Unidos en el nuevo Irak trató de establecer un nuevo gobierno democrático. Teniendo que hacer frente poco después del fin de la guerra a violencia organizada contra las fuerzas de la coalición y entre los diversos grupos étnicos iraquíes, que dio lugar a una guerra asimétrica, con la aparición sobre el terreno de miles de yihadistas extranjeros principalmente magrebíes, que han fomentado los enfrentamientos civiles entresunitas y chiitas, en un esfuerzo por desestabilizar el país. La mayoría de los yihadistas son instruidos y armados por Al Qaeda, marchan a Irak con la intención de derrotar a las fuerzas de la coalición, algunos de ellos son reclutados en países occidentales como Francia, Reino Unido o España. Sus objetivos son matar el mayor número de soldados de la coalición y provocar grandes conflictos civiles que derriben el frágil gobierno iraquí, enfrentando a suníes y chiíes. Con el fin de recrear un escenario viable para instaurar un califato islamista. Abu Musab al Zarqaui antiguo dirigente de Al Qaeda en Irak, anuncio en una entrevista la declaración de “guerra total” a los chiitas en Irak. También expreso sus planes por carta a Aymán al-Zawahirí en julio de 2005, describiendo su plan de crear un estado islámico, enfrentarse después a los países vecinos y finalmente destruir Israel.
La opinión pública española contraria a la guerra, entre otras causas, motivó un cambio político en España que tras las elecciones del 14 de marzo aupó al gobierno al partido socialista. Establecido el nuevo gobierno en España, la primera medida adoptada fue ordenar la retirada de las tropas de Irak. Seguidamente como dependientes de la misión española, Honduras, Nicaragua y la República Dominicana adoptaron la misma medida. Posteriormente la República de Filipinas también retiro las tropas de Irak, bajo el chantaje terrorista que amenazaba con quitar la vida a un camionero filipino secuestrado en Irak. Durante el 2006 la violencia en Irak sufrió un notable incremento, llegando a cifras récords en cuanto al número de soldados muertos, así como la proliferación de múltiples atentados entre las distintas confesiones, llegando al punto de que muchos pronosticaron el inicio de la guerra civil. Como contramedida para reducir la violencia la administración estadounidense, ordenó el envío de más de 20.000 soldados adicionales a Irak, junto con otras medidas de tipo económico. Durante el año siguiente la violencia disminuyo notablemente en Irak. Como resultado, algunas naciones miembros de la Coalición comenzaron a retirar sus fuerzas como consecuencia de una opinión pública a favor de la retirada de las tropas y el aumento de las fuerzas iraquíes que comenzaron a asumir la responsabilidad de la seguridad.
En 2012 el conflicto todavía sigue latente. Durante este tiempo no se han encontrado pruebas de la existencia de armas de destrucción masiva. La economía estadounidense lejos de beneficiarse por el «control del petróleo», ha tenido que hacer frente a los enormes gastos bélicos agravando la crisis económica que padece. Durante el desarrollo de la Operación Libertad Duradera, han muerto más de 4.000 soldados estadounidenses. Por su parte los iraquíes con la ayuda occidental han tomado el control político de su país, celebrado elecciones libres, redactado una constitución democrática y aprobado la constitución en un referendo nacional, su gobierno democrático no obstante sigue siendo demasiado débil e incapaz para mantenerse en el poder, las tropas de la coalición seguirán presentes como mínimo hasta el 2011.
GUERRA EN SOMALIA

