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María Viera y Clavijo

Texto: José Miguel Perera Santana

MARÍA JOAQUINA VIERA Y CLAVIJO
(1737-1819)

Es la amistad un lazo
con que se identifican
dos personas, haciendo
un mismo corazón, un alma misma.

 

 

 

María Joaquina Viera y Clavijo es considerada a día de hoy la primera mujer escritora de la tradición literaria de Canarias (hay otros nombres femeninos anteriores, pero de los que apenas se conservan textos). Nació en el Puerto de la Cruz (Tenerife) en 1737 dentro de un grupo familiar con importantes creencias religiosas, lo que marcará enormemente la personalidad de la artista. Además, el hecho de pertenecer a una familia pudiente va a propiciar que obtuviera una educación significativa, algo relativamente excepcional para las mujeres de su época. Es precisamente su condición femenina de soltera la que hará que, mientras la mayor parte de su familia viva en La Laguna, tenga que acompañar a su madre enferma en los sanos aires del Puerto de la Cruz, hasta que fallece, poco antes de la muerte de su padre en la capital lagunera. En la misma línea de interpretación, la vuelta de su hermano de Madrid –el gran intelectual canario del siglo XVIII José de Viera y Clavijo– obligará a que lo acompañe a cumplir, a partir de 1784, sus funciones eclesiales en la isla de Gran Canaria, donde ambos vivirán hasta el final de sus días. Ella morirá en 1819, dejando un testamento que hoy es fuente principal para conocer información relevante de su figura.
En el primer periodo lagunero tiene contacto con los ambientes ilustrados, y va a ser en este momento cuando comience a aprender y a ejercitar sus inquietudes artísticas. Una de estas actividades fue la escultura, afición a la que ella misma alude en sus propios versos (será en Canarias una de las primeras mujeres que realice este arte, y uno de sus maestros fue el imaginero Rodríguez de la Oliva). No se conocen actualmente obras suyas en este formato, pero es certeza que las hizo, y además con un perfil inusual al que hasta ese instante se habían formalizado en las Islas (por ejemplo, sus retratos a personas no religiosas).
Por los datos que se manejan, suponemos que es en la etapa grancanaria –tan cerca de su admirado hermano– cuando mayormente profesará el arte poético, que lleva a la práctica con la utilización de estrofas variadas. Los poemas que hoy se pueden leer están atravesados en general por la visión religiosa que decíamos, a veces con matices críticos, pero siempre dentro de la ortodoxia. Asimismo, cultiva otras temáticas más cercanas al neoclasicismo y al pensamiento ilustrado europeo, como puede ser la vertiente satírica (contra las vestimentas de moda de la época, contra el político Manuel Godoy….) o encomiástica (versos en homenaje a Luis de la Encina, a los obispos Verdugo y Tavira…). Posee bastantes textos nacidos de determinadas circunstancias, casi siempre vinculadas al contexto social cercano de las Islas Canarias (amigos y familiares, la gesta de 1797, el puente del Guiniguada…), realidad a la que igualmente se adscribe desde la propia tradición literaria insular, cuando de manera explícita hace uso de las rimas esdrújulas, en clara alusión al poeta fundador Bartolomé Cairasco de Figueroa. Por último, es importante reseñar el conocimiento de una prosa de su autoría en la que insta a las mujeres de Canarias a apoyar a los varones insulares desplazados a la Península para luchar contra los franceses en 1808.

María Viera y Clavijo tuvo una doble vertiente en sus dedicaciones cotidianas: una más habitual y tradicional en relación al papel de la mujer soltera en la sociedad histórica, la de ser el apoyo básico de sus familiares cercanos en el hogar (primero con sus padres enfermos y luego con sus hermanos); y otra infrecuente y relativamente novedosa para la época de la que hablamos, que fue la dedicación al mundo del arte, tanto al ejercicio de los versos como al de la escultura.

 

 

A LA GLORIOSA ASCENSIÓN DE NUESTRO SEÑOR JESUCRISTO

Se ha cumplido ya el término:
Jesús deja estos páramos,
se eleva por la atmósfera
a los celestes ámbitos.

Aunque quedamos huérfanos,
va a presentar magnánimo
los derechos legítimos
de nuestro reino clásico.

Cinco alegatos próvidos
son documentos válidos,
que en cinco dulces rúbricas
se explican sin preámbulos.

Nuestros timbres y títulos
nos vienen de aquel árbol,
donde su sangre líquida
lavó delitos bárbaros.

Certifica cual médico
que en aquel leño árido
curó divino Hipócrates
nuestros mortales váguidos.

A la diestra deífica,
vestido de nuestro hábito,
aboga por los míseros,
puesto en su solio diáfano.

El corazón con júbilo
vuele en un curso rápido
a su tesoro único
y quédese allí extático.

Marchito y melancólico
queda el globo terráqueo,
pues fue a su punto céntrico
la luz de aquestos ángulos.

¿Viste aquella flor célebre
cuyo frondo vástago,
si es con sol ramos fértil,
es sin sol seco cáñamo…?

Así el mundo ya efímero,
con desmayados hálitos,
mira la ausencia crítico
del amado en su tránsito.

Pero, ¡ah!, que el amor íntimo
de aquel cordero cándido
lo hace quedar en símbolos
dentro de un tabernáculo.

Allí está como víctima;
es nuestro dulce pávulo,
nuestro amigo carísimo,
nuestro sagrado viático.

Se nos da en pan magnífico:
¡qué tierno sustentáculo!
¡Oh!, que este pan angélico
pide un amor seráfico.

Aquel nevado círculo
es un divino cáustico;
de amor es un epílogo
del Esposo el gran tálamo.

VEJAMEN A LAS PRESUMIDAS MODISTAS

Figura de Cupido
toman todas las damas,
desnudas y con flechas
con vendas y con bandas.

Disparan como ciegas
adonde caigas valgas,
y herida la modestia
respira por la llaga.

El pudor y vergüenza
echan a las espaldas,
haciendo alarde y gloria
de no ser recatadas.

Sus vestiduras tienen
la maliciosa traza
de ostentar que las cubren
tirando a desnudarlas.

Nueva desenvoltura
la inmodestia prepara,
precipicios y escollos
para la vista flaca.

Los brazos descubiertos
desde el hombre es gala;
y puestos al ambiente
son estos brazos brasas.

Tal vez se los desnudan
para ser celebradas,
por si acaso merecen
algo más que sus caras.

Se venden inocentes
y que a ninguno dañan,
como los angelitos
de una carne pintada.

Andan como fregonas
o mujeres que amasan,
porque los juboncillos
y camisas se manchan.

Parecen lavanderas
que todas se remangan.
Mas con la diferencia
de ser más deslavadas.

Las ropas transparentes
conviene, porque se haga
completa anatomía
de su figura o talla.

Las cabezas padecen
trastornos y mudanzas,
ya lo pelos tendidos,
ya todas trasquiladas.

Ya están llenas de flores,
y ya están emplumadas;
por tiempos, primaveras,
por otros, gallipavas.

También arman en ella
sus buenas enramadas
de hojas de culantrillo
y flores de borraja.

Traen unas mantillitas
del pescuezo a la espalda
y sobre el casco ponen
finas blondas y gasas.

Así quedan visibles
las admirables trampas
que sobre sus molleras
la vanidad levanta (…).

Pero solo meditan
en las modas más raras,
en el lujo, en la pompa,
en la inmodestia infausta.

De sus ridiculeces
se defienden y exclaman:
“Son modas de Madrid,
de Inglaterra y de Francia”.

Como si el tentador
que seduce y engaña
no fuera el maquinista
de todas estas maulas.

Él corre todo el mundo,
y no hay cosa más clara
como que al Paraíso
fue a sembrar tal cizaña;

vestida estaba Eva
con la más bella gracia
y desnuda la puso
cual esa moda que anda.

Pero al verse desnuda
fue su vergüenza tanta
que de hojas de higuera
hizo como una bata.

Lo que irrita y aturde
de estas mujeres vanas
es que así se presenten
en la iglesia sagrada.

Dicen que van al templo,
como buenas cristianas,
a adorar los misterios
de la religión santa.

A oír del Evangelio
las saludables máximas,
a llorar sus defectos,
a reformar sus almas.

Mas no, no van a eso.
Todo es una patraña,
ellas van a lucirlo
y a parecer bizarras (…).

¿El bullicio continuo
como unas azogadas,
ya con los abanicos,
ya con dijes y trabas? (…).

Causa sonrojo y pena
lo que en la iglesia pasa,
pues el sexo devoto
la profana y ultraja.

Si los predicadores
dicen una palabra
a fin de corregirlas,
ríen a carcajadas.

Dicen que quien los mete
con sus trajes y galas
que en todos los sermones
más solas lo pagan.

No así la Magdalena
cuando Jesús le hablaba.
Oyó humilde sus voces,
dejó adornos que infaman.

¡Oh, cuantas Magdalenas
en estos días andan!
Pero no se reforman
que es desdoro de damas.

Pues aunque en el bautismo
las pompas renunciaran,
eran recién nacidas,
y ellas por sí no hablaban.

Pero estando instruidas
del mundo y sus falacias,
no obliga tal promesa
siendo sus partidarias (…).

Dicen muy orgullosas
sigamos coronadas
de rosas y listones,
pues que no somos beatas.

Las doncellitas tiernas
es razón enseñarlas
a que agraden y brillen
y a ser desahogadas.

A la buena lectura
no hay por qué inclinarlas,
que oigan conversaciones
y con eso les basta.

No son artes ni ciencias
para ellas de importancia,
ni aun el ser instruidas
en la historia sagrada.

Trátense en su presencia
cosas que rubor causen,
pues ignorar no deben
lo que en el mundo pasa.

Que a sus lados se sienten
los que de ellas se agradan
y hablen secretamente
cuando les dé la gana.

Es bien que se entretengan
con necias bufonadas
en murmurar de todo
y estudiar contrandanzas.

De este modo se forma
una dama acabada,
marcial, alegre, airosa,
modista y nada cauta.

Así discurren todas
las que están encantadas
con la gloria del mundo
que de improviso pasa.

1805

AL REVERENDO PADRE MAESTRO SOSA,
REMITIÉNDOLE UNA IMAGEN DE SANTO TOMÁS
HECHA POR LA AUTORA

Es de mi mano esta hechura
de Santo Tomás de Aquino,
trabajada sin el tino
ni las reglas de escultura.
Pero al fin ella es figura
del angélico doctor;
y aunque le falta el primor
y la perfección del arte,
recíbela de mi parte
por el Santo y en su honor.

AL PUENTE DE GUINIGUADA

Soberbio y altanero, el Guiniguada,
con tantos puentes como había vencido,
mientras él por los campos divertido
la tierra deja alegre y rociada.

Otra fuente más alta y reforzada
oye que contra él se había construido.
Esta traición, exclama resentido,
en este invierno quedará vengada.

Del cielo y tierra las aguas he citado
para el combate, las dirige al frente,
mas al llegar se queda como helado

al ver la nueva obra, hacia su fuente,
como volver no puede, avergonzado,
a sepultar al mar va su corriente.

ARTÍCULOS DEL TRATADO DE AMISTAD,
EJECUTADO ENTRE LA SEÑORA DÑA. ÁNGELA
DE LA ROCHA Y LA AUTORA

¡Qué dulce es la amistad!
¡Qué amable, qué tranquila!
Con ella, aquí en la tierra
los gustos de la gloria se anticipan.

Sí: la amistad perfecta
es la que simboliza
aquella unión dichosa
que siempre reina en la mansión divina.

Es la amistad un lazo
con que se identifican
dos personas, haciendo
un mismo corazón, un alma misma.

David y Jonatás
nos dieron la más viva
idea del carácter
de la amistad cordial, sincera y fina.

Y si hubo entre hombres
alianza tan íntima
que el alma de David
a la de Jonatás se conglutina.

¿Qué será entre mujeres
en quienes las caricias
por lo dócil del sexo
son más tiernas, más dulces y expresivas?

Ya pues la Rocha y Viera
en puro amor unidas
van a ser el modelo
o el perfecto ejemplar de dos amigas.

¿Pero esta bella unión
será la de las cintas
que hoy lucen en el pecho
y mañana rompen, hechas tiras?

No, no: será muy sólida,
constante, estable y fija.
Mas para que lo sea
ha de haber reglas ciertas y precisas.

Que si hay algún reparo
no se queden fruncidas,
sino que una a otra
la queja que tuviere se la diga.

En fin, que el trato sea
un trato de familia:
satisfacción, confianza…
sin quebrantar la ley de la política.

Así, bajo este plan
será una amistad limpia,
una amistad cristiana,
una amistad que dure de por vida.

Dios, por su gran piedad,
tal amistad bendiga
y quiera que las dos
en el cielo se hagan compañía.

OCTAVAS [A SU HERMANO JOSÉ]

El admirable Viera ha fallecido…
Sus raras luces ya se han apagado…
Aquel sabio elocuente ha enmudecido…
Se delicada pluma se ha volado.
Este astro bello ha desaparecido,
la tierra se interpuso y lo ha eclipsado:
¡oh, amable Viera, sombra luminosa!
Tu memoria será siempre asombrosa.

Al que a las Letras dio gala y primores,
a su elocuencia frases y hermosura,
a las Musas concepto, brillo y flores,
a la mitología senda pura;
filósofo cristiano sin errores,
historiador que nada desfigura.
A este sabio de sabios el portento
¿no habrá, pues, quien le erija un monumento?

Venid, vosotras, ricas producciones,
de la Naturaleza libro ameno,
donde estudiaba sólidas lecciones
este erudito de talentos lleno.
Rendidle el homenaje de tus dones,
cerrad su tumba, y en congreso pleno,
adorad sus cenizas por trofeo
formándole un honroso mausoleo.

En la flor, en el árbol, y en su yerba,
en la piedra, en la concha y en el ave
del Criador la omnipotencia observa:
ya su Dios se eleva en giro suave.
Una ciencia tan vasta y sin reserva
fue a su especulación preciosa llave,
que descubrió el encanto y la riqueza
de la admirable y gran Naturaleza.

Su nombre que ha exhalado grato olor
deja estampado en su canaria historia;
¿y no merece tal historiador
se grabe en el diamante su memoria?
Mas la fama del hombre es un vapor,
y es siempre su alabanza transitoria:
sí, incomparable y honorable Viera,
la gloria de este mundo es pasajera.

¡Ya le ha dado el Señor gloria inmortal!
Ya lo ha elevado a un eminente puesto,
pasolo de la Historia Natural
a aquel libro divino; de alma impuesto
fue siempre laborioso y siempre igual;
sacerdote pacífico y modesto;
las obras de su Dios hacían su gozo
y su muerte fue dulce y en reposo.

UNA SEÑORA DE CANARIA A LAS DE SU SEXO

Los reveses que inesperadamente han sufrido los animosos ejércitos de nuestro querido y desgraciado monarca en el centro de la España misma, nos ofrecen, compañeras amables y generosas, un campo vastísimo en que dar muestras no equivocadas del patriotismo que nos anima y el interés con que miramos la justa causa defendida, gloriosa y tenazmente por toda nuestra nación.
Aunque no nos faltaría valor y entusiasmo, a imitación de las valientes y para siempre memorables matronas de Zaragoza y de Valencia en estos días amargos de dolor y de luto, para hacer frente a un enemigo feroz, y rechazar a viva fuerza sus acechanzas y despotismo cuando atentase a nuestra libertad, y quisiese que hollásemos los sagrados deberes que nos ligan a nuestro muy afamado FERNANDO, no hemos nacido ni para la pelea ni para la confusión.
Debemos, pues, dejar a nuestros esposos y a nuestros hijos que castiguen con mano intrépida la negra alevosía del aborrecido francés: animarlos, si preciso fuere, a que se sacrifiquen hasta expirar en defensa de nuestro rey y de la patria; y hacer ver al mundo que las esposas y madres canarias saben dominar su corazón, y ahogar los más tiernos afectos cuando lo mandan imperiosamente la razón, el deber y el estado.
Los habitantes de esta Isla, que, como es notorio, a ninguno ceden en la fidelidad y el amor hacia su soberano, han sido hasta ahora solamente espectadores de los grandes acontecimientos de nuestra madre patria infeliz: hemos sabido sus pérdidas y sus triunfos sin hallarse en ellos la más pequeña parte de los nuestros; y aunque vivamente penetrado nuestro interior con las noticias ya favorables ya adversas de los sucesos de nuestras armas, casi nada hemos hecho en beneficio suyo. ¡Oh, qué dolor…!
¿Y no venceremos de una vez los obstáculos sacrificando sin dilación y con entereza nuestros haberes y nuestro cariño? ¿No volarán las huestes de Canaria al socorro de la monarquía que se halla en el mayor peligro y eminente riesgo de ser absorbida y aniquilada por la violencia y la perfidia? ¿Se mantendrán pasivos e indiferentes los nuestros cuando no hay español que no se apresure a salvar a la patria invadida por un enemigo sin compasión, o a parecer gloriosamente entre sus ruinas? ¡Ah!, no es posible; además de exigirlo nuestro deber, lo pide nuestra propia seguridad.
Sigamos, pues, canarias generosas, el ejemplo de las madrileñas, gaditanas y demás señoras de los principales pueblos de la Península dignas por su patriotismo de un eterno renombre; proporcionemos a esta juventud que se presenta voluntaria para unirse con los demás valientes guerreros, deseosa de vengar tantos ultrajes y de libertarnos de la esclavitud e ignonimia que nos atenazan, los auxilios de que carece y estuviera en nuestra mano suministrarle; contribuyamos todos sin distinción de clases con el trabajo de nuestra aguja a que se aliste en breve tiempo su reducido equipaje; y aliviemos con las ofertas y donativos que nuestra situación y economía nos permitieren los inmensos gastos que en defensa de sus derechos, de su religión y de su rey ha de sufrir indispensablemente esta pequeña parte de la agobiada monarquía española.

 

 

La cualidad preeminente de esta mujer isleña fue su genio escultórico, sus grandes aptitudes para crear en el barro vil figuras maravillosas. Si nuestra paisana hubiese sujetado a un riguroso estudio sus grandes disposiciones artísticas, hubiera sido una escultora de renombre.

(Sebastián Padrón Acosta, “Siluetas de mujeres canarias. María Joaquina Viera y Clavijo”).

Pero tampoco quedaron aquí las cosas porque, bien pronto, se dio a la publicidad otra poesía que no podía faltar: la que las propias damiselas escribieron en su defensa, y en la que, como era de esperar, fustigaron cuanto quisieron a ese ser monstruoso, culpable de todos sus males, que se llama El Hombre. Claro está que, bien mirado el asunto, contra quien debieron haber arremetido era contra la “tapada” y arcaizante doña MARÍA VIERA Y CLAVIJO.

(Diego M. Guigou Costa, “XI. Moda femenina”, en El Puerto de la Cruz y los Iriarte).

La segunda época corresponde a su instalación en Las Palmas, donde vivirá hasta su muerte. Habiendo desaparecido su madre en 1772 y su padre en 1773, su destino debía quedar unido al de sus dos hemanos, don Nicolás y don José, adscritos a la curia catedralicia. El regreso a las Islas del célebre polígrafo, con sus preocupaciones científicas y literarias, será para ella un acicate y provocará un mayor interés hacia la poesía, en la que ya había hecho incursiones, como hemos comprobado en los versos dedicados a Rodríguez de la Oliva. Precisamente el mejor conocimiento de esa etapa biográfica de doña María ha sido la causa de que hasta ahora se la haya considerado particularmente como poetisa, aunque no siempre bien considerada. Sin embargo, su lenguaje está salpicado de pensamientos y vocablos relacionados con las artes plásticas (…).

(Carmen Fraga González, “María Viera y Clavijo en el ambiente artístico de los ilustrados en Canarias”).

La obra de doña María nos muestra a una mujer ilustrada, afortunada deudora de un entorno familiar acomodado y culto que le permitió tener acceso a la educación; eran las mujeres de su estrato casi las únicas que lograban adquirirla.

(Elica Ramos, “La virtud de una dama ilustrada”, prólogo al libro Poesía de María Viera).

La letras deben ser un complemento de las principales ocupaciones femeninas. Estos fueron además los objetivos propuestos por la reforma de Carlos III, por las Escuelas Patrióticas, en 1776, al cargo de la Junta de Damas de la Sociedad Matritense (…). Con respecto a su obra, cultivó exclusivamente poesía, que en su totalidad podría definirse por la pervivencia de los modos poéticos heredados del barroco y por algunos rasgos de la poesía neoclásica e ilustrada, en especial, en su vertiente celebrativa y satírica (…). La temática religiosa vertebra y centra casi todo su poemario. Otro deslinde temático se integra en la categoría de la poesía encomiástica y circunstancial (…). Pueden inferirse de la obra de nuestra autora una línea de continuidad de los rasgos inherentes a la tradición poética insular (…).

(Victoria Galván González, “La poesía de María Joaquina de Viera y Clavijo”, introducción a La obra poética de María Joaquina de Viera y Clavijo).

 

 

 

Un poema tan significativo de la autora como “Vejamen a las presumidas modistas” nos puede servir de ejemplo para hacer una reflexión trascendente, desde un punto de vista femenino, a propósito de la literatura de María Viera. Así, no se puede negar que su visión conservadora de la vida genera casi siempre en su letra un enfoque de lo femenino desde una mirada algo machista. Esto es precisamente lo que se puede interpretar en el poema aludido líneas atrás, cuando critica a determinadas mujeres de su tiempo que se apuntaban a las filas de las nuevas vestimentas europeas, con las que traspasaban –según ella– algunos límites impuestos por la sociedad tradicional que defendía. Tal es así que, como bien cuenta Diego M. Guigou Costa, muchas de las féminas criticadas creyeron que el poema había sido escrito por un hombre.
Por contra, sería algo injusto desde este enfoque no subrayar también el hecho de que María Viera y Clavijo es –desde el punto de vista de su dedicación a varias disciplinas artísticas ya en pleno siglo XVIII– una mujer adelantada a su tiempo; y que, incluso, desde su propia visión conservadora, estaba preocupada por la educación del género maltratado de la historia, que debía ser enriquecido desde la lectura, las artes, las ciencias… (idea nada usual para la gran mayoría hasta no hace tanto), tal y como lo explicita en las estrofas finales del interesantísimo “Vejamen a las presumidas modistas”.

 

 

 

– El Puerto de la Cruz y los Iriarte, Diego M. Guigou Costa, Tenerife, 1945, pp. 47-56.

– “María Viera y Clavijo en el ambiente artístico de los ilustrados en Canarias”, Carmen Fraga González, en El Museo Canario, XLVII, 1985-1986-1987, pp. 319-333.
http://www.elmuseocanario.com/images/documentospdf/revistaelmuseo/Revistas/1985-1987.pdf

– Poesía, María Joaquina Viera y Clavijo, colección Volcado Silencio de Ediciones Idea, 2002. Incluye la biografía escrita por José A. Álvarez Rixo y tiene un prólogo de Elica Ramos, titulado “La virtud de una dama ilustrada”. Al final también aparece el testamento de la autora.

– La obra poética de María Joaquina de Viera y Clavijo, edición, introducción y notas de Victoria Galván González, Las Palmas de Gran Canaria, Cabildo de Gran Canaria, 2006.

– Noticias biográficas de algunos isleños canarios, José Agustín Álvarez Rixo, Ediciones Idea, 2008, pp. 263-271.

– Testamento de doña María Joaquina Viera y Clavijo, edición facsímil, Gobierno de Canarias, 2009.
http://www.gobiernodecanarias.org/opencms8/export/sites/cultura/archivolaspalmas/.content/galeria/pdf_publicaciones/FacsimilCUATRO.pdf

– Las poetisas canarias (siglos XVIII, XIX y XX), Sebastián Padrón Acosta, IEHCan, Biblioteca Sebastián Padrón Acosta. Estudio introductorio y edición de José Miguel Perera. Puerto de la Cruz, 2017.

 

 

No se conoce ningún libro de su autoría. Tenemos acceso en el presente a un buen grupo de poemas que escribió en diversas épocas de su vida, aunque especialmente se sospecha fueron resultados nacidos en su segunda etapa de vida en Gran Canaria. Se conservan en diversos lugares, pero tiene notable importancia para que hayan pervivido la labor recopiladora de los intelectuales José Agustín Álvarez Rixo y Agustín Millares Torres.

Lengua Castellana y Literatura (LCL)

4º ESO

  Recursos de la SA

Isabel Medina

Texto: Ana Belén Hormiga Amador

1943

“Quiero estar viva cuando que me muera”

 

 

 

Isabel Medina es una poeta, narradora y dramaturga natural de Hermigua, La Gomera.
Cuando tenía tres años, su familia se trasladó a Tenerife. Por eso, Isabel Medina pasó su niñez en Güímar. En este lugar creció mientras se acercaba a la literatura para descubrir a los grandes maestros de todos los tiempos: Dante, Dostoievski, Shakespeare, Cervantes… Su lectura le proporcionó grandes momentos, pero también provocó que rompiera los cuentos que hasta ese momento había hecho y no volviera a escribir. La futura artista se desanimó pensando que no podría aportar nada nuevo a la literatura, porque ya todo estaba escrito.
Más tarde, Isabel Medina estudió Magisterio y ejerció durante varias décadas en colegios de La Gomera, Charco del Pino, San Isidro y Granadilla. Gracias a eso, se dio cuenta de que apenas existían cuentos canarios para su biblioteca escolar, así que decidió escribirlos ella misma. De esta manera nació una de las escritoras más prolíficas de Canarias. Pronto vería la luz su literatura para personas adultas. También poemas que han musicalizado Taburiente, su hija Marisa Delgado Medina, Verode o Taller Canario de la Canción; libretos para óperas y un sinfín de creaciones en las que resulta tangible su formación artística y cultural. Precisamente por ello, fue candidata por votación popular al premio Canarias de Literatura en 2015 y en su pueblo, Hermigua, hay una calle que lleva su nombre.
Isabel Medina es una escritora comprometida con la igualdad y la defensa de los derechos de la humanidad. En sus obras pueden percibirse estos ideales. Además, lleva años participando en diferentes eventos culturales tanto en Canarias, como en la Península, Cuba, Sudamérica o Nueva York, donde fue invitada a la 8 Feria del Libro Hispano/Latino, en octubre de 2014.

Recientemente Isabel Medina ha tenido que enfrentarse a un gran reto: afrontar un grave problema de visión. A pesar de esto, la autora no ha dejado de escribir y está a punto de comenzar una nueva novela.
Isabel Medina es una persona muy activa que emplea parte de su tiempo en participar en diferentes tipos de actos culturales y artísticos: recitales, presentaciones de libros, elaboración de prólogos…

 

 

Disfrutemos de un fragmento de una de sus novelas:

La hija de abril

Te asombras, tú que no lo has vivido, pero es así: de pronto se te derrumba el edificio, y entonces no tienes más remedio que revolver en tus propios escombros, y desde esa profundidad visceral y confusa, bucear en busca de luz, de un poquito de luz, que pedir más es demasiado.

Disfrutemos leyendo algunos de sus poemas:
Siempre nos quedará París
De Los ojos de la lluvia

Lloviznaba dulcemente sobre Orly
cuando el avión aterrizó sin estridencias.
Un otoño suave acariciaba
la piel de la ciudad y tú acariciabas mis manos
mientras me mirabas
como si fuese la última vez que el mundo
daba vueltas sobre sí mismo.
Las hojas de los árboles amarilleaban el suelo
después de que la brisa besara tu rostro
y las manos del tiempo rodearan mi cintura
y acariciaran tu pelo sin importarles nada
la seriedad de monasterio que tenía la Gioconda,
envidiosa, seguramente, de tanto amor desmesurado
de tanta risa a deshora y de tantas canciones en francés.
A ti te sorprendió, lo recuerdo,
el inesperado concierto que nos regaló Cortazar
en la última esquina de los Campos Elíseos.
Sabíamos que Julio se había quedado
una eternidad entre París y tú.
Nos hizo gracia que el Sena estuviese
harto de tanta desmesura a flor de agua
de tanto beso apresurado deleitado degustado
por los amantes anónimos o reconocidos
o maltrechos que bajo los puentes del río
levantaban las faldas a la noche
y hacían el amor en sus orillas.
Siempre nos quedará París, dijiste,
como en la vieja película.
Siempre nos quedará París, te dije,
mientras me ovillaba a tu cuerpo
y el Árbol de los Suspiros recogía anhelante
el último beso de la noche.
Qué maravilla, qué maravilla…
es una lástima que nunca hayamos estado en París.

La especie

De Los ojos de la lluvia
Nacemos desnudos y frágiles
y a pesar de nuestra innegable soberbia
somos el animal más desvalido
del planeta.

Tardamos siglos en bajar de los árboles
abrir un hueco a la semilla
caminar erguidos
o mirar de tú a tú al otro que nos mira.

Pergeñar una caricia
amamantar un deseo más allá del
instinto primigenio fue un avance
que conmovió a los leños de la hoguera.

Regalar un suspiro al viento
de la tarde
o acariciar con la mirada
seguramente hizo cambiar el curso de los ríos.

Hoy como ayer
como antes de que midiéramos el tiempo
el amor nos desnuda frágiles
e indefensos.

Tengo miedo de que me pueda caer
del abismo de tus manos
Yo, tan desnuda, amor, tan indefensa
como el primer día.

 

 

– La filóloga Covadonga García Fierro realizó un estudio sobre el poemario Los ojos de la lluvia. En él afirmaba:

En sus poemas, la autora introduce numerosas referencias artísticas y culturales… que, como en el poemario anterior, han marcado la vida de Isabel… Isabel Medina cultiva una escritura directa, cuya sencillez formal alimenta el disparo certero de cada verso… Un conjunto de imágenes muy bien construidas verbalmente, y portadoras de una gran belleza… Sin duda, se trata de imágenes poéticas reveladoras de una enorme sensibilidad. La sensación que le queda al lector después de leer Los ojos de la lluvia es de absoluta satisfacción. Isabel Medina ahonda en temas universales como el amor, el paso del tiempo, el recuerdo, el origen del cosmos o el misterio del destino. Y es especialmente interesante el punto de vista que asume la autora para hablar sobre el rol que históricamente se ha identificado con la mujer y con lo «femenino». Isabel Medina construye con palabras un mundo poético de imágenes llenas de narratividad. Un poemario redondo, cuya progresión temática invita a ir de un texto al siguiente; y al que identificamos, enseguida, con la ya inconfundible voz de su autora.

-La historiadora Sandra Ferrer publicó en su blog en 2016 una reseña sobre la novela Olympe de Gouges. La libertad por bandera:

Escrito por la poeta, narradora y dramaturga canaria, Isabel Medina, la novela sobre Olympe de Gouges es una historia preciosa, muy bien documentada. Una manera muy amena y entretenida de conocer la historia más personal de esta feminista de la Revolución Francesa. Olympe de Gouges. La libertad por bandera es una novela histórica muy recomendable.
-El escritor Tomás M. Galán escribe sobre la novela Olympe de Gouges, (Nueva York, 2016)
Oh, Dios, qué bello fragmento, pasaje. Desde que te conocí, que leí aquel libro de tu autoría, Isabel Medina, sentí el proceso de rendición del lector frente al texto. Voy a resumir el efecto de este bocadillo literario: sensacional. Me recuerdas que no es solo la pasión y vocación, es visión y búsqueda de la verdad para compartirla. Gracias. Solo tengo que adquirir tu novela y darle gracias a la vida por saber que vives. Las mujeres y los demás seres libres me están transformando.

-El catedrático y escritor Justo Sotelo, publicó en Facebook en 2017 este comentario sobre su encuentro con Isabel Medina:

Una de las mejores escritoras canarias y, por tanto, españolas… Sus ganas de vivir, de escribir, de seguir siendo feliz… Hablamos de lo difícil que es escribir bien o, dicho de otra forma, de lo complicado que es ser “escritor” de verdad, con ese misterio inefable que te acompaña a todas partes, incluso en lo más cotidiano de la vida. En su opinión la literatura no tiene que basarse en la “catarsis” personal del que escribe, sino nacer del conocimiento y la objetividad, y a ser posible de la felicidad. Esa es la mejor manera de acercarse a la belleza y a la idea de lo universal. Vivimos tiempos excesivamente relativistas, asegura, que pronto pasarán de moda. Y solo quedarán las obras intemporales y técnicamente buenas.
De vez en cuando me gusta tomarme un café con escritores de verdad.

 

 

 

Isabel Medina es una autora que apuesta por la igualdad y trata de fomentarla a través de sus escritos.

  • Un ejemplo claro lo constituye este poema infantil en el que se aborda la corresponsabilidad en el hogar:

El enfado de Sara
De La princesa vagabunda

Un día por la mañana,
era lunes, me parece,
cuando Sara, arrebolada,
llegó a clase disgustada.

“¿Qué te pasa, Sarita?”,
preguntó la señorita
Pepi, ya se sabe,
la profe de Naturales.

“Es que estoy muy disgustada
-dijo Sara arrebolada-.
Me he enfadado con mi madre
por algo muy importante”.

……….

“Es que mi madre me dice
que antes de venir a clase
tengo que hacer de antemano
la habitación de mi hermano”.

Sara, y no era antojo,
Tenía enfado en los ojos.

“Y mi hermano es mayor,
ya le salen espinillas,
se pone pantalón largo,
se afeita con maquinilla”.
…….

“¿Pues…sabes lo que te digo?
-dijo Pepi, disgustada”.
Que si tu hermano pretende
tener comida y criada,
una novia que lo quiera
y no dar un palo al agua,
dile, te lo digo yo,
que no sea un dinosaurio,
que se meta en la cocina,
en la ropa y en su cuarto.
Que las mujeres criadas
hace ya tiempo que están
trabajando y estudiando
hasta en la universidad”.

Y Sara, y no era antojo,
No tuvo enfado en los ojos.

  • En 2016 vio la luz el libro en español Olympe de Gouges: La libertad por bandera (previamente se había publicado en francés).
    Isabel Medina crea en esta obra una biografía histórica novelada centrándose en la mujer que redactó la Declaración de los Derechos de la Mujer y de la Ciudadana. Olympe se considera la precursora del feminismo. La autora rescata el personaje para hacer un recorrido por la revolución francesa.
    En la revista Mundo Crítico. Literaria y de Pensamiento Crítico apareció en 2016 esta reseña en la que se explica la mirada con “gafas violetas” de la autora:
    Cuando uno estudia o lee acerca de la revolución francesa no se da cuenta de hasta qué punto lo que está aprendiendo es una historia de hombres… contada por hombres. Por eso una novela como la que ha escrito Isabel Medina y que publica Izana editores ya es, de partida, meritoria: porque ayuda a poner el foco sobre una mujer que también fue protagonista de uno de los momentos de cambios más importantes de Europa.
    El siguiente fragmento pertenece la novela. En él, encontramos a Olympe de Gouges que espera dentro del calabozo a que la ejecuten en la guillotina.
    Llovía. Llovía insistentemente sobre París. El manto negro del cielo se preñó de millones de lágrimas que caían voluptuosas desde el techo del mundo, a sabiendas de que los ojos del mundo se habían clavado como punchas de fuego en la Francia revolucionaria.
    Era el día 2 de noviembre de 1793 cuando Olympe de Gouges se dejó caer, como quien se desprende de un viejo vestido, en el jergón de una celda de la Conciergerie, su cárcel ya por poco tiempo. Por una rendija de luz humedecida brillaban los ojos de la guillotina. El silencio, después de tanto alboroto, chillaba en sus oídos decidido a dejarse oír. Ya no eran los gritos, ni los aplausos, ni los insultos, ni su deseo inconmensurable de hablar, explicar, decir… cuando ya todo estaba hablado, explicado, dicho… decidido. Era verdad que nada podía cambiar la historia que se había empantanado en un charco de sangre.
    Pero sus oídos levantaron la voz para recordarle la sentencia que, momentos antes, había leído uno de los miembros del tribunal que la había juzgado. Le hubiera gustado romperla como había roto un viejo borrador de su primera comedia, pero aquella sentencia, aunque era real, no podía tocarla, ni leerla, ni olerla… solo escucharla desde el ahogado grito de sus oídos que, aún tapándolos, se empeñaban en hablar:
    …Tribunal extraordinario, en París, según decreto de la Convención de 10 de marzo de 1793, año II de la República… el jurado ha deliberado que Marie Olympe de Gouges ha atentado contra la soberanía del pueblo en unos escritos de los que es autora… por lo que el jurado la condena a pena de muerte, que se deberá ejecutar en un plazo de veinticuatro horas… de conformidad… con el artículo… de la ley… 29 de marzo. Bienes confiscados por la República.
    … la verdad, que no tiene nada que ver con lo que esta farsa de tribunal ha dictado, tal vez porque la sentencia se había escrito mucho antes de que subiera a la tribuna; por eso no sirvió de nada que abriera mi corazón y se lo enseñara a los miembros del jurado y a toda aquella gente que se había reunido allí para verme, para ver a una mujer que había defendido su derecho a la palabra, su derecho a subir a la tribuna, a subir al cadalso si hiciera falta. Ellos jamás van a tolerar que una mujer indique el camino. Es un acto de soberbia imperdonable.
    Pero ella era Olympe de Gouges, feminista y republicana, la mujer que se atrevía a dar discursos, a escribir comedias, a dictar pasquines… La mujer de estado que había luchado por Francia como lo habían hecho pocos hombres; ella, Olympe de Gouges, tenía que saber lo que estaba pasando en el lugar más tenebroso del mundo. Y a ese lugar, precisamente allí, había llegado su pequeña hija Julie. Y no había duda de que era ella; Julie estaba a su lado y la llamaba, y la acariciaba, y el mundo entero se había oscurecido ante su presencia inconmensurable.
  • En el poema No quiero ser tu media naranja la autora desmonta uno de los grandes mitos del amor romántico: el de la media naranja. Al hacerlo, defiende que la mujer es un ser independiente, autosuficiente y completo.

