Sin esfuerzo no hay victoria

Este curso  me ha tocado despedirme de una pequeña parte de mi alumnado (una chica y dos chicos).

Siguen su camino en otro centro que sé que sabrá cómo hacer para que ellos sigan progresando y creciendo. Se van para aprender un oficio, se inician en los programas de cualificación profesional.

Hemos quedado en que vendrán a verme para contarme todo lo que están aprendiendo, para que yo pueda seguir viendo la ilusión en sus ojos y para que ellos puedan ayudarme a mí a enseñar a otros que pronto iniciarán esa misma andadura.

Os echaré de menos, pero es un hasta pronto no una despedida. ¡Gracias por todo lo que me habéis enseñado! ¡Gracias por haber tenido la oportunidad de compartir tantos momentos! Y recordad, sin esfuerzo no hay victoria; sin errores no existe el aprendizaje.

 NO TE SALVES

No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si
pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvil
al borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

Mario Benedetti

 

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