Extensión a lo largo de 2006 del territorio bajo control de las Cortes Islámicas.
Tras los acuerdos para formar un parlamento somalí impulsados por la comunidad internacional, el Gobierno provisional Somalí que en un principio se estableció en Kenia, comenzó su traslado a Somalia en los primeros meses de 2005 con el apoyo de fuerzas etíopes. A pesar de estos esfuerzos no se pudo establecer la normalidad ni seguridad y se iniciaron graves enfrentamientos armados. Esta situación fue aprovechada por las cortes islámicas pertrechadas y apoyados por Eritrea, país de mayoría musulmana que mantiene una disputa fronteriza con Etiopía y fundamentado en el resentimiento generado hacia las tropas etíopes de religión cristiana. Las milicias yihadistas se apoderaron en junio del 2005 de Mogadiscio y de otras grandes ciudades del sur de Somalia, donde impusieron un régimen integrista basado en la sharia (ley islámica). En respuesta Etiopía realizó una ofensiva general contra las fuerzas de las Cortes Islámicas, consiguiendo expulsarlas de la mayor parte de los territorios en su poder. El 21 de diciembre de 2006 el líder islámico de la Unión de Cortes Islámicas Sheik Hassan Dahir Aweys declaró la yihad o guerra santa contra Etiopía, motivando la llegada de “muyahidines” de otros países musulmanes.128 En enero del 2007 la Fuerza Aérea estadounidense atacó posiciones de los milicianos islámicos somalís. Por su parte el Gobierno de transición somalí ha aprobado la ofensiva etíope y estadounidenses y la calificó de solución correcta. La presencia de Al-Qaeda quedo patente con la aparición sobre el terreno de Fazul Abdullah, quien es responsable de la muerte de 224 personas en los atentados contra las embajadas estadounidenses en Kenia y Tanzania en 1998. Erróneamente algunas fuentes le dieron por muerto en un ataque.
SEGUNDA GUERRRA CHECHENA
La República de Chechenia, con población mayoritariamente musulmana, sufre un sangriento conflicto armado entre independentistas chechenos y la Federación Rusa. Entre los rebeldes chechenos se han destacado diversos movimientos islamistas que aun son minoritarios, pero que presentan una tendencia creciente según algunos analistas de manera muy preocupante . De hecho hay una penetración de movimientos islamistas internacionales que han llevado a un importante número de «estudiantes» de movimientos ultra rigoristas, que se dedican al proselitismo activo, a reclutar militantes para los grupos terroristas. Sin embargo los sondeos de opinión demuestran que una mayoría de chechenos considera la guerra en su país como un «esfuerzo de independencia» y no como una yihad o guerra santa.

Un guerrillero checheno cerca del Palacio Presidencial en Grozni, enero de 1995. Foto de Mijaíl Yevstáfiev.
En el transcurso del conflicto armado, numerosos Muyahidín extranjeros han desempeñado un papel importante en ambas guerras chechenas. Después del colapso de la Unión Soviética y la posterior declaración de independencia chechena, se iniciaron los combates armados en la región a la que se sumaron del bando de los rebeldes chechenos numerosos combatientes extranjeros. Muchos de ellos eran veteranos de la guerra de Afganistán que habían luchado contra la Unión Soviética. Sus conocimientos y experiencia fueron trasmitidos y aprovechados por los separatistas chechenos. Durante la Primera Guerra Chechena sus intervenciones fueron notorias, por sus efectivas tácticas de guerrilla, causando graves bajas en el mal preparado ejército ruso. Los muyahidines también hicieron importantes contribuciones financieras a los separatistas.
Después de la retirada de las fuerzas rusas de Chechenia, la mayoría de los Muyahidín decidieron permanecer en el país. En los años siguientes fortalecen su presencia e inician frecuentes escaramuzas fronterizas con las tropas rusas, que desembocaron en el fracasado ataque checheno a Daguestán en julio de 1999 dirigido por Shamil Basáyev, cuyo objetivo era crear una república islámica caucásica. Éste suceso provocó el inicio de la segunda invasión de las fuerzas rusas en Chechenia en diciembre de 1999. Desde entonces el yihadismo checheno a perpetrado diversos atentados algunos extremadamente sangrientos como la destrucción de varios edificios de viviendas con decenas de víctimas en cada atentado, sin olvidar la toma de rehenes del Teatro Dubrovka de Moscú, el 23 de octubre de 2002.
GUERRA CIVIL EN ARGELIA

