Ha sido una tarde maravillosa, compartiendo con muchas familias del pueblo una tradición bella y entrañable. Acompañamos a la Virgen María y a San José con el burrito y el ángel durante su camino hacia Belén. En este caso desde la parroquia de San Miguel Arcángel hasta el Casino del municipio. Gracias a las familias, a los niños, a las agrupaciones folclóricas, … a todos por este encuentro familiar y divertido, y por ¡el chocolate y los dulces!
Fue momento de recordar, de transmitir y evangelizar lo que sucedió en aquel año “Cero”, la buena noticia. Pobre San José, preocupado porque en ningún sitio había posada. Y allí, en un humilde establo, nació el niño Dios.
Espero que lo repitamos. Los niños son los verdaderos protagonistas que aprenden a compartir momentos como este junto a la familia y junto a la comunidad cristiana.
¡Gracias a todos por participar!