El proyecto estimula la apropiación del espacio público, que reúne a personas de todas las edades y orígenes,creando un espacio lúdico en medio de la ciudad.
El resultado es un instrumento musical gigante dividido en 21 oscilaciones -columpios-; cada oscilación en su movimiento desencadena distintas notas, todos los cambios juntos componen una pieza, pero sólo algunos sonidos surgen de la cooperación.