Expansión del Grupo Salafista para la Predicación y el Combate y la zona de actuación estadounidense de la Iniciativa Pan Sahel y de la Iniciativa Transahariana de Lucha contra el Terrorismo (TSCTI).
La historia reciente argelina ha estado marcada por una sangrienta guerra civil, entre el gobierno argelino y varios grupos rebeldes salafistas que empezó en 1991. El número de muertes se estima entre 150.000 y 200.000.134 El conflicto terminó con la victoria del gobierno tras la rendición del Ejército Islámico de Salvación y la derrota de 2002 del Grupo Islámico Armado. No obstante, en la actualidad un grupo escindido del GIA, el Grupo Salafista para la Predicación y el Combate sigue perpetrando atentados habiéndose integrado en el seno de Al Qaida cambiando su nombre por Al Qaeda del Magreb Islámico.135 136
Como país productor de hidrocarburos, Argelia es objetivo preferente de la estrategia de Al Qaida destinada a dañar el tejido productivo de los exportadores de crudo y de gas. Es destacable que Argelia ha sufrido ataques en años pasados dirigidos contra sus redes de oleoductos y gasoductos, aunque ninguno destacó por tener un gran impacto negativo en la actividad productiva y exportadora argelina, pero es ahora que comienza a vislumbrarse una estrategia terrorista centrada en dañar a las compañías nacionales y extranjeras trabajando en dicho sector en Argelia y otros países productores desde que, en 2005, Al Qaida “central” dictara órdenes a sus seguidores para que golpeen con toda su fuerza dichos sectores en su intento de destruir a los Estados apóstatas y a sus valedores infieles .A finales de 1987 el régimen socialista de partido único que gobernaba Argelia desde la década de 1960 parecía que no se sostendría durante mucho tiempo más. El gobierno dependía seriamente de que el petróleo se mantuviese en precios altos, así que cuando, en 1986, el precio del barril descendió de 30$ a 10$ la economía de planificación se vio comprometida y cundieron la escasez y el desempleo. En octubre de 1988 (“Octubre Negro”), hubo manifestaciones masivas contra el presidente Chadli Bendjedid en muchas ciudades argelinas. El ejército disparó a los manifestantes, matando a varios y e hiriendo a muchos otros. En estas condiciones, los movimientos islamistas fueron ganando adeptos.
La respuesta del presidente fue avanzar hacia la reforma. En 1989 introdujo una nueva constitución que desestabilizaba al partido gobernante, el Frente de Liberación Nacional (FLN), no mencionaba el socialismo y prometía “libertad de expresión, asociación y asamblea”. A final de año varios ya habían florecido varios partidos políticos y habían sido reconocidos por el gobierno, entre los que se encontraba el Frente Islámico de Salvación (FIS).
El FIS incorporaba a un amplio espectro de la opinión islamista, lo que quedaba de manifiesto en el distinto perfil de sus dos líderes. Su presidente Abbassi Madani, un profesor y ex luchador en la Guerra de la Independencia que representaba un conservadurismo religioso relativamente moderado y conectaba simbólicamente al partido con la lucha por la independencia, la fuente tradicional de prestigio del Frente de Liberación Nacional; expresó tibiamente su apoyo a la democracia y rechazó la idea de que fuese incompatible con la sharia. El ejército consideró este resultado inaceptable. El FIS había amenazado abiertamente al poder gobernante, acusándolo de antipatriótico, profrancés y económicamente corrupto. Además, los líderes del FIS discrepaban sobre la deseabilidad de la democracia, y algunos se declararon temerosos acerca del de cómo sería el gobierno del FIS.
El 11 de enero de 1992 el ejército canceló el proceso electoral, forzando al presidente Chadli Bendjedid a dimitir y trayendo al luchador por la independencia exiliado Mohammed Boudiaf para que ejerciera de presidente. También fueron arrestaron muchos miembros del FIS: 5.000 según el ejército, 30.000 según el FIS, incluyendo a Abdelkader Hachani; tantos que las cárceles no tenían espacio suficiente para albergarlos a todos, así que se montaron campos para los arrestados en el desierto del Sáhara. Existía el peligro de ser arrestado por llevar barba, pues la mayoría de los simpatizantes del FIS lo hacía. Se declaró el estado de emergencia y se suspendieron muchos derechos constitucionales. Todas las manifestaciones fueron extinguidas. Algunas organizaciones defensoras de los derechos humanos como Amnistía Internacional informaron del uso frecuente de la tortura y de la retención de sospechosos sin cargos ni juicio. Finalmente, el gobierno disolvió el FIS el 4 de marzo. La violencia continuó durante 1994 a la vez que mejoraba la situación económica; tras negociar con el FMI el gobierno consiguió cumplir los plazos de pago de su deuda gracias a ganancias financieras inesperadas20 y más adelante obtuvo 40.000 millones de francos que aportó la comunidad internacional para respaldar su liberalización económica.21 Cuando se hizo obvio que los combates se alargarían se nombró al General Liamine Zéroual presidente del Alto Consejo de Estado. Se consideró que pertenecía a la facción dialoguiste del ejército, en lugar de a la éradicateur. Poco después de jurar el cargo empezó negociaciones con los líderes encarcelados del FIS y liberó a algunos prisioneros para animarlas. Las conversaciones dividieron el espectro político: los partidos mayores, especialmente el FLN, socialista, y los también socialistas de Kayble, el FFS, continuaron apoyando las negociaciones, mientras que otras fuerzas—especialmente la Unión General de Trabajadores Argelinos (UGTA), pero también algunos grupos menores de izquierdistas y feministas como los laicistas RCD—se alinearon con los “erradicadores”. Ciertos misteriosos grupos paramilitares progubernamentales, como la Organización de Jóvenes Argelinos Libres (OJAL), aparecieron y empezaron a atacar a civiles islamistas. El 10 de marzo de 1994 más de 1.000 prisioneros (principalmente islamistas) escaparon de la prisión de Tazoult, acto que fue considerado un éxito completo de las guerrillas. Posteriormente los partidarios de las teorías conspirativas sugerirían que fue planeado para facilitar a las fuerzas de seguridad su infiltración en el GIA.
Mientras tanto, bajo el mando de Cherif Gousmi (su líder desde marzo), el GIA pasó en 1994 a ser la guerrilla más fuerte. En mayo el FIS sufrió un aparente varapalo, pues varios de sus líderes que no estaban en prisión, junto con Said Makhloufi, del MEI, se unieron al GIA. Dado que el GIA les llevaba amenazando de muerte desde 1993 esto sorprendió a muchos observadores que interpretaron este cambio como el resultado de disputas internas del FIS o como un intento de virar la trayectoria del GIA desde dentro. El 26 de agosto el GIA llegó a proclamar el califato de Algeria con Goumi como califa. Sin embargo, al día siguiente, Said Mekhloufi anunció su retirada del GIA declarando que el GIA se había desviado del islam y que su califato era un intento del ex líder del FIS Mohammed Said de tomar el control del GIA. El GIA continuó atacando a sus objetivos habituales, como artistas como Cheb Hasni, y a finales de agosto empezaron con una nueva práctica: amenazar con incendiar escuelas insuficientemente islámicas.
EL YIHADISMO EN LA INDIA
Jammu y Cachemira zonas reivindicadas por los yihadistas como territorios ocupados. En verde, el territorio ocupado por Pakistán; en naranja, el ocupado por la India