No quiero ser tu media naranja
De Los ojos de la lluvia

SI ME QUIERES, amor, quiéreme entera
porque no voy a partir en dos
el mascarón de proa de mi barco
ni a buscar la mitad de mí en el arcano de tu cuerpo.
Despierto en la tierra de nadie
donde vive la melancolía y pongo en hora al sol
redondo como una fulgurante bola de fuego
para que te devuelva entera la mañana.
No busques
no quiero saber nada de tus secretas obsesiones
ni de las carencias que te han crecido en el calendario
de las horas
no me pidas a mí lo que te falta
porque no se escribe así el menú de nuestros besos.
Quiero que llegues a mí entero como una naranja
redondo como un pensamiento capaz como un deseo.
Y yo misma,
que no me atrevo a hacer el balance de mis deudas
ni a contabilizar la multitud  de mis carencias
te ofrezco mi ser entero como una naranja
redondo como un pensamiento capaz como un deseo.
Por eso, atrevida, saludo al sol cada mañana
lo pongo de despertador en la cabecera de tu cama
y me sumerjo desnuda en el río de sangre de tus venas
para llenar de flores el ojal de tu camisa
porque no quiero ser tu media naranja
si me quieres, amor, quiéreme entera.

  • La filóloga Covadonga García Fierro realizó un estudio en el que hablaba sobre el poema No soy hija de Eva. En él afirmaba:
    “El destino que cultural e históricamente se ha ido construyendo específicamente para la mujer. Y es que, a medida que avanzamos en la lectura, encontramos una crítica –a veces más sutil, otras veces más abierta y feroz– a ese empeño de distinguir entre el destino del hombre y el destino de la mujer, irremediablemente madre y, según el mensaje bíblico, pecadora que sucumbe a la tentación y trae los males a la Tierra”
    Disfrutemos leyéndolo:

No soy hija de Eva
De Los ojos de la lluvia

Ni me concibieron en lejanos paraísos.
Yo, mujer,
recuerdo aún el segundo cósmico
en que me puse en pie y miré de tú a tú
la casa sin techo de la noche.
[…]
Yo, mujer,
útero, pecho, barro donde los hombres
amasaron la forma.
Fuera del refugio de las cuevas
la multitud atravesó barrancos y desiertos
llegó descalza a las villas y ciudades
y subió sin permiso a los rascacielos del aire.
Y yo, mujer,
cargué con el pesado fardo de un burka
me arrastré por caminos de ignominia
y parí hijos cuando los falos en tormenta
violentaron mi carne y lapidaron mis sueños.
Y aprendí a olvidarme, a hacerme cosa
mientras los siglos parían revoluciones
que desviaban el curso de los ríos
y torturaban el color inocente de una rosa.
Tal vez ahora
que tu voz me llama por mi nombre
seré capaz de amar mientras se enciende al fin
la casa sin techo de la noche.

Escuchemos varias canciones infantiles creadas para promover la igualdad:
• En “La graja Maruja” aparece una graja que quiere ser arquitecta y lucha por alcanzar este sueño: https://www.youtube.com/watch?v=PC-7PZ5te68
• Track 6 del disco “Del Teide al Roque Nublo” de Marisa Delgado Medina. Letra: Isabel Medina, Música: Marisa Delgado. Editado por el Centro de la Cultura Popular Canaria y el Cabildo de Tenerife. Grabado y mezclado en Estudios Manzana. Canarias 1991

 

 

-Consulta la web de Isabel Medina: http://www.isabelmedina.es/

-Disfruta con la escena del segundo acto de la ópera Olympe: https://www.youtube.com/watch?v=xWtmWmQ7AnI

-Escucha a Isabel Medina recitando el poema octavo del disco Antología de Isabel Medina en su propia voz, editado por el Centro de la Cultura Popular Canaria en colaboración con el Cabildo Insular de Gran Canaria.
https://www.youtube.com/watch?v=7HUP5uXCun4&t=23s
– Escucha el poema 1 del disco Antología de Isabel Medina en su propia voz. Producido por el Centro de la Cultura Popular Canaria en colaboración con el Cabildo Insular de Gran Canaria. Fotografía José Torres. Grabado y mezclado en Estudios Manzana, Canarias 1991 https://www.youtube.com/watch?v=0jyCXdDFxss
Canciones:
-Escucha a Marisa Delgado Medina cantando “Adivina lo que es”. Letra: Isabel Medina, Música: Marisa Delgado Medina. https://www.youtube.com/watch?v=Iz0jS0iIMuc
-Escucha Track 8 del Libro-Disco “El Tesoro del pirata Cabeza Perro”. Letra: Isabel Medina, Música: Marisa Delgado Medina. Publicado por Anaya con la colaboración del Ayuntamiento de Güímar y el Área de Medio Ambiente y Paisaje del Cabildo de Tenerife. 1ª Edición Mayo 2007 https://www.youtube.com/watch?v=UAqQfccXoZk
-Escucha “La canción de la lluvia”. Track 11 del disco “Del Teide al Roque Nublo” de Marisa Delgado Medina. Letra: Isabel Medina, Música: Marisa Delgado Medina. Editado por el Centro de la Cultura Popular Canaria y el Cabildo de Tenerife. Grabado y mezclado en Estudios Manzana. Canarias 1991 https://www.youtube.com/watch?v=c6_ekaY2ytw
-Escucha esta canción infantil “La nube y el sol” Track 10 del disco “Del Teide al Roque Nublo” de Marisa Delgado Medina, Letra: Isabel Medina, Música: Luis Morera. Editado por el Centro de la Cultura Popular Canaria y el Cabildo de Tenerife. Grabado y mezclado en Estudios Manzana. Canarias 1991 https://www.youtube.com/watch?v=ZW88EG06Jec
-Escucha esta canción infantil: Track 3 del disco “Del Teide al Roque Nublo” de Marisa Delgado Medina. Letra: Isabel Medina. Música: Marisa Delgado Medina. Editado por el Centro de la Cultura Popular Canaria y el Cabildo de Tenerife, grabado y mezclado en estudios Manzana. Canarias 1991https://www.youtube.com/watch?v=TSPuyDS2cT4

 

 

 

La producción literaria de Isabel Medina es extensa. Ha escrito más de treinta obras pertenecientes a diferentes géneros y temáticas. Así, ha cultivado la novela, la poesía, teatro, el ensayo e incluso, tres libretos para óperas.
Novelas:
La hija de abril, Algaida, Anaya, 2003.
La libertad y tú, Ediciones Idea, 2008.
El secreto de Sofía, Ediciones Idea, 2010.
Los cuadernos de Marta (Volumen 1), Idea, 2010.
Los cuadernos de Marta (Volumen 2), Idea, 2011.
Olympe de Gouges, La liberté pour bannière, editorial L’Harmattan, 2015 (novela publicada en francés qe un año después se editará en español)
Olympe de Gouges La libertad por bandera, IZANA Editores, 2016.
Obra poética:
Gánigo de ausencia, Centro de la Cultura Popular Canaria, 1982.
Chácaras de silencio, Centro de la Cultura Popular Canaria, 1986.
Antología poética, Cabildo de Tenerife y Centro de la Cultura Popular Canaria, 1991.
Tara, poemas y canciones, Centro de la Cultura Popular Canaria, 1995.
Las sandalias de la Luna, col. Micromeria, editorial Idea, 2009.
Los ojos de la lluvia, Ediciones La Palma, 2016.
Ensayo:
Iniciación a la Literatura Canaria, Centro de la Cultura Popular Canaria, 1986.
Obras infantiles y juveniles (narrativa, poesía y teatro)
Cuentos Canarios para Niños I, Centro de la Cultura Popular Canaria, 1983.
La canción del Alisio, Cabildo de Tenerife y el Centro de la Cultura Popular Canaria, 1990.
Cuentos Canarios para Niños II, Cabildo de Tenerife y Centro de la Cultura Popular Canaria, 1991.
Teatro Canario para los más jóvenes, Cabildo de Tenerife y Centro de la Cultura Popular Canaria, 1992.
Cuentos Canarios para Niños III, 1994.
Viaje fantástico por las Islas Canarias, col. El Volcán, Anaya, 1996.
Alizulh. El mundo mágico de las leyendas canarias, col. El Volcán, Anaya, 2000.
Piel de Luna, col. El Volcán, Anaya, 1999.
De parte de don Quijote, col. El Volcán, Anaya, 2000.
El Corazón de la Montaña Roja, Área de Medio Ambiente de Tenerife y Centro de la Cultura Popular Canaria, 2003.
El misterio de la Montaña Roja, Cabildo de Tenerife, 2004.
Perdidos en la Montaña Roja, Cabildo de Tenerife, 2004.
La sirenita Mary Paz, col. El Volcán, Anaya, 2004.
La princesa vagabunda y otros poemas, col. El Volcán, Anaya, 2006.
El tesoro del pirata Cabeza Perro, Cabildo de Tenerife, editorial Anaya, 2007.
El guardián del malpaís, Cabildo de Tenerife, editorial Anaya, 2007.
El pirata Pata de Palo, CAM-PDS, 2008.
Granadilla y el Caballero Tiempo, Idea, 2009
El secreto de Sofía, Ediciones Idea, 2010.

Isabel Medina es la autora de los libretos de tres óperas, cuya música pertenece al compositor y académico don Francisco González Afonso:
• La leyenda de Guayota.
• Baralides.
• Olympe.

Lengua Castellana y Literatura (LCL)

3º ESO

  Recursos de la SA

5º y 6º de Primaria

Elsa López

Texto:  Sonia Vaquero González

1943

“Hay un pájaro negro donde el mar se divide.

Hay un jardín de espuma florecido de cráteres.

Hay un mundo imposible,  inabarcable y mágico,

que me nace en la infancia y me muere en tu puerto”

 

Elsa López nace en Santa Isabel de Fernando Poó, Guinea Ecuatorial, el año 1943. Vive en La Palma (Canarias) desde 1947 hasta 1955 en que se traslada a Madrid donde hace sus estudios de Bachillerato y la carrera de Filosofía en la que obtiene la licenciatura en 1965. Después de un año en Lausanne (Suiza) como alumna y profesora de Literatura Española, regresa a España y compagina la docencia y la investigación antropológica. Así en 1973 presenta en la Universidad Complutense de Madrid la tesina de su licenciatura: Las supersticiones en la isla de La Palma. En julio de 1980 defiende en la Universidad Autónoma de Madrid su tesis doctoral basada en investigaciones de campo realizadas en una aldea del norte de La Palma (El tablado de la Montañeta. Estructura social y cultural de una comunidad campesina en la isla de la Palma) que mereció Cum Laude y el título de Doctora en Filosofía. En 1982 es nombrada catedrática de Filosofía con plaza definitiva en el instituto Isabel La Católica de Madrid donde ejerce como profesora hasta 1993.

A estas dos facetas (investigadora y docente) hay que unir su importante labor literaria.
En 1987 es nombrada presidenta de la sección de Literatura del Ateneo de Madrid y funda y dirige la editorial Siddharth Mehta Ediciones, que promociona a poetas y novelistas orientales. En 1989 funda su propia empresa, Ediciones La Palma, que se dedica principalmente a difundir la poesía. Del año 1987 al 1989 es organizadora y miembro de “La Ortiga”, un grupo de músicos, escritores y artistas fundado en 1988 con el que participó en recitales, conciertos y grabaciones que difunden la poesía y el arte por toda España.
El Ministerio de Cultura, a través de La Dirección General de Cooperación Cultural y el Servicio de Difusión del Español, le encargan, en 1990, España canta y en 1991, el mismo departamento, la nombró asesora para la temática de Canarias en Buscando España. En el año 1993 se le concede el I Premio de Investigación “José Pérez Vidal” y se traslada a Canarias en comisión de servicio dentro de la Dirección General de Cultura del Gobierno de Canarias donde pone en marcha dos de sus proyectos culturales más importantes: “El Papel de Canarias” y “Memoria de las Islas”. Ese mismo año funda en La Palma “La Casa de Jorós”, un pequeño museo etnográfico donde celebra encuentros culturales, recitales y jornadas dedicadas a la investigación etnográfica y que sirve, además, de Casa-Museo y de Biblioteca Pública con cerca de mil ejemplares de su fondo privado relacionados con el arte, la música y las tradiciones del archipiélago canario.
En el año 2000, regresa a su cátedra de Madrid. En agosto de ese mismo año es nombrada directora de la “Fundación Antonio Gala para Jóvenes Creadores”. En el 2003 La Opinión de Tenerife, donde trabaja como colaboradora fija desde el año 2000, la nombra miembro del Consejo Asesor. En el 2004 es designada Académica Correspondiente de la Real Academia de Córdoba de Ciencias, Bellas Letras y Nobles Artes. En el 2006 es nombrada ante la UNESCO Embajadora de Buena Voluntad de la Reserva de La Biosfera Isla de La Palma, en el 2007 patrona honorífica de la Fundación Carpetania y en el 2008 miembro de la dirección ejecutiva de “Canarias en Europa”, Sociedad para la Promoción Cultural.
Ha sido Presidenta del Ateneo de La Laguna y en 2016 fue galardonada por el gobierno canario con la Medalla de Oro por el impulso al mundo de la literatura, la investigación y la etnografía. En la actualidad, dirige Ediciones La Palma y Promoción Cero, una empresa dedicada a la difusión de la literatura y el arte. A estas actividades hay que añadirle las conferencias, su participación como invitada en debates y foros de radio y televisión, y sus colaboraciones en distintos diarios a nivel local y a nivel nacional. Sus actividades más recientes son la reedición de su poemario Inevitable Océano y la participación en un documental con ese mismo título sobre su vida dirigido por Tarek Ode, 2018.
Elsa López es, sobre todo, la reivindicación de la palabra, la mirada poética que parte de lo más íntimo para describir la realidad más cercana y universal.

Elsa López es melancolía, nostalgia, barcos, océanos, esperanza y libertad.
Elsa López es, simplemente, poesía.

Cuando el viento estremece las ramas de las acacias
y siento que ya es otro tiempo,
y abro en las esquinas la puerta de la sombra
y mi pecho se inunda de bruma,
y recuerdo que hay entre encinas lúgubres
los primeros restos de escarcha,

yo vuelvo a La Palma.

Cuando el humo de los tugurios me araña los ojos
y de los labios se me deslizan comisuras blancas,
y hay espuma en mis sienes,
y el olor del asfalto se me pega como un sudario a la nuca,
y recuerdo que agazapados en sus cubiles
hay hombres que no conocen el mar,

yo vuelvo a La Palma.

Cuando se me extravía la mirada en los límites de las mesetas
y observo que más allá hay tierra todavía,
y las nubes se estrechan como arañazos
a lo largo de un horizonte de tierra devastada,
y recuerdo que si abro mi ventana
no veré ahora el mar,

yo vuelvo a La Palma.
El viento y las adelfas

Te he querido, tú bien lo sabes.
Te he querido y te quiero
a pesar de ese hilo de luto que me hilvana
al filo de la tarde.
Y tengo miedo.
De la lluvia, del pájaro de nubes,
del silencio que llevo conmigo a todas partes.
Tengo miedo a la noche,
a quedarme encerrada entre alambres del sueño,
a la palabra olvido
y a tus brazos en forma de barrotes dorados.

Miedo a recorrer la casa y saberla vacía,
o a quererte, de nuevo, mucho mejor que antes.
No me abandones en esta larga ausencia.
Recuerda lo que he sido para ti otros inviernos:
el tiempo de querernos indefinidamente,
el mar,
los barcos que llegaban sin muertos a la orilla,
el ruido de las olas al fondo de la casa.
Y el viento,
recuerda el viento, amor, doblando las esquinas.
Inevitable Océano

EL HIJO SE ME HUNDE
Como un clavo de luna sujeto por la sangre.
Tengo grandes distancias recorriendo la isla,
Buscándome en la playa, el mar y los estanques,
Para encontrar el vuelo de caballos azules
Y los pinares negros y la lava de plata
Y la cuesta sin nísperos
Y las cajas de tea oliendo a miel y a hinojo
Y el agua en la atarjea
Y ese rumor que deja metido entre los bardos
El viento enloquecido
Y la cuna sin mimbres arrojada al cantero
Y la tierra mojada con las cepas caídas
Y los ojos crispados detrás de la nostalgia.
Inevitable Océano

Ya nunca volveremos al viejo paraíso donde nace la lluvia,
donde huelen a alfalfa cortinas y manteles.

Ya nunca volveremos a medir la distancia
que queda entre las ramas del drago florecido.
Ni a remover la tierra,
ni a regar los maizales,
ni a pintar las ventanas,
ni a recoger el agua en cubos transparentes.

Ya nunca vendrá el frío
a llenarnos el pozo de zarzamora verde.
Ni volverá tu boca a dejar en la mía el sabor de la almendra.

Del amor imperfecto

En tu propia mano me diste de comer
-como a los pájaros-
pan y queso con aroma de hinojo, anís, matalahúva.
Acercaste el cáliz a mi boca
y yo lo recibí como si un hambre inmortal me delatara.
Estrené falda nueva, zapatos de tacón, trenzas de oro.
Y luego fui al olvido.

(Pero siempre lo supe:
que nada amaba tanto
y no habría camino más largo
que el de quererte a solas.)
Cementerio de elefantes

Me importaban un carajo las mareas,
el aire que respiras
y ese montón de hormigas
que pisas al mirarme.
(A mí lo que me importan son tus piernas,
el tono algo inquietante de tu melancolía
y esa forma que tienes de quererme
cuando estás frente al mundo)
Al final del agua

El cielo no es azul y yo alargo los dedos,
rompo el doble cristal que me aprisiona
y vuelo hacia tu pozo
hacia el lugar umbrío donde me desconocen.
(La ventana es muy alta, el río está muy lejos,
y hay un montón de lirios flotando en las orillas).
Luego alcanzo tu nombre y te llamo.
Te llamo por tu nombre y la costumbre de tu nombre.
Me despojo del manto
y me entrego desnuda al festín de los perros.
Tránsito

Mascarones de proa

Me hundo y luego vuelvo a renacer de nuevo.
No pueden las tormentas con mi rostro y su pena.
Derivo mar adentro.
Me tragan los abismos
y resurjo de nuevo sobre el mar y las olas.
Yo soy insumergible.
Como esos mascarones de los barcos antiguos
que navegan soberbios del tajamar en lo más alto.

Mar de amores

Te quiero porque un día …

A Alexis Amador

Te quiero porque un día me llevaste hasta el río
y al vuelo de las aves que anidan en el agua.
Y me tocaste el hombro para darme el aliento
que pierdo en ocasiones.
Porque me miras grave
y me guiñas los ojos para poder seguirte.
Y me alientas,
y me acoges,
y me retienes por el aire cuando vuelo sin rumbo
o he perdido el oriente.
Quince poemas de amor adolescente

No le digas a nadie que te regalo un sueño.
Que he cubierto mi almohada de trenzas amarillas
y que no duermo a veces pensando en tus canciones.
Que a veces me despierto en medio de la pena
y escucho tus pisadas debajo de las sábanas.
Ese será el regalo más bello que te haga.
Ofertorio

TETRAODON FLUVIATILIS

Vino del río una tarde. Se instaló en la pecera
como si hubiera sido su casa desde siempre.
Tenía un movimiento pendular y armonioso
y era como la seda. Magenta adamascada.
En los días de lluvia,
inclinaba su cabeza hacia el mar de poniente
y detenía su viaje por muy breves momentos.

Siempre estaba soñando a través de un espejo.
Soñaba con moluscos, el ciprés de la calle,
las tejas nacaradas con olor a jazmines,
el muro de la iglesia,
y la ausencia infinita de un mar inalcanzable.
La pecera

Recurrir al vacío. 
Sentirlo dentro como un anillo 
que te envuelve y ahoga. 
Sentir la nada como sentir la náusea 
o el bullir de las plumas de un ángel desplumado. 
Su aleteo constante, su constante alborozo, 
su energía, sus pausas, su lenta agonía 
y sus abrazos. 

La nieve, incesante,
en la mirada detenida de unos ojos
que aprehenden todo lo existente
a su alrededor.
La nieve, incesante, vuelve a ser verso: 

Cae del cielo la nada.  
Nubes blancas y pequeñas 
tienen su forma. 
Y así caen desde el cielo. 
Esponjosa la nada. De algodón la nada. 
Los cuervos gritan alborozados 
el paso de la muerte.

Viaje a la nada

Al fondo de la calle los barcos como imanes
en la nevera gris, oceánica y fría
Y detrás, la nada
Y después de la nada, nada.
Solo el silencio que llevamos dentro.
Viaje a la nada

El corazón de los pájaros

Valeria se lo oyó contar a la madre. Y también le oyó contar que en el cuartel de la guardia colonial metían a los negros por cualquier cosa: un robo sin importancia, una mirada agresiva a un blanco, o, simplemente, por no apartarse cuando ellos, los blancos, paseaban por la calle al anochecer. Valeria había oído que los negros tenían que levantarse de donde estaban sentados y dejar que los blancos ocuparan la acera entera; que los negros sólo se podían sentar en los muros que bordeaban la calle y ¡pobre de ellos si se les ocurría mirar a la madre y a las tías!, que eso estaba prohibido; que tenían que bajar la mirada y hacer como si ellas no existieran, como si la madre y las tías fueran transparentes. Valeria no, que ella era pequeña y sus ojos llegaban a la altura de los ojos de los negros mirando al suelo y por eso podía sonreírles y darles la mano al pasar. Eso le gustaba a ella. Se quedaba detrás, rezagada, y caminaba dando saltitos de la acera a la calle y de la calle a la acera; y los negros levantaban la mano y le ofrecían la palma sonrosada y Valeria les daba un golpe suave: uno, dos, tres golpes, sin parar de caminar y ellos le decían:
—Amboló, niña.
—Les parten los dedos de la mano —le oía decir a Pedro en la cocina hablando con la madre mientras batían los huevos para hacer tartas de queso y pastel de guayaba— o les meten palillos en las uñas de la mano y del pie para oírles gritar; para que cojan miedo al capitán Herrera y no desobedezcan a “masa” Florentino ni a los otros “masas” de la colonia.
La madre añadía en la cena que Pedro tenía razón y que eso lo hacían para que los negros tuvieran miedo a los blancos que eran menos y se hacían fuertes con ese tipo de barbaridades y además —añadía tan rabiosa el “además” que éste retumbaba por toda la casa y llegaba a la cocina donde Pedro estaba ya completamente borracho tirado por el suelo— a ella sí que la miraban al pasar y ella los saludaba, como a todo el mundo, y no sólo la respetaban sino que “además” la querían; las bofetadas las dejaba para los que no sabían hacerse respetar y de ese género de gente ella andaba muy harta, que con los que había conocido después de la guerra tenía bastante. Nadie le replicaba y ella seguía sirviendo pastelillos de guayaba como si nada. Su tono era tan poderoso, que, dijera lo que dijera, resultaba indiscutible. Cuando la madre hablaba así se hacían unos silencios muy largos.

[…] Le daba igual, y cuando nadie la miraba ni se acordaban de ella, se alejaba corriendo detrás de las tortugas y les tiraba cocos enteros encima del caparazón para levantarlas de su letargo y hacerlas caminar. A veces llegaban los niños calabares con sus barrigas hinchadas y los ombligos hacia afuera. Recordaba aquellos ojos tan negros y aquella piel como de madera brillando al sol. Se bañaban desnudos y ella también. Y los blancos les hacían fotos muertos de risa mientras la madre comía buñuelos sin parar. La dejaban jugar con ellos y correr de acá para allá por la orilla con los pies dentro del agua. Cogidos de la mano saltaban las olas pequeñas o se metían un poco mar adentro y dejaban que las olas grandes les reventaran en la barriga o se sentaban en la arena muy caliente y se enterraban hasta el cuello sin soltarse las manos.

Ahora, tendida boca arriba, sentía ese calor de nuevo sobre los brazos y escarbaba en la arena, los ojos cerrados, buscando esa mano, pequeña y cálida, que le hacía sentir menos miedo al mar tan grande y tan verde de aquellas playas del continente llenas de tiburones, de cangrejos color salmón y de tortugas enormes que entraban lentamente en el agua transparente y sin olas.

Las brujas de la isla del viento

-Son brujas , lo juro-insistía la viejita-; las oigo pasar y oigo el ruido que hacen cuando vuelan por encima de nuestras cabezas y salen al patio que es parecido al del viento.
Las confidencias de Clementina le llegaban a las dos mujeres en un susurro; Clementina había bajado la voz y luego había vuelto la cabeza a un lado y a otro como si viera algo, como si temiese sentir la presencia de alguien a su lado.
Luego se había arrimado un poco más contra el cuerpo de las dos y había vuelto a repetir :
-Son brujas.
Ruth no dijo nada. Le dio unas palmaditas a Clementina en el brazo, se despidió de Merceditas Pinto con un gesto de la cabeza y se alejó por el corredor sin levantar la cabeza. Esa misma noche Clementina despertó a Isabel García Ponzano muy agitada.
-¡Ya vuelven, ya vuelven!
-¿Quiénes vuelven, abuela?
-Ellas ahí afuera, en el patio.

Isabel salió al patio y las vio. Estaban preparándose para salir en ese momento. Se habían subido a sus escobas y se reían a carcajadas. Las reconoció a todas; y si alguna no pudo reconocer por la oscuridad, le fue fácil hacerlo por el sonido de sus voces, sobre todo la risa de Gabina Izquierdo que era totalmente inconfundible. Al día siguiente, en uno de los paseos por el corredor, se tropezó, literalmente con Roberto Gobea.
-Isabel, ¿qué te pasa? Pareces un alma en pena pasillo va y pasillo viene.
-Ahora sí que me va a creer. ¿Recuerda lo que le dije el otro día de cosas que yo sabía; de susurros y palabras del viento que entraban y salían de la cabeza como un repiqueteo? Pues bien, doctor, ahora me tiene que creer. No es el viento, doctor, son ellas. Las he visto. […]

Una gasa delante de mis ojos
Del Parque Chacabuco me quedan trazos más fuertes: ni rastro de paredes, ni himnos, ni la posibilidad de volcar en ellos la dulzura de mi alma; solo las terribles miradas de la miseria clavadas en mí. Yo creía que ignoraban el mal, la enfermedad, el dolor, pues sus impasibles gestos ante las explicaciones que yo les daba me hacían creerlo así, hasta que una mañana, después de haberles explicado durante casi hora y media los riesgos de la tuberculosis, cómo se contagiaba y lo fácil que podía ser el contagio entre ellos por la frecuencia con que todos chupaban mate de la misma bombilla y la saliva les servía de transmisor, una niña de apenas ocho años levantó su manita sobre la cabeza de los demás compañeros y muy tranquila dijo: “Mi mamá se murió de eso”.
(..) La niña no parpadeaba y yo me sentí arrinconada, noqueada contra las cuerdas de un ring que durante meses había confundido con una casita de muñecas. ¡Ay, dulces niños, crueles niños, niños de Parque Chacabuco que me llenásteis el corazón de rabia y amargura contra una sociedad mezquina y cegata que permitía unos ocho años tan “instruidos” y tan ultrajados!
[…] Yo me iba a la calle a conseguir la luna. Esa era mi respuesta. Siempre ha sido esa mi respuesta. Cuando era niña recuerdo que la luna, allá en Pocito, tenía una forma especial. Era mucho más que redonda, mucho más que grande y mucho más que de plata. La luna de mi casa llegaba a tener tales proporciones que ocupaba mi ventana de lado a lado. Parecía que había intentado penetrar por ella y no había podido hacerlo. Se golpeaba con los laterales y se quedaba trabada en ellos. Brillaba tanto que cuando yo intentaba mirarla mucho rato los ojos me dolían, comenzaban a escocerme y tenía que parpadear constantemente. Mi hermano Romeo me había fabricado una máscara de cristal ahumado colocado en una horquetilla de fresno, a guisa de monóculo, y con ella me parapetaba al pie de la cama y miraba cómo el mundo cambiaba de color: blanco, azul, amarillo grisáceo…

Los años extienden una gasa delante de mis ojos. Ya no te veo. Miro el mar al pie de lo que alguna vez fue nuestra casa y no te veo. Sólo veo esa masa gris que se prolonga hasta el infinito. Tengo muy claras las cosas que me quedan por hacer y voy a hacerlas antes de descansar.
Creo que aún me quedan fuerzas para redactar esta despedida.
He puesto música. La he puesto muy fuerte para que no me deje pensar. No quiero pensar. Nada. No pensar en nada para no tener que volver a dudar. Es lo mejor después de todo.
¿Qué me pasa? ¿De qué puedo tener miedo? Si, quizá lo tenga, pero es más fuerte esta angustia, esta desesperación que se me anilla al cuello como un grillete.
Oigo tangos. Me gustan los tangos. Me producen una extraña desazón y, al mismo tiempo, me enardecen, me provocan nostalgias y ganas de bailar.
¡Qué locura pensar semejante estupidez en estos momentos!
“Madreselvas en flor que me vieron nacer… si todos los años tus flores renacen ¿por qué ya no vuelve mi primer amor? …Así aprendí que hay que fingir para vivir decentemente…”
¡Qué disparate! Estoy cantando y los pies se me van de un lado a otro como si me fuera a vestir y a salir a la calle; como si todo lo que he dispuesto fuera un mal sueño y la realidad fuera distinta cuando sé, positivamente, que la realidad no es otra que la que estoy viviendo en estos momentos delante de unos papeles en blanco dispuesta a escribir mis últimas palabras.
Ahora debo controlar esta cabeza mía. Calmar el dolor y no dejar que pueda conmigo. Liberarme de él para ordenar tanto papel y tanta tristeza.
He recuperado las cartas de dentro del armario, de las carpetas viejas, de los bolsos y las cajas de zapatos. Las he ido ordenando dentro de una maleta pequeña que me compré en el último viaje a Europa y que tanto te gustaba. Más de una vez pensé regalártela, pero luego me decía a mí misma que estaba mejor donde estaba detrás del escritorio llenándose día a día de papeles y recuerdos que yo iba almacenando para organizarlo todo cuando tuviera un momento de sosiego. Ahora llegará a tus manos y dentro encontrarás, pedazo a pedazo, la mujer que un día te perteneció por completo.

(palabras para Elsa)

«Dentro de la poesía canaria, está la línea brillante de Tomás Morales, y la línea más soterrada, más candente, más temblorosa de Alonso Quesada. Elsa pertenece a esta última: una poesía humana inserta en la vida y sin querer huir de ella».

José Hierro

“Esa otra dimensión poética descubre Elsa, la mujer poema, la mujer con una mano de arcilla y otra de cerámica. Y con ambas escribe, con ambas ama y recoge su campamento y se marcha. De lumbre sus ojos.
Elsa anuncia tormenta y llega brisa. Sus poemas transforman su lectura en una encuesta de amor. Las palabras que no han sido usadas por Elsa esperan ansiosas en la antesala su llamado, sudando frío, sin dejar de mirar la puerta.
Todas quieren estar en sus poemas, ninguna quiere morir sin subir esa montaña. En sus poemas Elsa confiesa todo y no acepta nada. Se desmorona, se pone en riesgo, te desafía. […]”

José María Zonta
https://www.laprensa.com.ni/2015/04/25/cultura/1820885-huellas-de-pecera-de-elsa-lopez

“La poesía de Elsa entra así, suave, a veces sin aparente trascendencia. Pero te conmueve, te golpea el alma. Es un íntimo aleteo que no te deja indiferente.”

Luis León Barreto

“Y es que Elsa mira en poesía, siente en poesía, vive en poesía; por ello, en cuanto Elsa vive hay poesía, incluida su prosa”,

Yapci Bienes

«Elsa López (que pertenece a la generación de Marta Pessarrodona, Cristina Peri, Rossi, Paloma Palao…) mantiene el gusto, la delectación en la palabra tendente al colorido y la sensualidad».

Juan Cobos Wilkins

“La poesía de Elsa López captura y celebra la importancia de lo supuestamente más insignificante […] nos recuerda que vivimos en el tiempo y que “todo lo que habla” -citando a Blanchot- “está hecho de carne mortal”.

Elisa Rodríguez Court

“Su producción literaria debe ser considerada como una cima de las letras hispanas contemporánea, desde la que sobresale con voz propia e inconfundible, algo sólo al alcance de los grandes”

“acusada personalidad y sus apasionantes experiencias vitales, aún pujantes, que sin duda han proporcionado hondura a la producción de una obra inagotable e inspiradora para diferentes generaciones de escritores”.

Anelio Rodríguez Concepción

“Entiendo que Elsa llega a la gente porque su poesía es vida, es amor por la vida y es honestidad, y entiendo que todos queramos un poco de ella y de su tiempo, porque para mí es como Holden Caulfield, es esa guardiana entre el centeno que nos está llamando a todos para que no nos acerquemos al precipicio, nos abraza y nos dice que vivamos, que disfrutemos, que amemos y que seamos justos, sinceros y valientes, que valemos la pena, y que nos miremos a los ojos, que siempre debemos ver los ojos de quienes tenemos enfrente”

Alba Sabina.

“Elsa López, poeta y novelista y filósofa y antropóloga, tiene una isla para salirse del mapa cada vez que quiera, La Palma, donde los enredos del mundo se ven desde otro cielo.”

Carmelo Rivero

“La Palma, en Elsa, es una constante, el territorio al que regresa, su fuente de inspiración y el lugar que abandera desde el amor. Creo que sería muy complicado entender a Elsa sin La Palma y, a La Palma sin Elsa”

Tarek Ode

«Hay tres conceptos, que son símbolos para todo isleño, que son propios de nuestra idiosincrasia, y lo son también para Elsa: mar, isla y viaje, el viaje como símbolo de un trayecto vital”

Oswaldo Guerra

“Una poeta con experiencia y pulcritud que bascula entre el paisaje y la memoria, la reivindicación social.”

Luis León Barreto

Elsa López ha sido/es una mujer pionera en muchos frentes: la antropología, con estudios sorprendentes e innovadores, la edición, dando voz a numerosas autoras y autores que han encontrado en ella una puerta a la realización de su proyecto literario y por supuesto en la Literatura. Así, el Cabildo de Tenerife ha propuesto a la poeta y novelista palmera como Premio Canarias de Literatura 2018 por su trabajo como difusora de la literatura a través de Ediciones La Palma y Promoción Cero, apoyando a los jóvenes escritores de la Isla y por una producción literaria que es una de las más consolidadas de Canarias, con proyección nacional e internacional.

Elsa López forma parte de un corpus de mujeres escritoras que sondearon su mundo interior y cuestionaron el que les rodeaba y, a través de las páginas de sus libros, dejaron un legado fundamental para la revisión histórica de las mujeres en Canarias.
Por todo esto su nombre aparece incluido en multitud de antologías y proyectos literarios en torno a la voz de la mujer como sujeto literario.

*Breviario del deseo: poesía erótica escrita por mujeres Luz María Jiménez Faro, Torremozas, Madrid, 1989

*Breve historia feminista de la Literatura española, 1998, Iris M. Zavala

*La poesía escrita por mujeres y el canon (III Encuentro de mujeres poetas, 1 al 4 de octubre de 1998, en Lanzarote). Cabildo Insular de Lanzarote, (Lanzarote 1998).

*El deseo de la palabra. IV Encuentro de poetisas, Málaga, 1999.

*VI Encuentro de Mujeres Poetas. Ayuntamiento San Sebastián-Donostia. San Sebastián, 2001.

*Mujeres de carne y verso. Manuel Francisco Reina. La Esfera de los Libros, Madrid, 2001.

*Escritoras canarias del siglo XX. Blanca Hernández Quintana. Cabildo Insular de Gran Canaria, Las Palmas, 2003.

*Ilimitada voz (Antología de Poetas Españolas 1940-2002). José María Balcells. Servicio de Publicaciones, Universidad de Cádiz, 2003.

*Isla mujeres. Instituto Canario de la Mujer, Tenerife, 2003.

*Doce poetas andaluzas para el siglo XXI. Sharon Keefe Ugalde y María Rosal. Aula Poética Casa del Inca, Montilla, 2004.

*Desde su ventana (Antología de poetas canarias del siglo XX). Blanca Hernández Quintana. Ediciones La Palma, Madrid, 2004.

*En voz alta: las poetas de las generaciones de los 50 y los 70. Estudio preliminar y compiladora: Sharon Keefe Ugalde. Hiperión, Madrid, 2007.

*Diccionario de escritoras canarias del Siglo XX, 2008, Blanca Hernández Quintana

*Mujer y cultura en Canarias. María del Carmen Reina Jiménez. Colectivo de Mujeres Canarias. Gobierno de Canarias. Instituto Canario de Igualdad, 2010. DL: GC 128-2010

*Ponte en mi piel. Un proyecto de Nieves Álvarez. Gobierno de Cantabria. Dirección General de Igualdad y Mujer. 2016. ISBN 978-84-617-6790-8

* Exposición de mujeres escritoras: Leyendo en femenino, y en numerosas antologías nacionales e internacionales.

