Aquel que sigue examinando
sus viejos conocimientos
y adquiriendo otros nuevos
puede convertirse en
maestro de los demás.
Es necesario más que nunca pensar en una escuela deseable, en una escuela por la que merezca la pena trabajar, en una escuela de todos y para todos… Una escuela que cumpla el papel de atender a todos y contribuir a ese viejo sueño de compensar las desigualdades.
Pero para eso tiene que ser una escuela que, de verdad, sirva para aprender, que sirva para ejercer la ciudadanía y en la que todos podamos trabajar juntos de una forma agradable.
El título de la revista “El Bucio” “Construyendo escenarios de aprendizajes” surgió de la necesidad de centrarnos en los aprendizajes. El alumno no es un mero receptor de esos conocimientos sino que debe involucrarse activamente en su aprendizaje.
Esos aprendizajes deben de contribuir a crear una escuela participativa en la que los protagonistas sean los alumnos, con sus capacidades y opiniones. También deben propiciar una escuela creativa enseñando a pensar que para cada problema existen muchas soluciones posibles y fomentando el placer de buscar, de experimentar otros caminos y despertar la curiosidad.
¿Hacia dónde nos dirigimos? Indudablemente hacia un cambio metodológico con todo lo que ello implica.
La revista “El Bucio” nº 19 quiere aportar su granito de arena para alcanzar esta escuela que todos queremos.
Comentarios recientes