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La India se ha visto inmersa desde su independencia en un conflicto de tintes religiosos desde que Pakistán se independizase para acoger a la población musulmana del subcontinente indio. El activismo terrorista protagonizado por yihadistas se ha extendido, agravando las complicadas relaciones de vecindad con Pakistán motivadas por el conflicto de Cachemira.
Los habituales enfrentamientos entre hindúes y musulmanes son utilizados por yihadistas para tratar de agudizar tensiones. Son destacables los choques, producidos en 1992 a raíz de que la destrucción de la Mezquita Ayodhya, en Babri Masjid, motivada por la reconstrucción de un templo hindú sobre el que se había construido el templo musulmán, produciéndose miles de muertos, los enfrentamientos habidos en febrero de 2002 en Gujarat provocaron más de dos millares de muertos desde entonces no han dejado de producirse tensiones y disturbios. Desde el inicio de la tercera etapa del yihadismo posterior al 11S los atentados yihadistas se han convertido en una constante. La población musulmana de la India ha crecido proporcionalmente hasta llegar a un 13% del total, unos 140 millones siendo mayoría en algunas regiones como Jammu y Cachemira que son reivindicadas por los yihadistas como territorios ocupados.
EL YIHADISMO EN EUROPA

Tren de Cercanías después de los atentados del 11 de marzo, Madrid donde resultaron muertas 191 personas
España es objetivo de la yihad global promovida por Al-Qaeda. A los ojos de los yihadistas, España forma parte de la conspiración mundial de los ‘cruzados y judíos’ para acabar con el islam. Según la declaración de guerra firmada por Bin Laden en 1998, la misión de matar a los estadounidenses y a sus aliados –civiles y militares- es un deber individual de todo musulmán que puede realizar en cualquier país en el que sea posible. Por ello, para los que siguen la yihad global promovida por Al-Qaida el asesinato de españoles puede formar parte de misiones futuras. El 20 de octubre de 2004 Bin Laden dice en otra grabación: «Nos reservamos el derecho a responder en el momento y el lugar oportunos a todos los países que participan en la guerra de Irak, en particular Reino Unido, España, Australia, Polonia, Japón e Italia. Además Al Qaeda ha señalado a Ceuta y Melilla como objetivos terroristas de forma explícita comparando su situación con la de Chechenia. El mensaje fue difundido en la televisión Al Jazeera.149 Hoy en día hay numeroso colegios de la Umma que incorporan en los mapas de Dar al-Islam la Al-Ándalus medieval. Uno de los objetivos del terrorismo Yihadista es recuperar todos los territorios que fueron islámicos. Y ha habido menciones especiales a España por parte de Osama Bin Laden y Al-Qaeda a la recuperación de Al-Andalus.
YIHADISMO EN LOS BALCANES
Debido a la antigua dominación otomana, los Balcanes son una región que cuenta con una notable presencia de poblaciones islámicas. Durante los últimos años con la inestabilidad, los conflictos surgidos en la zona y la intensificación del yihadismo como fenómeno global, las poblaciones musulmanas de los Balcanes se han convertido en blanco de proselitismo por parte de organizaciones radicales provenientes de países de Oriente Medio.
El principal problema de seguridad radica en la debilidad de los estados, incapaces de evitar la penetración de grupos de ideología y prácticas yihadistas, lo que choca con la oposición de la mayoría de la población musulmana que procesa niveles de religiosidad relativamente bajos.

