POESÍAS

 

PIEDRITAS DE MAR SALADA

Rodando por el fondo marino

piedritas de mar salada,

cuentan todo lo vivido

al llegar a la playa.

Capitanes piratas y ballenas,

delfines y tesoros,

encuentros con sirenas,

y cofres llenos de oro.

A tus manos llega una

¡cuánta suerte te dará!,

con los sueños de luna

 y su olor a sal.

Piedrita de mar salada

guardalá, guardalá

en un rinconcito de tu casa

y hasta allí oirás el mar,

Encarni Ruiz Vázquez

ARINAGA

Arinaga costera con sabor a sal

reflejos del iris en tus cristalinas aguas,

susurrando en tus playas

melodías atlánticas

despertando en amaneceres

de luminosa belleza,

tu esplendor y tu brillo;

en mi retina quisiera captar

llenarme de ti y fundirme contigo

y dar rienda suelta a mis fantasías

y saciar de sueños mi imaginación.[…]

Miguel Márquez Hernández

ARINAGA

Las luces de la avenida parpadean

llenando el anochecer como un entorchado de fuego,

titilan, y en el ambiente, un sabor marinero

que impregna de salitre el aire

y una sutil brisa que te acaricia

cual una amante, de amor, solicita

Miguel Márquez Hernández

AGUA Y SAL

Las lágrimas, como el mar,

son lo mismo, agua y sal.

El mar se muere en la orilla,

la lágrima en tu mejilla […]

Eva Andaite

 

PAUSAS

¡El mar , el mar !

Dentro de mí lo siento,

ya solo de pensar

en él, tan mío,

tiene un sabor de sal mi pensamiento.

José Gorostiza

SOLO LA SAL ME ACOMPAÑA

( Elegía a mi padre, Manuel Alemán)

 Estoy solo enmedio del mar,

sólo la sal me acompaña.

Huérfano de naranjas,

enamorado del mar,

otro mirar y otro sudor

me acompaña.

Volveré,

largo y breve,

a reposar

como cobre hendido

por una hermosa

y creciente gota de sangre.

Estoy solo enmedio del mar,

sólo la sal me acompaña.

Me contemplo cristalino y colgante.

Me contemplo herido por la herida

y me anuncio tendido sobre olas

que nunca llegan a su orilla.

Yo sé que sin querer

con la sal vecina

y almendrada me lavo,

con la espada

de la luna

cavo la madrugada besada

de tu pecho arrinconado,

porque querer

quiero peinarte la sangre

hasta que

fluya como manantial recién parido.

Con la sal tropiezo

porque mar ya no tengo.

Por tener sólo tengo la ausencia poblada

porque me quema la sal

en el vientre,

en la piel enmudecida.

De la tierra roja del corazón

me arranco la flor del alma,

y en ella a empujones te cosecho

para que seas para siempre

la flor alada que ahora me falta.

Alégrate padre mío, aquí te me quedas

como flor del alma.

Estoy solo enmedio del mar,

sólo la sal me acompaña.

Y la flor alada

que

ahora llevo en el alma.

José Antonio Younis Hernández

Junto a la sierra florida

bulle el ancho mar.

El panal de mis abejas

tiene granitos de sal.

Antonio Machado

Hay en cada uno de nosotros

un grano de sal en los labios

que un día germina, madura y crece

hasta convertirse en un árbol de palabras;

da flor y fruto

vive y muere en un jardín de sal

Elizabeth Cazessús

He mirado esa luz de tus salinas

y he sentido que el aire me besaba.

He creído que el cielo me enviaba

a cuidar tantas perlas cristalinas.

Vi que el sol, en las gotas blanquecinas,

como un niño dormido te arrullaba,

y en tu seno tan blanco dibujaba

las esencias del mar en tus retinas.

La montaña de sal, como un coloso,

deslumbraba tenaz roda la orilla

con el aire del lago humedecido,

reflejando un ser bello y orgulloso

de esta isla de Dios, que tanto brilla,

en el mundo de amor donde ha nacido.

José María Álvarez Galán

 

Tú eres la sal de la tierra

para dar sabor a la vida,

para condimentar las palabras con medida,

con firmeza, con amor.

Tú eres la sal de la tierra

para preservar la vida abundante,

para llevar la Palabra de Dios,

para que otros vivan triunfantes.

Tú eres la sal de la tierra

con el toque adecuado de sabor,

con prudencia sazonarás

este mundo insípido que va al mal.

No guardes el salero,

preparado estás para la labor,

si no lo has hecho empieza hoy

a darle a la vida un divino sabor.

Mery Bracho

Sal

tu substancia

ágil

espolvoreando

la luz vital

sobre

los alimentos.

Preservadora

de las antiguas

bodegas del navío,

descubridora

fuiste

en el océano,

materia

adelantada

en los desconocidos, entreabiertos

senderos  de la espuma.

Fragmento de «Oda a la sal» 

Pablo Neruda

SAL

La sal cogida de la duna,

gaviota viva de ala fresca,

desde su cuenco de blancura,

me busca y vuelve su cabeza.

 Yo voy y vengo por la casa

y parece que no la viera

y que tampoco ella me viese,

Santa Lucía blanca y ciega.

 Pero la Santa de la sal,

que nos conforta y nos penetra,

con la mirada enjuta y blanca,

alancea, mira y gobierna

a la mujer de la congoja

y a lo tendido de la cena.

 De la mesa viene a mi pecho,

va de mi cuarto a la despensa,

con ligereza de vilano

y brillos rotos de saeta.

Gabriela Mistral

HACE GIMNASIA EL MAR

Las olas se levantan:

hace gimnasia el mar;

arriba, niñas blancas,

hacia el azul final.

Ahora, de puntillas,

tocan la inmensidad

sus dedos estrellados

de agua, de luz y sal.

Se inclinan, corren, saltan

como quien va a cazar

celestes mariposas

de espuma y de cristal.

Bajo el sol de la tarde,

hace gimnasia el mar.

Miguel Moreno Monroy

EL MAR

El mar tiene su lenguaje

escrito con olas que vienen y van,

que susurran en la lejanía

olas con sabor a sal.

El mar tiene música

con el viento sin descansar,

notas de arena

que se escuchan al pisar[…]

Encarni Ruiz Vázquez

             JUGANDO

Juegan a la rueda,rueda

peces, algas y un coral

y un velo de espumas pone

sobre sus bucles el mar.

¡Cómo galopa la espuma

sobre potros de cristal!

¡Cómo dibuja en la orilla

sus perfiles de humedad!

Viento con olor a pinos,

viento con olor a sal

juegan a la rueda, rueda

peces, algas y un coral.

Graciela Genta