*Actas del VIII Encuentro Internacional de mujeres poetas: diversidad de voces y formas poéticas (En memoria de Ernestina de Champourcin). Edición a cargo de Ángela Serna
Diputación Foral de Álava, 2016. (Págs 126-128; 163)

*Perdone que no me calle. 62 autoras canarias denuncian la violencia contra las mujeres. Compiladora María Gutiérrez. Ed. Centro de la cultura popular canaria, Tenerife 2017

La obra de Elsa López está condicionada por su concepción ideológica y su experiencia vital. En ella su compromiso hacia su condición como mujer es indudable

«Yo soy muy de mujeres. Mi mundo es un mundo de mujeres: mi abuela, mi madre, las mujeres canarias… mi trabajo se lo debo a esas mujeres también. No podría escribir todo lo que aprendí con ellas.».

Toda su obra está impregnada de su yo-mujer: «La poesía de Elsa López está hecha a la medida y semejanza de la mujer» Gregorio Morales.

En su poesía es, en palabras de Antonio Arroyo Silva, una “Mujer que ama y duda y vuelve a creer. Mujer que necesita definirse y reafirmarse, fundarse en el texto, desde esa penumbra que ha sido la vida de la mujer histórica. No sólo la autora, el sujeto poético femenino y, si se quiere feminista, ha de transformar el paisaje institucionalizado por el hombre y ha de llenarlo con su respiración y su sentir.”

Pero además, “Activismo el de Elsa que va más allá del poema mismo, que hace, deshace e investiga todos los recovecos del espíritu femenino a través de la historia y la memoria y que la hacen acudir al ensayo antropológico y a la narración”

En sus novelas los personajes femeninos se alzan con la fuerza de la palabra que Elsa les otorga y se convierten en un reflejo de la historia de la mujer misma: mujeres que aman, mujeres que sufren, que son humilladas, que quieren pero no pueden, que guardan el secreto de la tradición y la sororidad y que son poseedoras del don más preciado y trágico, su misma condición femenina.

El corazón de los pájaros es una novela, escrita desde el punto de vista de mujeres, que forman un clan de tres generaciones, en ella, el hombre es un ser extraño, que causa frecuentemente dolor y que rompe el equilibrio natural de las cosas. Desde el título mismo de la novela vemos un un paralelismo entre el pájaro y la mujer, que unen su destino de forma simbólica y fatal.

Una gasa delante de mis ojos es una novela-carta homenaje a Alfonsina Storni que se convierte en un canto a la libertad personal, al derecho de elegir y decidir un destino propio. Una novela en la que reconstruye la última etapa de la vida de Alfonsina, quien en primera persona, surge a través de la palabra de Elsa para revelarnos una mujer que no se conformó con el papel que le tocó vivir. Una gasa delante de mis ojos es una novela llena de nostalgia, emoción y ternura, en el que se defienden con ahínco los derechos de igualdad de la mujer con respecto al hombre.

“Entendí que la libertad que tanto me obsesionaba no tenía ningún sentido si no se adquiría dentro de un contexto social y político. La mujer no sería libre nunca si no conseguía legalmente los derechos que la igualaran con aquellos que habían construido las leyes para dominarlas no solamente a ellas sino a todos los que como ellas fueran considerados más débiles o más indefensos que los promulgadores de la ley. Por esas razones la lucha femenina debía plantearse como un problema social y político referido a un determinado sector de la sociedad llamado mujeres.”
Una gasa delante de mis ojos

“Yo quería ese hijo, mil veces volvería a explicarlo, y no creo que sea tan difícil de comprender, pero no quería ser mujer hasta ese punto ¡Qué fácil es para ellos decir quiero ser padre o no quiero serlo…! Palabras, ideas… Para nosotros es algo más: entregas tu propio cuerpo, das tu carne, tus venas, tu sangre y parte de tus huesos. Dejas de ser tú para ser parte de otro cuerpo que luego se desgajará de ti. Y si no quieres dejar crecer dentro de ti lo que eres y no eres, debes arrancarlo por la fuerza, arrancando carne y sangre, no solo palabras. Y eso duele física y moralmente. Y eso determina brutalmente a media humanidad que lleva encima un sexo diferente a la otra media.”
Una gasa delante de mis ojos

Las brujas de la isla del viento

La obra narra la historia de un grupo de mujeres ingresadas en un centro psiquiátrico de una isla constantemente azotada por el viento. Las protagonistas de la novela están aquejadas de diferentes males, pero con un síntoma común: el viento les ha provocado delirios y trastornos que los médicos tratan de investigar. El origen de esta novela se remonta a una investigación de la autora realizada en los años setenta en torno al tema de las supersticiones en La Palma. Rebeca Piñeiro, Encarnación Miralles, Gabina Izquierdo, Asunción Cabrera y Natalia Bermúdez son algunas de las protagonistas de unas historias en las que la miseria, las supersticiones y el miedo convierten en brujas a mujeres maltratadas y perseguidas por la sociedad. En palabras de la autora la novela es “una metáfora sobre la situación de maltrato y consiguiente aislamiento que han sufrido las mujeres a lo largo de siglos de historia en los que hemos sido estigmatizadas, e incluso, en épocas anteriores, señaladas como brujas”

“Por estas rarezas con que en el pago la trataban; porque el marido había vuelto a darle palos de forma inesperada y porque estaba harta de aguantar mierda, una mañana, Rebeca decidió hacerse bruja de verdad”

“Cuando los seres humanos no entienden el mundo que les rodea ni los fenómenos que en él se producen, inventan un lenguaje que les explique lo que les sucede. No importa cómo lo expliquen ni que lenguaje utilicen, lo que importa es encontrar una respuesta a sus miedos y a sus dudas. La mayoría de nuestras pacientes han buscado una explicación a sus problemas y a sus achaques; el que hayan recurrido a un lenguaje que se acerca más a la mitología que a otra cosa no disminuye el valor de sus conclusiones”

“Ellas conocían las propiedades de algunas plantas, y eso era lo que, en definitiva, las hacía más sospechosas. Tenían animales como única compañía y su forma de vivir se volvía peligrosa hicieran lo que hicieran”
Las brujas de la isla del viento

Elsa López expresa además su activismo, su conciencia más feminista a través de sus colaboraciones en otras formas discursivas y textuales. Destacamos así sus artículos de opinión, su participación en mesas redondas, conferencias y otros foros culturales en los que siempre ha dejado patente su compromiso con el colectivo femenino.

https://dragaria.es/60-escritoras-canarias-manifiesto-la-paridad/
https://dragaria-gegkznh7c.netdna-ssl.com/wp-content/uploads/2017/12/manifiesto_escritoras_canarias.pdf (Manifiesto de 60 escritoras canarias por la paridad y la visibilidad de las muejres en la Literatura)
https://www.youtube.com/watch?v=5PhUvvLN0fw (Charlas entre la escritora y periodista mexicana Ángeles Mastretta, y la poetisa nacida en Guinea Ecuatorial, Elsa López. Moderado por el periodista Juan Cruz)
https://www.ull.es/portal/noticias/2012/el-instituto-de-estudios-de-las-mujeres-de-la-ull-organiza-una-semana-de-actos-sobre-las-feminas-y-la-literatura/
(Mujeres y Literatura: Discursos transformadores)

Como muestra de su compromiso feminista y de su constante lucha por la búsqueda de la igualdad recuperamos su lección inaugural del curso 2014-2015 de la UNED en Santa Cruz de La Palma. En su intervención, la poeta hace una defensa combativa de las mujeres escritoras:

“viven una situación de delirio: son canarias, son mujeres y, además, son islas”

LECCIÓN INAUGURAL DE ELSA LÓPEZ curso académico 2014-2015 de la Universidad Nacional de Educación a Distancia.

‘Una habitación sin vistas: escritoras sin territorio propio’
Cuando se plantea cualquier referencia literaria a mujeres o a prototipos de mujeres relacionadas con el mundo de la literatura hay una tendencia generalizada a repetir los arquetipos que durante siglos han proliferado en ese campo. Si citamos al sujeto literario veremos cómo esos arquetipos son universales y se repiten en muchas culturas de una manera casi constante. A lo largo de la historia los ejemplos son cuantiosos. De una manera estructural podemos crear unos determinados cuadros de inserción donde tendrán cabida todas ellas. Desde mi punto de vista ese es un buen trabajo de investigación para especialistas en cualquiera de esos campos. Estoy segura de que van a ofrecerme largas listas donde de la A a la Z van a aparecer mujeres que han representado el honor, la venganza, la justicia y un largo etcétera de principios morales o inmorales que han ido formando parte de nuestra iconografía: la madre, la amante, la heroína, la desvergonzada, la aventurera, la infiel… Desde los libros sagrados más antiguos hasta los comics más actuales, podemos clasificarlas con absoluto rigor. Ahora bien, si de lo que hablamos es de la mujer como agente directo de la literatura, los arquetipos se instauran de forma muy parecida aunque con nombres distintos: desde la escritora mediática hasta la escritora marginal pasando por la escritora objeto y terminando por la escritora que participa por entero en la vida social y literaria del tiempo que le ha tocado vivir, los modelos se construyen y se utilizan según la conveniencia social y cultural del momento. Editores, críticos, libros de texto, antologías y demás soportes que tan bien saben manejar los administradores oficiales de la cultura, están llenos de ejemplos con nombres y apellidos de unas y de otras. Creo que el cuadro de responsabilidad estadística nunca llegará a ser tan grande que no podamos hacerlo viable. Hacer uso de ello en los distintos esquemas culturales que queremos representar dentro de nuestra sociedad es, cuanto menos, una frivolidad si dejamos de hacer un repaso por otros campos de la vida activa literaria compuesta por mujeres.
Creo que no es tarde para denunciar las carencias que en el campo de la literatura activa vienen apareciendo desde tiempo inmemorial y cómo esa denuncia se hace necesaria cada vez más debido a cómo se representa a las mujeres en el campo de la actividad literaria y no sólo de lo que ellas representan dentro de ese campo. Por otra parte, cuando se plantea este tema no puedo dejar de pensar en esas otras que fueron silenciadas por la historia o por los prejuicios de quienes la escribieron. Pienso en las que vieron cómo se borraban sus nombres de la lista o cómo padecieron sobre su propia carne el destino de ser invisibles para una sociedad que las enaltecía como heroínas de sus narraciones y poemas épicos, pero las rechazaba como seres vivos capaces de vivir esas mismas historias e incluso de escribirlas ellas mismas. Porque los problemas de esas mujeres fueron siempre parecidos: desde la invisibilidad hasta la imposibilidad de ejercer un oficio para el que estaban perfectamente dotadas: el de escribir. Y esa posibilidad les fue negada por no tener, entre otras cosas, la libertad de hacerlo o un tiempo y un territorio propios donde hacerlo.
Por una parte son invisibles, transparentes. Están en escena y no se las ve. Presiden instituciones, congresos, departamentos sociales, y no se las ve. Pintan, escriben, componen, dirigen orquestas, crean arte, y no se las ve. Se silencian sus nombres o se las aparta del canon que es lo mismo que no ser. Porque si no se las nombra, no son nada. Nadie duda de que hubo escritoras espléndidas en todas las épocas dignas de ocupar un lugar destacado en las mejores enciclopedias o artistas dignas de tener colgadas sus obras en los mejores museos. Y si nadie lo duda, ¿por qué no están? ¿Quién ha borrado sus nombres de esas páginas? ¿Quién o quiénes han olvidado colocarlas en el sitio que les corresponde? Es necesario pronunciar esos nombres para que existan. Debemos escribir sus nombres para reivindicarlas, para hacerlas visibles, para darles la vida que no tuvieron. Por eso es necesario que las nombren, que las designen por su nombre y por lo que él significa. Hay cosas que es mejor no nombrarlas para no hacerlas evidentes. Esa es la clave para entender el silencio creado alrededor de las mujeres. La visibilidad de una mujer está permitida siempre y cuando responda a los cánones que la sociedad dominante haya creado. Ninguna mujer que tenga voz propia, que sea beligerante o emprendedora, es aceptada por la mayoría de las sociedades patriarcales. Y si una mujer así existe, se procura minimizarla, ridiculizarla, quitarla de en medio. No se cuestiona la autoridad cuando es un hombre quien la ejerce, sea en el campo que sea. Se cuestiona cuando es una mujer.
Mi posición al respecto es más que una denuncia. Es un llamamiento, un toque de atención, un gesto de rebeldía ante una sociedad que nos da la espalda con determinadas actitudes que debemos aprender a leer entre líneas. Actitudes que van desde un proteccionismo excesivo e innecesario, hasta una clara actitud agresiva de rechazo, pasando por una posición de indiferencia casi absoluta que ha conducido, en muchos casos, a que esa invisibilidad dure siglos. Si se trata de proteccionismo (da igual que sea familiar o gubernamental) las mujeres se verán obligadas a pagar una cuota muy alta. Si se trata de rechazo, la expulsión de cánones, jurados, mesas de debate literario, academias, etc., no serán los problemas mayores a los que tener que enfrentarse. Y si los problemas se derivan de la indiferencia social, no será sólo la invisibilidad el mayor de ellos. Si hablamos de proteccionismo, el más grave seguirá siendo el de la manipulación de género por parte de determinados gobiernos autónomos. Como muy bien explicaba Helena González, catedrática de Filología Gallega y Portuguesa de la Facultad de Filología de la Universidad de Barcelona en un encuentro de escritoras celebrado en Barcelona en el año 2000, las mujeres que escriben y que además pertenecen a una determinada autonomía deben estar preparadas para lo peor.
Entre las propuestas de esta profesora estaba el reflexionar sobre los fenómenos socio-literarios que han influido e influyen de manera decisiva en la construcción y reconocimiento de la literatura hecha por mujeres desde determinadas autonomías del estado español gobernadas por nacionalistas y, por lo tanto, con una clara política cultural: la de ejercer como mediadores en relación con su proyección exterior. Según González Fernández, el nacionalismo fagocita lenguas, culturas, mitos, y todo lo que se le ponga por delante. Es un paraguas totalizador, (totalizing umbrela) concepto cultural formulado por el crítico cultural indo-americano Radhakrishan: “¿Por qué el advenimiento de las políticas nacionalistas señalan la subordinación si no la derrota de las mujeres? ¿Por qué la política del “uno” normalmente aplasta la política de las “otras”? ¿Por qué no podrían las dos coordinarse dentro de una relación cordial y dialogante de responsabilidad mutua? ¿Por qué el nacionalismo logra comúnmente el efecto ideológico de discurso completo y supuestamente macropolítico, mientras la cuestión de las mujeres —incapaz de conseguir su propia identidad autónoma macropolítica— permanece en un ghetto, dentro de su espacio específico y regional? En otras palabras, ¿por qué imperativo natural o ideológico, o por qué exigencia histórica, la política nacionalista se convierte en un obligatorio y envolvente paraguas que subsume otras y diferentes temporalidades políticas?” (Radhakrishan en Ugalde 1996: 229).
Esta idea tan plástica del paraguas totalizador permite explicar la situación de doble compromiso que marca la escritura de mujeres en sistemas periféricos, compromiso que se acentúa cuando lo hace en una lengua “minorizada”. En estos casos, las escritoras son triplemente subversivas porque no sólo tienen que abordar el conflicto de un lenguaje y un imaginario patriarcales, sino que están obligadas a participar, aunque sea por defecto, en los embates de los discursos nacionales y a utilizar como herramienta una lengua que no siempre está completamente normalizada tal y como ocurre con el gallego, una lengua que la veta, además, para una mayor difusión de su obra. Para la mayoría de las mujeres que escriben en el País Vasco, en Cataluña o en Galicia, un nacionalismo feroz ha colocado sobre ellas una enorme sombrilla protectora que las ha ido devorando poco a poco hasta dejarlas vacías de contenido propio; un paraguas protector capaz de desposeer de mitos a las escritoras antiguas; capaz de crear nuevos lemas en la poesía escrita por mujeres y así despojarlas de identidad propia para darles la identidad re-inventada por ellos; capaz de crear nuevos productos político-culturales que puedan ser exportables.
Lejos de la agresividad que parecen desarrollar los mercados culturales que ejercen un poder centralizador y hegemónico (léase Barcelona, Madrid o Valencia, por ejemplo), las creadoras que dependen, cultural o socialmente, de determinadas comunidades autónomas, creen sentirse a salvo de esa terrible maquinaria, devoradora y alienante, que parece consumir a las creadoras que no tienen la suerte de habitar en la periferia. No nos engañemos: el gran paraguas totalizador que las protege en apariencia, es un engaño más terrible aún, pues las envuelve bajo una falsa sombra de protección. El patriarcado nacionalista es mucho más agresivo porque nos hace caer en la trampa de la aparente defensa de intereses cuando realmente lo que hacen es conducirnos a una triple marginación: la marginación política, más la marginación de género, más la marginación de la marginación periférica. Las escritoras canarias, en concreto, viven una situación de delirio: son canarias, son mujeres y, además, son islas. Son, por lo tanto, triplemente periféricas y las culturas periféricas son más proclives a dejarse llevar por la hegemonía de esa nueva industria que ahora vende un nuevo producto llamado “mujeres”. Esta es la razón por la que deben luchar todavía con más ahínco para defenderse de ese triple aislamiento geográfico y cultural. Porque una escritora en Canarias es una pequeña isla dentro de otra isla que a su vez es aislada de la cultura continental por razones geográficas y de distancia, y en su propia isla ella es una isla definida por su propio auto aislamiento producido, a su vez, por el agotamiento de su lucha por ser mujer, combativa, isleña, periférica, y que, además, trabaja de forma aislada, subversiva, feminista y no totalizadora. En resumen, poco o nada les queda por hacer excepto la denuncia y una logística de defensa armada de voluntad y raciocinio; lanzarse a la calle intentando no morir en el primer asalto y, desde una independencia económica y una habitación propia, escribir que nuestro propio deseo de conocimiento es más fuerte que cualquier estructura o tradición. Y, finalmente, siguiendo la propuesta de González Fernández, preguntarse, con mayor dureza, si cabe, si desea resguardarse bajo el paraguas totalizador o empaparse bajo la lluvia; salirse del paraguas y entrar en la casa grande de la literatura con los pies embarrados.
Esto por una parte. Por otra, existe el problema del espacio; la ocupación de un espacio físico dentro de los territorios tradicionalmente masculinos; la demarcación de un territorio propio donde poder hacer lo que deseamos hacer: escribir, por ejemplo. Esta es una batalla de la que aún muchas escritoras no han podido salir vencedoras. Pese al tradicional mito de la propiedad del hogar por parte de las mujeres y la idea extendida tradicionalmente de que ese lugar es suyo y, por lo tanto, debe ser regentado exclusivamente por ellas (lo que no deja de ser un tópico totalmente ajeno a la realidad). Lo cierto es que el hogar es trabajado, limpiado, abrillantado y decorado tradicionalmente por las mujeres, lo que no quiere decir que les pertenezca; al contrario: el hogar, en la mayoría de los casos de nuestra sociedad, sigue siendo propiedad de los hombres y ellos, patriarcalmente entendido el hogar como un lugar de reposo del guerrero, se acomodan en él eligiendo los lugares no comunes de ese territorio para continuar ejerciendo, desde allí, el poder.
Las mujeres que escriben en su casa tienen un doble trabajo: aquellos que se consideran naturalmente derivados de su género tales como fregar, cocinar, hacer la compra y atender a los hijos y al marido; y los vinculados a su profesión y que pertenecen a su desarrollo como personas sociales. Unos trabajos solapan a otros llegando a producirse en muchos casos una reacción defensiva que en la mayoría de las ocasiones acaba en la exclusión de los considerados “profesionales”. Equilibrar los dos papeles es una rara conjunción de elementos que en un territorio fundamentalmente patriarcal determina el comportamiento de la mujer y acaba por minar uno de los dos roles. Por desgracia, es el que la hace ser individual, el que la distingue como ser social y la hace ser diferente, el que pierde.
La guerra se desarrolla en un frente generalmente considerado inofensivo: la propia casa. Es en ella donde se libran las batallas más duras y suele ser, casi siempre, por la conquista de un territorio propio: un lugar físico concreto, una demarcación exacta donde situarse y desarrollarse. En el caso de la literatura nos encontramos con que el no tener ese territorio donde ejercer la profesión de escribir, es una de las múltiples razones por las que muchas mujeres han dejado de serlo o no lo han intentado siquiera aún siendo esa su vocación fundamental; y, lo más grave, que acaben rindiéndose a plazo muy corto o a largo plazo. Muchas ni lo intentan.
En la historia de la literatura la mayoría de los nombres de mujeres que han ido constituyendo el canon son, además de mujeres escritoras, unas extraordinarias guerrilleras sociales y familiares. Escritoras contemporáneas con quienes he compartido muchas horas acaban confesando esa derrota diaria, ese cansancio, esa lucha cotidiana de tener que escribir bajo mínimos de comodidades materiales. Las conozco que han escrito con el hijo en un brazo y la pluma en la otra, levantándose sin parar para dar el biberón, lavar unos pañales, tender la ropa, vigilar la comida, parar la lavadora, etc., etc. Y cuando el poema está en un momento especial de construcción, cuando el capítulo de la novela llega a su punto álgido y parece que encuentra la frase perfecta para cerrarlo; cuando ese artículo parece encontrar el camino para obtener un final especial; cuando el problema planteado en un ensayo sobre moral, sobre política, o sobre filosofía parece que ha llegado al momento clave donde las tesis parecen dar paso a nuevas conclusiones, zás, la puerta se abre y las voces de la casa comienzan a dar su tono más alto: “mamá la ropa, mamá las trenzas, mamá los deberes, cariño la corbata, cariño que no llego a la reunión.” O lo que es peor: ese “cariño la puerta que estoy ocupado, que estoy leyendo o que estoy viendo un documental especial sobre leopardos.” Es el fin. La sensación de derrota, de fracaso, de no ser nada las envuelve por unos instantes. Y dejan de escribir. Dejan de mirar en su interior para encontrarse con la realidad: una habitación cerrada, sin aire, sin posibilidad alguna de abrirse a otros mundos que no sean los que marca la cultura en la que viven y que es quien decide, al fin y al cabo, lo que pueden o no pueden hacer. Porque ya no son los hijos o el marido o los padres o los amigos los que interrumpen o cierran las puertas y ventanas por donde entrar y salir de su interior, es la cultura misma −creada e impuesta por la sociedad patriarcal− la que impone las normas o los criterios que conducen a quienes las rodean a comportarse de esa manera.
En general, cuando el varón tiene alguna afición o profesión que desarrollar en su domicilio, ocupará un lugar especialmente diseñado para la ocasión, llámese despacho, llámese cuarto de bricolaje, llámese habitación especial destinada a desconectarse del agobio diario. El panorama, en cualquiera de los casos citados, siempre es parecido: un territorio designado para trabajar, para relajarse, para llevar a cabo sus aficiones o para realizarse, sencillamente. La propiedad de ese lugar le da patente de corso y nadie puede traspasar esos límites de trabajo o de afición: “silencio que él trabaja, que él recibe un cliente, que él juega al ajedrez, que escucha su concierto de piano favorito, que debate sobre los cambios profundos del universo…”
Es evidente que no es así en el caso de las mujeres excepto en raras, muy raras, ocasiones. Ellas desarrollan su tarea en cualquier parte: pintan, componen o escriben, en la mesa de la cocina, en el sofá del salón-comedor mientras custodian el sueño del hijo más pequeño, mientras vigilan el hervor de las albóndigas y acechan cómo el viento les tumba los geranios. El hecho cultural de que socialmente se reconozca el hogar como territorio de la mujer (ama de casa = dueña de la casa) lleva implícito el que nadie se cuestione qué lugar ocupará en él. “Ella se desarrolla en toda la casa y no necesita un lugar propio porque ella lo envuelve, ocupa o ilumina todo con su presencia”, lenguaje perfectamente concebido para alienar definitivamente su verdadera condición dentro del hogar y que no es otra que la de llevar a cabo los trabajos que tradicionalmente se le han impuesto y que están relacionados directamente con el espacio que se les designa: en la cocina hará la comida para el grupo; en el lavadero limpiará la ropa que previamente ha ensuciado el grupo; en el dormitorio se entregará a la ceremonia sexual previamente determinada por el líder del grupo, y así, sucesivamente. Y si alguna vez, en un extraño suceso que conmociona el orden establecido, la madre, la esposa o la hija, deciden establecer su lugar de trabajo en el hogar familiar, la cuestión se complica de manera extraordinaria.
No quiero decir con esto que no suceda lo mismo con los hombres. También en ocasiones, aunque no es éste el caso de la mayoría, el varón sufre una gran falta de consideración cuando trabaja en casa: ruidos, interrupciones puntuales (“cariño, ¿me cuelgas este cuadro?…sácame la basura, pasea el perro, al niño, a la abuela…”). Pero la diferencia es sólo cuestión de grados. Cuando es la mujer la que intenta organizar su propio espacio dentro del territorio grupal, crear en él un recinto privado de creación individual e intransferible, estas interrupciones se multiplican. El poeta José Hierro trabajaba en un bar. En más de una ocasión hemos hablado del tema y de las dificultades de escribir en una habitación donde los ruidos son familiares, cotidianos, irreverentes… En el bar los ruidos son ajenos a uno, no son agresivos ni te machacan directamente. Puedo entenderlo. Desde que yo era joven he hecho tres cuartos de lo mismo. Estudiar, escribir e incluso leer, lo he hecho en la calle, en la guagua camino de alguna parte, en los bares, en los bancos de un parque, dentro de un coche, en un atasco diario, o esperando a alguien. O, simplemente, me acostumbré a la noche cuando todos dormían y nadie podía interrumpir mis pensamientos.
La operación “escapar de la vida cotidiana”, se complica más aún si trabajas fuera de casa, porque entonces la jornada laboral se multiplica: primero, el trabajo fuera de casa; segundo, la casa y sus accidentes y, por último, tu labor creadora relegada al último lugar de la lista de necesidades familiares. Crear en casa, pese al respeto que los miembros del grupo familiar han aprendido a tener por tu trabajo a base de un largo aprendizaje y de cursos intensivos de portazos, lágrimas y cansancio, sigue siendo poco gratificante. Cuando cocinas o friegas o haces punto, nadie te interrumpe; a nadie se le ocurre decirte que dejes el aceite hirviendo y la croqueta en el aire para ir a hacer otra cosa. Pero si estás escribiendo y tienes el verso en la punta de los dedos en el momento preciso de tomar cuerpo, sí que se creen con derecho a interrumpir. No valoran esa circunstancia tan difícil, tan especial para el creador, que es el segundo en que la imagen te asalta como si tú fueras su presa favorita. Ese llamamiento al orden cotidiano de la casa y sus asuntos (“mamá me planchas la camiseta, querida ¿damos una vuelta? ¿Has visto el periódico?”), interrumpe tu creación para los restos. No es un punto que se escapa, no es una tortilla que se quema; es el instante fugaz de una frase, de una nota, de un color, que se te van para siempre.
La clave para solucionar este conflicto, uno más a añadir a los ya citados de la invisibilidad y de la manipulación de género, está en cómo hacer un nuevo uso del territorio que tradicionalmente le ha pertenecido y que ha utilizado para un determinado tipo de menesteres que no han sido, precisamente, los de la creación; territorio que ahora ella necesita convertir en lugar de trabajo y de un trabajo concreto. Esa es una de las batallas a desarrollar. La otra consiste en dar a conocer a la sociedad la necesidad de ese territorio propio donde la mujer pueda poner en marcha la actividad creadora que quiera; la necesidad de un cuarto donde poder encerrarse a crear, donde poder desarrollar esa faceta de “nuestro quehacer voluntario creativo”, como decía Virginia Woolf. Tan simple como eso.

Además de alzar su voz por la necesidad de visibilizar el papel de la mujer en todos los ámbitos de la sociedad, Elsa denuncia las situaciones de violencia de género que azotan a nuestro país con un número intolerable de nombres de mujeres, víctimas de amores tóxicos.
Así, participa en Perdone que no me calle, CCPC, 2017, un proyecto literario en el que 62 autoras han unido sus voces como una forma más de denuncia frente a la violencia machista:
“Porque la violencia contra las mujeres ha sido silenciada a lo largo de los siglos, ellas denuncian, cuentan, cuidan, están pendientes y dicen Perdone que no me calle, por nuestras hijas e hijos y por las nuevas generaciones de mujeres”.

Su relato nos cuenta la historia de Laura González, una joven palmera, asesinada por su novio en 2015 mientras estaba en su puesto de trabajo.

http://lapalma.diariodeavisos.com/2015/07/10/un-joven-prende-fuego-a-su-ex-novia-en-una-tienda-de-la-calle-real/

LAURA

“Laura estaba allí, detrás del mostrador. Vendía cosas, objetos que te hacían brillar, alegrarte, ser feliz. Laura hacía feliz a mucha gente. Laura pensaba que era bueno soñar con un mundo mejor, una vida nueva. Ella era joven, hermosa, inteligente y capaz de comerse la vida a bocados. A laura le brillaban los ojos cada día de una forma distinta y cada día eran nuevos proyectos, nuevas aventuras, nuevas ilusiones. A sus años el mundo se le abría de par en par.
De pronto, esa mañana, Laura se dio la vuelta. Allí estaba el hombre que había dicho alguna vez que la amaba, que no podría vivir sin ella, que si alguna vez lo dejaba, la mataría, que era para él o no era para nadie. Ella se reía. Le parecía un sueño que alguien pudiese llegar a quererla de esa manera. Y allí estaba él, de pie, con un bote de gasolina en la mano dispuesto a cumplir su promesa. Laura había sonreído sin fijarse en la muerte que colgaba de los brazos del hombre. […]”

Para Elsa el feminismo es una cuestión de educación de todas y todos. La educación, la visibilización y la concienciación social son el camino para alcanzar la igualdad real:

“Me pongo a pensar en mi pasado y veo todo lo que hemos ganado. Claro que el progreso nos sigue pareciendo lento, porque no hemos llegado donde queremos llegar. Lo que es difícil no es introducirse en un mundo de hombres, sino erradicar el machismo, una educación que les dieron a los chicos”

“El comienzo de un machista está en el hogar, y si las madres, las abuelas, todas las mujeres no somos conscientes de esto, no habrá un cambio real”.

“[…] precisamente por eso, porque no se sienten identificadas con esos movimientos de los que yo he formado parte activa, por lo que se retrotraen, creen que esto no tiene que ver con ellas, pero tiene que ver con todas. Esta es una manifestación universal” Elsa López

Aquí puedes leer algunos de sus textos más feministas publicados en un medio de prensa escrita en el que es colaboradora habitual:

La invisibilidad de las Mujeres

Lo son. Unas veces más y otras, menos. Pero lo son: invisibles, transparentes. Están en escena y no se las ve. Presiden instituciones, congresos, departamentos sociales, y no se las ve. Pintan, escriben, componen, dirigen orquestas, crean arte, y no se las ve. Se silencian sus nombres o se las aparta del canon que es lo mismo que no ser.
Porque si no se las nombra, no son nada. Nadie duda de que hubo escritoras espléndidas en todas las épocas dignas de ocupar un lugar destacado en las mejores enciclopedias o artistas dignas de tener colgadas sus obras en los mejores museos. Y si nadie lo duda, ¿por qué no están? ¿Quién ha borrado sus nombres de esas páginas? ¿Quién o quiénes han olvidado colocarlas en el sitio que les corresponde?
Es necesario pronunciar esos nombres para que existan. Debemos escribir sus nombres por las paredes del mundo para reivindicarlas, para hacerlas visibles. Para darles la vida que no tuvieron.
Hay cosas que es mejor no nombrarlas para no hacerlas evidentes. Esa es la clave para entender el silencio creado alrededor de las mujeres. La visibilidad de una mujer está permitida siempre y cuando responda a los cánones que los hombres han creado. Ninguna mujer que tenga voz propia, que sea beligerante o emprendedora, es aceptada por la mayoría de las sociedades patriarcales. Y si una mujer así existe, se procura minimizarla, ridiculizarla, quitarla de enmedio.
Ningún macho al uso consiente en ser dirigido, informado o puesto en su sitio por una mujer. No se cuestiona la autoridad cuando es un hombre quien manda. Se cuestiona cuando es una mujer. Una situación semejante crea en ellos tales conflictos de personalidad, tales esquizofrenias que, en cuanto te descuidas, te saltan a la yugular. Van a degüello.
En el momento que las mujeres aparecen en escena y actúan libremente, ellos comienzan a ponerse nerviosos y a desenvainar las espadas. Y ruedan cabezas. Las de ellas, claro. No hay otra explicación para tanta masacre. La creciente violencia contra las mujeres es una prueba que certifica lo que digo.
Cuando alguien opina que antes no ocurrían estas cosas siempre contesto lo mismo: si, si ocurrían, pero, o no se conocían, excepto que alguna se atreviese a mostrarlas, en cuyo caso sólo cabía esperar el desprecio y la marginación, o eran tan sumisas que “no daban motivos” para soluciones tan cruentas.
Porque ellos no soportan la voz, la discrepancia o la agresividad de quienes tradicionalmente estuvieron en silencio soportando humillaciones, palizas, o una amorosa indiferencia.
Hoy, en un día tan especial para nosotras, yo haría un ruego a tantos hombres que creen en una sociedad justa: que nos miren con los ojos de la admiración y del asombro; que nos nombren, que nos designen por nuestro nombre y por lo que él significa. Que nos ayuden a construir una sociedad madura donde al anunciarse nuestra presencia, hombres y mujeres, por igual, se levanten de sus asientos con devoción y respeto. No puedo pedir más. Ni menos.