Minarete de una mezquita dinamitado por fuerzas del Consejo Croata de Defensa durante la Masacre de Ahmići (1993) en la Guerra de Bosnia
La desintegración de Yugoslavia y la guerra de Bosnia entre 1992 y 1995 permitieron la entrada de elementos extranjeros que aprovechando la falta de control intentaron crear redes y grupos yihadistas. Uno de esos grupos fue la Brigada “Al Mujahid”, que operó en la región central de Bosnia Herzegovina durante la guerra y estaba compuesta principalmente por extranjeros, con una fuerte presencia de veteranos de la guerra de Afganistán.
Después de la firma de los Acuerdos de Dayton, sucedió un considerable incremento de las organizaciones islámicas en Bosnia. Algunas están bajo sospecha de realizar actividades terroristas.
También se iniciaron entre los jóvenes programas de becas para cursar estudios en Arabia Saudí, subvencionados por el mismo país, que han permitido la inserción de postulados wahabitas y que a su retorno han intentado reformar las doctrinas religiosas acercándolas a postulados wahabitas, lo que ha produciendo tensiones.
Después de los atentados del 11 de septiembre, se ha desarrollado en Bosnia una importante actuación para terminar con estos grupos, que se han adaptado a la nueva situación, instalándose en las zonas albanófonas (Albania, Kosovo y oeste de Macedonia). Actualmente en la República de Bosnia Herzegovina existen dos grupos islámicos de tendencia yihadista: Los Jóvenes Musulmanes y la Juventud Islámica Activa.
Bibliografía:
http://es.wikipedia.org/wiki/Yihadismo
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Amis, Martin (2009). El segundo avión. Barcelona: Anagrama.
Bergen, Peter (2007). Osama de cerca. Barcelona: Debate.
Bozarslan, Hamit (2009). Una historia de la violencia en Oriente Medio: Del fin del Imperio otomano hasta Al Qaeda. Madrid: Ediciones Península.
Coll, Steve (2008). Los Bin Laden: Una familia árabe en un mundo sin fronteras. Barcelona: RBA Libros.
De Arístegui, Gustavo (2004). El islamismo contra el Islam. Barcelona: Ediciones B.
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Fallaci, Oriana (2004). La fuerza de la razón. Madrid: La Esfera de los Libros.
Fallaci, Oriana (2005). Oriana Fallaci se entevista a sí misma. El Apocalipsis. Madrid: La Esfera de los Libros.
Ferro, Marc (2004). El conflicto del Islam.Madrid: Ediciones Cátedra.
Phares, Walid (2006). La futura yihad. Madrid: Editorial Fundación FAES.
Rodinson, M. (1989). La fascinación del Islam. Madrid: Júcar Universidad.
Torres Soriano, Manuel R. (2009). El eco del terror: Ideología y propaganda en el terrorismo yihadista. Madrid: Plaza y Valdés Editores.
Wright, Lawrence (2009). La torre elevada. Barcelona: Debate.

ÁFRICA MÁS ALLÁ DEL TÓPICO

DEBRIGODE LIVE

ROBERTO CABRERA

Revólver y crimen perfecto, Interpol. Días de enero brumosos y con llovizna. Neblina que cuelga en flecos blancuzcos por las ramas que giran como al son  de una pavana. Muchachas deliciosas como sirenitas de Andersen. Colonias Lynn Abart. Pero también el maltrato continuado que termina en la venganza de Belinda, una joven con aspecto de nórdico espectro de un país de brumas.

