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El Área de Convivencia escolar de la Dirección General de Ordenación, Innovación y Calidad trabaja con el propósito de atender las necesidades y demandas de los centros educativos, relacionadas con la mejora de la convivencia y del clima escolar. Todo ello con una visión integradora e inclusiva que apuesta por una cultura de paz y por una educación basada en los principios democráticos de la tolerancia, el respeto y el diálogo como herramientas para la prevención de los conflictos y su resolución pacífica.

Acoso escolar
Acoso escolar

El alumnado del CEIP Araya es el protagonista de “Mi cole ideal”, un proyecto inclusivo que promueve la mejora de la convivencia en el centro.

Yo quiero

Yo puedo

    Yo soy capaz”

Bajo este lema, que cambia cada curso escolar, el alumnado del CEIP Araya se ha convertido en el motor imprescindible de la convivencia del centro, un motor que arrancó hace ya varios años atrás y que forma parte del proyecto “Mi cole ideal”, coordinado por las maestras Mónica Guerra Falcón y Mónica Luque López.

El CEIP Araya guarda un tesoro, un tesoro en forma de niñas y niños que, comprometidos con los demás, utilizan la magia de sus emociones y su capacidad de empatía para relacionarse y para construir un espacio escolar protagonizado por un clima de convivencia positiva e igualdad.

El proyecto nace hace cuatro cursos cuando, el alumnado del centro, a propuesta de su maestra Mónica, se convierte en observador pasivo y asume una importante tarea: detectar todo aquello que ocurre en su centro y que se podría mejorar. Es así cómo el alumnado empieza a implicarse en el día a día de su colegio localizando los conflictos que van surgiendo en los diferentes espacios del centro. Tras detectarlos, son las propias alumnas y alumnos quienes los analizan en grupo y proponen alternativas y soluciones posibles, convirtiendo cualquier conflicto en un aprendizaje.

Así nace la figura del alumnado ayudante que en este centro adquiere un rol protagonista. Las niñas y niños del CEIP Araya ejercen un papel central en la gestión de la convivencia del centro. Son ellas y ellos quienes, apoyados por las y los docentes, escuchan los problemas entre iguales que surgen en el día a día, ofreciendo a sus compañeras y compañeros otras formas positivas de gestionarlos, siempre desde la escucha y desde el diálogo, intentando comprender el origen de los conflictos y cómo estos pueden convertirse en “tesoros”, pues sirven para aprender y para madurar como personas.

El alumnado ayudante se define a sí mismo como Alumnado PROS porque Para, Respira, Observa y Suelta. En este proceso de ayudantía, este alumnado permite que el conflicto se libere, se hable, se discuta y se convierta en una fuente de oportunidades, generando así un proceso mágico de transformación. Por este motivo, el alumnado del CEIP Araya aspira a ser alumnado PROS, porque no es este un rol dirigido a una serie de alumnas y alumnos elegidos sino que se trata de una filosofía, de una manera de relacionarse que se trabaja en el día a día desde infantil hasta primaria y desde el convencimiento pleno de que solo así se construyen relaciones saludables basadas en el respeto y en el apoyo mutuo.

Para conseguir que el alumnado se sienta parte de esta filosofía, se pone en práctica una labor intensa desde el inicio de curso, en la que se trabaja con las niñas y los niños el Decreto de convivencia, se definen las normas del centro y del aula, se organizan sesiones de formación con el alumnado así como asambleas mensuales en las que el alumnado de 5º y 6º de primaria y las y los delegados de 3º y 4º exponen sus preocupaciones y sus necesidades. El trabajo es profundo y constante. Así lo siente también el profesorado que participa en el proyecto formándose para adquirir nuevas estrategias que contribuyan a consolidar un clima de convivencia positiva en el centro.

Sin embargo, no es este solo un proyecto de centro, pues su filosofía irradia a su alrededor de tal forma que en marzo de este año se celebraron las Primeras Jornadas del Alumnado Ayudante Zonal en Candelaria en las que participaron, junto al CEIP Araya, otros seis centros de la zona: los CEIP Carmen Álvarez de la Rosa, Punta Larga, Príncipe Felipe e Igueste y los IES Santa Ana y Punta Larga.

Así pues, el Alumnado Ayudante del CEIP Araya continúa su tarea creando sinergias, “tejiendo una red” que involucra al profesorado y a todos los agentes de la comunidad educativa en favor de la construcción de un modelo de centro en el que la convivencia positiva sea una realidad, el eje central de un trabajo conjunto esencial para conseguir el buen funcionamiento de un centro educativo.

Desde el Área de Convivencia felicitamos a todo el alumnado, al profesorado del CEIP Araya y en especial a Mónica Guerra Falcón por este proyecto ilusionante en el que cada niña y cada niño se convierten en portadores de tesoros y en partícipes activos de su propio proceso de aprendizaje.