8 de marzo de 2005 La Opinión

La huelga de las mujeres
A ver si nos enteramos. La huelga del día 8 no es una huelga laboral en la que tengan que intervenir partidos políticos, sindicatos y ministerios. No es una huelga en la que las mujeres se paren y dejen de trabajar para disminuir las ganancias de los empresarios o la caída de la bolsa. No se trata de no hacer nada para que los patronos se den cuenta de que si ellas no trabajan las cuentas no salen como ellos desearían. No se engañen. La huelga del día 8 es otra cosa. Es una manera de mostrar cómo muchas actividades dependen de ellas y si ellas dejaran de realizarlas el mundo se pararía. Es, sencillamente, quedarse sin hacer lo que cotidianamente hacen como las labores de una casa, de una calle, de un mercado, de una plaza, de una comarca o de un país. Trabajos y lugares que si ellas abandonaran durante 24 horas quedarían totalmente paralizados. ¿Lo han pensado?
Imagínense por un momento una casa sin que ella se levante, vista a los niños, ponga una lavadora, recoja la mesa, planche, ordene, vaya a buscar la comida, vuelva, la haga y vuelva a buscar a los niños al colegio, baje a su padre anciano de la cama, lo lave, lo vista y le dé los medicamentos, vaya a casa de una tía y la ayude a arreglarse, etc., etc., etc. Y así hasta el infinito de un solo día. Imaginen solo eso y qué pasaría si dejara de hacerlo y, como ella, millones de mujeres. Y si a esa ama de casa le sumamos las enfermeras, las cuidadoras de nuestros hijos, las vendedoras de los mercados y de tantas tiendas que trabajan por un salario mínimo en supermercados, fábricas, locutorios? Da escalofríos. ¿Y si pararan las mujeres explotadas en los prostíbulos, por ejemplo? ¿Y si pararan las abuelas, las mujeres de la limpieza, las periodistas, las artistas de cine, de teatro y de los cabarets?
Imaginen ese día sólo como un gesto, una advertencia, un simulacro de lo que puede ocurrir si ellas deciden parar definitivamente, salir a las calles y cogidas del brazo caminar por el mundo a pleno sol sin importarles las lentejas, los libros, las notas de los hijos, la cafetera al fuego, los enfermos del ambulatorio, las ventas al por mayor o las carreras en piragua. Imagínense un mundo sin esas mujeres cuando todo el trabajo silencioso, hecho por amor muchas veces y otras recibiendo humillaciones y malos tratos, desapareciera de repente y la sociedad comprendiera que sin ellas no habría posibilidad alguna de seguir adelante. Por favor, imagínenselo por un minuto. Sólo un minuto. Pues de eso se trata. De que lo entiendan ustedes de una maldita vez.
6 de marzo de 2018 La Opinión
La memoria subterránea
Es la memoria de las mujeres que han vivido en los subterráneos de la cultura y de la existencia misma. Es la memoria de las mujeres como un hecho subalterno. Es el silencio de las mujeres que comienza a abrirse camino poco a poco. Lo hace a pasos lentos como si escarbaran por debajo de la tierra. Como animales salvajes, enfurecidos y llenos de bravura, excavan con las uñas la tierra que tapona sus cuerpos y van saliendo a la superficie cubiertas de barro y de sangre. Con ellas la memoria aparece en la superficie. La memoria se abre a la luz y las mujeres comienzan a decir lo que callaron durante siglos, lo que vivieron en los pasadizos de la tierra pintando las paredes, tejiendo hilos y enigmas, amamantando a sus crías y soportando a quienes se consideraban los más fuertes; aquellos a quienes se les atribuía el poder y la gracia de los dioses; aquellos que las han avasallado, vendido, esclavizado, torturado, humillado, violado y masacrado.
Cuando los hombres se fueron a la caza y a la muerte, las mujeres alzaron sus cabezas y comprendieron que el sol salía siempre por el mismo sitio y sin permiso alguno; que ellas recibían su luz al mismo tiempo y de la misma manera que la recibían los machos de la tribu. Treparon por la tierra hasta el borde de las cuevas y presentaron a sus crías a la luz del sol y se miraron unas a otras y comenzaron a emitir extraños sonidos que eran de placer y de alegría. Y se secaron el llanto y se cubrieron el cuerpo con pieles y tapices de colores y se lavaron el rostro y miraron de frente. Se quedaron solas y se hicieron fuertes. Aprendieron a enfrentarse a las bestias y a las demás tribus, empuñaron las armas y salieron de caza durante las largas ausencias de los hombres y comprobaron que eran capaces de alimentar al resto de la familia sin su ayuda.
Sentadas a la puerta de las cuevas, esperaron el regreso de los hombres que volvían de sus matanzas y cacerías. Algunas se arrepintieron de sus hazañas y de las risas que ofendían a los hombres, volvieron a hundirse en los subterráneos de la vida y callaron para siempre. Otras salieron a los caminos y emprendieron la mayor de las batallas: se enfrentaron al gran caníbal, al gran devorador de almas que las vigilaba día y noche. Muchas murieron en el intento, pero las que sobrevivieron al terror siguen aún caminando por la superficie de la tierra contando cómo fueron aquellos años de oscuridad. Y yo las bendigo por ello. Por su coraje y por haber llevado durante siglos el peso de nuestra salvación
16 de enero de 2018 La Opinión

Las Brujas
Hace años me dediqué durante meses a buscarlas y escribir sobre ellas. Rebusqué entre los libros, en documentos y en lugares propicios, y en 1972 encontré algunas que ejercían como tales. Las visité y recogí toda la información que necesitaba. Durante dos décadas anduve buscando curanderas, yerbateras y brujas de todas las condiciones. Con esos datos empecé a trabajar con Julio Caro Baroja en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas, quien me puso en contacto con otros investigadores que me dieron las pistas necesarias para encontrar distintas causas de muchas de las creencias y supersticiones que rodeaban el tema.
El asunto me apasionó durante más de dos décadas. Escribí sobre ellas y sobre la relación que la brujería tenía con otras cuestiones como la influencia del viento en determinadas enfermedades mentales, las mujeres y su situación social, la religión y sus consecuencias culturales. La persecución de las mujeres durante siglos por toda Europa y las características comunes de todas ellas que motivaban las acusaciones y su posterior matanza, me hicieron llegar a conclusiones que aún mantengo hoy en día. Porque fueron principalmente mujeres las que murieron en la hoguera. Mujeres acusadas de hacer maleficios, causar enfermedades, peligros y muertes. Mujeres que vivían solas, alejadas del grupo social al que pertenecían y se dedicaban a recoger plantas con las que preparaban ungüentos y pócimas que ofrecían a sus clientes o a sus víctimas y que eran la causa de locuras, enfermedades y milagrosas curaciones. Además de comerse a los niños crudos eran capaces de volver locos a los hombres con los que mantenían extraños comportamientos sexuales. Sus poderes eran tan grandes que incluso podían volar y transformarse en seres fantásticos que los atraían hacia sus lechos y allí les partían en dos el alma. Uno procuraba no encontrarse con ellas en caminos desiertos o en bosques umbríos. Y si tal cosa llegaba a suceder, no debías mirarlas ni creerte sus ensalmos. Al final, la hoguera acababa con ellas y la sociedad quedaba así liberada de todos los males que el cuerpo de una mujer puede llegar a ocasionar.
Rara vez hubo hombres condenados por tales prácticas. En algunas culturas los hubo, pero fueron considerados dignos y poderosos y con capacidad para decidir sobre el destino de la comunidad a la que pertenecían. Las connotaciones maliciosas eran para las mujeres y no me voy a dedicar a exponer las razones de esa diferencia. Ustedes ya las conocen. Solo recordarles cuando vean arder el cuerpo de una mujer en una hoguera (sea real o simbólica) y a un pueblo entero aplaudiendo tal sacrificio, que ellas aún existen y siempre estaremos dispuestos a exterminarlas para liberarnos a nosotros mismos de ser como somos y de pensar como pensamos.
10 de abril de 2018 La Opinión

https://www.youtube.com/watch?v=0Fy55BIrbko “Te morirás primero”

https://www.youtube.com/watch?v=a-o8yGMEVDw&t=321s Inevitable Oceáno, Tarek Ode

Déjame ser, Tarek Ode; documental que recoge el perfil de mujeres creadoras canarias que fueron pioneras en sus diversas trayectorias artísticas. Entre ellas se encuentra Elsa López.

https://www.youtube.com/watch?v=gW1qrfiiY-M Elsa López, En primera línea

https://www.youtube.com/watch?v=qGqiKFfsWTg TVC En 30 minutos

http://www.rtve.es/alacarta/audios/canarias-mediodia/entrevista-elsa-lopez-escritora/2088427/ RNE (audio)

http://www.canarias3puntocero.info/2017/02/23/elsa-lopez-hay-que-batallar-por-ser-uno-mismo-sin-miedo-a-la-sociedad-o-a-los-que-la-controlan/ Canarias 3.0

http://paraninfopoeticodefernandosanchezmayo.blogspot.com.es/2013/10/entrevista-elsa-lopez.html Paraninfo Poético de Fernando Sánchez Mayo

http://blogs.diariodeavisos.com/blogdecarmelorivero/2018/04/25/elsa-lopez-baje-quijote-lo-vea/

https://www.eldiario.es/lapalmaahora/lapalmaopina/Un_acercamiento_a_la_poesia_de_Elsa_Lopez-Antonio_Arroyo_Silva_6_337426255.html

RESEÑAS CRÍTICAS SOBRE LA OBRA DE ELSA LÓPEZ
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SAAVEDRA, Jerónimo. “El corazón de los pájaros o Lo canario y lo universal en Elsa”. Madrid. Museo Romántico. 17 de enero de 2001
Club de Prensa Canario. Las Palmas de Gran Canaria 21 de marzo de 2001

SAHAGÚN, Carlos. “Del amor imperfecto, de Elsa López”.
Revista Ínsula. Creación y crítica / poesía, p. 23. Madrid, octubre, 1988.

VIEJO, Paul M. A mar abierto. Introducción A mar abierto (Poesía 1973-2003). Hiperión, Madrid 2006

YUBERO, Fernando, A mar abierto, (Poesía 1973-2003), Elsa López, Madrid: Hiperión, 2006, 337 págs. Revista Nayagua, Madrid 2006.

GUIONES DE CINE Y TELEVISIÓN (TEMAS ETNOGRÁFICOS)

*Morir sin campanas, 1973.
*De topo en topo, 1974.
*Poema para el tiempo, 1976.

(Morir sin campanas, primera película de esta trilogía sobre Garafía, comarca al norte de la isla de La Palma, consiguió el Quijote de Oro en el primer Premio de Cine de Alcalá de Henares en el año 1975 y De topo en topo, la mención honorífica de La Cámara de Comercio de Las Palmas de Gran Canaria en el año 1977).

*Canarias Mágica, 1987. (Trece guiones sobre la historia, los mitos y las supersticiones en las Islas Canarias).

*El recodo del sol, La Palma: 1988.

*La isla de La Palma. Atlantes, TVE. Canarias, 1992.

PUBLICACIONES LITERARIAS

POESÍA:

*El viento y las adelfas. 1ª Ed. Juan Régulo, La Laguna, Tenerife, 1973. 2 ª Ed. La Palma, Madrid, 1987. 3ª Ed. La Palma, Madrid, 1993 y 4ª Ed. Instituto de Estudios Hispánicos de Canarias, Tenerife, 2005.

*Inevitable Océano. Torremozas, Madrid, 1982.

*Penumbra. Tagala Ediciones, Tenerife, 1985.

*Del amor imperfecto. Premio Internacional de Poesía Ciudad de Melilla 1987.
Rusadir, Málaga, 1987. 2ª Ed. La Palma, Madrid, 1989.

*La Casa Cabrera. La Palma, Madrid, 1989.

*La Fajana Oscura. Premio Internacional de Poesía Rosa de Damasco 1989. DarTlass Ediciones, Damasco, 1990. La fajana oscura / Elsa López; [traducción, Rifaat Atfé]. Madrid: La Palma, 1991.

*Cementerio de elefantes. Gobierno de Canarias, Islas Canarias, 1992.

*Al final del agua. Julio Castro, Tenerife, 1993.
*Tránsito. La Fábrica Libros, Tenerife, 1995.

*Mar de amores. XII Premio Nacional de Poesía José Hierro 2001. Universidad “José Hierro” de San Sebastián de Los Reyes, Madrid, 2002.

*A la Virgen de las Nieves: siete poemas. Isla de La Palma: [s. n.], 2000. Ed. numerada (111).

*Quince Poemas (de amor adolescente). Aula Poética Casa del Inca, Montilla (Córdoba), 2003.

*La pecera. Aristas de Cobre, Córdoba, 2005.

*A mar abierto (Poesía 1973-2003). Hiperión, Madrid 2006

*Travesía. XIII Premio de Poesía Ciudad de Córdoba “Ricardo Molina” 2005. Hiperión, Madrid 2006.

*De la A a la Z Canarias. Editorial Everest, León, 2008.

*Ofertorio. Ediciones Idea, Tenerife, 2008.

*A la Virgen de Las Nieves Cartas Diferentes Ediciones, Isla de La Palma, 2015.

*Viaje a la nada. Hiperión, Madrid (2016).

Sus poemas han sido traducidos al árabe, francés, inglés, italiano, neerlandés y portugués y parte de su obra poética ha sido incluida en antologías nacionales e internacionales

ANTOLOGÍAS POÉTICAS:

*Magarzas. Litoral Elguinaguaria, “Cuadernos del Atlas”, Lanzarote, 1997.

*Ministerio del aire (Antología 1973-2003), Baile del sol. Colección Plenilunio, Tenerife 2003.

*Solo de amor. Antología de poemas de amor. Ediciones Idea, Tenerife, 2008.
En Publicaciones:

*“Nieve transparente”: Poesías Murales a Nuestra Señora de las Nieves, Cartas diferentes Ediciones. Isla de La Palma 2015. Edición e introducción de Víctor J. Hernández Correa

ANTOLOGÍAS DE POESÍA DONDE HA SIDO INCLUIDA SU OBRA POÉTICA:

*Idafe: ocho voces solidarias. Centro de La Cultura Popular Canaria, Tenerife, 1999.

*Bestiario: Gatos, gatos, gatos. Eneida, Madrid, 1999.

*Amanecer por los Arcos de Viana. Los Cuadernos de Sandua, CajaSur, Córdoba 2003.

*Las flores del yodo. Generalitat Valenciana, 2001.

*Diccionario bibliográfico de la poesía española del siglo XX. Renacimiento, Sevilla, 2003.

*En pie de paz (Escritores contra la guerra). Editorial Plurabelle, Córdoba, 2003.

*Pólvora blanca Antología de poetas por la paz y contra la guerra. Colectivo abierto de poetas cordobesas. Córdoba 2003

*El origen del mundo. Hiperión, Madrid, 2004.

*Tan mortals, tan divines. Ajuntament del Prat de Llobregat, El Prat de Llobregat, 2005.

*Final de Entrega. Antología de poetas contra la violencia de género. (Coordinado por Balbina Prior). Colectivo Ediciones, Córdoba, 2006.

*Poesía canaria contemporánea.: antología. (1940-1990). Miguel Martinón [Santa Cruz de
Tenerife: Idea (colección Letras insulares), 2009.

*Constelación Canaria siglo XX. Carlos Álvarez. Gobierno de Canarias y Gabinete Literario. Gran Canaria 2009

*Madrid en los poetas canarios. Gobierno de Canarias. Las Palmas de Gran Canaria, 2010

*Voces de papel “Canción de cuna para dormir bajo tierra a Miguel Hernández”. Instituto Cervantes, Lyon-Málaga 2010

*Últimas elegías a Miguel Hernández. Poesía desde Canarias (Fundación Canaria Archipiélago MMXXI Edición y compilación: Javier Cabrera. “El quinto toro”: [pp. 147-150]. / Dirección General del Libro. Gobierno de Canarias, Islas Canarias, 2010). Segunda Edición: Editorial Mercurio, 2017) (pp. 191-194).

*El grupo de La Palma (1990-2011): poetas de una sola isla. [Introducción, Ernesto Suárez.
[Selección y prólogo, Nicolás Melini]. Editorial: Santa Cruz de Tenerife: Idea, d. l. 2012, pp.
La llama silenciosa (Poetas canarios en El Hierro) WPM World Poetry Movement. Las Palmas de Gran Canaria, 2012

*El abrazo del Nogal de Daimuz. Antología Lorquiana 2016-2018 en Homenaje a Federico García Lorca. Tomo II, Editorial Juglar en Ocaña. Toledo 2017. (pp. 101).

*Félix Francisco Casanova. In memorian. Compilación de Juan Calero Rodríguez. Ed. Cuadernos de La Gueldera, Las Palmas de Gran Canaria, 2017.

*Autores en La Palma. Selección de Juan Calero Rodríguez. Cuadernos La Gueldera, Las Palmas de Gran Canaria, 2016. DL: GC 284-2016 (Págs. 11-25).

*Recital Poético “Luis Natera” Ediciones NACE, Guía de Gran Canaria, 2015
ISBN 978-84-944783-0-7

ENSAYO:

*Bio-Bibliografía de José Pérez Vidal, Las Palmas de Gran Canaria. Instituto Canario de Etnología y Folklore. Las Palmas, 1983.

*España canta. Dirección General de Cooperación Cultural, Servicio de Difusión del Español. Ministerio de Cultura. Madrid, 1990.

*Buscando España. Asesora en el tema de Canarias. Dirección General de Cooperación Cultural, Servicio de Difusión del Español. Ministerio de Cultura. Madrid, 1991.

*Homenaje a José Pérez Vidal. “¡Y no ver el mar…!” Nota biográfica y bibliografía en (edición al cuidado de Carmen Díaz Alayón). Excmo. Cabildo Insular de La Palma et al. La Laguna (Tenerife, 1993).

*Crítica de la razón valorativa. Filosofía de las emociones y de la comunicación. José Antonio Baeza Betancort; Lourdes García Averasturi y Elsa López. “La filosofía entre la razón y la emoción o la poesía como sistema filosófico” (pp.127-134) y “La poesía como medio de comunicación existencial” (pp.167-173). Fundación Canaria Mapfre Guanarteme. Las Palmas de Gran Canaria, 2012

NARRATIVA:

*Diego Hidalgo. Memoria de un tiempo difícil. Alianza Editorial, Madrid, 1986.

*José Pérez Vidal: Biografía de un etnógrafo canario. Cabildo Insular de La Palma,
La Palma, 1987. 2ª Edición: 2007.

*El corazón de los pájaros. Editorial Planeta, Barcelona, 2001.

*Tenerife. La memoria del agua. Editorial Darana, Murcia, 2004

*El Hierro: La isla del fin del mundo. Editorial Darana, Murcia, 2006

*Las brujas de la isla del viento. Ediciones Idea, Tenerife, 2006 2ª, 3ª y 4ª Edición, 2007

*El Viaje. Cam-PDS Editores, Las Palmas de Gran Canaria, 2008.

*Una gasa delante de mis ojos. Ediciones Idea, Tenerife, 2011

CUENTOS

*“Las gordas se bañan al amanecer”. Mnemósyne. Revista del Festival Internacional del Cuento. N 2 Separata. Diciembre 1999, Los Silos Tenerife

*“Castillito de papel”. Narradores en La Palma por Amnistía Internacional. Ediciones Alternativas. La Palma 2006

*“El sueño”. Mujeres que sueñan. Selección y Prólogo Jesús Aguado. Puerta del Mar. Málaga 2007

*“El último gol”. Riqui-Raca 1.0 cuentos del fútbol canario. [Editor literario, Ayoze Suárez]. [Candelaria, Tenerife]: Nectarina Editorial, 2010, pp. 77-84.

*“Alfonsina y yo”. Doble o Nada (Prólogo de Enrique Vila Matas), Huerga Fierro Editores, Madrid, 2010

PRÓLOGOS

La Palma, isla de las estrellas 1995
Edición e Introducción La Poesía escrita por mujeres y el canon. Edit.Cabildo Insular de Lanzarote, Lanzarote, 1998.
Un mundo de gatos. Bestiario: Gatos Gatos Gatos. Edición Margarita Hierro. Ediciones Eneida, Madrid, 1999.
Las décimas de Adrián Candelario 2000
Poesía Satírica y burlesca. Agustina González y Romero, “La Perejila”. Ediciones Idea, Tenerife 2002
La imagen que me queda. Jesús Bombín. Un editor en la isla. Cabildo de Gran Canaria. Las Palmas 2003. Pág. 123
Gorki en azul
Japonesas 2004
Ejercicio fuera de clase para Talia Luis. Goteras. Talía Luis Casado. Ediciones Escalera, Madrid, 2007.
Un tiempo y un espacio para las rosas de Pepa Poch. Realidad Mágica. Pepa Poch. Realidad Mágica. Ediciones del Umbral, Madrid, 2002.
El lenguaje del mar en Pepa Poch. La mar salada de Pepa Poch.
La Supervivencia de Pepa Poch. Survivors Pepa Poch. Europa Museum Conceptual Art. Editorial Bertuch, Barcelona, 2007.
Prólogo a la nostalgia de Chema Muñoz. Se me llena de magua la nostalgia. Poemuz Editores, Madrid 2012.
Palabras para otro amanecer, 2008
A una cierta edad como la de Antonio Carmona 2009
Breña Alta: el valor de la memoria
El baile de las lagartijas 2011
El mundo de María Cruces
El erotismo en la obra de Rosario Valcárcel 2010
El mejor de los encuentros Encuentros en Sambara

El Olivo y la flor del ciruelo: La estancia de San Mao y José María Quero en la isla de La Palma. Manuel Poggio Capote. “Esa mujer que posa en silencio” Prólogo de Elsa López. Legajos del Concejo n.º 2. Ediciones del Cabildo Insular de La Palma, 2014. ISBN: 978-84-87664-80-9

Cuentos desde la celda. Séptimo volumen. Premio «Ángel Guerra» de Relatos. 2016. Prologo Elsa López. (Págs. 13-20). Ed. Fundación Mapfre Guanarteme, Las Palmas de Gran Canaria, 2016. ISBN978-84-15654-72-8.

PUBLICACIONES EN REVISTAS

“La isla de La Palma”. Geo. Especial Canarias. Tenerife, 1995.

Revista literaria Baquiana. Año V, nº 29/30 Mayo-agosto 2004. Miami (Estados Unidos)

Reflejos Revista cultural de Fundación Espejo nº 2 septiembre 2004. pág.

Revista de la Academia Norteamericana de la lengua española (RANLE) Vol.1 – Nº 1-2 – 2012. Nueva York (Pág. 213)

Litoral, 254 Líneas Marítimas. Revista de Poesía, arte y pensamiento (Pág.48)

Antonio García Ysabal nos trae noticias de África, Seixo Review Artes y Letras Nº. 9. Portugal. Invierno 2008, [Pps. 68-75].

Me han venido a la memoria, “Estudio” curso 2001-2002, Mayo 2002. Madrid, 2002. [pags.12-15] ——–, Mi señorita Kuki. “Estudio” Boletín de Actividades. Nº 15. Centenario de Carmen García del Diestro (1908-2001). Madrid, Febrero de 2009

Isla Negra 8/320 Casa de poesía y literaturas julio – 2012- Especial Publicación inscripta en el Directorio Mundial de Revistas Literarias UNESCO Miembro fundador del Movimiento Poético Mundial http://revistaislanegra.fullblog.com.ar – Homenaje de los poetas de Canarias y de Isla Negra

Medina Azahara El Monte de La Novia. Poesía. Selección de poemas y nota a la edición de Antonio Rodríguez Jiménez. Editorial Almuzara, Córdoba 2008 [Pág. 69]. ISBN 978-84-96968-75-2

Españoles con salacot. África Subsahariana como lugar de emigración (1936-1975)
Catálogo. Textos: Germán Santana Pérez y Elsa López Fundación Canaria Mapfre Guanarteme ISBN 978-84-88779-93-9

Hércules Cultural Revista nº. 13 Octubre-Noviembre-Diciembre 2016. Ed. Asociación Hércules cultural. Algeciras (Cádiz), 2016 (Págs. 4-5)

Poeta en Nueva York, Poetas de tierra y luna. (Varios) Prólogo de Eutimio Martín Colección Tabacaria. Poesía. Karima Editora.2017.

Estación Poesía 12 (Varios). Editorial Universidad de Sevilla. Sevilla, Invierno 2018.

El gofio y su memoria

El universo de las mascaritas 2003

El Ateneo de Madrid

Viridiana

La otra mirada de Alberto García Alix Enero 2008-02-17

Alexis y los territorios del cuerpo

Cecilia Domínguez Luis

Tres días en Chicago

Enrique Bronx: una profesión de fe

Gonzalo González (Los secretos del laberinto)

Jorge Lozano Van de Walle: la mirada de la nostalgia

Julio Nieto y las heridas del metal

Pepa Poch: una superviviente 2008

Pepe Dámaso: el arte de vivir y de comerse el mar

Álbum de vida de Poldo Cebrián

PUBLICACIONES EN EL CAMPO DE LA ANTROPOLOGÍA

*Estudio antropológico-social de una comunidad campesina en la zona de Garafía, al norte de la isla de La Palma. Acofar, nº 12. Año XV, págs. 13-19. Madrid, 1976.
*Identidad rural y etnicidad insular. Actas 2º Congreso de Antropología de Madrid, págs. 213-217. Asociación Madrileña de Antropología. Madrid, 1981.
*El Serinoque: música y poesía popular en la isla de La Palma. Revista de folklore nº 15, págs. 71-79. Caja de Ahorros Popular. Obra Cultural. Valladolid, 1982. Aparece una publicación anterior con leves variaciones fechado en Madrid, Mayo, 1981 probablemente en un cuadernillo de antropología del Museo de Antropología de Madrid (?).
*La simbología en la medicina popular: el viento como metáfora de la locura. Arxiu d’etnografia de Catalunya, Vol. I págs.125-151, Tarragona. Departament d’Antropología Cultural. Institut Catalá D’Antropología. Tarragona, 1982.
*Expresiones simbólicas a través de un ejemplo de arquitectura popular en un pueblo de Ávila. Alcaveras nº2, págs. 2-6. Asociación Madrileña de Antropología. Madrid, 1983.
*Evaluación de la percepción de la problemática de la salud. Revista española de investigaciones sociológicas nº 23, págs. 141-158. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Madrid, 1983.
*Bio-Bibliografía de José Pérez Vidal, Las Palmas de Gran Canaria. Instituto Canario de Etnología y Folklore. Las Palmas, 1983.
*Símbolo y Realidad en la canción de cuna. Instituto de Sociología “Jaime Balmes”, págs. 629-635. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Madrid, 1984.
*II Congreso Iberoamericano de Antropología (Motivos para una reflexión). (Coautora), Alcaveras nº 3, págs. 24-25. Asociación madrileña de Antropología. Madrid, 1984.
*Los símbolos en la medicina popular. Alcaveras nº 4, págs. 2-10. Asociación Madrileña de Antropología. Madrid, 1984.
*El viento como metáfora de la locura en las Islas Canarias. Jano, vol. XXX, nº 717, págs. 72-83. Madrid, 1986.
*La simbología en la medicina popular canaria. Revista de Dialectología y Tradiciones Populares. T. XLII (117-140). Madrid, 1987.
*Arquitectura y espacio canario; forma y color como signo en El Tablado (La Palma). Biblioteca de Dialectología y Tradiciones Populares. T. XXIV. Págs. 89-108. Consejo Superior de Investigaciones Científicas. Madrid, 1990.
*España canta. Dirección General de Cooperación Cultural, Servicio de Difusión del Español. Ministerio de Cultura. Madrid, 1990.
*Buscando España. Asesora en el tema de Canarias. Dirección General de Cooperación Cultural, Servicio de Difusión del Español. Ministerio de Cultura. Madrid, 1991.
*Y no ver el mar. Homenaje a José Pérez Vidal págs. 31-39 Las Palmas 1993
Bibliografía de José Pérez Vidal. Homenaje a José Pérez Vidal págs. 41-49 Las Palmas 1993
*La sabiduría popular en la arquitectura. Basa nº 16, Colegio de Arquitectos de Canarias. Tenerife, 1994.
*La isla de La Palma. Geo Especial Canarias. Tenerife, 1995.
*La Palma. National Geographic. Barcelona, 2007

Literatura Universal (LIE)

1º Bachillerato

Elsa López SA

IES Arico

Cecilia Domínguez

Texto: Mari Nieves Pérez Cejas

CECILIA DOMÍNGUEZ LUIS

1948 

“Acaso un día
romperemos la piel de los adobes
y nuestros dedos
poseerán la espuma.”

 

Cecilia Domínguez Luis nace en La Orotava (Tenerife) en octubre de 1948. Licenciada en Filología Hispánica, es autora de dieciocho libros de poemas, incluidas varias antologías, seis novelas y un libro de cuentos. Asimismo, esta escritora ha construido un universo narrativo que comprende tres libros de cuentos y varias novelas dirigidas al público infantil y juvenil, público con el que mantiene un contacto permanente en sus continuas intervenciones en los centros educativos de las islas. Entre estas obras se encuentran Raúl y Mónica y su devenir adolescente en La luna en el agua (2010), el viaje a la actualidad de Los niños de la lata de tomate (2012) o Mientras maduran las naranjas (2009), libro en el que la autora se acerca a la memoria de la Guerra Civil en el archipiélago.
Cecilia Domínguez Luis ha participado como ponente en diversos congresos nacionales e internacionales de Lengua y Literatura, así como en encuentros de poesía, dentro y fuera de las islas. Asimismo, ha pertenecido a varias redacciones de revistas literarias (Fetasa, Cuadernos del Ateneo, ACLrevistaliteraria) y ha colaborado en diversos suplementos culturales.
Fue presidenta del Ateneo de La Laguna durante los años 1999 y 2001. En junio del 2011 se convierte en una de las primeras escritoras en ingresar en la Academia Canaria de la Lengua y en junio de 2013 es nombrada miembro del Instituto de Estudios Canarios. Dos años más tarde recibe el Premio Canarias de Literatura, siendo, junto a María Rosa Alonso, la segunda escritora en alzarse con este reconocimiento a su amplia y significativa trayectoria. Esta dedicación a la literatura aún continúa, pues Cecilia Domínguez mantiene viva su pasión por la escritura, una pasión que, citando al poeta Luis Feria, responde a “una sed que no acaba”.

★ DE PORQUE SOMOS DE BARRO

Siento cada latido de la tierra
en un compás de fuego,
y una raíz se hunde,
entre manos de hombre y la promesa
de árbol indestructible.
La voz que no renuncia
escala cada sombra,
acumulando claridades nuevas.
Golpes de mar lejanos,
que denuncian la roca, disgregando
su fin en cada orilla.
Aleteos de lluvia entre las piedras,
que no sienten el parto
de días intemporales.
Y me uno al viento de los vientos claros
de una montaña nueva,
y ruedo con la tarde, a la redonda
espera. Me sumerjo,
y habito cada hora en el péndulo,
hasta el segundo en punto
en que amanezco.

★ DE OBJETOS
PUERTA
Algo detrás de ti.
Quizás la extraña nota
que no logré encontrar
aquella tarde,
o los labios de un río
que no sabe de ramas
ni de océanos;
el silencioso tiempo
de un corazón que sueña
ser abrazo,
o el enemigo fiel de lo que amo.
Algo.
Quizás la guerra
sin ventanas
o un puente desgranado
sobre cuatro horizontes;
el ir palideciendo
noche a noche
o el llenarse de horas
con un beso.
Algo, detrás de ti,
que no me espera.

★ DE PRESAGIOS DE SUEÑOS EN LAS GARGANTAS DE LAS PALOMAS

La vieja casa revivió en las esquinas.
Ya no era.
No quería ser junto al agua,
en el último extremo de los ojos
ni al centro de la mesa,
donde sólo se oía
aquel batir de platos y de números.
Un gran caldo de sueños
humeaba en la hoguera sin abrazos.
Los músicos enanos se disponen
para la gran celebración de la nada.
El hombre piedra de la noche
llega a la puerta.
—Todos están arriba— dije,
y los cristales
no dejaron entrar a la lluvia.

★ DE UN CIERTO SABOR ÁCIDO POR LOS DÍAS VENIDEROS
EVA
En su primera crisis de locura
recorrió la alameda
abrazando los árboles desnudos.
Luego pintó sus labios
con un carmín barato
y sonrió a la luna
en una noche eternamente suya.

ASESINATO
Sabía demasiado
y bajó sus pupilas delatoras
hacia el café con leche matutino.
Ella hojeaba entonces el periódico
y sofocó su asombro
bajo una servilleta de papel. Última hora:
Sucesos: muere un sueño
a manos de un reloj desconocido,
7 a.m. en punto, lunes, doce.

TARDE
Volcó a sus pies el oro y el incienso,
los pájaros de púrpura,
los peces del estanque sombrío,
una tarde otoñal marcada en rojo,
un sueño y una noche perdidos para siempre.
Ella miró a lo lejos
sonriente, ceñida de otro tiempo en la bruma
y se alejó despacio,
dejando en cada huella
un vacío infinito.

★ DE VÍSPERAS DE LA AUSENCIA
ATROPOS
Dime si algún día llegarás con tu carruaje
y huirá con nosotros tu corazón contradictorio,
lejos de las temibles ciudades
y los océanos oscuros.
Si pasarás por nuestros sonoros corredores
y se prometen paraísos cariciosos y tibios.

Es cierto que tememos, en la penumbra, tu mirada vacía
y que no nos consuela saber
que estás detrás de cada pupila que sonríe.

Dime a qué hora llegarás, fingiéndote inocente,
a descubrir nuestros placeres furtivos
y a esperar en silencio
el primer temblor de quien te reconozca.
Dime si amas acaso
cuando cortas los hilos de tu infinita rueca.

—Y ella tejía, con una canción mansa,
nuestro ronco rumor—.

★ DE OTOÑO DE LOS DÁCTILES VELOS
LLEGADA JUBILOSA DE NMOSINE
Escuchamos su arribo feliz al puerto luminoso.
Huésped de la espuma y la hierba,
deposita su savia liberada
en el lecho de las pardelas.
Con el rostro desnudo a la calidez de los astros
reclama nuestro ronco temor,
el vuelo suspendido en la rama incolora del aire.

Mira la tierra
donde depositamos nuestra semilla triangular
que, apenas fruto, se desangra en el barro.
Y es que nadie se atreve a morder la manzana,
hemos olvidado las hermosas canciones
y negado el gesto y las voces del júbilo.

Ella asciende
sobre nuestras cabezas vencidas
y recuerda los salmos sepultados
en nuestros corazones silenciosos.

Nuestro deseo surge y se desata en lunas.
Toda la lluvia tiene la altura de sus ojos.

★ DE FÁBULAS Y OTROS DESCONCIERTOS
PULGA TRAS LA OREJA DE ADONIS
No tengo el más mínimo
propósito de amarte.
Y mis antecedentes son magníficos.
Pregunta en los teatros,
en todas las tabernas de los puertos,
en las calles del mar,
en los parques antiguos.

Sí, no te amo, pero
es que me vence
la vocación de salto a caja abierta
y me gusta tu piel.

Quizás fuera prudente renunciar.
—Temo tus manos ágiles
sobre mi cuerpo— pero
ese aroma tan cálido
y tu vello ofrecido
en esta oscura complicidad del cine…

Oculta bajo el botón de tu camisa
esperaré el momento
de tu cuerpo desnudo
entre las sábanas.
Entonces saltaré
y serás mío
hasta que mi muerte nos separe.

★ DE Y DE PRONTO ANOCHECE
ARRIBO
Amanece,
la nave llega a puerto.
La ciudad se abre al mar.
No olvidemos el árbol ni la fruta.

★ DE ASÍ EN LA TIERRA
VERANO
El mar nos dio su claridad primera
y dolían los ojos
contemplando las olas luminosas.
El sol, esa mañana, fue un resplandor marino
y olvidamos el árbol al recibir la espuma.

Era así la estación:
los labios y la sal reconociéndose
en su primer abrazo sobre el tiempo.

★ DE SOLO EL MAR
MAR EN REFLUJO
Anoche acariciabas, lascivo, los hombros de las dársenas.
A veces, en abrazo violento, las cubrías
y esperabas un aluvión de sed que reclamase, ansioso, tu oleaje.
Ella llegó, y se tendió, desnuda, sobre el lecho de arena.
Con los ojos abiertos, esperó tu deseo
cantando, con las piedras, las melifluas canciones
de las naves fantasmas.
La luna iluminaba su pubis ofrecido
y la hoguera engendraba, de nuevo, un ave fénix
que volase, sin tregua, sobre su piel despierta.
Entonces penetraste su cuerpo entre las algas tibias
y ella te amó, y se amaron, crueles e irredimibles,
con la angustia de amar
como se ama en el último instante de la vida.
El anuncio del alba te devolvió a la sed de las mareas
y, agotado de ardor, te retiraste al bajamar más hondo.

★ DE DOCE LUNAS DE EROS
ENERO
24-25

SOBRE el lecho
un amante pregunta
por la caricia que lo aturde.
Una mano
desciende suavemente.

31
LA NOCHE ha sido hecha
para que los dioses lujuriosos bendigan nuestros cuerpos.
La mañana
nos descubre las huellas
sobre la piel que espera
a que llegue el ocaso.

★ DE PARA CRUZAR LOS PUENTES
XIII
He aquí el precio que fijamos
para cuando sea la hora
de atravesar el puente:
Mil estandartes ondearán
bajo las cuatro lunas
y pastarán cien bueyes
al pie de las colinas.
El humo de la hoguera
esparcerá su olor a ámbar y sándalo
y nublará los ojos
de los que aún nos miran.

Será al filo del día.
Sólo se oirá el mar.

★ DE CUADERNO DEL ORATE
SEGUNDO MES
Día 13
Mi memoria es un lugar oscuro
donde, de vez en cuando, surge el llanto o la risa.
Tú, en el lugar de la niebla, te difuminas entre crepúsculos de galaxias ignotas
pobladas de cráneos de elefantes, y conchas que tienen nuestros rostros.
Seguramente haya un gran dios
que ordene que la tierra se cubra de vapores y túneles,
y mujeres que hagan nacer afilados cuchillos de sus vientres
para defender a ángeles del tamaño de un pez o de un olivo.
Yo sólo sé que cada madrugada me asombra esa distancia que del cielo nos llega.

★ DE INVENTARIO (inédito)

INVENTARIO PARA TRES MUJERES

Dos mujeres, a la orilla del mar,
hablan.
Una de ellas, ayer, atravesaba un puente,
la otra dibujaba un andén.
El mar batía leve.
Dos mujeres, a la orilla del mar,
hablan.
Sus voces se asemejan a un aleteo de aves
o al hervor de la espuma.
Pasean por la playa
niños, hombres, mujeres
y algún dios distraído.

Dos mujeres, a la orilla del mar,
hablan.
Lejos, otra mujer descubre una canción
sobre puentes y andenes.

Sigue batiendo el mar.

★ DE LA PIEDRA Y EL OBÚS (inédito)

IX (La piedra)

La mujer coge el fruto.
El hombre coge el fruto.
Curten, hombre y mujer, las pieles
y se asustan los dos con las tormentas.
En las noches de estío
reposan bajo el cielo raso
y se preguntan por qué no les es dado
habitar en el domo que los cubre,
por qué ese miedo al sol y a los relámpagos.
Por qué su amor al árbol y a la lluvia.

Ignoran que están hechos
a imagen y semejanza de la tierra.

★ DE MIENTRAS MADURAN LAS NARANJAS
Aquella mañana nos despertó un repique de campanas. Estaban tocando en todas las iglesias del pueblo. ¡La guerra había terminado! Mucha gente se echó a la calle y se organizaron desfiles donde iban los de la falange con el brazo en alto y cantando a toda voz la victoria de Franco y los suyos.
Nosotras permanecimos en casa y yo volví a sentir miedo. Todo había terminado pero, ¿y los tíos? ¿Regresarían por fin?
Tocaron a la puerta y yo me sobresalté, corno siempre. Cualquier golpe en la puerta era para mí el anuncio de algo malo y aquel día no me equivoqué. Habían apresado a mis tíos en Valencia. No les había dado tiempo a huir en un barco y ahora los devolvían a Fyffes.
—Al menos podremos verlos —dijo nuestra madre —. ¿Y Nicolás?
—No, a él aún no lo han trasladado.
El muchacho que había traído la noticia trabajaba con el antiguo jefe de mi tío Juan y nos informó de que había sido él quien lo había mandado con el recado.
—Dile que le estamos muy agradecidos —le dijo mi madre al despedirlo.

Fue muy triste no poder abrazarlos cuando aquel fin de semana pudimos ir a verlos.
Salieron juntos y nos sonrieron con una alegría que nos hizo olvidar por un momento que estaban presos. Pero allí estaba el muro y los dos metros de pasillo que nos separaban, y la algarabía de voces que apenas permitían comunicarnos.
—¿Están bien? ¿Seguro que están bien? —repetía mi madre.
Tía Amalia había llevado a Berta y a Daniel que, cuando vieron a su padre, abrieron mucho los ojos como si se asombraran de reconocerlo y luego, Daniel empezó a poner caras muy raras y rompió a llorar.
—Llévatelo fuera —me pidió mi tía a punto de llorar ella también.
Yo levanté la mano en un gesto de despedida y mis tíos, sonriendo, me dijeron adiós.
— ¡Adiós, muchachita, hasta la vista!
Cogí a Daniel en brazos, salí del empaquetado y respiré hondo. Había olvidado aquel olor a humedad y a rancio que sentí en la primera visita, hacía ya casi tres años, y el volver a respirarlo me produjo náuseas.

