Una mañana de junio mis dos compañeros piratas y yo partimos en busca de aventuras. Mis compañeros se llamaban Dani, pata de palo, y Tomás, el tuerto. Partimos desde nuestra ciudad, llamada Mongolian, a una isla llamada Funan Son, que en nuestro idioma significa “isla de fuego”. Fuimos allí porque decían que había un tesoro.
Cuando llegamos a la isla y vimos el tesoro, fuimos a cogerlo y se nos apareció un monstruo horrible y feroz. Dani, pata de palo, le tiró su pata de palo y Tomás, el tuerto, le tiró su ojo de cristal y lo logramos matar. Después cogimos el tesoro y regresamos a Mongolian.
Cuando regresamos fuimos a mi casa y abrimos el tesoro. Era mucho dinero con el que Tomás, el tuerto, se pudo comprar un ojo y Dani, pata de palo, una pierna ortopédica.
Historia escrita por Javier Martín (2º Eso, Curso 2013-14)
espectacular, muy bueno javier que creativo