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     Con un estilo diligente, lleno de un humor a veces histriónico, colma Debrigode sus relatos de suspense, de desenlaces muchas veces insospechados y que mantienen en continua brega la intuición del lector. José Calvo Poyato, quien explica el declive de la novela popular por la llegada de  la televisión como el gran medio de distracción de masas , considera que en los medios académicos se la consideró no solo un subgénero , sino basura literaria ; privándole incluso su valor social y funcional , para añadir que a diferencia de lo acaecido en Francia o Gran Bretaña donde se rinde culto como maestros de la literatura de su época a Conan Doyle, Agatha Christie en Gran Bretaña o Alejandro Dumas y Jules Verne en Francia, en España han sido relegados al olvido. Pedro Víctor Debrigode escribió obra paralela, digamos que fuera de la “mercancía” que se ofrecía como producto de consumo de una época difícil y que debía ser abierta a la esperanza. Obra que reservó para sí como Morir por algo digno en sus dos libros: El espía inocente y El barco borracho o Guiones argumentales. Y hay que retrotraerse a nuestro Santa Cruz de los 50 con su vida portuaria y comercial, de turismo americano, de cine negro y taxis descapotables e intérpretes. En esa franja intermedia entre la silenciada vanguardia europeísta y el luego degradado regionalismo, y la irrupción de una nueva y emergente corriente emblematizada luego en los narradores fetasianos. Lo que reafirma la amistad entre Debrigode y Francisco Pimentel. Se trata de un hombre augural que ejemplifica al escritor de oficio y que hará posible que la corrupción no sea una categoría ausente en nuestra literatura. Un hombre que rueda en un chevrolet corbette en unos tiempos y que en otros ocupa casi todos los presidios. En los chaplones de todos los barrios se leen sus novelas y en las más disímiles geografías, Alemania, Francia, España, Venezuela etc. En una cercanía física de frontón y boxeo, apuestas de gallos o ludopatía de quinielas. De esta pura ficción era para nosotros en las cercanías de los umbrales de nuestros hogares, los cuentos acerca de un misterioso hombre que escribía durante la noche con varios relojes fijos a sus muñecas, que controlaban las horas de acciones de espías que iban y venían de interminables  relatos que lo mantenían ocupado toda la noche. Hoy que muchos escritores no consideran la ficción policial como un lujo para un público sofisticado, ni que es rechazada por su escaso contacto con la realidad, debe entenderse que en este caso no sólo se cuestiona la violencia sino que la detesta. Estos escritores no tuvieron otro remedio que ser duros, negros, que admiraron el cine y los relatos de Chandler o Hammett y que incorporaron lecturas desde Faulkner a Hemingway o Cadwell, Bioy Casares o Borges.

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     Bien es verdad, expone Calvo Poyado que esas evidentes dotes narrativas, las circunstancias no permitieron un desarrollo adecuado por el sometimiento a pautas de producción como entregar un original cada par de semanas para poder subsistir.

     Para contrarrestar este ostracismo, desde el año 90 se ha venido acometiendo una ingente labor que ha consistido en la inclusión del autor en varios volúmenes de homenaje a la novela popular española, de Vázquez de Parga, en el ciclo del Ateneo en La Laguna, “Algunos de los nuestros”, en la Biblioteca Jaume Fuster de Barcelona : “Decobrir Debry”, en la presentación de “Guiones Argumentales” en la feria del libro de Frankfurt en el número 8 de la revista “El Vigía”, o en la publicación de “Morir por algo digno”, y en dos volúmenes de la editorial Idea, novela que debe figurar como las de José Antonio Rial entre las destacadas como testimoniales de la guerra civil, y que muestra de forma espectacular  los momentos decisivos del golpe militar de Franco en Santa Cruz de Tenerife.

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     También el texto “El pirata negro” en radio 5 y los medios de prensa insulares. En múltiples ediciones digitales a lo que hay que sumar este acto de hoy dentro del centenario de su nacimiento en la biblioteca del TEA bajo el rótulo: Las vidas de sus seudónimos en la novela popular española, así como las recientes ediciones que a partir de la de Akal Ediciones se han venido sucediendo.

     Sabemos que hoy existe un auge y renovación de la novela de género y que especialmente en Canarias se está con vehemencia produciendo; y por ello resulta más que necesario un acto como este donde se reconozca el legado de Pedro Víctor Debrigode por parte de autores y editores , dejando bien a las claras y no desde posiciones políticas precisamente, que la sociedad tinerfeña no ha dejado en el olvido a tan valioso narrador quien incluso tomó como fondo y llevó al papel el paisaje de algunas de nuestras ciudades con enorme creatividad desde su más temprana juventud.

     La modernidad de su prosa, el acento de sus diálogos, su capacidad para el manejo del argot y muchos mas detalles de  su técnica han sido ya analizados con profusión por uno de sus mejores mentoras, el profesor ovetense Luis Manuel del Valle. No digamos nada de su meticulosidad al retratar el alma de las cosas, las más difíciles facciones de sus personajes que son fijadas con el mejor arte fotográfico y aunque el mismo confiese que no escribe para describir perfiles psicológicos, cuando debe hacerlo los clava como el anillo al dedo.