El soldado de la puerta me miró muy serio. Tenía el rostro muy moreno, como quemado por el sol de muchos días, los ojos hundidos y cansados, y apretaba los labios como si quisiera esconder algún secreto.
No me dijo nada. Solo me señaló un banco de madera que estaba adosado a una de las paredes del pasillo de entrada.
Me senté y puse a Daniel a mi lado. Aún lloraba y entonces lo senté sobre mis rodillas.
— Si dejas de llorar te cuento un cuento muy bonito de un niño y un caballo…
—Mejor es que lo saques fuera —me dijo el soldado. Y, por el temblor de su voz, pensé que él también estaba a punto de echarse a llorar.
Salí y fui hacia un descampado que estaba al lado de la prisión y, para entretenerlo, empezamos a coger piedras y a tirárselas a una lata oxidada que había por allí.
No pasó mucho tiempo cuando vi que estaban saliendo todos. Ya se había acabado la visita. Tía Amalia, del brazo de mi madre, se enjugaba las lágrimas con un pañuelo. Lupe tenía los ojos bajos y los labios apretados y Berta miraba a un lado y a otro como si buscara algo con desconsuelo.
—No te preocupes, Amalia. Yo iré con Maria. Hemos recogido firmas, hasta la del obispo. Seguro que lo conseguimos

★ DE DÍAS DE ABRIL
EL MAR, LA MAR
Cuando notó el tirón del sedal entre los dedos, Gabriela sintió como un bullir de alas en el estómago. Ni siquiera tuvo voz para decírselo a su tío que, a su espalda, en la popa de la barca, fumaba una vieja pipa mientras esperaba pacientemente a que algún pez despistado, curioso o hambriento, mordiese su anzuelo.
Se preguntó si Santiago, el protagonista de “El viejo y el mar”, una novela que había leído el curso pasado en el Instituto, habría sentido la misma sensación cuando pescó su primer pez. Él también decía la mar, como su tío. Recordó entonces, casi punto por punto, las palabras que aquel viejo pescador se decía a sí mismo mientras esperaba su gran pez:”…Cada día es un nuevo día. Es mejor tener suerte. Pero yo prefiero ser preciso. Luego, cuando venga la suerte, estaré dispuesto”.-
Ella también lo estaba. Además, le había costado mucho convencer a su familia, sobre todo a su madre, de que lo que ella quería ser era pescadora. Pero no de orilla, como su abuela, ni tampoco de las que venden pescado en el mercado. No. Ella quería salir a pescar en un barco, como lo había hecho su padre y ahora su tío.
No pudo evitar cierto remordimiento cuando vio que la preocupación y la tristeza afloraba a los ojos de su madre.
– El mar es muy traicionero. Cuando menos te lo esperes te tragará. No quiero que vayas y te pase como a tu padre. Además, eres una…
– Sí, ya sé que me vas a decir que soy una chica y que la mar es cosa de hombres. Pero todo cambia, mamá, y ya las mujeres tenemos más oportunidades para hacer lo que creemos que somos capaces. Tú sabes que hay mujeres albañiles, cirujanas, físicas, toreras… Y, por ahora, sólo voy a ir con el tío. Él me enseñará todo lo que conoce del mar y de la pesca y tú sabes que, después de lo de papá, no se aleja mucho de la costa.
– Sí, claro… Pero yo sé que te entrará el “veneno del mar” y ya nada podrá quitártelo de la cabeza.

Aunque Cecilia Domínguez no se encuentra del todo conforme con su primer libro de 1977, Porque somos de barro, un libro sincero y espontáneo, según ella misma indica, este es un poemario que muestra ya una concepción poética que irá desplegando en años venideros mediante una voz que, con reverberaciones musicales, procura anunciar los paisajes que el ojo mira o sospecha y que la poeta vive o imagina. Una voz que busca el más allá de lo visto y de lo vivido y que tiene la capacidad de palpar entre el barro los sentimientos. con ello se está procurando decir que sus poemas son auténticas revelaciones de una poeta que va construyendo universos en los que ella pueda habitar, siquiera por un instante. Hay una íntima relación de la poeta con la naturaleza. Esa correspondencia será uno de los más significativos signos de esta autora: en el encuentro del yo con las cosas encuentra la plenitud. Y va en busca de la plenitud a partir de un punto que se halla marcado por las sombras de la soledad y de la ausencia. Son bastantes los poemarios en donde la idea del viaje prevalece. Pero siempre, siempre, en esa andada travesía habrá ansias de regresos ideales: regreso de amanecer, de vida nueva en la que se junten, por fin, al amante con la amante que espera. Es una espera intemporal que no podrá medirlo ninguna circunstancia porque el poema se ha plegado a las enigmáticas leyes del mito. El sujeto poético se convierte en centro, y hacia él se envía cualquier agente propicio o adverso: el viento que separa y aleja, la noche que calma y pide silencio. La llama cuyo fuego enciende pasiones, el mar que sirve de lecho… En fin, Cecilia Domínguez ha fundamentado y modulado una concepción poética personal. Su voluntad de no quedar incluido en ningún grupo revela su vocación de mantener un quehacer poético –y literario- sin anclajes a marcas con “denominación de origen”.
JUAN JOSÉ DELGADO

El suyo (sobre Profesión de fe) es pues un libro importante, la absoluta madurez de quien recibió el último Premio Canarias de Literatura, concedido en 2015. En su lírica brilla el grano limpio y brillante después que la saranda cerniera el tamo para resolver en un poema de cuatro versos un estallido de realidad, cosecha de cereal literario de primera calidad.
Queda claro que la verdadera profesión de fe de Cecilia Domínguez Luis, una de las voces capitales de las letras isleñas y del idioma en general, es la mera poesía. Queda leído que es una mujer que no levita si no es para descreer de batallitas pasadas como creencias inmutables de generación en generación, de milenio en milenio, apuntaladas por el miedo del humano a morir sin más. Una poeta que devuelve a la especie humana, a la tierra, al páramo, al mar sobre los trigos, al barro y a la arena la propiedad divina de la que han sido enajenados por el gran ausente, que es como lo suele llamar. “Ni salmos ni sangre derramada/sin campanas al vuelo./hoy solo nos redime/el canto de los pájaros al alba.”
ÁNGEL SÁNCHEZ

Cecilia Domínguez habla sobre mujer y literatura canaria en una entrevista realizada por el periodista Manuel M. Almeida para la revista Dragaria con motivo del Día de las Escritoras 2017. La entrevista en su totalidad puede leerse en el siguiente enlace:
https://dragaria.es/dia-escritoras-2017-16-autoras-canarias/2/
Asimismo, la autora habla sobre la poca presencia de escritoras en la historia de la literatura en el marco de las jornadas “Bucio 2017 – II Foro Tamaimos”, organizadas por la Fundación canaria Tamaimos en colaboración con el Ayuntamiento de Agüimes.
“Islas, mujer y literatura”, charla impartida por Cecilia Domínguez en Agüimes en el 2017.

Islas, mujer y literatura (charla sobre la invisibilidad de las mujeres en la literatura).

➢ La pasión de los días, el blog de Cecilia Domínguez Luis.
http://ceciliadominguezluis.com/

➢ Entrevista a Cecilia Domínguez en Canal6 Teidevisión

➢ Entrevista a Cecilia Domínguez en Buenos Días Canarias 1:18:06 – 1:29:00

➢ Discurso de Cecilia Domínguez Luis en su ingreso en la Academia de la Lengua Canaria de título “Jóvenes y Literatura”
http://ceciliadominguezluis.com/academia-de-la-lengua-canaria/

➢ Discurso de Cecilia Domínguez Luis en el acto de entrega del Premio Canarias de Literatura 2015
http://ceciliadominguezluis.com/premio-canarias-de-literatura-2015/

➢ Entrevista realizada por Mª Nieves Pérez Cejas

A principios de abril de 2018 y en el marco del proyecto “Una constelación de escritoras. Voces para un archipiélago” contacté con la escritora Cecilia Domínguez Luis con el propósito, no sólo de conocer más sobre ella y sobre su obra, sino de acercarme a su labor como profesora de Lengua castellana y Literatura.

Cecilia Domínguez: «Recomendaría cualquier poema a la juventud porque no es necesario comprenderlo todo sino sentirlo. Hay tantas interpretaciones como lectores. No hay que tenerle miedo a la poesía.»

Para empezar esta entrevista nos gustaría conocer algo más sobre su vida. ¿Podría destacar alguna anécdota vital, algún recuerdo, quizás de la infancia, relacionado con la lectura o con el hecho de escribir? ¿Cuándo sintió inclinación hacia la escritura?
Para entrar en el mundo literario para mí fue fundamental “la noche de los molinillos”. Yo la llamaba así porque, cuando mi hermano y yo éramos pequeños, mi abuela molía café en la cocina y, a ritmo del molinillo, nos cantaba romances, nos contaba cuentos… Ese fue mi primer contacto con la literatura, a través de la oralidad. Sin saber aún leer, pues tendría yo unos cuatro o cinco años, empecé a escuchar historias… Esas historias se quedaron en mí hasta tal punto que, cuando crecí y aprendí a leer, parte de mi tiempo lo dedicaba a buscar esas historias en el papel…

Y en ese acercamiento a la literatura parece que el descubrimiento de Bécquer influyó de manera destacable en usted.
Sí, es cierto. Tenía nueve años cuando mi padre me regaló un libro de rimas de Bécquer. Claro está que enfrentarte con nueve años a las rimas de Becquer es muy duro, porque en muchos casos ni siquiera las entendía. Sin embargo, como me había acostumbrado a los romances de mi abuela, aunque no entendiera los versos en su totalidad, esa musicalidad de la poesía de Bécquer me fue atrayendo y me enamoré de él para siempre.

Entonces… ¿las poesías de Bécquer fueron más importantes en su infancia que cualquier otro libro de cuentos, por ejemplo?
Sí, sí. De hecho, me horrorizaban los cuentos que me contaba mi abuela porque ella me contaba los cuentos tal y como eran. Así que creo que los cuentos de mi abuela fueron culpables de que se despertara en mí la vocación como escritora. Mi abuela me contaba, por ejemplo, el cuento de Caperucita de Perrault y me explicaba cómo el lobo se comía a la abuela y a Caperucita y así terminaba la historia. Claro, yo me horrorizaba ante tan trágico final y se me ocurrió que yo podía salvar el relato. Mi lobo se comía a la abuela, pero a Caperucita le puse dos pistolas y así conseguí quedarme más conforme con el cuento. A partir de ese momento pensé que si podía cambiar el final de Caperucita, podía cambiar la realidad o incluso, contar la realidad que a mí más me gustara. Fue de esta manera que empecé a inventarme mis propias historias.

Pasemos a otra faceta importante en su vida: la docencia.
Fui profesora de secundaria hasta que cumplí los sesenta años cuando enfermé de cáncer y me jubilé. Yo creo que mi segunda vocación es la enseñanza. Siempre me gustó y disfruté mucho con ella… Además, me gustaba escoger a los grupos más difíciles.

¿De qué manera trabajaba con el alumnado la literatura y, sobre todo, la poesía?
Yo tenía mi propia forma de enseñar, lo que me ocasionó algunos problemas con los departamentos de lengua a los que pertenecí… Por ejemplo, nunca pedía lecturas obligatorias a mi alumnado. En cambio, todos los jueves los llevaba siempre a la biblioteca. Allí les preguntaba: ¿a ustedes qué les gusta leer? Y ellos iban respondiendo: a mí me gustan las novelas de guerra, entonces para ti el Diario de Ana Frank; y a mí las de amor, pues para ti Primavera de una esquina rota de Mario Benedetti… Así, cada alumna debía leer un libro sobre un tema de su elección para, tras la lectura, comentarlo en clase con el resto de sus compañeros. Con esto conseguí, por ejemplo, que El Diario de Ana Frank se lo leyera toda la clase, pues el alumno que lo leyó hizo tan buena propaganda del libro que el resto se animó a leerlo. Así que casi sin darnos cuenta habíamos creado un club de lectura. El alumnado comentaba el libro, decía qué le gustaba de la novela, qué no, qué personaje era su preferido… En definitiva, la lectura no puede ser nunca obligatoria porque pierde su esencia. Debemos acercarnos a ella por placer.
Es verdad que en aquella época yo solía impartir clase a los grupos de diversificación curricular. Así que el día que me tocaba dar poesía entraba a clase recitando las rimas de Bécquer. Además, intentaba aprovechar días relevantes, como por ejemplo, el día del libro para hacer alguna actividad que pudiera interesar al alumnado. Así, un 23 de abril repartí a los alumnos diferentes autores y autoras relevantes: Góngora, Quevedo, Carmen Martín Gaite… La actividad consistía en que cada uno debía interpretar al autor o a la autora que les hubiera tocado con el propósito de que después participaran en las clases de otros cursos recitando los versos de cada uno de ellos. Así conseguía que se acercaran a los escritores, los conocieran y se aprendieran sus textos. Para ellos era un juego y estaban aprendiendo literatura.
Había que inventarse cosas sobre la marcha. En otras ocasiones, cuando teníamos que trabajar gramática, elegía un poema para que el alumnado localizara todos los sustantivos. Después, debían cambiarlo por otros nombres abstractos, como un sentimiento o un deseo. El ejercicio daba como resultado versos como: “Me he sentado en la esperanza…” Así, el alumnado se aprendía los sustantivos y creaba poemas preciosos, conviertiéndose en poetas.

Esta experiencia con el alumnado no la ha abandonado por completo, porque ahora dedica parte de su tiempo a visitar institutos y a charlar con los y las estudiantes. ¿Qué le ofrece este contacto con el alumnado y que ofrece usted?
Yo creo que ellos me dan más a mí que yo a ellos. Yo aprendo muchas cosas porque los estudiantes son muy críticos. Por ejemplo, ver cómo reaccionan ante determinadas lecturas te permite saber cómo son ellos en realidad.

¿Considera que este contacto con los y las adolescentes ha influido de alguna forma en su obra?
Sí, sí, por supuesto. Mira, yo no creo en la literatura juvenil. Considero que un chico de catorce años puede leer, por ejemplo, La metamorfosis de Kafka. Por supuesto, su lectura será más o menos superficial, pero esto no importa. Lo que importa es la lectura. Y eso creo que debemos tenerlo en cuenta porque parece que estamos infravalorando el nivel del alumnado. Por otro lado, te comento que hace algún tiempo presenté un libro de Juan José Delgado, una recopilación de cuentos canarios contemporáneos. En la presentación me encontré con unos representantes de la editorial Alfaguara y me pidieron una novela para jóvenes. Así fue cómo surgió La luna en el agua. Yo tenía una historia en mente, una historia, por cierto, bastante truculenta, cuyo protagonista era un alumno de mi grupo de diversificación. Tras pedirle permiso al alumno, ficcioné la historia y la novela se acabó publicando. Pasó el tiempo y el año pasado me invitaron a dar una charla al IES Barranco Las Lajas, instituto al que había pertenecido el alumno que había inspirado la novela. Nada más llegar coincido con un hombre por fuera del centro que se acerca a hablar conmigo. Ese hombre era mi antiguo alumno, que venía a escuchar la charla. Fue muy emocionante ver cómo el protagonista participaba de este encuentro, leyendo un trocito de la novela de la que él era personaje.

Estos adolescentes viven en una sociedad en la que la protagonista es la imagen, el ruido. ¿Qué importancia cree que tiene la palabra en la sociedad actual, sobre todo, para estos jóvenes a los que, en muchas ocasiones, les cuesta tanto expresarse?
Creo que lo importante es que los jóvenes oigan hablar al otro en persona. Es decir, es fundamental la voz humana que no está pasada por pantalla, porque llega mucho más, sobre todo, cuando se sabe transmitir. Por eso, yo no doy charlas, yo pregunto. Intento establecer un diálogo con los estudiantes. Con ello consigo que muchas veces las preguntas sobre la novela den paso a cuestiones vitales más profundas, por lo que surge un diálogo mucho más enriquecedor.

En relación a su obra, ¿podría hablarse de que ésta responde a una biografía vital literaria, es decir, su obra podría, de alguna manera, explicar sus diferentes etapas vitales?
Mi obra poética, sí, porque pienso que escribir poesía es empezar a conocerse uno mismo. Todas mis preocupaciones, mi manera de ver la vida, cómo yo soy un producto de lo que me rodea, de mis circunstancias…; todo eso está presente en la poesía. Porque en la narrativa yo cuento historias, aunque es cierto que me implico mucho porque cuando estoy elaborando un personaje, yo siento que soy el personaje porque si la autora no se cree a ese personaje, el lector tampoco se lo va a creer.

Entonces, ¿sus personajes tienen siempre algún tinte autobiográfico?
No, en absoluto. Todo lo contrario. Yo tengo la idea de cómo va a ser ese personaje, pero en muchas ocasiones, no tengo nada que ver con el personaje en cuestión. Y ahí está la magia de la literatura.
Por ejemplo, en El Sepulcro vacío creé al personaje de Matías, un jardinero semianalfabeto. Disfruté muchísimo, sin embargo, el personaje de Isabel me costó mucho porque se trataba de una señora casi fanática de la religión, cuyas creencias no tienen nada que ver conmigo.
Por otro lado, cuando te propones hacer una novela, como en el caso de El marqués de la quinta roja, hay que tener en cuenta la labor de investigación. Sólo así podemos crear una novela ambientada en un siglo determinado, en este caso el siglo XIX. A través de esa labor, a veces ardua y complicada, conocemos cuál sería posiblemente la forma de pensar de una persona decimonónica, o la influencia nefasta de la iglesia en la época, o la consideración que se tenía de la mujer. En este sentido, me interesaba mucho incluir en esa novela los tres prototipos de mujer: la abuela, una señora muy culta, pero que vive en silencio dominada por su nuera; la nuera, mujer férrea y fervientemente católica; y Andrea, novia del protagonista y que corresponde al prototipo de mujer liberal que quiere estudiar y diferenciarse del concepto de mujer florero de la época. Para mí los personajes femeninos eran muy importantes porque quería reflejar la figura de la mujer del XIX.

Y llegamos a la actualidad y a su incursión semanal en las redes sociales… Porque cada semana nos regala en facebook unas pequeñas fábulas de opinión.
Sí, para mí se trata de un divertimento. Más que fábulas son décimas, versos que contienen una crítica sociopolítica. De pequeña solía leer muchas fábulas de Samaniego e Iriarte, por lo que me resulta muy familiar utilizar este tipo de textos para opinar sobre los diferentes acontecimientos que ocurren. Obviamente, no se trata de textos poéticos, porque en ellos no busco la estética, sino que mi propósito es transmitir un mensaje sobre temas actuales que me preocupan.

Parece que uno de los temas de actualidad es la aceptación del uso de la violencia en diferentes ámbitos. ¿Qué cree que ocurre en esta sociedad? ¿Por qué esta normalización de la violencia y la barbarie?
Al respecto tengo un libro de poesía que se publicará en breve y que lleva por título La piedra y el obus. Este libro está dividido en dos partes: la piedra, que representa al hombre de la Edad de Piedra, y el obus, que hace referencia al hombre actual. La primera parte de la obra es un reflejo de la segunda, a pesar del salto temporal que las separa. En los dos últimos poemas se enfrentan el hombre del obus y el de la Edad de Piedra, que está en una vitrina en un museo. Se establece un diálogo entre ellos que nos muestra qué poco ha cambiado el ser humano. Antes, el hombre blandía el hacha; ahora, tiene la bomba en su poder y en ambos casos el instinto de dominación permanece.

¿Ese sentido de barbarie podemos encontrarlo también en su último libro Profesión de fe?
Profesión de fe es un libro que me ha traído muchos quebraderos de cabeza porque es un libro contra la barbarie ejercida a través de Dios. Es un cuestionamiento del Dios cruel, inhumano del Antiguo Testamento. En este sentido, mucha gente me ha dicho que es un libro ateo. De hecho en mi presentación del libro en La Orotava, tras la lectura de varios poemas, parte del público abandonó la sala.

De sus obras líricas, ¿cuál recomendaría como lectura para un público juvenil?
Creo que recomendaría Bestiario o Sólo el mar, aunque cualquier poema estaría bien, porque no es necesario comprenderlo todo sino sentirlo. Hay tantas interpretaciones como lectores. No hay que tenerle miedo a la poesía.

Para finalizar, me gustaría saber qué opinión le merece este proyecto sobre escritoras canarias. ¿Considera que es necesario? ¿Debemos seguir contribuyendo a dar visibilidad a estas voces?
Por supuesto que sí.
Resulta curioso. Este año Pino Ojeda ha sido la protagonista del Día de las Letras Canarias. Antes de este reconocimiento prácticamente nadie sabía que esta escritora fue finalista del Premio Nadal y del Premio Adonais, además de una extraordinaria pintora. Pino Ojeda era una persona totalmente desconocida. Así que por supuesto que sigue haciendo falta reivindicar a todas estas mujeres.
Yo pude conocerla personalmente, en un encuentro en los años 90, en un congreso de mujeres, precisamente. En este tipo de congresos siempre salgo mal parada porque yo no creo en la literatura femenina, por lo que mi ponencia sobre el tema no suele ser bien recibida. Sin embargo, ese día Pino Ojeda me escuchó y me dijo que había sido muy valiente, que había defendido muy bien mis ideas y que ella pensaba de manera similar a mí.
Me pareció una persona muy cercana, con mucha vida y con mucho dolor detrás. Un dolor originado quizás por la temprana muerte de su marido, que quizás nunca superó. Sin embargo, al mismo tiempo, era una mujer con una gran fortaleza y una gran personalidad. Así que cuando me enteré de que el Día de las Letras Canarias homenajeaba a Pino Ojeda, me dije: “ya era hora.”

POESÍA

➢ Porque somos de barro. Santa Cruz de Tenerife, Ed. Taiga, 1977.
➢ Objetos, Santa Cruz de Tenerife, Taiga, 1981.
➢ Presagio de sueños en las gargantas de las palomas, Santa Cruz de Tenerife, CajaCanarias, 1982.
➢ Un cierto sabor ácido para los días venideros. Santa Cruz de Tenerife, HA/Editor, 1987.
➢ Víspera de la ausencia, Madrid, Ed. Libertarias, 1989.
➢ Poemas 1981-1992. (Antología). Viceconsejería de Cultura del Gobierno de Canarias 1993.
➢ Y de pronto anochece. Santa Cruz de Tenerife , Ed. La calle de la costa, 1997.
➢ Así en la tierra. Santa Cruz de Tenerife, Ed. Globo, 1999.
➢ Solo el mar. Ed. Cabildo Insular de Tenerife y C.O.A.C., 2000.
➢ Doce lunas de Eros. CajaCanarias-Ed. La Palma, 2000.
➢ Octubre. (Antología), Santa Cruz de Tenerife, Ed Baile del sol, 2003.
➢ Poemas. (Antología). Santa Cruz de Tenerife, Interseptem, 2003.
➢ Azogue. Santa Cruz de Tenerife, Ed. Baile del sol, 2005.
➢ Para cruzar los puentes. Santa Cruz de Tenerife , Ed. KA, 2006.
➢ El libro de la duda. Santa Cruz de Tenerife, Ed. Idea, 2007.
➢ Bestiario. Santa Cruz de Tenerife, Ed. Baile del sol, 2008.
➢ La ciudad y el deseo. Santa Cruz de Tenerife, Ed. Idea, 2009.
➢ Cuaderno del orate. Madrid, Ed. La Palma, 2014.
➢ Profesión de fe. Santa Cruz de Tenerife, Ed. Baile del sol, 2016.

NARRATIVA

➢ Futuro Imperfecto (libro de cuentos). Madrid, Ediciones La Palma, 1994.
➢ El sepulcro vacío (novela). Las Palmas de Gran Canaria, NACE, 2015.
➢ El viento en contra (novela). Santa Cruz de Tenerife, Ed. Resma, 2002.
➢ Entre Tejados (cuentos para niños). Santa Cruz de Tenerife, Ed. Interseptem, 2004.
➢ Días de abril (cuentos para jóvenes). Santa Cruz de Tenerife, Ed. Interseptem, 2005.
➢ Fompi (cuentos para niños). Santa Cruz de Tenerife, Ed. Interseptem, 2005.
➢ Fompi y Lío en la montaña de cristal (novela infantil). Santa Cruz de Tenerife, Interseptem, 2006.
➢ Mientras maduran las naranjas (novela). Las Palmas de Gran Canaria, Cam-PDS, 2009.
➢ Yara (novela corta juvenil). Las Palmas de Gran Canaria, Cam-PDS, 2010.
➢ La luna en el agua (novela juvenil). Madrid, Ed. Alfaguara, 2010.
➢ Aquel verano (novela juvenil). Barcelona, Ed. Viceversa, 2010.
➢ Los niños de la lata de tomate (novela). Madrid, Alfaguara, 2012.
➢ Si hubieras estado aquí (novela). Santa Cruz de Tenerife, Ed. Aguere-Idea, 2013.

ENSAYO

➢ Miguel Hernández-Pedro García Cabrera, dos poetas en una guerra. Instituto Cultura “Juan Gil Albert” – Alicante 1993.
➢ “La salvación por la palabra”, en Utopía, Modernidad y Ciencia. Cuadernos Ateneo-La Laguna Tenerife 1999.
➢ “¿El canon en la poesía escrita por mujeres?”, en La poesía escrita por mujeres y el canon. Cabildo Insular de Lanzarote, 1999.
➢ “Rafael Arozarena: la palabra y la magia”, en Homenaje a Rafael Arozarena. Ed. Ayuntamiento de Haría- Lanzarote, 2001.
➢ “En torno a los poetas de Más que el mar”, en Cuatro propuestas críticas. Santa Cruz de Tenerife, Ed. Baile del sol, 2003.

Lengua Castellana y Literatura (LCL)

1º ESO

Cecilia Domínguez SA

IES VIERA Y CLAVIJO

Josefina de la Torre

 

Texto:  Kenia Martín Padilla

JOSEFINA DE LA TORRE MILLARES

1907-2002

“Yo buscaré detrás de tu mirada

la imagen de mi imagen”

 

 

 

Josefina de la Torre Millares nació en Las Palmas de Gran Canaria, en 1907. Se crió en una familia que amaba el arte y la cultura; muchos de sus familiares eran poetas, pintores o músicos. Desde muy niña comenzó a escribir poemas y aprendió a tocar el piano, el violín y la guitarra. También aprendió a cantar y a actuar en un pequeño teatrillo que había construido su abuelo en su casa de Las Canteras. Allí organizaba obras de teatro en las que participaban todos los miembros de la familia. Años más tarde, Josefina y su hermano Claudio tomaron el relevo y comenzaron a organizar sus propias representaciones, que bautizaron con el nombre de Teatro mínimo.

También con su hermano Claudio, Josefina viajó a Madrid para terminar sus estudios como cantante y actriz. Al tiempo, se instaló en la capital para desarrollar su carrera literaria y artística. Allí conoció a los escritores de la Generación del 27. Junto a ellos publicaba sus poemas en revistas literarias y acudía a tertulias para discutir sobre poesía. Josefina de la Torre fue una mujer independiente que vivió de su propio trabajo durante toda su vida.

Josefina de la Torre fue una auténtica artista. Además de ser una excelente poetisa, trabajó como cantante y actriz. Comenzó su carrera en el cine doblando películas al castellano durante su estancia en Paris. En los años cuarenta actuó como actriz secundaria en distintas películas y también colaboró como guionista, adaptando una novela suya que se titulaba Tú eres él. Luego cambió el cine por el teatro. Participó en distintas compañías teatrales y llegó a fundar su propia compañía teatral, la Compañía de Comedias Josefina de la Torre. También trabajó en la radio y colaboró en series de televisión. Cuando murió, en 2002, la Academia española de las Artes y las Ciencias Cinematográficas le rindió homenaje en la gala de los Premios Goya, en reconocimiento a su labor como actriz y, en 2007, se celebró el centenario de su nacimiento en su isla natal.

 

 

Disfrutemos algunos de sus poemas:

De Versos y estampas (1927)

Mis dolores se escondían
en el fondo de mi alma.
Eran tantos, tan pequeños,
que casi no me molestaban.

Los guardaba con amor
en el fondo de mi alma.

…………………………….

No te acerques al estanque:
antes me he mirado en él
y vi su fondo a través
de mi sombra.
No te acerques al estanque:
tendrás el pecho hondo y frío
y tembloroso del agua.

…………………………….

La tarde tiene sueño
y se acuesta en las copas de los árboles.
Se le apagan los ojos
de mirar a la calle
donde el día ha colgado sus horas
incansable.
La tarde tiene sueño
y se duerme mecida por los árboles.
El viento se la lleva
oscilando su sueño en el aire.

De Poemas de la isla (1930)

Si ha de ser, quiero que sea
de pronto. Cuando yo piense
en horizontes dormidos
y en el mar sobre la playa.
Si ha de ser, que me sorprenda
en mis mejores recuerdos
para hacer de su presencia
un solo signo de aire.
Dormida no, ni despierta:
si ha de ser, quiero que sea.

…………………………….

Tu nombre ya me lo han dicho
pero yo no te conozco,
ni te vi nunca la cara
ni sé el color de tus ojos.
Pero tu nombre ¡qué claro
lo voy diciendo en el fondo,
con sus siete letras firmes
de tres sílabas, sonoro!
Enamorada ya estoy
aunque yo no te conozco,
ni te vi nunca la cara,
ni sé el color de tus ojos.

Tu nombre ya me lo han dicho
con siete letras en corro.
 
…………………………….

Quisiera tener sujeta
la naranja de la tarde
así entre las manos, fresca,
sin la piel rubia y brillante
tirabuzón de la luna
peinado por mi cuchillo.
Que sabor a fruta nueva
ha de tener en los bordes
el mar, la arena y el air.
¡Qué deseo de partir
en dos mitades la tarde!
Cuando la noche se asome
a su ventanal de cobre
se tragará la naranja.
¡Ay niña desconsolada!

De Marzo incompleto (1968)

Quisiera que en lugar
de este Abril y este Mayo
y de este sol que nace
con el aire temprano,
fuera otra vez, de nuevo,
aquel marzo incompleto.
No tenía principio
ni fin. Era mitad,
centro predestinado,
eje de un solo sueño.
¡Ay, yo hubiese querido
que como rueda libre
del recuerdo, este Marzo
girara! Yo lo tengo
prendido entre mis sienes.
Pero así no lo quiero.
¡Haber sido una vez
círculo de este anhelo!
¡Girar constantemente
por el mismo momento!
Y ahora dieciocho
y veintisiete luego,
y en esas fechas
girar con mi desvelo.
Pero este Abril lejano
y este Mayo en silencio
que dejaron mis voces
encerradas por dentro,
¿qué saben de este Marzo
sin medida, incompleto?

…………………………….

Cuando el tiempo
no tenga ya memoria
y todo lo pasado
sólo exista en la luz
de mi recuerdo intacto.
Cuando tu vida ya sea otra
y ese rumbo
del que hoy irás en busca
sea ya tu destino.
Cuando tú y yo,
salvadas las distancias,
la inevitable ausencia
que tu palabra puso a nuestro alcance
volvamos a encontrarnos
frente a frente,
yo buscaré detrás de tu mirada
la imagen de mi imagen,
y todo
lo que ahora he perdido
lo volveré a encontrar.

…………………………….

Encontrarte
por las abiertas mariposas de la noche.
Por la sombra
donde tus ojos buscarían apoyo.
Descubrirte
por los caminos de lo inesperado,
donde tus palabras
encontrarían su contorno.
Sorprenderte
por tu misma certidumbre,
donde tu propósito conseguiría libertarse.
Y hacer de ti la luz,
el porqué de soñar,
de estar despierto;
la razón de sonreír,
de respirar al sol las alegrías…
Todo lo que en tus ojos se ha dormido.

…………………………….

Me busco y no me encuentro.
Rondo por las oscuras paredes de mi misma,
Interrogo al silencio y a este torpe vacío
Y no acierto en el eco de mis incertidumbres.
No me encuentro a mí misma.
Y ahora voy como dormida en las tinieblas,
Tanteando la noche de todas las esquinas.
Y no puedo ser tierra, ni esencia, ni armonía,
Que son fruto, sonido, creación, universo.
No este desalentado y lento desgranarse
que convierte en preguntas todo cuanto es herida.
Y rondo por las sordas paredes de mí misma
esperando el momento de descubrir mi sombra.

…………………………….

Estoy clavada en el espacio, inmóvil
como una mariposa prisionera.
Coleccionista sordo no dudaste
en dejar los aires sin adioses.Ya no puedo moverme de este quieto
rincón de sueños de mis alas muertas,
donde mi corazón tiene prendido
el filo agudo que le clava el tiempo.
A veces por el borde de los años
-siete colores de la sangre quieta-
pasa rozando el viento y las alegres
desconocidas voces de otros tiempos.
Pero clavada estoy y ya no puedo
descubrir mundos ni contar estrellas…

De Medida del tiempo (1989)

Noches calientes de estío
apretadas de recuerdos,
que atormentadas y oscuras
cabalgan entre mis sueños:
tus lamentos ateridos
claváronme en sus desvelos
una lanza que me fija
en mitad del pensamiento.

…………………………….

Cuando veo mi imagen reflejada
en la luna impasible del espejo,
siento cómo me duele su reflejo
tan fiel a mi verdad enajenada.
Esta forma que late y se rebela,
un tiempo fue de amor y fue de vida;
y aún hoy, que huellas saben de su huido,
queda una voz para su luz en vela.
Pero un día vendrá el irremediable
que a este espejo me asome, ya acabada.
Y la raíz de fuego insobornable
que crece en mi interior, aún no saciada,
conmoverá la cárcel indomable
con su llanto de ruina abandonada.
 

 

 

No es una niña prodigio. Es un poeta […] que siente, exaltada y amorosamente, que expresa divinamente lo que siente, y que, superior en ello a muchos poetas, siente y expresa todas sus emociones con la ingenuidad y la fuerza del arte que brota natural e instintivo, sin saber por qué brota.

Margarita Nelken

Es una poesía directa, sobrevenida de la experiencia, quizá también de los sueños, y que alude a constantes inmutables coo el dolor, la muerte, el amor, la infancia, la melancolía; el tiempo, los amigos, la playa (los juegos en el mar y en la arena), el sol, y todo ello expresado de una forma inmediata, por sus nombres exactos.

Lázaro Santana.

Era un águila. El águila misma de la inspiración cazada viva por primera vez en el continente poético, llevada cautiva, ejemplar único y sin precio camino de Europa. Y que ahora estaba sola, perdida en la noche entre cielo, hondo mar, apoyada en las alas anchas, mientras que en cien lugares del mundo la esperan con la ventana abierta y la pluma preparada, tantos y tantos, con el corazón anhelante, en vano.

Pedro Salinas.

Toda la biografía de Josefina de la Torre responde a una verdadera mujer de vanguardia. Mujer muy activa y en consonancia con un período en constante renovación y aprendizaje, es el testimonio de una época dorada para la poesía española.

Blanca Hernández Quintana

 

 

 

Josefina adoptó un papel representativo en la renovación poética que supuso el grupo de escritores del 27. Recordemos que Versos y estampas, fue editado prologado por el gran poeta Pedro Salinas y que Gerardo Diego incluyó a nuestra autora en su antología de escritores contemporáneos.

Sin embargo, y a pesar de que la historia no ha querido realzar sus figuras, la generación del 27 no estaba únicamente compuesto por hombres. Autoras como Rosa Chacel, Concha Méndez, Ernestina de Champourcin, Carmen Conde, Maruja Mallo, Margarita Nelken o María Teresa de León estuvieron presente en ese nuevo movimiento.

Además, los años de juventud de Josefina coinciden con la II República Española (1931-1936), que fue una época de enormes avances para las mujeres: la adopción de medidas como la igualdad jurídica y el derecho al voto de la mujer, el matrimonio civil y el divorcio, buscaban la autonomía de la mujer en la sociedad española.

Josefina de la Torre quiso ser una de esas mujeres modernas, tal y como ella misma nos cuenta en la antología de Gerardo Diego: “Juego al tennis. Me encanta conducir mi auto, pero mi deporte predilecto es la natación”. Es curioso que Josefina se presente de esta manera, pues en aquella época, hacer deporte y conducir era un privilegio para los hombres.

Su visión crítica se manifiesta en el siguiente fragmento de su novela corta Memorias de una estrella. En su lectura se aprecia, en tono irónico, una crítica a los directores de cine, que no valoraban las dotes artísticas de las actrices sino su aspecto físico.

Ayer me he divertido mucho. ¡Cuánta gente tonta hay en el mundo! Al terminar el trabajo, hubo prueba de actrices. Bueno, al menos ellas decían que lo eran. Se trataba de dos señoritas (esto también lo decían ellas), recomendadas por el guionista, y de las que se venía hablando hacía muchos días. Una de ellas cantaba, tocaba el piano y era actriz de teatro. Una «enciclopedia», como me dijo Josele, el ayudante del director. La otra no sabía hacer ninguna de aquellas cosas. Las dos tenían bonita figura. Pero la «enciclopedia» no era muy guapa; ni fú, ni fá. Y en cambio la otra era preciosísima. Demasiado, para mi modo de ver. Tenía dieciocho años y la otra ¡treinta! El colmo. Total: les dieron a hacer una escena, como prueba. Se trataba de una de las más difíciles, con el protagonista. Las dos mujeres la hicieron. Yo, si he de ser sincera, que a veces hay que ser de todo, diré que la menos bonita la interpretó muy requetebién, con una voz preciosa. La otra, en cambio, estuvo bastante sosita. Pero claro, ¿cómo iban a dudar entre una muchacha de dieciocho años y una vieja de treinta, por mucho piano, mucho canto y muchas tablas que tuviera? Luego me dijo Josele: «Chica, para el cine es preferible una cara bonita que todo el arte del mundo.» Y vaya si tiene razón Josele.

