Se calcula que hay unos 14.000 usos diferentes de la sal.
Si disolvemos la sal en el agua y le aplicamos la electricidad obtendremos la electrolisis, y de esta manera se puede producir la sosa caústica y el cloro. Con ellos se obtienen en la industria: plásticos, PVC, papel, jabones, detergentes, embalajes médicos, botellas, colorantes, etc.
También se emplea en la construcción de las carreteras para dar firmeza al terreno.
Una de las funciones más importantes de la sal a nivel mundial está relacionada con la seguridad vial. Se utiliza para controlar y potenciar el deshielo en calles y carreteras.
Se emplea en el curtido de las pieles. Las pieles de los animales son curadas con sal, esto ayuda a eliminar la humedad; además ayuda a la protección de la piel y evita que nazcan o crezcan bacterias. En Canarias se usó mucho para curtir el lino (fibra vegetal fundamental para los campesinos) de cuyos tejidos se obtenían costales, mantas, paños de mesa, toallas de lienzo, ropajes, etc.
Se usa para enfriar bebidas: se pone en un balde o barreño, agua hielo y un puño de sal. Con ello conseguimos que se enfrÍe antes.
La sal también tiene especial protagonismo en la fiesta de Copus Christi. Las calles por las que pasa la procesión del Corpus se adornan con hermosas alfombras de vivos colores y originales diseños. Estas alfombras se hacen con flores, con sal, o combinado ambos elementos, según las islas.