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     Las citas y referencias cultistas son múltiples pero siempre necesarias al texto y por allí aparecen desde Verlaine a Lorca,  Cyrano de Bergerac  o Rimbaud. Cada uno en su oportuno sitio. Lo coloquial, en esa fusión impetuosa del narrador con lo culto e incluso lo filosófico o científico, presta al texto profundidad y frescura. Las inflexiones políticas de sus personajes tampoco pasan desapercibidas. Rompe tópicos y se hace un deconstructor de tipismos que casi siempre acaban en el cubo de la basura. Combatiendo constantemente su perversa e irónica soberbia hasta asentarse en una bárbara naturalidad y las más de las veces por más que sea arrastrado por sus personajes a la desbordante pasión, planean en sus párrafos el dominio de los clásicos y una ética nicomáquea, para cada una de las acciones humanas. Son maniobras de desocultamiento, las que emprende su prosa, reconocimiento expreso  de la condición humana, y en el fondo de una supuesta arrogancia, una nobleza suprema.

Resulta sorprendente por otro lado, su huída de los grandes discursos ideológicos, su vehemente descaro en encontrar la virtud de la justicia. Todos aquellos antihéroes contribuirán a que los pillos reciban su merecido, gracias a una moral que no estuvo precisamente tan vigente en la época en que fustigó con sus relatos ese anhelo de libertad del que se arrogan muchos de los grandes literatos; mientras que este  escritor de oficio marcó a mas de uno con su velado pero contumaz ideal democrático.

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     Con hombres de la generación de Debrigode comienza sin duda el proceso de desideologización, de desenmascaramiento de cruzadas y yihad, y tal como mencionamos al principio, si no fuera por unas circunstancias tan adversas según se relata en su biografía, estaríamos hablado hoy de un Norman Mailer, Graham Green, John Le Carré, Conan Doyle o Joseph Conrad y de novelas como El Topo, El Inocente, El Hombre que fue jueves, El Corresponsal, o 39 Escalones. El fantasma de Harlot o El último saludo. Títulos que citan los especialistas como lo más destacado del espionaje como género. Seguramente algunas de estas obras fueron llevadas al cine, y a mí personalmente me hubiese encantado en este centenario ofrecer al público mientras ojea la inmensa obra de Pedro Víctor de Debrigode, los acordes de temas de jazz como: El hombre del arma dorada, de Elmer Bernstein. La Anatomía de un asesinato de Duke Ellintong, Sweet smell of success Elmer, de Chico Hamilton, Odds against tomorrow de John Lewis. Infierno privado de Leith Stevens, Jazz Crimes o Grisbi de Jaques Becker, con diálogos de Albert Simonin, que tan adecuadamente transcribió Debrigode y música de Jean Gabin y Lino Ventura.

     Y porque tengo claro que esta obra que he venido a presentar nuevamente, tras una década de su publicación, no lleva como titulo Guiones argumentales de forma arbitraria, sino que se acomoda a la perfección al cine negro y que un día más temprano que tarde alguien la descubrirá para llevarla a la pantalla.

     La primera novela policíaca que leí, la compré por mi cuenta siendo un preadolescente en un kiosco de la Plaza Militar, en uno de tantos puestos de alquiler de novelas populares, a pesar de no recordar su título si recuerdo que transcurría en la Costa Brava y uno de los personajes conducía un Packard, coche del que se decía que contaba con la garantía de que era imposible que volcase y quedase panza arriba, en cuyo caso el concesionario se obligaba a facilitarle al cliente uno nuevo. En otra escena una mujer espía que se duchaba, supo que alguien entraba en el apartamento por la corriente de aire que producía el abrir la puerta de su apartamento. Aquello no lo he olvidado y me asalta la duda de si no sería algún heterónimo del vecino Debrigode quien la hubiese escrito. Quién nos iba a decir que en días de fiebre infantil nuestra compañía era la de este tan cercano escritor con sus pulps y cuentos bélicos, del oeste o policiales. Y también nuestros amigos, nuestras hermanas o amigas que disfrutaban con aquellas espléndidas entregas de series románticas. Para cada una de las presentaciones de Debry, logramos cubrir aforo, una carpa en la plaza de España, llena de encuentros inesperados u otra en el Centro de la Cultura en La Laguna donde con inusitada delectación escuchaban atentamente algunos de los más prestigiosos sociólogos, investigadores del antiguo Santa Cruz. Quedaron sorprendidos con el texto La tertulia Debrigode, colaboración inesperada que recibimos en la redacción de la revista de la que cito un fragmento:

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Me llamo Sergio Gutiérrez y he recibido una información respecto a la atención que ha despertado Pedro Víctor Debrigode. Le conocí personalmente, siendo yo muy pequeño, ya que visitaba mi casa con frecuencia, prácticamente, todas las tardes, donde merendaba con nosotros. Se reunían también, algunos hijos de Ramón Gil Roldan (especialmente Julio, Ramón y a veces Inocencio), Arístides Ferrer, Crosita, Virgilio Díaz Llanos, Román Morales Rufino y su hijo Román, Hernández Abad (propietario de una bodega en Guamasa: ¡el vino no podía faltar!), algunos componentes de la «compañía de zarzuelas» de la Masa Coral tal como Jesús (jefe de taller de la Mercedes), y varios mas. Desde luego estaba también un tal Galván (tenia unos 18 hijos) de la Cuesta, hombre de 140 kilos de peso, que era el chofer «oficial» que distribuía a los contertulios que lo necesitasen, y los llevaba en un Ford 5 descapotable o bien en un Packard, que trajo Román Morales Rufino de América y que fue de la Policía de EEUU, y en el que se le veían todavía los agujeros de bala en la carrocería. El motor de este Packard fue colocado, posteriormente, en una guagua para servicio público que condujo Galván. Muchas historias e infinidad de anécdotas de la época conoce Román Morales Ruiz, que las vivió; él mismo fue cantante barítono y bajo en la Masa Coral, y en una de sus intervenciones en la Península fue escuchado por elementos de la Opera de Milán que se lo quisieron llevar. Alguna vez estuvo también Rafael Martín Morales (yo no lo conocí) que fue Ayudante de Cámara de Alfonso XIII, a quien Román Morales Rufino (eran primos) le había «prestado» los títulos de Conde de Castellón y Marques de Figueres para que los usase. Rafael Martín Morales tenia un enorme parecido físico con el Rey, tanto que lo sustituía en actos sin importancia.

     Como decimos, Pedro Víctor Debrigode, es un escritor que poco a poco va emergiendo del ostracismo gracias a las antológicas que se han venido editando sobre «novela popular» y a la paciente labor de sus biógrafos y fieles lectores. Ya ha pasado un tiempo desde la emocionante presentación de nuestra publicación El Vigía 8 hasta hoy, cuando entonces tratábamos de ahondar en la genealogía de este narrador, creyendo visualizar un tiempo que coincide con la recuperación de otros narradores coetáneos; trazamos entonces una cartografía homónima a la situación para completar en aquella cercanía física, la atmósfera de una época, marcada por muchos signos, tatuada a golpe de exclusiones, marginaciones y también represión.

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     Se ha dicho que se escribía para escapar del ahogo de un mundo belicoso e irracional y falto de aliento democrático, pero se olvida a menudo que el mundo presentido es el único cierto, el edificio del arte como reflejo de un modelo de vida mejor.

     Y hay un fantasma de Poe que recorre los barrios, y que habla con esos narradores de soledad y secretos martirios, de exculpaciones y remembranzas. Por eso mismo hoy Debrigode vive y está con nosotros en la tensión de sus relatos, en sus pócimas de farmacopea, en la tipología profusa de las aguas de la criminología, que son de puro cine negro, y que nos aguarda en cada esquina de sus descripciones como una guirnalda prieta de suspense.

     La juntacadáveres, el hombre anónimo del pasillo de la muerte, la celopatía que lleva al envenenamiento, o la noticia enlutada que acecha a unos amantes en la madrugada. No hay respiro frívolo ni finales felices a pesar de que el lector se contagie de un humor histriónico. Ser el forense del estereotipo que encubre al hombre de carne y hueso es lo que practica Debrigode en estos relatos. Mostrando el poder y la miseria en la lucha asertiva, y hurtándoselo constantemente a aquél que nos aplastaba el cordón umbilical de la libertad en cada uno de nuestros derechos.

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     Vimos cruzar muchas veces al azar durante nuestra investigación y si aquella cartografía nos llevó a una antropología urbana, a una genealogía de un barrio de escritores, la narrativa policial nos reclama un estudio exhaustivo más allá de una enumeración de los «delitos» y “casos”, a la busca de las arbitrarias razones, políticas, morales y de otra índole que se exhiben en cada texto como una cruel copia de una realidad torturadora que la rebasa continuamente.

     Se afirma que la crítica suele ser disección, tarea de taxidermista en ocasiones, pero tratándose ya de uno de nuestros inseparables compañeros de juego, es mejor que ese menester le plazca al convidado, pues a mi ver que cada uno de estos personajes que Debrigode hibernó para nuestro gusto, cada una de las veces que su héroe practica una autopsia, se acerca y nos mira, y se coloca muy muy cerca de nuestra fresca retina.

@ Roberto Cabrera