 

 

Página web oficial:
http://josefinadelatorre.com/web.html
Presentación de la biografía y obras:

http://www.rtve.es/lassinsombrero/es/webdoc/las-mujeres/josefina-de-la-torre

www.academiacanarialengua.org/archipielago/josefina-de-la-torre

http://aclrevistaliteraria.academiacanarialengua.org/josefina-de-la-torre/

http://www.mdc.ulpgc.es/cdm/ref/collection/moralia/id/186

Propuesta de actividades y Powerpoint descargable:

http://aclrevistaliteraria.academiacanarialengua.org/muchacha-isla/

Estudios críticos:

https://bibacceda01.ulpgc.es/bitstream/10553/5427/1/0235347_02001_0003.pdf

https://www.revistafogal.com/2015/09/03/josefina-de-la-torre-o-la-versatilidad-imperdonable/

http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/josefina-de-la-torre-el-cine-por-los-cuatro-costados–0/html/ff8c7192-82b1-11df-acc7-002185ce6064_4.html

http://www.iehcan.com/wp-content/uploads/2015/12/PDF-3.pdf

Entrevista: https://www.youtube.com/watch?v=TaDO1bA7e3I

 

 

Josefina de la Torre escribió obras en verso y prosa. Sus composiciones de género lírico son los siguientes:

  • El primer libro que publica, en 1927, se titulaba Versos y estampas. Se trata de una sucesión de escenas de su niñez, en las que la playa, el mar y los juegos tienen el papel protagonista.
  • Dos años más tarde, en 1930, publica su segunda obra, Poemas de la isla, en la que se aprecia la influencia neopopularista de la Generación del 27.
  • Marzo incompleto, publicado en 1968, es ya una obra de madurez.
  • En 1989 se publica su obra poética completa, en la que se incluye el poemario Medida del tiempo, inédito hasta ese momento.

Además de esta obra poética, Josefina de la Torre escribió narrativa. En concreto, publicó una serie de novelas cortas de tema romántico. Estas novelas se reúnen en la colección La novela ideal, que fundó tras el estallido de la Guerra Civil junto a su hermano Claudio y su esposa, Mercedes Ballesteros. Estos relatos están publicados bajo el pseudónimo de Laura de Comminges, en honor al segundo apellido de su padre, Bernardo de la Torre y Comminges.

Por otra parte, en 1954 publicó las novelas cortas: Memorias de una estrella y En el umbral, que aparecen en el número 87 de la famosa colección La Novela del Sábado, de ediciones Cid. Asimismo, realizó algunas adaptaciones teatrales, entre las que destaca Una mujer entre los brazos (1956), de Rafael Materazzo.

Lengua Castellana y Literatura II (LNG)

2º Bachillerato

  Recursos de la SA

IES Josefina de la Torre

Poema “Tú, en el alto balcón de tu silencio”.

Poema “La tarde”.

Poema “Mis años compañeros”.

Poema “Agua clara”.

Poema “Destino”.

Poema “Me busco y no te encuentro”.

Poema “Quisiera…”

Poema “Si yo pudiera, amor”

Poema “Noche sobre la playa”.

Poema “El Sol en la playa”

Entrevista a Blanca Hernández sobre la figura y la obra de Josefina de la Torre.

Documental “Josefina de la Torre

IES Arico

Inocencia Páez

Texto: Carla Nazco Pérez

(1927-2007)

Y yo te pido Graciosa que el día que yo me muera no me dejes pasar frío, tápame con tus arenas

 

Inocencia Páez, hija de La Graciosa y amante de sus arenas volcánicas, representante de las mujeres de su isla, admirada y querida por su pueblo, hizo de sus vivencias y sentimientos por su tierra y sus gentes, la fuente de inspiración que dio vida a sus poemas, donde las emociones riman en todos sus versos trasmitiendo el sentir del pueblo.
Nació el 27 de junio de 1927 en la isla de La Graciosa, dedicó su vida al cuidado de los demás y luchó desde muy pequeña para sobrevivir en el medio desfavorable en el que había nacido. No poseía conocimientos en literatura, pero, a pesar de ello, logró convertirse en la mujer poetiza que conquistó el corazón de sus vecinas y vecinos. Una mujer sensible y humilde, que supo transformar sus sentimientos y emociones en poesía. Llevó las vivencias, costumbres y tradiciones de los gracioseros y gracioseras a través del arte de la rima.
Desde muy niña se sintió atraída por la poesía, empezó sus primeros versos a los 12 años, una vez finalizó su formación académica, pero, desde mucho antes, hacía de la rima su método de expresión. Inocencia Páez, definía la poesía como: ‘’la mejor forma que tengo de expresar lo que siento’’.
En la niñez jugó con muñecas y calderos de piedra y cucharas de lapa, además, colaboraba en las labores de pesca y cuidaba de su hogar. En su juventud, realizó un curso de corte y confección, diseñó la camiseta típica de la Graciosa y confeccionó trajes de novia, pero esta actividad la dejó con el paso de los años.
Más adelante, su espíritu inquieto la llevó a formar un grupo de teatro con otras mujeres, Margarona y Agustina. Además, acompañaba a personas enfermas y a participaba en la parroquita de la Virgen del Mar y en la Asociación de Vecinos de la Isla.
Caracterizada por la pasión hacia su tierra, participó en los eventos más relevantes de la isla con poesías improvisadas, visita del rey Don Juan Carlos I, Romería de los dolores, fiestas del Carmen, hermanamiento con Betancuria. Además, con la venida del general García Escámez hizo de portavoz para gestionar las necesidades de la isla, convirtiéndose en un símbolo de esta.
Se han editado y publicado dos libros que recogen las obras de Inocencia: Poemas y El alma de una Isla, aunque se sabe que existen muchas obras más que no han sido publicadas.
A través de la poesía mostraba su amor por los lugares de esta pequeña isla, los versos de cada poema recogen historias y emociones reales que te trasladan a cada momento y lugar descrito. Existe una poesía, a la que llamó Mi Isla, mi sueño, donde queda reflejado el gran amor hacia su tierra y su deseo de permanecer siempre en ella, dedicándole, entre otros versos:
Y yo te pido Graciosa
que el día que yo me muera
no me dejes pasar frío,
tápame con tus arenas
Inocencia, tuvo el don de captar cada detalle de las maravillas de la Isla de pescadores y gente sencilla, quedando plasmados en su obra. Daba voz a su pueblo y disfrutaba creando y consolidando sus poesías con su estilo sosegado y noble. El relato rítmico de la vida cotidiana de las gentes, de las preocupaciones y de las luchas, de sentimientos y emociones, convierten la poesía de Inocencia en un referente sentimental para todas aquellas personas que, como ella, aman la isla. Se conoce a Inocencia Páez como una contadora de historias, recolectora de recuerdos y creadora de ritmos sobre su isla, supo captar con intensidad la belleza del mar, la isla y sus gentes, Identificándose de manera plena con su pueblo. La poesía de Inocencia te traslada a cada rincón que describe, y es que el amor por su tierra queda perfectamente recitado.
El Centro Socio – Cultural de La Graciosa lleva el nombre de Inocencia Páez, como la mujer representante del pueblo. Se consiguió en el año 2000 tras la petición de los vecinos y vecinas de la isla y de la directiva del centro al Ayuntamiento de Teguise.
Inocencia, permaneció toda su vida en la Isla que le dio vida. Finalmente, falleció el pasado año 2007, dejando una huella melódica en el corazón de los gracioseros y gracioseras.

Disfrutemos algunas de su poesías.

MI ISLA, MI SUEÑO
Eres mi isla Graciosa
tan bonita y tan pequeña
que voy a hacerte una cuna
para yo mecerte en ella

y te cantaré una nana
con una voz de sirena
y un dulce sueño te envuelve
a la luz de las estrellas

y soñarás tantas cosas
que no dices lo que sueñas
por temor de que el futuro
no sea como tu quisieras

Y entre soñar y soñar
las horas han transcurrido
y la noche lentamente
recoge su manto y se ha ido

Y a ti te despertarán
al amanecer la aurora
el canto de las gaviotas
que son muy madrugadoras

Y tu entornarás los ojos
un poco medio dormida
escuchando con el alma
esta alegre melodía.

que estas aves marineras
improvisan cada día
rompiendo con su jolgorio
la triste monotonía

Las Olas lavan tu rostro
y la brisa lo embellece
y tu como pequeñita
te da miedo y te estremeces.

Y ella con galantería
te está diciendo al oído
no llores mimosa mía
que entre mis brazos te abrigo.

Aquí mi pluma se para
y de escribir dejaré
pero antes quiero decirte
algo que debes saber;

En tu regazo nací
en tu regazo he vivido
y en él quisiera morir
para que fueras testigo
cuando mi cuerpo sin vida
exhale el último suspiro.

Y yo con el alma llena
de alegría y regocijo
te pido mi isla Graciosa
lo que nunca te he pedido.

Que el día que yo muera
no me dejes pasar frío
tápame con tus arenas
que me servirán de abrigo.

A LA MÁS VIEJECITA DE LA GRACIOSA
(El alma de una isla)
Hoy se le hace un homenaje
a la Señora Catalina
por el esfuerzo que ha hecho
para luchar en la vida.

Subiendo el Risco y bajando
para poderles traer
la comida de sus hijos
de Haría, Máguez y Yé.

y cuando llegaba a casa
tenía que ir a por leña
para guisar la comida
pues no había otra manera.

y con penas y trabajos
sus siete hijos crió
y hoy está orgullosa de ellos
sin sentir lo que pasó.

Dios le de mucha salud
y a su mente lucidez
para que este homenaje
sepa bien agradecer.

AL VIENTO SUESTE
(El alma de una isla)
Viento Sueste, viento Sueste
El que tanto daño hace
Haciendo tanto destrozo
y quemando lo que nace.

Sujeta un poco las riendas
No vayas tan a galope
y si no quieres sudar
No te pongas el capote

Mira que estamos cansados
De tanto oírte soplar
Con el día y con la noche
No nos dejas descansar

No ronques tanto al dormir
Ni abras tanto la boca
Que nos quieres asfixiar
De tanto como resoplas.

Estate ya quietecito
Se bueno por una vez
Que te compraré un juguete
Para que juegues con él.

A LOS QUE NO QUIEREN EL BIEN PARA LA ISLA
(El alma de una isla)
No quiero ofender a nadie
con lo que voy a escribir
pero me duele en el alma
lo que hace días leí.
Un artículo en el diario
que muy claro dice así
que se dejase la isla
tal como ha estado hasta aquí.

Yo sé que a muchas personas
la Isla no les interesa
sino el sol, las buenas playas
y capturar buena pesca.

Pero les ruego señores
que todos somos canarios
y cuando cojan un pez
de este mar azulado

Se lo ofrezcan al Señor
con creces pidiéndole algo
para esta isla sencilla
de marineros honrados.

Que están quemando sus vidas
para vivir marginados
careciendo en cada instante
de todo lo necesario.

AL HOMBRE Y LA MUJER GRACIOSERA
(El Alma de una isla)
Isla Graciosa pequeña
eres digna de admirar
con tus casitas tan blancas
como una flor de azahar.

Los hombres son luchadores
y trabajan sin cesar
para extraer con anhelo
el fruto de nuestro mar.

y alimentar a sus hijos
que esperan en el hogar
que les traigan su sustento
con amor y dignidad.
La mujer de La Graciosa
tiene roto el corazón
por las ausencias que pasan
sin poder ver a su amor.

y darle aquel fuerte abrazo
con amor y regocijo
que toda mujer desea
para el padre de sus hijos.

Pero llegando las fiestas
tenemos otra esperanza
pues aunque todos no vienen
muchos vienen a la casa.

A gozar de la presencia
de sus hijos y su esposa
que luchan con una espera
mientras él está en la costa.

La mujer con gran cariño
su nido de amor prepara
y lo albea con esmero
esperando su llegada.

Toda mujer graciosera
aprecia con mucho amor
el trabajo que su esposo
realiza con sudor.

La mujer de La Graciosa
con un orgullo sincero
si alguien le pregunta dice
mi marido es marinero

YO MODISTA
(Poemas)
Yo desde muy jovencita
aprendí sola a coser
y me hacía los vestidos
no de tela sino de papel.

Los vestidos los cortaba
por los que me hacía mi tía
pero yo quería aprender
corte tomando medidas.

Un día me preparé
y me fui al pueblo de Haría
para aprender con anhelo
la ilusión que yo tenía.

El corte que prendía
fue el sistema amador
y en pocos días que estuve
todo en mi mente quedó.

Pero un día decidí
irme para La Graciosa
pensando que a mi familia
les pasaba alguna cosa.

Yo bajé el Risco en compaña
de otras chicas que venían
y sin llegar a pensar
lo que al fin ocurriría.

Juan mi hermano no sabía
que yo aquel día regresaba
por eso no fue a buscarme
porque no sabía nada.

Y en una noche de invierno
nos tuvimos que quedar
al soco de una tegala
oyendo el ruido del mar.

Menos mal que una amiga
una manta se compró
y todas nos abrigamos
hasta que el día aclaró.
Son muchas las peripecias
que en esta vida he pasado
y menos mal que mi mente
todavía no se ha turbado.

ÓRZOLA
(Poemas)
Órzola puerto de mar
auxilio del graciosero
cuantas angustias pasamos
cuando atracar no podemos.
Cuando el mar se embravece
y tenemos un enfermo
el corazón se nos parte
por no auxiliarles a ellos.

Menos mal que en tantos años
no ha pasado una desgracia
y con el alma le doy
a nuestro Señor las gracias.

A ver si se solucionan
los problemas de una vez
porque oigo decir que el muelle
muy pronto lo van a hacer.

Sería una gran alegría
y una gran satisfacción
que los barcos atracaran
sin tener ningún temor.

Inocencia fue una mujer tradicional del medio rural, dedicada al cuidado de los demás, preocupada y dispuesta a tender su mano a las personas más desfavorecidas. Nació en una época complicada. El papel de las mujeres era invisible y no se las valoraba, se consideraba que las mujeres debían dedicarse a las labores domésticas y de cuidados hacia los demás, lo que conocemos como el rol de género asignado socialmente a las mujeres. A pesar de ello, y de las complicaciones que pudo sufrir, Inocencia no se frenó y pudo dar rienda suelta a su creatividad y transformar las historias de La Graciosa. Es un ejemplo de lucha, constancia y confianza en sí misma, que hizo que se atreviera a contar historias de una forma poco común y desconocida en esa época, que supo llenar de belleza y que cautivó a todo el pueblo graciosero.
Además, es una representante de las mujeres Gracioseras, en sus obras visibiliza el valor de las mujeres de su alrededor, así como la lucha y la fuerza de todas aquellas que están ocultas. Fue una mujer empoderada en su época, que consiguió que las condiciones en las que vivía y la falta de oportunidades no fueran obstáculos para lucha por sus ideales y derechos del pueblo.
También, participó en actos importantes de La Graciosa, poniendo en valor a la mujer como poetiza y luchadora, valorizando su papel en la sociedad y siendo ejemplo y referente para todas aquellas personas que han podido disfrutar su obra.
Inocencia fue y es admirada por las mujeres gracioseras que la conocieron y por las que han leído su obra. Amante de su pueblo pesquero y querida por hombres y mujeres del mar, una mujer inquieta y activa que dejó marcado el corazón de un pueblo.

WEBGRAFÍA
http://memoriadelanzarote.com/contenidos/20131205144851alma.pdf
https://historiadeteguiseblog.files.wordpress.com/2016/05/inocencia-paez.pdf
https://historiadeteguise.com/2016/04/02/inocencia-paez/

• Poemas – Editado por el Ayuntamiento de Teguise
• El alma de una isla – Editado por el Ayuntamiento de Teguise, 2000.

Lengua Castellana y Literatura (LCL)

4º ESO

  Recursos de la SA

5º y 6º de Primaria

Josefina Plá

Texto: Mari Nieves Pérez Cejas 

(1903 – 1999)

“El poema es un sueño que puede compartirse.”

 

 

 

Josefina Plá nació en la Isla de Lobos a principios del siglo veinte, concretamente en 1903. Con tan sólo tres años de edad se trasladó con su familia a la península donde pasó su infancia y juventud. En 1927 y, tras conocer a quien sería su futuro marido, el artista paraguayo Andrés Campo Cervera, se estableció en Paraguay donde vivirá hasta su muerte en 1999.
La obra de Josefina Plá es muy amplia y abarca diferentes disciplinas. Además de ser una escritora verdaderamente prolífica (cuenta con una gran cantidad de títulos de poesía, narrativa y teatro, además de ensayos, obra crítica y de investigación histórica); fue periodista y artista plástica. Esta creadora multidisciplinar destacó también por su labor como docente (la Universidad Nacional de Asunción le concedió el título de Doctor “Honoris Causa”) y como investigadora, sobre todo, por impulsar la cultura paraguaya, labor que materializó en la creación de la Escuela Municipal de Arte Escénico, el Centro Arte Nuevo y el Museo Julián de la Herrería. En este sentido, también debe destacarse su inclusión como miembro numerario en la Academia Paraguaya de la Lengua Española y en la Academia Paraguaya de la Historia. Asimismo, perteneció al PEN Club Paraguayo (Club de escritores de Paraguay) y al Instituto de Cultura Hispánica. Fue nombrada Miembro de Honor de la Sociedad Argentina de Escritores (SADE), del Instituto de Investigaciones Históricas y de la Academia Hispanoamericana Rubén Darío, además de haber recibido varios premios y numerosos reconocimientos. Numerosas fueron sus colaboraciones en publicaciones de prestigio, tanto americanas como europeas.
Para el arte y la literatura paraguaya del siglo XX, su obra representa un punto de inflexión, un verdadero cénit cultural por su capacidad de transformación y de innovación, hecho que la convierte en maestra y en referente indispensable para varias generaciones de escritores y de artistas de ese país latinoamericano. De hecho, la crítica la incluye como una de las principales representantes de la Generación del 40 y una de las precursoras del feminismo en Paraguay.

Antes de su muerte esta “Dama de la cultura”, como se la conocía en los círculos literarios y artísticos, recibió varios homenajes en Paraguay y en el exterior, gracias a su labor en la formación de varias generaciones de artistas.
Su obra ha sido traducida al francés, inglés, rumano, alemán y esperanto.

 

 

• De la Raíz y la Aurora

CONCEPCIÓN

Me tendrás a tu lado. Me besarás. Y luego,
como al moreno cántaro que espera al fin del surco,
a mi sumiso cuerpo se alargarán tus brazos.
Se saciará tu sed: la exigua sed de un hombre.
De mi lecho después, en largas madrugadas
hacer creerás el blanco camino del olvido.
Y sin embargo, ciego piloto de mi entraña,
conmigo habrás llegado por una noche sola,
a la encantada playa donde no está tu muerte.
Por el nocturno río caliente de mi sangre
irán tus ojos lejos, para jamás volverse,
tu voz prenderá en roca para perennes ecos.
Tú no lo sabes, hombre, tú no lo piensas, ciego.
Esta noche mi cuerpo será, ¡oh antiguo nauta!
el puerto de que zarpen las naves de otra aurora.

DESDE CUÁNDO

..
.¿Desde cuándo marchabas a mi lado,
desde cuándo…? Tus pasos
¿desde cuándo, en la noche, aproximándose,
ocultos tras de cada latido…? ¿Desde cuándo…?

¿Desde cuándo, en la noche, por los valles sin nombre,
rastreando mi angustia?
Y tras de cada puerta abriéndose, y de cada
recodo del camino, ¿desde cuándo?

¿Desde cuándo tus sienes en las salvias
del reposo tranquilo?
¿Desde cuándo tus brazos en los cálidos ramos
del viril eucalipto, bajo las siestas altas?

… ¿Y desde cuándo el pedregal desnudo;
desde cuándo el desierto irredimible?
¿Desde cuándo la brasa entre los párpados;
esta sed, desde cuándo?
…………………………………………….
… ¿Desde cuándo este siempre irrevocable;
esta muerte creciendo, desde cuándo… ?

• De Rostros en el Agua

MI BESO ES MUCHEDUMBRE

Mi beso es muchedumbre.
Con él te sellan siglos y estaciones,
te condecoran légamos y nubes.
Se reencuentran en él
los valles con la cumbre:
el ojo del pavón con la amapola.
Mi beso es una escala por donde un mundo sube.
En él se juntan
rugidos y laúdes;
cigarras y serpientes,
abejas y escorpiones se confunden.
En él están Lázaro y Judas,
mártires y asesinos su médula resumen.
Arden en él los que vivir esperan:
los que esperan matar, en él se encubren.
Mi beso es horca, es látigo, es cadena.
Mi beso es muchedumbre.
El puñal del rufián, la espada del valiente,
en él juntan relámpagos y herrumbres.
Cuando digo besar, digo legiones.
Y el nombre de mi beso es muchedumbre.

DÉJAME SER

Deja llevarme mi última aventura.
Déjame ser mi propio testimonio,
y dar fe de mi propia
desmemoria.
Déjame diseñar mi último rostro,
apretar en mi oído los pasos de la lluvia
borrándome el adiós definitivo.

Déjame naufragar asida
a un paisaje, una nube,
al vuelo humilde de un gorrión,
a un brote renaciente,
o siquiera al relámpago
que abra en dos mi último cielo.

Sujétame los brazos,
engrilla mis tobillos,
empareda mis párpados.
Pero tatuada una flor en la pupila,
crucificada un alba debajo de la frente,
acurrucado un beso en la raíz de la lengua,
déjame ser mi propio testimonio.

• De Invención de la Muerte

NADIE LE EMPUJA

Nadie le empuja Nadie lo retiene
nadie le advierte nadie le cede el paso ni le espera

Indiferentes
le ven pasar con su sentencia
oculta como un zorro robado en la cintura
royéndole hasta el hueco de los dientes

Nadie le impide el paso ni le espera
porque todos quisieran ser los últimos

Nadie le toca Nadie
le empuja Llega solo
llenándose sin nadie del silencio
de todos los que llegaron antes
tapiándose de nombres olvidados
y de palabras sin respuesta

Llega solo
nadie le empuja nadie le retiene
porque todos quisieran ser los últimos

DE NOCHE

Pasos
De noche En una noche cualquiera Bajo la noche
Pasos
que tendrán la misma medida de tu pulso
Una ráfaga leve pasará presurosa
alertando a las hojas para un color distinto
Y se arrepiente el álamo de levantar tan alto la cabeza
y el agua de su júbilo por correr cuesta abajo
Y queda al descubierto el hueco
por el cual caen todos los latidos
Pasos que sonarán como reloj que se despierta
de su sueño enmohecido
señalando una hora que ya no es de este tiempo
Los pasos de quien vuelve a reclamar su casa pedir
su vieja cama
la percha abandonada donde colgó su último anhelo
una noche cualquiera Por la noche
Los pasos desde un sótano que nunca hemos abierto
Pisadas por las cuales pasan
de largo todas las visitas que aún se esperan
Pasos que volverán De noche Cualquier noche bajo
la noche… Pasos

PIEDAD POR LAS PALABRAS

Piedad por las palabras penitentes que mueren
contra la almohada
las palabras caídas como piedras
en el montón que cuenta los pecados
las palabras ahogadas como recién nacido
del cual la madre se avergüenza
las palabras mendigas que jamás han tenido un
vestido decente
para salir al domingo de la vida

Y aún por la palabra amordazada
que un traje de cemento hundió en aguas oscuras
la palabra final sin sílabas y sin destinatario

• De Satélites Oscuros

MUERTOS

Si nos dejaseis un momento solos
oh muertos muertos muertos
Si os quedaseis siquiera
fuera del agua fuera
de ese rayo de sol en donde danza el polvo
fuera de la hoja verde
fuera del aire que entra en mis pulmones

Si os quedaseis prendidos a la tierra
esperando
Pero no lo habéis invadido ya todo
la sal el pan la fruta
y el rocío y el césped

Después entrasteis
—huéspedes sin color— en el recuerdo
Y nos pusisteis sombra en la mirada
y poblasteis el puente del beso entre los labios
y pudristeis los sueños

Si nos dejaseis un momento solos

• De El Polvo Enamorado

V

Arriba. Arriba. Arriba. El sueño era un engaño,
la hamaca un espejismo
y el descanso una estafa. Levántate, camina, porque son
muchas las jornadas,
y viático tramposo el puñado de tierra que brindaron a
tu hambre.
Levántate e ingresa en el coro sin noche y sin descanso,
y pide a Dios por un trébol de cuatro hojas, una
semilla curativa;
por una sombra acogedora,
y hasta por una piedra que refugie a un gusano
o sueñe en el montón que atesoran los muertos.
Pide por una lluvia benéfica, un racimo
a punto madurado, un trago fresco.

VIII

Levántate. Camina. Y no te quejes.
Tú que hablaste de amor. Porque el amor es esto:
un descanso imposible, un máis allá en perpetuo reto,
un viaje nuevo
tras de cada jomada insufíciente.
(¿Qué vida nuestra vida, si todo lo engendrase todo, menos
el hambre de otras vidas?)
Levántate. Camina. Porque esto es el amor que te secaba
las carnes como seca el sol los herbazales en enero.
Esto el amor. Seguir tu forma inacabada,
sonámbula por todos los corredores de la muerte.

IX

Entre tanto, levántate. Camina.
No llores el amor que estuvo en tus mejillas claras, que
corrió por los mapas celestes de tu sangre,
porque ese amor te citará al regreso.
El ha de levantar tu polvo de noche entre los muertos
—hijo de nuestra oscura llamarada-
para darle otra vez una sed del tamaño del cielo.
(Ojos de uva al mediodía,
manos como estrellas abiertas a tientas en lo oscuro,
pasos midiendo bosques de olvidadizas hojas).
Levántate. Camina. Mundo de encendidas abejas, tu pulso
perdió voz y mirada. Es sólo amor, tan sólo
amor. Amor tan sólo.

• De Desnudo Día

AMAR

Amar
Ahondar
raíces a golpes de latido
en la tierra negra y amarga
donde sufren los ojos de los que aún no han sido.

Amar. Hay una estrella que su llamado alarga.
Amar. Entre los brazos, ritos curvos de nido.

Amar. Marea de savias en mis palmas abiertas.
Mi beso, que era puerto, se ha convertido en río.
Me bate la garganta
un viento inexorable hecho de voces muertas.

Amar. En la semilla, despierta un bosque, y canta.
Me florecen, cual tallos, las manos del que es mío.

• De Luz Negra

Pregunta el niño cándido:
Si el gato come muchos pájaros,
saldrá un día volando?…

El viento no es que esté o no esté.
El viento es o no es.
Pero cuando es,
está de pie.

La filosofía va a caballo.
La razón simple marcha a pie.
La poesía vuela:
no sabe en qué.

En la poesía
lo imposible se hace palabra.
En la poesía tiene
huesos el agua.
Llegó a amar tanto, que olvidó
que no es posible sobreamar.
Olvidó tanto, que olvidó
que no es posible reolvidar.

La ley del fuego:
ardas o no ardas,
ceniza serás.

• De Follaje del Tiempo

PELANDO LA PALABRA

Pelando la palabra esperanza le encontré pulpa de manzana y
carozo de piedra

Pelando la palabra amor le hallé piel de durazno
y carne de ceniza

Pelando la palabra verdad, llenó mis manos
y al llegar a mi boca, no existía.

TELEGRAMA

… Ya recibí tu telegrama
Me llega atravesando los cielos de los años
como por un imenso bazar de azules vidrios
desmemoriada mariposa
que una vez y otra vez pierde su rumbo en los paisajes
llega hasta mí trayendo por fin trayendo
su escritura llovida
sus disueltos renglones goteando
en lágrimas de tinta
los vocablos precisos
portadores del único secreto
que nadie leer ya puede
… Y sin embargo
sé que ha llegado justo cuando debía llegar
y es lógico y preciso que ya no lo comprenda
porque cuando me lo enviaste
sobraban todas las palabras

BIOGRAFÍA

Seguí el camino al que me echaron
dormí en la cama que me dieron
me lavé la cara en las lluvias
de las tormentas que vinieron
Comí un pan hecho con la harina
que mis propios huesos molieron
y bebí el agua de azul frío
del pozo vuelto que es el cielo

Siguiendo el croquis del tesoro
en el baúl del bucanero
llegué al jardín de la ceniza
para saber que soy correo
de algún secreto ya borrado
de no sé cuál caduco pliego
polvoso mensajero errado
sin otra opción que su regreso

• De Tiempo y Tiniebla

LA VENTANA
A Susana Romero

De niña el horizonte tocaba mi ventana
la fe era toda yo como el canto era el pájaro
la esperanza era el nombre de otro juguete mágico
y el amor tibia esfera de besos estrellada

Crecí y el horizonte huyó de mi ventana
y en el trayecto duende se aposentó la música
La esperanza traía en cada alba un mensaje
y el amor envolvía todo en papel de seda

Pero yo no sé cuando pero yo no sé dónde
al volver de una esquina al regresar de un sueño
el horizonte estaba de nuevo en mi ventana

La esperanza no era sino un juguete roto
Y el amor era un perro perdido cuyos ojos
dos pavesas guiñaban al pie de mi ventana

CANSADA
A Carolina
Sabes lo que te quiero decir cuando te digo
que estoy cansada?
Me han crecido las alas tanto que como
el viejo
albatros ya no puedo levantarme del suelo
Un alma incongruente se niega categórica
a ajustar su reloj al de mi cuerpo
y de estas manos ya sin brújula
todo lo que creí asir se me va yendo

Sabes lo que te quiero decir cuando te digo
que estoy cansada?
Mis ojos cada vez se me rebelan
y escapan hacia adentro
las mañanas son cortas
para que pueda despertar por entero
no me sirven las noches a olvidar suficiente
para seguir durmiendo

El mundo va creciendo ya tanto en tomo mío
que ya no quepo dentro
y el alma que como pájaro amaestrado
empezaba a aprender
el idioma del misterio
se distrae buscando palabras que no existen
y las olvida antes de que pueda aprenderlas por entero

ME VISITAS EN SUEÑOS
A mi madre
en el polvo que respiro

Me visitas en sueños, fantasma inacabado,
inacabable.
Así como yo fui tu criatura y me completo
sin ti bajo mi cielo huérfano,
yo te llevo conmigo y te completo
retocando
tu perfil, persiguiéndote por todos
los valles viejos, los requemados valles
de la memoria, en donde tu mejilla lastimosa
se diluye, se afirma o se demora:
donde tus ojos hallan su expresión más perdida;
donde tu mano ensaya ademanes errantes,
inédita, desconocidamente
desamparados crueles, santos
donde anima una angustia nunca antes trascendida,
o quizá una alegría
oculta como fruto de pecado.

Más joven o más vieja, más triste o más conforme
te completo
en sueños retocando tu temblorosa imagen,
añadiendo palabras a tu inconclusa letanía.

Así entre sueño y sueño se completa
tu alfabeto secreto, el alfabeto
de signos con los cuales te construyo, aprendo a conocerte
y en la nostalgia, el miedo, la tristeza,
prosigo construyéndote.

Seguiremos así. Así tal vez un día sepamos,
al cabo, nuestros nombres verdaderos.
El nombre con el cual en tus silencios
angustiosamente, me llamabas,
y yo no respondía.
El nombre con el cual ocultamente mi corazón te nombraría,
madre,
si pudiera llegar
hasta el último surco de tu sueño,
sin deshacerme, como el terrón bajo la lluvia;
madre,
sombra.

• De Cambiar Sueños por Sombras

QUISIERA
a José María Gómez Sanjurjo,
noble poeta y noble amigo

Quisiera desdormirme y desandarme
Quisiera desfimianne y desdecirme
Quisiera devolverme y desllorarme
Quisiera a veces desarrepentirme

Por largas avenidas des-soñarme
Los sueños que olvidé desolvidarme
Sombra volver el cuerpo Desamarme
Presentirme Saber dónde buscarme

Mi propio llanto ser y así sorberme
Y ser el metro con el cual medirme
el vaso con el cual mi sed beberme
y el puño que el mal golpe ha de infligirme

Quisiera alguna vez ser la cuchilla
que me corta y saber lo que ella siente
…………………………………………..
Quisiera alguna vez sencillamente
andar descalza por mi propia orilla

SOY COMO EL MAR

Soy como el mar; alta en estío,
vuelta la espalda a las sirenas.
Soy como el mar; tú, como el río;
corriendo siempre, no me llenas.

Soy como el mar: olas sin fin
desmelenándose en arena.
Soy como el mar; llanto ascendí
para que corras, onda plena.

Soy como el mar, y me olvidé
que mi salmuera fue rocío.
Ay, el castigo que me eché.

Soy un mar ciego que aplicase
su boca amarga a sólo un río
pidiéndole que lo endulzase.

GLOSA I

¿Qué haremos contigo Libertad
cuando todos seamos libres y dueños?
¿Cuando ya hayamos olvidado
la geometría de rejas y de encierros
los gritos de tortura
la canción de los hierros
el trueno de los pelotones?
¿Cuando ya no haya más carteles que indiquen con el dedo
lo que debe estar a la derecha o a la izquierda?
¿Cuando todo sea centro?
¿Cuando ya no hayan vendas sobre los ojos
para las bocas freno
cuadrícula para las ideas
para la canción apagafuegos?
¿Qué haremos
contigo Libertad
cuando ya no seas más sueño?

… Porque las cosas no son nuestras
sino en tanto son sueños
Después ya no nos pertenecen
Nosotros les pertenecemos

GLOSA II

… No te engañes ingenuo
Nunca el hombre será del todo manumiso
Porque así debe ser
Siempre habrá zanjas cortándole el camino
nubes escondiéndole horizontes
un más allá imponiéndole su guiño
Siempre querrá
corresponder a la llamada
de algún astro lejano
querrá montar en pelo algún cometa
plantar en Marte un árbol
o alzar un palacete de cristal en la Luna
Todo aquello que llene sin colmarlo
el espacio sin límites
entre su rostro y la última galaxia
entre su corazón y el Universo

Entre el dolor y la protesta
entre los dedos y el calor del ala
entre piel y piel de los amantes
Todo aquello que llena sin colmarla
la distancia
entre su alma y su cuerpo
………………………………………
… Ser libre es solamente
poder soñar aquello que no tienes

• De la Llama y la Arena

QUISO EL TIEMPO

Quiso el tiempo mirarse en un espejo
y se puso mis ojos
Quiso tener reloj para sus sueños
y se vistió
mi cuerpo
Quiso dar un nombre a su cosecha
y me dio voz y acento

Y fui tiempo vestido de mujer:
hipotecado tiempo
que termina
mirando al tiempo que no tiene término.

… Me dio el amor
para seguir mirándome
sin mí
en otros espejos

OFICIO DE MUJER

Oficio de mujer.
Juego a escondite:
en donde estoy nunca vio nadie nada.
Oficio de mujer.
Espigadora
de campos bajo un sol que pronto acaba.
Custodia de los cántaros.
Avivo los rescoldos en la dura mañana,
aliso los pañales como pétalos
y reenciendo las lámparas.

Oficio de mujer.
Puente entre muertes.
Rosal despetalado con cada alba.

Oficio de mujer.
Manos moviéndose
sin pausa
como hojas
que se retratan arañando el cielo
para caer al suelo y ser pisadas.
Manos sin pausa y sin descanso
sellando itinerarios, tibios mapas.
En el vientre un camino.
En la mirada
tremolando al viento el cartel roto
de huérfana posada.

 

 

“Esta escritora de primer orden, como la califica Augusto Roa Bastos, ha preferido quedarse a trabajar en su humilde retiro paraguayo, «porque su vocación y su fe, su amor por esta tierra de su destino, son más fuertes que toda efímera ambición». Así, sola o con amigos, jamás ha descansado un momento en su lucha por elevar la cultura paraguaya a un nivel que la haga trascender de su aislamiento. Por ello, y tras más de medio siglo de su incorporación a la vida nacional, Josefina Plá es considerada «una figura prócer del arte y de la cultura paraguaya».”

Extraído del prólogo (p. 12) de Latido y tortura. Selección poética de Josefina Plá, Ángeles Mateo del Pino, Cabildo Insular de Fuerteventura, 1995.

 

 

 

Ángeles Mateo del Pino, autora de varios libros de recopilación y análisis de la obra de Josefina Plá, habla sobre la condición femenina en el universo literario de la autora:
“De esta manera, las mujeres pueblan el espacio literario de Josefina Plá, convirtiéndose así, la mayoría de las veces, en las grandes protagonistas, pero sin dejar de ser mujeres de carne y hueso, pertenecientes a esa «especie de las mujeres heroicas y pobres, madre y padre de sus hijos —tan pobres, que ni siquiera sueños tuvieron— ellas son sin embargo, la misma arcilla y soplo de las que reconstruyeron la patria, y pagan el rescate de las que ayudaron a mantenerla en pie». Otras veces, se aleja de la perspectiva actual para mirar con ojos históricos a las mujeres hispanas llegadas a estos trópicos o bien, a aquellas anónimas mujeres indígenas que dieron lugar a una cultura mestiza, tan importante en la sociedad paraguaya. De tal modo, utiliza la historia para entender la situación femenina y. por consiguiente, indagar en su propia condición de mujer: «esta historia es la historia de la artista que entra en la caverna de su propia mente y encuentra las hojas sueltas, no sólo de su poder, sino también de la tradición que haya podido generar ese poder».
La mujer, el amor, el dolor, la muerte y el anhelo imposible son temas que acompañan eternamente su poesía, de ahí que Augusto Roa Bastos la haya calificado de monotonal, fiel a la obsesión que la domina. Josefina Plá pertenece a esa familia de poesía femenina rica en personalidades de primer orden como Delmira Agustini, Alfonsina Storni, Juana de Ibarbourou o la voz del premio Nobel chileno, Gabriela Mistral. Poesía posmodernista y contemporánea, a pesar de que algunos, como Jacques Joset, prefieren calificarla «a falta de otra cosa mejor de sentimental y de populista».”
Latido y tortura. Selección poética de Josefina Plá, Ángeles Mateo del Pino, Cabildo Insular de Fuerteventura, 1995.

 

 

MATEO DEL PINO, A. (1995). Latido y tortura. Selección poética de Josefina Plá. Cabildo de Fuerteventura.
http://mdc.ulpgc.es/cgi-bin/showfile.exe?CISOROOT=/MDC&CISOPTR=82568&filename=120012.pdf

PÉREZ LÓPEZ, A. y CALBARRO, L. “Josefina Plá. Un esbozo de bibliografía”. Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes
http://www.cervantesvirtual.com/obra-visor/josefina-pl—un-esbozo-de-bibliografa-0/html/ffe52f62-82b1-11df-acc7-002185ce6064_2.html

PLÁ, J. (2002). Los animales blancos y otros cuentos. Edición, introducción, notas y bibliografía de Ángeles Mateo del Pino. Santiago de Chile: Editorial LOM.
http://mdc.ulpgc.es/cgi-bin/showfile.exe?CISOROOT=/MDC&CISOPTR=85603&filename=123047.pdf

PLÁ, J. (2002). Sueños para contar, cuentos para soñar. Selección, introducción y bibliografía de Ángeles Mateo del Pino. Cabildo Insular de Fuerteventura.
http://mdc.ulpgc.es/cgi-bin/showfile.exe?CISOROOT=/MDC&CISOPTR=85604&filename=123048.pdf

PLÁ, J. (2003). El verde dios desnudo. Poesía. Cabildo de Fuerteventura.
http://mdc.ulpgc.es/cgi-bin/showfile.exe?CISOROOT=/MDC&CISOPTR=85605&filename=123049.pdf

Josefina Plá: Palabra y Vida. Documental que incluye una entrevista a la poeta.

VV.AA. (2003). Poesía y prosa, Josefina Plá. Canarias: Instituto Canario de la Mujer: Ediciones Idea, Colección Volcado Silencio.

 

 

POEMARIOS Y ANTOLOGÍAS

El precio de los sueños, Asunción: El Liberal, 1934.
Rapsodia de Eurídice y Orfeo, Asunción: Municipalidad de Asunción, 1949.
La raíz y la aurora, Asunción: Diálogo, 1960.
Rostros en el agua, Asunción: Diálogo, 1963.
Invención de la muerte, prólogo de Roberto Juarroz, ilustraciones de Olga Blinder, Asunción: Diálogo, 1965.
Satélites oscuros, Asunción: Diálogo, 1966.
El polvo enamorado, prólogo de José Ramón Heredia, Asunción: Diálogo, 1968.
Desnudo día, prólogo de Francisco Pérez-Maricevich, Asunción: Diálogo, 1968.
Luz negra, Asunción: Pliegos sueltos de Poesía «Signos», 1975.
Antología poética, 1927-1977, prólogo de Francisco Pérez-Maricevich, ilustraciones de Joel Filártiga, Asunción: Cabildo, 1977.
Follaje del tiempo, Asunción: Napa, 1981.
Tiempo y tiniebla, Asunción: Alcándara, 1982.
Cambiar sueños por sombras, Asunción: Alcándara, 1984.
Los treinta mil ausentes: elegía a los caídos del Chaco, prólogo de Hugo Rodríguez-Alcalá, ilustración de Carlos Colombino, Asunción: Arte Nuevo, 1985.
La nave del olvido, poemas (1948-1983), prólogo de Augusto Roa Bastos, Palma de Mallorca: Luis Ripoll, 1985.
La llama y la arena, prólogo de Hugo Rodríguez-Alcalá, Asunción: Alcándara, 1987.
Poesía paraguaya. Josefina Plá, introducción, selección y notas de Ramón Atilio Bordoli Dolci, Montevideo: La Casa del Estudiante, 1989.
Canto y cuento, introducción y antología de Ramón Atilio Bordoli Dolci, Montevideo: Arca, 1993.
Latido y tortura. Selección poética, selección, introducción y notas de Ángeles Mateo del Pino, Puerto del Rosario: Cabildo Insular de Fuerteventura, 1995.
Poesías completas, prólogo de Augusto Roa Bastos, edición, nota preliminar y bibliografía de Miguel Ángel Fernández, Asunción: El Lector, 1996; edición electrónica parcial, Alicante: Biblioteca Virtual Miguel de Cervantes, s. f., http://www.cervantesvirtual.com/.
Trinta e três poemas (antología bilingüe), introducción, selección y traducción de Alfredo Fressia, Lisboa: Fluviais, 2002.
El verde dios desnudo. Poesía. XIV Feria del Libro. Fuerteventura 2003, selección e introducción de Ángeles Mateo del Pino, ilustraciones de Loren Castañeyra, Puerto del Rosario: Cabildo Insular de Fuerteventura, 2003.

NARRATIVA
Libros de cuentos
La mano en la tierra, Asunción: Alcor, 1963.
El espejo y el canasto, prólogo de Francisco Pérez-Maricevich, segunda edición, Asunción: Napa, 1981.
La pierna de Severina, pórtico de José Luis Appleyard, Asunción: El Lector, 1983.
Maravillas de unas villas, Asunción: Edición de la Casa de la Cultura, 1988.
La muralla robada, Asunción: Universidad Católica Nuestra Señora de la Asunción, 1989.
Canto y cuento, introducción y antología de Ramón Atilio Bordoli Dolci, Montevideo: Arca, 1993.
Las gorduras de Villaflacos, ilustraciones de Carla C. Rivera Solano López, Puerto del Rosario: Cabildo Insular de Fuerteventura, 1995.
Los olvidos de Villaolvidos, Puerto del Rosario: Cabildo Insular de Fuerteventura, 1996.
Cuentos completos, edición, introducción y bibliografía de Miguel Ángel Fernández, Asunción: El Lector, 1996; segunda edición, 2000.
Los pensamientos de Villapienso, ilustraciones de Sydya Eugenia Núñez Martino, Puerto del Rosario: Cabildo Insular de Fuerteventura, 1997.
El gigante invisible, ilustraciones de Solrac (Carlos Calderón Yruegas), Puerto del Rosario: Cabildo Insular de Fuerteventura, 1997.
Las maravillas de Ciudadlacustre, ilustraciones de María José Angulo Sarubbi, Puerto del Rosario: Cabildo Insular de Fuerteventura, 1997.
Cuatro burros y cuatro coles, ilustraciones de Toño Patallo, Puerto del Rosario: Cabildo Insular de Fuerteventura, 1997.
El gato, ilustraciones de M.ª Isabel Almeida García, Puerto del Rosario: Cabildo Insular de Fuerteventura, 1999.
La mariposa, ilustraciones de M.ª Isabel Almeida García, Puerto del Rosario: Cabildo Insular de Fuerteventura, 1999.
La cucaracha, ilustraciones de Daniel de Lobos, Puerto del Rosario: Cabildo Insular de Fuerteventura, 1999.
Sueños para contar. Cuentos para soñar. Antología, selección, introducción y bibliografía de Ángeles Mateo del Pino, Puerto del Rosario: Cabildo Insular de Fuerteventura, 2000.
Los animales blancos y otros cuentos, prefacio de Augusto Roa Bastos, edición, introducción, notas y bibliografía de Ángeles Mateo del Pino, Santiago de Chile: LOM, 2002.
Calendario de desengaños. Cuentos, selección, introducción y glosario de términos de Ángeles Mateo del Pino, Santiago de Chile: LOM, 2003.

Novela
Con Ángel Pérez Pardella: Alguien muere en San Onofre de Cuarumí, Asunción: Zenda, 1984.

Teatro
Con Roque Centurión Miranda: Aquí no ha pasado nada, Asunción: Imprenta Nacional, 1945.
Alcestes, Asunción: Colegio Nacional de Niñas, 1973.
Fiesta en el río, presentación de Laureano Pelayo García, Asunción: Siglo XXI, 1977.
Teatro escogido, v. 1, introducción, recopilación y edición de Jorge Aiguadé, Asunción: El Lector, 1996.

Literatura Canaria (LCA)

2º Bachillerato

Josefina Plá SA

Lola Suárez

Texto: Ana Belén Hormiga Amador

Mª Dolores Suárez Suárez

1955

“Si no lees, no pasa nada. Pero si lees, vives dos veces”

 

María de los Dolores Suárez Suárez, más conocida como Lola Suárez, nació en Arrecife, Lanzarote, el 6 de junio de 1955.
Desde muy pequeña se aficionó a la lectura. Gracias a eso pudo disfrutar durante su infancia con los relatos de Antoñita la Fantástica de la autora madrileña Borita Casas; las aventuras de Guillermo y su pandilla de la escritora inglesa Richmal Crompton Lamburn o los cómics de la colección El Capitán Trueno, creados por Víctor Mora y por Ambrós.
A medida que crecía, pasaron por sus manos obras de los hermanos Grimm, Hans Christian Andersen, Emilio Salgari, Julio Verne, Agatha Christie, Jane Austen, Torrente Ballester o Gabriel García Márquez.
En 1973, Lola Suárez se trasladó a Tenerife para cursar Magisterio y Pedagogía en la Universidad de San Cristóbal de La Laguna. Cuando finalizó estos estudios, comenzó a trabajar como maestra y durante más de treinta años se dedicó a esta profesión ejerciendo en varios colegios: Montessori, Finca España, San Benito, El Puerto de la Cruz y Camino de la Villa.

Lola Suárez siempre ha compaginado su labor docente con otras actividades artísticas y culturales. Desde muy joven participó en Marañuela, una revista fundada por docentes en la que se compartían lecturas y experiencias relacionadas con la literatura infantil y juvenil. El primer artículo que redactó Lola Suárez fue sobre Antoniorrobles y apareció en el segundo número de esta publicación. Era la primera vez que la autora escribía para que otras personas la leyeran, con el tiempo aparecería su primer libro. Después de este, vinieron otros títulos que la fueron convirtiendo en una reconocida escritora de literatura infantil y juvenil.
Durante su etapa como docente, Lola Suárez luchó para que las bibliotecas se convirtieran en el centro de las escuelas, había que integrarlas en los barrios para que las pudieran disfrutar el máximo número posible de personas. Esta idea provocó que trabajara por y para las bibliotecas escolares. El proyecto estaba unido, inevitablemente, a fomentar la lectura. Precisamente por eso, Lola Suárez ha participado como autora en el Programa Insular de Animación a la Lectura y Técnicas de Estudio (PIALTE); en muchísimas actividades para editoriales como Alfaguara o Anaya; en presentaciones; en talleres; en diferentes congresos; en diversas publicaciones literarias; en proyectos pedagógicos y en la creación de “El museo de los cuentos”. “El museo de los cuentos” fue una iniciativa que tuvo muy buena acogida pues combinaba la narración oral con una exposición de objetos relacionados con esos relatos (el anillo de barba azul, la manzana de Blancanieves…). Este trabajo se expuso en diferentes lugares como el CEP o la Universidad.
Lola Suárez también ha colaborado en el Festival de Cuentos de Los Silos como ponente y cuentacuentos.

Lola Suárez es una persona muy activa que actualmente participa con frecuencia en diferentes actos culturales y artísticos: encuentros de autor, presentaciones, talleres, congresos cuentacuentos… Además, pertenece a dos clubs de lectura y en uno de ellos es la persona encargada de coordinar esta actividad.
Lola Suárez continúa escribiendo y documentándose para poder elaborar sus obras. La escritora reconoce que sigue sintiendo pasión por la novela del siglo XIX: Tolstoy, Dickens, Benito Pérez Galdós o Émile Zola. Por eso, lee y relee los libros de estos autores sin llegar a cansarse de ellos. También disfruta con las obras de escritores de diferentes nacionalidades: Marta Sanz Pastor, Mo Yan, Stefan Zweig, Evelyn Waugh, Iris Murdoch, John Galsworthy, Henry James o Doris Lessing.

Disfrutemos con fragmentos de sus obras infantiles:

Juan Cabeza de Nido

Y de repente lo vio: un pajarillo marrón, con las patitas tiernas y torpes y las alas poco mayores que las de una mariposa salía de entre las papas nuevas y se recortaba en la claridad del mediodía que la rendija de la ventana, mal trancada, dejaba pasar.

Ed. Afortunadas. Colección Maresía. 1998

Piojos y tarea

-Oye, ¿crees que la estamos malcriando?-Carmen, preocupada, miró a su marido-, No sé si hemos hecho lo correcto con la tarea…y luego, tu cuñada, con sus tonterías, a veces da en el blanco. ¿Crees que deberíamos ponerle a María otro tipo de ropa?
-¡Carmen! Pero ¿qué tonterías estás diciendo? Tenemos una hija maravillosa: alegre, sana, llena de vida… ¡No quiero que cambie! María es una niña noble, de buenos sentimientos, inteligente…
Carmen se echó a reír.
-¡de acuerdo, de acuerdo! ¡Me has convencido! Tenemos una hija perfecta.
-¡Y tan perfecta!-añadió Pablo, dejándose caer en un sillón-. Tiene de todo: ¡hasta pediculosis!

Ed. Anaya. Colección El Volcán. 2000

Cleta y Domitila

Cleta, que al principio caminaba lentamente, con mucho cuidado y algo de miedo, se iba animando, y su pasito se había convertido en trote rápido y alegre. Iba mirando hacia todos lados, ansiosa por descubrir alguna pista de la esquiva Domitila. Pero poco a poco la ansiedad fue desapareciendo y se iba sintiendo conquistada por cada animal, flor, piedra, nube que descubría.

Ed. Anaya. Colección El Volcán. 1996

Historias de fantasmas

Entonces lo oí. Oí mi nombre.
Alguien me llamaba. En voz baja, como si me susurrara en el oído. Ante el desconcierto de mi madre, miré hacia los lados, pero no vi a nadie.
Cada vez con mayor nitidez escuché mi nombre: reconocer la voz que lo pronunciaba hizo que se me helara la sangre en las venas.

Ed. Anaya. Colección El Volcán. 2004

Matilde
De Hadas

Como era ella la más pequeña en una familia de cien hermanos y hermanas, cuando nació, sus padres ya habían agotado todos los nombres propios de hadas y elfos: Campanilla, Dalia, Cascabel, Rayo de Luz…, y por eso la llamaron Matilde, un hermoso nombre lleno de fuerza y que nada tenía que ver con los de sus parientes y conocidos. Por si esto fuera poco, también la hacían diferente de sus familiares su nariz respingona y pecosilla y, sobre todo, su pelo.

Diego Pun Ediciones, 2016

Disfrutemos con su literatura juvenil:

El secreto de la foto

Cuando al cabo de una hora llegué a la pared que tenían en común la ermita y el cementerio, descubrí una tumba cubierta por una lápida no de madera, como las otras, sino de mármol. Tenía dos ángeles grabados que sostenían entre sus manos gordezuelas una suerte de banda en la que se leía sencillamente: ”Descanso en paz, ¡por fin!”
No había nombre ni fecha, lo que me extrañó tanto como el curioso epitafio, muy diferente de los que ya había leído. También tenía una cruz, y donde las otras tenían solo la tarjeta, a esta le habían hecho una especie de urnita, cuya puerta de cristal dejaba ver la foto de una mujer joven y una flor de tela morada.

Ed. Anaya. Colección El Volcán. 2007

Calima

-No soy un camello, niña, soy una dromedaria… Bueno, más bien soy una majalula. Aún no me han ensillado y hasta el año próximo no iré a trabajar.
Y, como si ya todo estuviera claro, el animal hizo un extraño movimiento y, doblando sus patas delanteras primero y luego las de atrás, quedó echada en el suelo. Ahora, los grandes ojos de color castaño quedaban frente a los de Rita, que seguían mirándola asombrada.
-¡Qué bonita eres!-. Rita hizo un amago de caricia, pero retiró la mano indecisa.
-Gracias-dijo la majalula, entornando los párpados de enormes pestañas-, eres muy amable… Y puedes acariciarme: me encanta que me rasquen detrás de las orejas…

Ed. Interseptem. 2005

Maresía

Rita era curiosa y tenía una madurez impropia de sus años. Era su ojito derecho. La chiquilla se lo había ganado por su sentido del humor, por su desfachatez y, sobre todo, por la manera en que, cada noche, saltaba sobre sus rodillas y, echándole los brazos morenos y nerviosos al cuello, le pedía:
-¡Cuéntame cuentos del mar, abuelo!
Y él no se quejaba del peso, a pesar de que su nieta cada vez estaba más grande y fuerte.
Le acariciaba el pelo, siempre revuelto y suave como la seda, y se embarcaba con ella de grumete en una aventura que nunca tenía fin, que iba prolongándose noche a noche en la cocina transmutada en barco, en galerna, en isla de piratas…
En todas las aventuras aparecía la abuela María. Rita no la recordaba y él había convertido su imagen en la de una princesa: bella, valiente, capaz de resolver cualquier problema, dispuesta siempre a embarcarse en una aventura.
…..

En secreto, mantenía el deseo de que algún día su abuelo Juan y ella se fueran de verdad en la “Mª del Mar” y vivieran una aventura. Estaba convencida de que, cuando botaran la barca al mar, aparecería su abuela María entre las olas y se vendría con ellos.
Lo que no le gustaba era que el abuelo Juan a veces acababa con las mejillas mojadas y los ojos empañados.
Una noche, siendo Rita muy pequeña, pasó los deditos por su cara y, curiosa, le preguntó:
-Abuelo, ¿por qué tienes los cachetes mojados?
A Rita le habían dicho que solo lloraban los niños.
Él le contestó, sonriendo entre lágrimas.
-Es la maresía, mi niña. Chúpate los dedos.
Rita, obediente, pasó las yemas de sus dedos por la lengua y sintió en ella el rastro amargo de las lágrimas del viejo marino.
Abrió los ojos asombrada:
-¡Abuelo!¡Parece que te has mojado la cara en el mar!

-Cuando te cuento mis aventuras en el mar, es como si volviera allí: por eso tengo la cara mijada y con gusto a sal: es la maresía, que empapa todo lo que tiene a su alcance.

Ed. Anaya. Colección El Volcán. 2002

El callejón de la sangre

“Bueno, pues la cuestión es que allá por el año 1569 desembarcaron en Arrecife las naves del pirata Calafat que venía del norte de África y atravesaron la isla hasta llegar aquí, a La Villa de Teguise, que por aquel entonces era capital de Lanzarote.”
“Era el mes de septiembre y muchos hombres estaban en el campo trabajando. Dicen los que me contaron la historia que al principio fueron las mujeres las que se enfrentaron con los piratas y que luego, junto con los hombres que fueron avisados, consiguieron expulsar a los invasores. Pero en la pelea hubo tantos muertos que aseguran que corrió la sangre por las piedras del callejón.”

Ed. Cam PDS. Colección Episodios Insulares. 2012

Autora con un profundo sentido de la insularidad, sus relatos parten de experiencias propias o ajenas, ya que, como ella misma afirma: «Cada historia ha surgido en un momento diferente, motivada por una vivencia determinada…Todos mis cuentos parten de experiencias vividas y muchos de mis personajes son reales.».
Una de las principales características de la literatura de Lola Suárez es la variedad de temas y de registros, en los que el humor y el misterio destacan como componentes importantes y atractivos, a lo que se une una gran sensibilidad por todo lo que sucede a su alrededor.
La literatura de Lola Suárez une a su gran carga de imaginación y belleza plástica, la habilidad de combinar el lenguaje escrito y el oral, lo que enriquece y estimula a sus lectores que, al encontrarse con un lenguaje cercano, se acercan con más confianza a los textos.
Cecilia Domínguez Luis, Revista Literaria Academia Canaria de la Lengua, 2015

Lola Suárez nace en el Puerto del Arrecife, en el año 1955. La capital de Lanzarote era por aquel tiempo una aldea grande llena de gente que buscaba en el mar, o gracias al mar, un propósito para la vida; la fiebre del oro de la pesca amplió las fronteras sociales del pequeño enclave, especialmente desde que las factorías conserveras demandaran un gran número de mano de obra, en la mayoría mujeres, que se ocupaban de tender pescado para salazón o preparar y enlatar sardinas y atún. El bullicio, el tráfago de gente, evidentemente a escala de una pequeña urbe, a poco que fuera observado por unos ojos inquietos, sería un germen precioso para contar historias, aunque los asuntos contados traten sobre temas distintos a los que se observan, porque es como si Arrecife, su peculiar manera de sobrevivir, forjara la necesidad de fabricar historias. Es por eso que Lola, esté donde esté, siempre escribe desde Arrecife. Para ella, la sobria aldea que se lanza sedienta al mar, es en sí misma, una metáfora literaria.
La narrativa de Lola tiene distintos y variados registros, pero siempre mantiene un objetivo: despertar la curiosidad entre lectores infantes y jóvenes, pese a que sus creaciones no se alinean con ningún corte de edad. Su pasión como creadora abarca el campo de la educación y el de la escritura. Sus tareas educativas se han convertido en una necesidad creadora.
Con un excelente ramillete de libros escritos, Lola ha dado mundo y espacio a sus vivencias echando mano de la ficción y de la realidad más absoluta. Se mueve con gran facilidad en un estilo en el que las voces, la oralidad, se combinan con lo literario. Un modelo que ha venido garantizando su éxito narrativo.
Desencadenar una secuencia que va desde el rictus serio o impreciso en los labios de un niño hasta el esbozo de una sonrisa, provocada por las palabras de Lola Suárez, es el premio que ella cuelga, invisible, pero constantemente emotivo, en las paredes de su casa.
Félix Hormiga, 2018.

Dolores Suárez Suárez, cuenta con un extenso currículo donde ha tocado todas las teclas del mundo cultural.
En este sentido, nos podemos encontrar que la profesora lanzaroteña residente en Tenerife y que imparte clases en el colegio Camino La Villa de La Laguna, estudió pedagogía en dicha ciudad y luego formó parte del equipo de redacción de la revista Marañuela.
Ha sido miembro del grupo de trabajo Antoniorrobles y en la actualidad pertenece al grupo estable Atalanta que, como el anterior, se dedica a fomentar las bibliotecas escolares, así como la animación y dinamización de la lectura.
Suarez ha participado, como ponente y cuentacuentos, en el Festival de Cuentos de los Silos, ha realizado visitas a diversos colegios, centros de profesores y entidades culturales como cuentacuentos y ha participado, como autora, en las actividades del Programa Insular de Animación a la Lectura y Técnicas de Estudio del Cabildo.

Crónicas de Lanzarote, 2006

Lola Suárez es una artista comprometida. Esto resulta tangible, por ejemplo, en Perdone que no me calle. Se trata de un libro en el que han participado sesenta y dos escritoras para mostrar su repulsa ante la indefensión física y cultural que padecen las mujeres en diferentes contextos. Lola Suárez aportó este cuento para apoyar esta iniciativa de manera altruista.

¡UNO A CERO!
Desde la cocina le llegaba el run-run de la tele, que había encendido su hija al llegar al colegio.
Ella daba los últimos toques a la ensalada, cuando los gritos de júbilo de la niña la sobresaltaron. Con una mano enfundada en plástico rosa apartó el pelo de su cara y salió al encuentro de la pequeña, que venía brincando por el pasillo.
-¡Mamá, uno a cero!… ¡Ven, ven, mami!
Se dejó atropellar, y la niña la arrastró ante la televisión.
-“… la mujer había denunciado a su marido por malos tratos continuados, pero desobedeciendo la orden de alejamiento que pesaba sobre él, se presentó en el hogar conyugal, donde intentó agredir a su esposa, que lo apuñaló, causándole la muerte…”
Sintió la mirada exultante de su hija y no supo que decirle, pensó que no estaba bien festejar la muerte de un hombre.
-“… 29 mujeres han sido asesinadas en lo que va de año, a manos de sus compañeros…”
Entonces, lo tuvo claro. Abrazó a la pequeña y celebró con ella.
¡UNO A CERO!
Desde la cocina le llegaba el run-run de la tele, que había encendido su hija al llegar al colegio.
Ella daba los últimos toques a la ensalada, cuando los gritos de júbilo de la niña la sobresaltaron. Con una mano enfundada en plástico rosa apartó el pelo de su cara y salió al encuentro de la pequeña, que venía brincando por el pasillo.
-¡Mamá, uno a cero!… ¡Ven, ven, mami!
Se dejó atropellar, y la niña la arrastró ante la televisión.
-“… la mujer había denunciado a su marido por malos tratos continuados, pero desobedeciendo la orden de alejamiento que pesaba sobre él, se presentó en el hogar conyugal, donde intentó agredir a su esposa, que lo apuñaló, causándole la muerte…”
Sintió la mirada exultante de su hija y no supo que decirle, pensó que no estaba bien festejar la muerte de un hombre.
-“… 29 mujeres han sido asesinadas en lo que va de año, a manos de sus compañeros…”
Entonces, lo tuvo claro. Abrazó a la pequeña y celebró con ella.

En el libro infantil Piojos y tarea podemos descubrir cómo su autora crea una protagonista que vive ajena a los roles y estereotipos de género. María es una niña feliz que juega al fútbol en el patio del colegio y disfruta con los juguetes que tradicionalmente se han asignado a los niños, por eso, decide quedarse con un regalo que su padre ha comprado para un compañero de clase y para que nadie se dé cuenta, rellena la caja vacía con los cacharritos que le dejaron los reyes.
Lola Suárez es una autora que apuesta por la igualdad. Por eso en 2016 participó junto a varios artistas (Ana Cristina Herreros, Emilio Lome, Ernesto Rguez. Abad, Félix Hormiga, Francisco Hinojosa, Juan Cruz Ruiz, Lola Suárez, Mohamed M. Hammú , Rosalía Arteaga Serrano y Xabier P. DoCampo) en Hadas. Se trata de un libro elaborado por cuatro autores canarios y varios de América latina en el que partiendo de una misma temática cada persona aportaba un relato. La obra fue publicada por la editorial Diego Pun y se caracteriza por la visión no estereotipada del mundo de las hadas.

https://es.wikipedia.org/wiki/Lola_Suárez

www.academiacanarialengua.org/archipielago/lola-suarez/


https://www.anayainfantilyjuvenil.com/ficha_autor.php?id=127609

Acércate a la autora en su espacio vital. Toca en la imagen para que visites su lugar de trabajo, lectura, intimidad…

Imagen 360 lola Suárez

Jonh Jarndyce, personaje de “Casa Desolada” (Charles Dickens) tenía una pequeña habitación a la que se retiraba cuando quería recuperar la calma o necesitaba pensar. Él la llamaba su Gruñidera.
Yo les enseño la mía; más que un cuarto propio, es el refugio donde están mis discos, mis colorines, mis recortables… un espacio para dar rienda suelta a mis ganas de leer, de escribir y, a veces, ganas de bordar, de hacer muñecas, siempre con música de fondo: entren, están invitados a mi gruñidera.

(Lola Suárez)

• Cleta y Domitila – Ed. Anaya. Colección El Volcán. 1996
• ¡Hoy no me quiero levantar! – Ed. Anaya. Colección El Volcán. 1997
• Juan cabeza de nido – Ed. Afortunadas. Colección Maresía. 1998
• Piojos y tarea – Ed. Anaya. Colección El Volcán. 2000
• Textos canarios para la escuela. Desarrollo del currículo -Ed. Gobierno de Canarias. Consejería de Educación, Cultura y Deportes. 2000
• Maresía – Ed. Anaya. Colección El Volcán. 2002
• Historias de fantasmas – Ed. Anaya. Colección El Volcán. 2004
• Calima – Ed. Interseptem. 2005
• El secreto de la foto – Ed. Anaya. Colección El Volcán. 2007
• Las aventuras de Motita de Polvo – Ed. Anaya. Colección El Volcán. 2011
• El callejón de la sangre – Ed. Cam PDS. Colección Episodios Insulares. 2012
• El misterio del collar- Ed. Anaya. Colección El Volcán. 2016

Lengua Castellana y Literatura (LCL)

4º ESO

  Recursos de la SA

3º y 4º de Primaria

María Padrón

Texto: Venancio Acosta Padrón

(1942)

Aún no estoy pura.
Aún está abatido
de pequeñas miserias
el cerebro y espíritu…

De su poema «SENTADA EN EL CAMINO»
« LA ÚLTIMA TIERRA»

 

 

 

María Padrón, nació en las Palmas de Gran Canaria, en el año 1942, descendiente de padres herreños que establecieron su residencia en la capital de la isla de Gran Canaria. Por ello, desde su adolescencia ha visitado con frecuencia la isla de El Hierro y en la actualidad comparte su residencia entre esta y Gran Canaria.
Desde el silencio y sosiego de su casa en Tesbabo, caserío de El Mocanal, muy cercano a la iglesia de San Pedro, en el municipio de Valverde, María Padrón ha encontrado la inspiración adecuada para preparar veintitrés libros de poesía (organizando todo lo escrito a lo largo de treinta y tres años).
La capacidad artística y literaria, se refleja en sus dos grandes pasiones, que son la poesía y la fotografía.
Respecto a su faceta literaria la escritora ha publicado varios libros, algunos de los cuales están dedicados a la Isla de El Hierro. Su bibliografía recoge una serie de títulos:
– Con la voz del viento (1987).
– Eres la isla de las islas (1988).
– La última tierra (2004).
– Materia de isla (2010).
– Un tacto de universo (2011).
– El mar sin nombre (2014).
– Todo hombre es el hombre (2017)

María Padrón, figura en las Antologías:

“Homenaje Poético Internacional” Barcelona, 1986

“Poemas del mar” Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, 1989.

“La llama silenciosa” Poetas canarios en El Hierro (World Poetry Movement Islas Canarias) Las Palmas de Gran Canaria, 2012.

En el primer poemario de María Padrón, José Quintana (Laureado por la Academia de París) prologó:

“Con la voz del viento” es la primera obra lírica de María Padrón. Un poemario lleno de carga que transmite vivencias universales, aunque indudablemente nacidas en la exultante sensibilidad de una poeta que se sobrepone a la agonía y soledad del entorno. Cierto que se trata de un libro primero pero con versos y palabras que quedan ya para la eternidad de la lírica canaria, como una presencia más de una nueva voz en la renovada constelación poética.

La poesía es otra cosa… María nos convence de su existencia y participa en la concepción rubeniana. (“La poesía no es cuestión de octosílabos ni de endecasílabos, sino de ideas y sentimientos”) “Con la voz del viento” es un cálido ensueño de canariedad, donde las Islas se nos aparecen como el último timón de una misteriosa mano atlántica, sinfonía navegadora del alma. Y así con toda su conceptualidad lírica, oye las voces del sentir isleño. “Agua con ansias de llegar al suelo / para hacer posible que siga la vida / latiendo a este lado del universo”. En “Con la voz del viento” nos viene a la memoria las palabras del Académico de la Española Dr. Antonio Tovar: “… Si se nos permite hablar con las impresiones de haber leído toda la antología, nos parece que en Canarias tienen un sentido muy especial de su cuerpo”… Encontramos este “sentido especial” en muchos versos de María. Pero no de puro sentimiento para o del cuerpo de sí y de suyo, sino como una confesión y arraigo de los ancestros de sus Islas todas: “Tendida aquí, sobre la tierra, / imagino, bajo su oscura y prieta entraña / el abrazo cálido y vital de tus raíces, / en intima conexión con el misterio”. Y siendo nuestra poeta “Entramado de tu cuerpo” como resultado de un genuino y natural vitalismo poético”. Una raíz misteriosa que con frecuencia se echa de menos en la Poesía de otras regiones”.

La poesía de “Con la voz del viento” está “impulsada por las sombras de la noche”: Se descubre y se revela con la “bendición de la luz”. Y se ensimisma con “Estas casas abandonadas y en ruinas”. Metaforismos vital-temporal: “cómo arrasa el tiempo y la muerte, cuando no hay vida para detenerlo…”. Acordes psicolíricos de resonancias profundas que nacen en María Padrón con su memoria racial, longitudes anímicas que nos traen la presencia de las poetas palmeras Caridad de Salazar y de Leocricia Pestana y Fierro, vibrantes acentos de nuestra tierra y elegías de distancia. Sin olvidar a las tinerfeñas “María Eduarda, canto mágico al hombre. O nos visiona a la Pilar Lojendio de insobornables esperas en el amor. O a Cecilia Domínguez Luís, con sus “Presagios de sueños en la garganta de las palomas”… O como un temblor e incertidumbre en el “Necesito una luz”, de María Paz Verdugo; acercamiento a “La mar de la infancia” de Ana María Fagundo; Ya el alba en la distancia de “La madrugada nueva”, de que nos habla Pino Betancor.

“El tiempo vivido”. La descripción de “Las horas cumplidas del día”. “La soledad e indefensión del hombre” por encima de la desesperación. “La inerte temporalidad” “para que el alma recobre su inocencia”. Los preludios de las estaciones nativas. Con su “Manifestación de poder”. Incluso como “Hijos de un mismo sol” y “Manso morir de pasión rota”… Versos, cantos y poemas donde María Padrón se amuralla en densidad lírica, ecos de nuestra escenografía poética para decirnos agónicamente que:

“Solo un Dios puede ser espectador
y resistir impasible la tragedia”…

Es el misterio de la esencia de lo escrito lo que ha convulsionado a María Padrón. Siente como ha sido su pasión por el parto poético de lo creado: “Nunca hubo profanación más respetuosa, y fue una de esas ocasiones, pocas, en que me brotaron las lágrimas.
Me han impresionado estos versos. He sentido como un atrevimiento el adentrarme en el mundo entrañable de esta poeta insularmente seria. Una poeta que ayuda a decorar con su nombre el ya mágico eslabón de la Poesía Canaria.

Canarias, 1987

La obra de María Padrón ha sido valorada en diferentes certámenes. Así, obtuvo el premio “Sala de Arte Garoé”, de Tenerife en 1988, siendo Presidente del Jurado Domingo Pérez Minik; Accésit del Certamen “Isla de El Hierro”, de 1989; Premio “Rosón de Oro” de Italia, en 1992; Accésits en los Certámenes de Semana Santa, de Gran Canaria, los años 1994 y 1995; Premio en el Certamen “Ruta del almendro” de Gran Canaria en 1996 y Accésit del concurso “Una idea por la vida”, Nacional F.S. del año 2.000.

El pintor Gran Canario Rubén Armiche ha colaborado, con sus óleos, en la portada de los dos últimos libros de María Padrón.

 

 

La poesía de María Padrón, se introduce en lo más profundo de los sentimientos de los herreños, buscando sus raíces. Así es el poema ¿Quiénes eran?, del poemario “La última tierra”.

Os busco en hondonadas de barrancos,
os busco en las montañas;
os percibo en el ondular de la hierba
que enraíza el camino,
descendiente, como yo de vosotros,
de aquella otra que vivió en vuestros pasos.
¿Erais hombres de la conquista?
El invasor aguerrido…
¿Erais hombres Bimbaches?.
el nativo de noble corazón
y verdad en la palabra.
¿Quiénes eran?
¿Quiénes fueron los hombres
que sembraron mi vida
al amor de esta tierra?

También, sus gentes de Tesbabo, aparecen reflejadas en sus versos, “Claudio y la piedra” en el poemario “La última tierra”.

La quiebras, la laceras, la reduces
o la acoplas en líneas hacia el cielo.
La golpeas con fuerza o la acaricias
para crearle, a voluntad, un cuerpo.
Tus manos de piel endurecida
son un tacto de acero
que la elevan o lanzan a lo alto
como una flor al viento…
A veces las cargas a tus hombros
y hay como un sentimiento
de odio y amor que os enemiga
como al agua y al fuego.
Pero vuelves a ella, le eres fiel;
tiene un embrujo grabado en su tiempo
donde lo efímero de tu vida de hombre
quiere abrazar lo eterno.
Continuará la lucha, mas tú, Cayo
ya sabes que ha vencido, a la piedra,
lo Humano.

Al campesino herreño, también le dedicó una poesía en el poemario ”Eres la isla de las islas”.

A él,
a ese campesino
que no abandonó esta tierra dura,

que sembró una y mil veces
este suelo,
con los ojos más puestos
en el cielo
que en la propia tierra.
A ese campesino
que creyó en esta forma de vida
ancestral, primitiva,
elemental y pura.
A ese campesino, a él,
hombre curtido de sol y viento
manos de barro,
fe de columnas…
Cómo le admira mi paso asfáltico
su andar de piedra;
y mis ojos límites
cómo le envidian
tanto horizonte.

En su libro «Materia de Isla» poemas en Fuerteventura, sus versos al Molino de Antigua:

Ante tu puerta, molino,
y ante el giro detenido de tus aspas,
se ha ovillado el presente en pasado.
Es posible escuchar
el gemido del grano,
palpar en la saca
la morbidez de su cuerpo en harina
y oler a pan tostado.

Quijotescos los sueños,
molino de la Antigua,
emociones de antaño…
Las gentes nobles, sanas,
austeridad en el alma,
vida dura y sencilla.
Fuerteventura es amplia
La Canaria Castilla.

De «Un tacto de Universo» es el siguiente poema:

LA MIRADA EN SOMBRAS

Aquí estoy,
con la mirada en sombras
limitada en el techo,
y la clara conciencia
del Yo y del Universo.

Aquí estoy,
tan sola en la conciencia
y limitada en el mundo,
queriendo alzar la voz
de su sueño profundo.

Aquí estoy,
sabiendo lo fugaz de mi presencia;
mas, sin saber por qué estoy
ni a donde me conducen
mi luz y mis tinieblas.

En «El Mar sin nombre» finaliza el libro con el poema:

EL MAR DEL MUNDO

Ese cuerpo del mar
que en la orilla se rompe
y dualiza en espuma,
parece desgarrarse
y herirse entre las rocas.

Ese cuerpo de mar
se recoge en sí mismo, se amansa
y vuelve a ser uno
vital, inmortal, seductor.

Ese cuerpo de mar,
asequible en la orilla a mi cuerpo,
le transmite a mis manos su ser,
su obra de vida, poder y grandeza.

Ese cuerpo de mar trino y uno,
es El, el mar. . .
El mar del mundo, el mar sin nombre.

De su último libro «Todo hombre es el Hombre» son estos poemas:

¿QUÉ ROMPE ESTE EQUILIBRIO?

¿Y dónde está la causa de lo destructivo?
Todo ser, todo elemento,
conlleva su posibilidad de plenitud.

La inmovilidad de la piedra, su dureza.
El vegetal, su apertura y extensión hacia la luz.
El mundo animal, para su búsqueda,
la prodigiosa capacidad del movimiento.
El hombre, en su consciencia,
el conocimiento de sí mismo
y la libertad para elegir su camino.

¿Qué rompe este equilibrio?

¿Qué hace imposible
que lo estático permanezca,
que lo vital se extienda,
que el movimiento avance?

¿Qué hace imposible
que el corazón del hombre,
lata a la vida sin miedo y sin angustia?

¿Qué hace posible
que lo diáfano se enturbie,
que la luz se ensombrezca,
que el horizonte se limite,
que no se hallen caminos,
que el hombre enloquezca,
que el hombre se suicide,
que el hombre tenga siempre
un amargo sabor a mundo;
una fisura por la que entra
la vida desgarrando?

Caben en el hombre todas las preguntas
pero apenas tiene espacio a las respuestas.

PUEDO SER EL TODO

Yo soy el rey del palacio,
el rey inocente del lujo heredado.
Yo soy el mendigo del puente,
al que presiona fuerte
la mano del hambre.
Soy yo la prostituta maltrecha,
asqueada de su vida,
y soy la noble madre
que entrega la suya parida con sangre.
Yo soy el minero de mirada negra
y corazón de lumbre;
y soy el marinero de espacios azules
y esfuerzo salobre.
Soy yo el apresado en la cárcel hosca
que atrajo a mi vida;
y soy el ermitaño de la alta montaña
que asoma a sus ojos
la paz de este mundo.

Yo soy el soldado mordido de acero,
al que a borbotones se le va la vida
por la boca amarga del odio sin freno.

Porque yo, individualidad, puedo serlo todo
en el inmenso corazón del Yo humano.

PERO SON MÁS LOS HOMBRES

Todo hombre es el Hombre;
pero hay hombres sin alma.
Bestias inteligentes,
para el mal sus entrañas.

En el mal sus estímulos,
y el mal guía sus actos;
sus mentes al servicio
de todo lo malvado.

Todo hombre es el Hombre;
pero hay hombres mediocres,
grises, agazapados:
Que otros sufran el golpe…

Pero son más los hombres,
con dignidad y orgullo,
nobles, decentes, arriesgados,
luchando por la vida y por el Mundo.

En cuanto a su amor por la fotografía, también los paisajes herreños, le han inspirado y ha dirigido su objetivo a los distintos aspectos de la naturaleza herreña.
Con motivo de la Bajada de la Virgen de los Reyes del año 2009, la artista presento su primera exposición fotográfica, titulada “El Paisaje del Cielo”, en la sala de exposiciones del Cabildo Insular de El Hierro. Esta exposición se trasladaría posteriormente a la Casa Herreña de Las Palmas de Gran Canaria, con motivo del XXV aniversario de su fundación.

Los salones del Real Club Náutico de Gran Canaria, han sido elegidos por María Padrón para sus exposiciones en dicha Isla. Así en el mes de enero de 2012, en la sala Néstor, se presentaba la exposición

Isla de El Hierro (Flora-Cielo-Lava-Liquen), en febrero de 2013 Isla de El Hierro “El Mar” (Imagen y Poesía)
y en 2014 su última exposición “Conocerte” un cántico, en imágenes, a toda la Isla de El Hierro.

Estas tres exposiciones fueron llevadas, también, a la Sala de Exposiciones del Cabildo Insular de El Hierro.

Y a finales de 2013, en noviembre, traslada una selección de sus tres primeras exposiciones a los salones de la Casa de Canarias en Madrid.

 

 

Voz: María Padrón

Del libro Todo hombre es El Hombre

Al pronunciar al hombre

Por el cansado camino de los siglos

Tal fue mi navegar

A su remoto origen

 

Del libro El mar sin nombre

Por la mano del mar

El mar de El Hierro

Promulgando vida

Cueva del diablo

 

Del libro Un tacto de Universo

Me diluía otros mundos

El tacto está en los ojos

Planeta del prodigio

Sé de una verdad

 

“Cada una de ellas (poemas) viene a ser algo así como un bordado lírico. Encaje de bellas palabras seleccionadas muy acertadamente, para que posean el filo cortante o la suavidad requerida, y de este modo el verso transcurra y haga camino…”

José Jurado Morales.
Poeta.
Fundador del Hogar de la Poesía Hispanoamericana.

“María Padrón siente la necesidad de recuperar la memoria de El Hierro, la de la geografía heredada. Cada elemento cotidiano tiene en ella una evocación de vida que revela el calor y el dolor de la materia que recobra, gracias a ella, el derecho a ser proclamada Ciencia Viva…”

José Quintana.
Lic. en Filosofía y Letras.
Poeta, Antólogo, Ensayista, Crítico.

“María Padrón, voz isleña con amplitud de océano, llena las alforjas de EL MAR SIN NOMBRE con unos versos, que acarician, mecen y arrullan las aguas en calma, pero también atrapan, abrazan y dominan a las más embravecidas…”

Antonio González Padrón.
Presidente de la Asociación de Casas Museo y
Fundaciones de Escritores de España y Portugal.

Me alegro mucho de que nuestra María Padrón, haya dedicado todo un libro a su acercamiento personal al Universo, al que todos pertenecemos «como parte del Cosmos». Y agradezco el poderlo prologar. Y la felicito por atreverse a indagar sobre el «Origen». Es un libro bien recomendable, porque su mirada al cielo nos la devuelve cargada de sabiduría básica: «Aquí estoy, sabiendo lo fugaz de mi presencia; mas, sin saber por qué estoy ni a dónde me conducen mi luz y mis tinieblas».
Para qué añadir más.

Francisco Sánchez.
Fundador y Director del Instituto
de Astrofísica de Canarias.

Mi estimada María Padrón, es una mujer inquieta consigo misma y con el mundo que la rodea y le ha tocado vivir. Es de esas personas que son capaces de escuchar el sonido del silencio paseando por los senderos empedrados de la isla de El Hierro. Es capaz de sentir los pasos vetustos que han esculpido esos viejos caminos, es capaz de escuchar e imaginar las historias de vida que quedaron impregnadas de tiempo. La naturaleza impregna a esta mujer de tal manera, que en ocasiones asombra la clarividencia genética con la que sus sentidos perciben su entorno.

Cándido M. Padrón Padrón.
Profesor y Ex Vicepresidente del Cabildo de El Hierro.

 

 

 

Acércate a la autora en su espacio vital. Toca en la imagen para que visites su lugar de trabajo, lectura, intimidad…

Imagen 360 de María Padrón

 

 

 

 

 

Confidencias

Tengo en mi casa un espacio pequeño, pero muy singular: Un balcón interior…
No es habitual que pase mucho tiempo en El por qué mi forma de escribir no puede ser buscada, sólo puedo hacerlo bajo una emoción mala o buena.
Cuando eso me ocurre, acudo rápido al sitio más próximo para escribir ese primer verso que aflora, a continuación van surgiendo más, de forma fluida, y acaba “de venir al Mundo” un nuevo poema…
Lo que siempre me sorprende, es que estás escribiendo un verso y no tienes la menor idea de cómo será el siguiente; y así, hasta la conclusión del poema sea largo o corto.
Es muy fácil para mí escribir, porque soy una mujer muy emocional. Los temas más sencillos, pueden tener eso que denominan, “carga poética”.
Las emociones nos llegan a todos internándonos en la Naturaleza, contemplando montañas, deteniéndonos a mirar el Mar, transitando cualquier calle, viendo fluir lo humano y lo que expresan sus rostros… incluso, ante una noticia de esas que desgarran el alma… o las nobles, que nos reconcilian con nuestra especie…
Mí singular balcón, me alza sobre lo escrito, me arropa y, serenamente, me permite ordenar los poemas que, algún día… serán un nuevo libro de Poesía.

                                              María Padrón

Lengua Castellana y Literatura (LCL)

2º ESO

  Recursos de la SA

IES José Frugoni Pérez

Poema “Eres isla de islas”.

Mercedes Pinto

Texto: Sonia Vaquero González

1883-1976

“Ven y dame tu mano, que en la mía
será como de bronce, y así fundidas
romperemos el mundo, si en el mundo
vallas levantan manos enemigas.”

 

Mercedes Pinto, María de las Mercedes Josefa Francisca del Pilar Pinto Armas de la Rosa y Clós, nació en La Laguna, Tenerife, el 12 de octubre de 1883 en el seno de una acomodada familia burguesa. Mercedes destacó desde muy joven  por sus dotes creativas y artísticas en los ambientes literarios de la isla en los que era conocida como la “Poetisa canaria”.

En esta primera juventud publicó sus composiciones en la prensa insular y fue galardonada en concursos literarios de ámbito regional. En 1909 contrae matrimonio  con Juan de Foronda, este acontecimiento marcará el resto de su vida personal y artística.

En los años 20 se traslada a Madrid  y se relaciona con los círculos intelectuales más activos del momento. Colabora  en revistas y diarios nacionales y publica su primer poemario Brisas del Teide (1924) pero sin duda será su conferencia en la Universidad Central de Madrid en 1923 El divorcio como medida higiénica  la que condicione su trayectoria vital  ya que las innovadoras ideas que defiende, fruto de su  dura situación personal, y la polémica que estas generan, la llevarán  al exilio durante la dictadura de Primo de Rivera.

Así en 1924  llega a Uruguay donde diversifica su  carrera (periodista, oradora, conferenciante, pedagoga, escritora, fundadora de su propia compañía de teatro, y de  importantes instituciones como La casa del Estudiante) y comienza una nueva etapa  repleta de éxitos y de reconocimiento.  En 1926 publica su obra más conocida Él posteriormente llevada al cine por Luis Buñuel.  En 1930 publica una de sus obras dramáticas más reconocidas Un señor…cualquiera. Un año después publica su poemario Cantos de muchos puertos 1931. Tras fundar la Compañía de Arte moderno de Mercedes Pinto, inicia un viaje   por distintos países de Hispanoamérica ( Argentina, Paraguay, Bolivia). Se instala en Chile, Cuba y México. De este período destaca su obra Ella 1934 y una extensa colección de artículos y colaboraciones periodísticas agrupadas bajo el título Ventanas de colores y que recoge gran parte de la extensa actividad periodística de la autora.  Mercedes Pinto muere en 1976 en México, tras una intensa vida en la que podemos destacar su constante lucha, su  compromiso social y la fusión que existe en su biografía vital y literaria.

Mercedes Pinto vive en el viento de la tempestad.

Con el corazón frente al aire.

Enérgicamente sola. Urgentemente viva.

Segura de aciertos e invocaciones.

Temible y amable en su trágica vestidura de luz y llamas.

Epitafio en la tumba de Mercedes Pinto, Pablo Neruda

“Pero si la señora Mercedes Pinto ha narrado tan bien su observación, si ha logrado tanta felicidad a su relato, no es seguramente solo porque tiene imaginación emotiva, gracia espontánea de estilo y vigor maestro de expresión: hay algo más que literatura en este libro. Mercedes Pinto es escritora y poetisa de talento, tuvo un ambiente que pudo darle conocimientos superiores; pero el psicólogo que hay en el psiquiatra insiste que en estas páginas hay algo más que literatura: hay vida y hay dolor. Esta observación fue “vivida”, me atrevería a jurarlo… Y siendo así, este libro ya no es una “novela”, sino un “documento”

Santín Carlos Rossi, Él

«En cualquiera de los casos, la palabra fue el instrumento con el que contribuyó a la elevación de la conciencia y desde el que se posicionó como ser individual y colectivo, luchando contra los prejuicios intransigentes de su época y dando testimonio de sus propias convulsiones existenciales”

Alicia LLarena

“Habló Mercedes Pinto como ella sabe hablar, y fueron continuas las ovaciones a esta mujer predicadora de un feminismo justo, sin estridencias, con las debidas liberaciones igualitarias, interpretando admirablemente el ideario martiano , y da fe, en fin , de sus planteamientos progresistas, de su empeño por mejorar la condición femenino”

Luis Felipe López Wangüemert

“Mercedes Pinto es una figura “a reivindicar” en un mundo que siempre habla de “hombres de acción”, y  merece estar en el santoral de la literatura española, tan falta de mujeres y que sin embargo no recuerda a las que por su labor merecen tener su nombre inscrito en el arco del triunfo y de la memoria de esa escritura”.

Juan José Armas Marcelo

“El presente libro, lectoras, no es una exhibición pueril, ni una tentación de la Fama, ni siquiera una fácil coquetería lírica. Es, simplemente, un imperativo categórico, una misión. Mercedes Pinto no escribe; suspira. Postrada por «el dulce mal» de Petrarca y de Garcilaso, tiene el perfil fino y romántico de todas las enfermas de amor. De ella puede decirse —- Canta porque cantar es su destino y el  Destino es más fuerte que la Vida. La vida, harto cruel para esta dama tinerfeña, pudo mil veces traspasar su corazón, pero nunca rendir su ánimo. «Que la porción alta y divina “yérguese en ella dura y firme como roca entre el oleaje.”

Cristóbal de Castro

“Se nos va, por los Caminos de América, la mejor amiga de la mujer uruguaya, amiga de sonrisa perenne, de hombro contra hombro, de voz cordial y ejemplo heroico. Se nos va, con los ojos encandilados por la promesa de un triunfo que ella bien sabe que se merece como pocas. Porque esta mujer, gran corazón y gran talento, tan querida y respetada entre nosotros, nunca ha marchado sobre caminos de rosas. Conoce los duros guijarros, las sangrientas espinas, el frío, el insomnio, la sed. Pero con la cara mojada por las lágrimas, ha hecho el milagro de sonreír para alentar al que estaba más desesperado que ella. Y es así que se va, como se van las reinas buenas, dejando bendiciones tras de sí. Su talento es la mejor recomendación para todos lados; su bondad la más acertada tarjeta de presentación entre los que la irán conociendo. Cuando regrese —porque Mercedes es nuestra—, habrá trazado en todo el Continente un círculo de admiración y de amor.”

Juana de Ibarbourou

“Mercedes Pinto, la mujer rebelde. La primera mujer rebelde española consciente de las reivindicaciones femeninas en los nuevos tiempos (…). Rebelde mujer, en un Madrid de toros y cuplés, mujeres de profesión “sus labores”, minorías selectas alzadas contra la mediocridad ambiente, y mayorías que despiertan de un prolongado letargo, a los aldabonazos del aún precario desarrollo industrial. Rebelde en la Universidad, al plantear sobre nuevas bases las relaciones hombre-mujer (…) Rebelde en la literatura o desde el escenario de la Zarzuela en los años veinte. Viajera rebelde por el vasto mundo latinoamericano”.

“Mercedes Pinto, vitalista y rebelde”, Triunfo, Madrid, núm. 347, 25 de enero de 1969

Sin duda, Mercedes Pinto es un referente femenino importantísimo no solo por su voz literaria sino por su activismo social y político. Su fuerte personalidad polifacética, autora de libros de versos, novelas, obras de teatro y de una voluminosa obra periodística, se complementa con su célebre actividad como pedagoga y oradora. Su defensa de la modernización de la educación como un instrumento de cambio social y su activismo en pro de los derechos de los colectivos más desfavorecidos, en especial de las mujeres y la infancia, la convierten en una reconocida líder feminista.

Defensora de un feminismo moderno y contemporáneo apuesta por el papel de la mujer como motor de cambio y transformación de las convenciones sociales. La mujer debe tener una ineludible participación social: “La mujer nueva debe ser amor y perfume, materia e idea” (Mercedes Pinto)

Su concepto de feminismo humanista, parte de su experiencia vital, especialmente de su relación matrimonial en la que fue una víctima de violencia de género.

“Mercedes Pinto trató el ideal de la mujer moderna con un concepto claro de la vida y con un dominio asombroso de esa filosofía inalterable y profunda que no se bebe en los libros sino que se aprende en la angustia del propio corazón” La Opinión 23 de mayo de 1932.

Así sus obras más representativas, parten de esta carga autobiográfica y del compromiso que surge de su deseo de compartir sus emociones como un fuerte testimonio de rebeldía y superación, tanto personal como social.

El divorcio como medida higiénica, es una brillante conferencia en la que defiende unos principios que conmocionaron a la sociedad del momento, anclada en las convenciones más tradicionales y católicas y que provocaron su exilio hacia América.

Algunas de las ideas que defendió Mercedes en esta conferencia fueron el derecho de las mujeres a solicitar el divorcio, el derecho a denunciar una situación de violencia íntima , la defensa y la responsabilidad del Estado sobre los menores víctimas de la violencia de género , el derecho a la protección y el derecho a la felicidad de las víctimas, así como dos conceptos básicos de su filosofía de vida, la educación de la mujer como medio de transformación personal y social y la solidaridad emocional entre las mujeres, lo que hoy conocemos como sororidad.

En Él la autora narra su desgraciada vida al lado de su marido enfermo y maltratador y el aislamiento familiar y social que sufre como víctima por las fuertes imposiciones sociales que la obligan a resignarse como única salida a su dolorosa situación personal. Aunque esta obra se publicó en 1926, de forma posterior a la conferencia de 1923, ambas comparten el mismo principio biográfico-narrativo.

Un Señor… cualquiera es una pieza teatral que recoge de nuevo la estricta moral católica que profesaba su familia, y los prejuicios sociales que fue encontrándose como mujer. La escritora nos advierte sobre la inutilidad de defender unos únicos y férreos modelos de comportamiento ya que el paso del tiempo se encargará de demostrar que la transformación social es un proceso natural.

Ella , novela que recoge los recuerdos de Mercedes Pinto desde sus primeros años hasta los años veinte . Con un carácter autobiográfico nos presenta su infancia feliz, sus primeros contactos con la poesía, la religión y el pensamiento conservador de la época, su paso de la infancia a la vida adulta, su matrimonio y el infierno en el que este se convierte y la lucha por conseguir una salida digna que le permita encontrar su seguridad, felicidad y realización personal. El exilio será el precio que deba pagar para comenzar una nueva vida.

Cantos de muchos puertos es un poemario que se convierte en una recopilación emocional de los paisajes interiores y exteriores por los que transitó la autora. La semblanza de una mujer que renuncia a su tierra para ganar su libertad.

Ventanas de colores es una recopilación de su prosa periodística, debemos destacar una serie de artículos publicados en Excelsior en 1975 (Año Internacional de la mujer) que contribuyen a exponer su ideario feminista.

Pero más allá de su labor literaria Mercedes Pinto, tiene un importante recorrido cultural en América. En Montevideo fundó la célebre «Casa del Estudiante», para extender gratuitamente la cultura entre todas las clases sociales de la ciudad. En su etapa uruguaya, que se prolongó durante siete años (1924- 1932).

Fue asimismo la primera mujer oradora del gobierno de Uruguay e incluso asesora pedagógica en las reformas educativas del país.

En Paraguay tuvo el honor extraordinario de haber sido la primera mujer que ocupó la tribuna de la Universidad de Asunción, y de haber llevado a cabo numerosos actos celebrados en escuelas e institutos educacionales para expandir sus ideas pacifistas y sus altos ideales sociales.

En Argentina, su ciclo de conferencias impartidas en la Universidad de Tucumán tuvo un gran impacto social. En Chile fue nombrada por Arturo Alessandri, el carismático y célebre presidente del país, Delegada Oficial del Departamento de Extensión Cultural y encargada de impartir conferencias sobre distintos aspectos de la moral en escuelas, cuarteles militares, etc. Allí se implicó también en los movimientos feministas del país, reivindicando el derecho de voto a la mujer y participando en el proyecto de ley del divorcio.

En Cuba, Fulgencio Batista, presidente del país, le ofrece un puesto como Educadora de Conferencista para las escuelas cívico-militares así como en la radio difusora del Gobierno y en la Cadena Azul, desde donde hizo sonadas campañas humanitarias, como la movilización llevada a cabo para que el Gobierno cubano permitiera el desembarco de los 930 mujeres, hombres y niños judíos que huían del nazismo en el barco «San Luis». No sólo Cuba le dedicaría por esto multitud de agradecimientos y homenajes, sino que, muchos años después, su defensa del pueblo judío le valdría uno de los honores más curiosos e impactantes en la vida de la escritora: el bosque de más de 2000 árboles que hoy lleva su nombre en Israel.

En definitiva Mercedes Pinto es una mujer adelantada a su tiempo, defensora de las mujeres y del papel que como sujetos activos deben desarrollar en la sociedad. Sus experiencias vitales conforman una voz única dentro y fuera de las letras canarias.

El divorcio como medida higiénica 1923

[…] Yo sé, señores, que esta enfermedad pueden llevarla en sí lo mismo los hombres que las mujeres, pero yo soy mujer y vengo a hablar por ellas. Los hombres casados con una enferma de este género lo tienen todo a su favor : «Pobre hombre —dicen— la mujer es insoportable, es celosísima, es rabiosa, es una fiera; debe estar chiflada, porque hace cosas muy extrañas». Por fin el marido, acompañado del asentimiento y la conmiseración de los amigos, de sus criados y del mundo, toma a la esposa y la lleva a una casa de salud, o la entrega a sus padres, quedándose él con los hijos, porque la mujer «no anda bien de la cabeza».

Así dicen; y no andar bien de la cabeza es tener celos infundados de un marido intachable, es el enfadarse sin causa, es hacer del hogar una molestia continuada, etc., etc. El hombre pues, está ya liberado.

La mujer en cambio se casa con un hombre sano, del cual puede hasta tener certificados médicos, no tiene tuberculosis ni enfermedades venéreas, sus hijos, pues, serán saludables. Creo además, por habérselo oído a médicos alienistas, que la «paranoia» suele estar oculta en la infancia y en la primera juventud y desarrollarse generalmente cuando las preocupaciones y cargas de la vida se acentúan y pesan sobre el cerebro… es decir, cuando después de casados, y aún después de la primera época, el nacimiento de los hijos y su sostenimiento y educación empiezan a levantar en el predestinado a la locura las aún dormidas preocupaciones.

¿Cómo va un médico que examina la sangre y el pulmón de un hombre a saber que en no lejano día el negro sadismo se levantará cruel y silencioso entre las sombras de la alcoba nupcial?

¿Cómo puede el médico adivinar las torturas a que la infeliz esposa va a verse sujeta? ¿Cómo la verán sus ojos de doctor y humanista con los dedos retorcidos y la garganta doblada bajo las presiones y las mordidas que han de dar al sádico el esperado goce?

Las infinitas crueldades que un enfermo del cerebro puede desarrollar en el matrimonio sólo puede concebirlas la mente más exaltada, los celos más insospechados, las manías más torturantes, los insomnios más tétricos, las bajezas más bochornosas…

Y eso, todo eso que parece ha de ser causa de divorcio, no lo es ni puede serlo, puesto que el Código aprecia como motivo de divorcio aquellos golpes de naturaleza tal que pudieran haber causado la muerte, y una cantidad de testigos que no sean de la familia, ni sirvientes, sino personas de fuera de la casa que hayan presenciado los hechos. De manera que todas las violencias, las torturas y los horrores incontables por asquerosos o brutales que contra su esposa pueden ocurrírsele a un paranoico, no son nada ante las leyes; tiene que esperar que le peguen un tiro… (y no la acierten) para que los jueces piensen que si le acierta… ¡se hubiese quedado en el sitio! Y por lo que se refiere a los testigos, desde luego comprenderéis lo imposible de que cier tos mar tirios, generalmente de alcoba y nocturnos, tengan testigos, por que no es costumbre que los amigos estén en la habitación a esas horas, y si la esposa grita, ya tendrá cuidado de no volver a hacerlo porque el marido lo impedirá, del modo que pueda, pero lo impedirá.

Además, todo el ambiente que ayudó al esposo de la enferma, al recluirla en un manicomio, o enviarla con su familia, quedándose él con sus hijos, ambiente que le harán también las mujeres que se pondrán de parte del marido, le faltará seguramente a la esposa al tratar de hacer lo mismo. Por regla general, pocas veces llega al público el verdadero aspecto de la horrible verdad.

Un señor discutidor, suspicaz, dispuesto a agriar las conversaciones con frases molestas y hasta llegando alguna vez a una agresión, no es para los ojos de los extraños más que un hombre de mal carácter, o tal vez cuando más «un señor raro»; pero esas gentes ven las cosas de lejos, no saben los disimulos, las suspicacias y los engaños con que esos hombres que no son raros, sino sencillamente enfermos, llegan a ocultar al público completamente las espantosas negruras de su hogar.

Esa locura engañadora, que lleva generalmente al que la padece a ver en los demás maldad y refinada malicia, desprestigia a la esposa del loco, por regla general, y a las iras de éste se les llamará «mal carácter», y a su sadismo exageraciones de la esposa que comprende mal las expansiones de un apasionado, y a sus celos les llamarán «exceso de amor», si es que no —¡lo que desgraciadamente ocurre!—, se vuelve la opinión en contra de la esposa, y dicen que algo habrá en ella cuando él la cela.

¿Qué ayuda puede darnos la justicia? Ninguna; porque la locura por sí no es causa de divorcio. […]

ÉL

[…] Viajaba yo con mi pesada cruz sobre los hombros. Al llegar a una estación decidí bajar un momento; necesitaba respirar, desentumecer mis piernas, agitarme, pues que durante unos momentos creí que iba a morirme de algo muy rápido, del corazón o del cerebro, porque era demasiado el sentir y excesivo también el pensar…

A los pocos pasos decidí escapar a la curiosidad de las gentes, y como iba sola, di la vuelta a la estación y me senté un momento sobre unos equipajes. Cerca de mí vi un buhonero con su mujer y un niño de pocos meses; habían terminado al aire libre una frugal merienda durante el descanso del tren, mientras que la mujer, sacando un pecho blanco y redondo, daba serenamente de mamar a su hijo sentada al lado de la caja donde guardaban la mercancía. El marido empezó a fumar una inmensa pipa de barro y él y la mujer me miraban con curiosidad, hasta que la mujer interrumpiendo el silencio me dijo: «¡Ay, señorita, cuántos trabajos pasamos los pobres; usted viaja en primera y va con toda comodidad, mientras que nosotros vamos como perros de pueblo en pueblo…! ¡Eso que Vd. lleva sí puede llamarse un viaje de placer!»

Yo la miré con una congoja inmensa que me subía desde el fondo del pecho, y llegando a mis ojos se me llenaron al punto de llanto; y la buena mujer, creyendo la infeliz que los ricos no podían llorar ni tenían por qué, exclamó convencida: —Es ceniza que ha volado de afuera… de la pipa de Ignacio… Y yo: —¡No… no…! ¡Es ceniza que sube, que sube de adentro…!

***

Corre, tren, corre sobre mi pena; oscurece mi dolor con tu humo negro como la cabellera del demonio, aleja de mi alma el drama entero de mi existencia rota, de mi presente de lucha, de mi porvenir incierto… Corre, tren, y con el ruido espantoso de tus cadenas y de tus brazos ciclópeos de hierro, evita que se forjen los pensamientos en mi cerebro, y patea, desgarra, pulveriza los recuerdos de trágica odisea que me enloquecen, y que a mi alma primitiva, sencilla, ingenua,

torturan con las pesadillas reconstructoras de lo pasado… (heridas, sangre, gritos, insomnios dolorosos, un soñar de calentura que aplasta mi sana complexión bajo su peso…).

En lontananza se va quedando el manicomio con sus torrecitas altas, y sus pabellones iguales pintados de blanco y rojo —huesos y sangre me semejan—.

Y yo sola, enlutada, con un luto triste porque es el que en la vida se lleva por uno mismo, miro a las lejanas torrecitas bajo cuyas techumbres se queda Él y me parece sentir aún las estridentes risas y las voces incoloras que he dejado. Y miro el porvenir y veo las piedras de mi hogar rodando clamorosas río abajo, río abajo… […]

[…] ¡anatema sobre vosotros los cobardes que no levantasteis la voz para defenderme! ¡Sobre vosotros y sobre vuestros hijos recaiga mi dolor —¡todo el amargo manantial de mi dolor!— y el hambre y la sed, y los insomnios torturantes, y todo el cruento palpitar de mis tremendas y apocalípticas horas de soledad!

Por los hombres cobardes abandonaré mi hogar y mi patria: por aquellos hombres miserables y ruines que se envolvieron el alma con túnica de mujerzuelas para recibir al infeliz demente con sonrisas melifluas, y lanzar a sus espaldas murmuraciones e intrigas miserables; perderé tal vez cuanto tuvo mi calor y fue mío. Por aquellos médicos que mintieron certificados de salud a un enfermo, cometiendo un acto delictivo, por no exponerse a las iras de Él, o a las de la «mano predestinada y trágica» que va tras Él, quedará tal vez mi fama en entredicho, y sobre las cabecitas de nuestros hijos flotará una sombra indecisa. Anatema, anatema sobre aquellos que impulsaron mi vida hacia caminos desconocidos; anatema sobre los que desarraigaron mis pies del adorado suelo en que nací… Anatema mil veces sobre los hombres ruines que no supieron levantar la voz viril para defender mi verdad. Y cuando los que yo adoro mueran lejos de mi lado y cuando el suspiro último de mi madre se exhale en la soledad, sin que sus ojos recojan la luz de los míos, el eterno anatema de mi alma enorme recaiga sobre los cobardes, los traidores, los malvados, que por no perder la amodorrante paz de su vivir, acallaron sus voces, contentándose con escuchar pacientes las alucinaciones de que el infeliz Él esmalta su existencia, y viendo maliciosos y pérfidos cómo mi porvenir se ensombrece, quedando sólo a la débil merced de mis manos.

Pero, ¡oh!, sociedad rastrera que haces esto conmigo, ¡no importa! Que en mi alma de mujer existe la semilla heroica que vuestros padres no pudieron sembraros y sobre la cadena de los dolores, tal vez el tiempo corone un día las sienes pálidas, que vosotros, indiferentes a mi agonía, ¡supisteis taladrar…!

***

Yo huí por los caminos de la vida y no sabía adónde. Sólo sabía que llevaba conmigo un equipaje de amores inocentes y más puros que nardos en capullos, y no me daba cuenta de que sus labios de coral y rosa me pedirían pan…

ELLA

[…] Entre los amigos de que primero hago memoria hay un señor joven, de barba muy rubia, con el cabello plateado sobre las sienes y los ojos azules. Este señor era director de un periódico de mi país, y había sido muy amigo de mi padre, según me decían. Venía a casa con cierta frecuencia, y siempre con dos o tres señores elegantes, que a mí me parecían de gran autoridad, que me tomaban en sus brazos, pasándome de mano en mano, haciéndome preguntas y quitándome el cabello de sobre la frente, exclamando: —¡Es la misma cara! ¡Cómo se le parece! ¡Qué lástima que esta criatura no haya sido varón…! Un día me llevaron al Ateneo, y me enseñaron muchos retratos, que había colgados de las paredes, de señores muy serios, con trajes antiguos y uniformes muy raros. El periodista me preguntó: —¿Cuál de estos es tu papá?—y yo, levantando mi mano, señalé el retrato de un señor de barba… Entonces me tomaron en brazos, me besaron mucho, y el periodista sacó el pañuelo y se lo pasó por la cara como si llorase. Yo puedo decir ahora que no sé absolutamente por qué señalé aquel cuadro, pues ya no recuerdo cómo era mi padre, y además era aquel un retrato muy malo, hecho por un aficionado del pueblo. Pero es de suponer que alguna sugerencia levantó en mí aquella figura pintada, o que en algún sentido la uní, tal vez inconscientemente, a mi ya muerta remembranza del caballero y el libro de estampas. Al regresar a casa, los señores aquellos le dijeron a mi madre que yo tenía un talento asombroso, repitiendo nuevamente en distintos tonos «¡que era una gran lástima que yo no fuese varón…!» Por entonces cumplí cinco años. Tengo que hacer notar la circunstancia de que aquellos señores y otros que también fueron amigos y admiradores de mi padre, al visitarnos o encontrarnos en la calle, no se preocupaban lo más mínimo de mi hermana, contentándose con darle unos golpecitos en la cara y sin que al parecer les diera lástima ninguna «el que ella no hubiera sido varón…» En cambio, yo estaba muy orgullosa con mi parecido, con mi frente tan ancha, «igual a la de él», que inducía a los amigos a regalarme y mimarme más… También me iba penetrando poco a poco «de que yo tenía mucho talento», cosa que ya no me satisfacía tanto, pues aunque no sabía en lo que consistía ni lo que significaba, servía sin duda, por lo pronto, para que mi madre me lo recordase continuamente, mezclándolo con enojosas reprimendas: ¡Parece mentira que una niña de talento como tú se ensucie con tanta frecuencia los vestidos…! […]

[…] Hay que mentir, siempre mentir. ¿Dónde se ha ido mi carácter veraz que contaba hasta el menor de mis pensamientos…? Murió hace tiempo la chiquilla alegre que decía todo lo que le ocurría, lo que deseaba y lo que sentía…se deshizo mi impetuosidad…Se aventó como polvo la fortaleza, la expansión, la leal y bella franqueza de mi sentimiento… Mentir…Siempre mentir…

No decirle a Él que mi madre ha venido…No contarle que un niño se dio un golpe…Ocultarle la frase de la amiga, la enfermedad de la sirvienta, el nacimiento de los gatitos que se apretujan confiados contra la panza gris de la gata en el rincón oscuro de la carbonera…De todo puede venir un disgusto, una discusión un enredo…

El asunto baladí toma de pronto caracteres de catástrofe. La cosa más pequeña se agiganta monstruosamente en el horizonte de mi vida, cargada de electricidad…Disimular, callar, mentir…Ese es mi único y posible programa. […]

Cantos de muchos puertos (1931)

Rebelión

Ven y dame tu mano, que en la mía
será como de bronce,
y así fundidas
romperemos el mundo, si en el mundo
vallas levantan manos enemigas.

¡Iremos muy erguidas las cabezas,
con Cupido en los brazos, hecho carne,
para decirles,
a los sordos y ciegos de la Vida,
que deshicimos torres de prejuicios
golpeando con las frentes en las piedras;
que quitamos las uñas a las garras
de los buitres rastreros,
y libertados,
hicimos mariposas con las hojas
de las leyes antiguas,
y juguetes a nuestro Cupidillo,
con las viejas argollas
de las cadenas de la Tierra…!

Desde el avión

A MIS HERMANOS TODOS LOS EMIGRANTES

Ya no hay largas distancias,
ya no hay mares azules y extensos
donde se ahogan los cantos perdidos
de los marineros.
Ya no existen montañas silentes
cerrando horizontes,
como negras murallas gigantes
que forman fronteras y separan mundos…
Ya se acortan los caminos largos,
resecos y crueles, por donde se alejan los seres queridos,
¡madre, novia, casa…! ¡Ya no estamos lejos!
¡La ruta celeste siempre estará abierta!
¡Nos dormimos niños, soñando en un viaje,
cabalgando,
en las verdes crestas de un fugaz relámpago!

El emigrante

¿Sabes para qué vengo hasta tus playas?
¿Sabes por qué atravieso la distancia
que separa mis montes elevados
de tus valles fecundos…?
No es en busca de gloria ni riquezas,
ni a conquistar la fama, a lo que llego:
es a algo más humilde,
que olvidaron los grandes y los fuertes,
pero que yo preciso
para el aliento de la vida mía,
porque es soplo vital que la sostiene,
y luz y sombra, y la existencia misma
que sin ella no importa ser vivida!
¡Busco un alma! ¿Me escuchas…? ¿busco un alma
delicada y sutil; alma tan suave
como el consuelo de la tibia mano
como la seda del “clavel del aire”
como la pluma del pichón tremante…!
¡Alma que sienta del respiro mío
la vibración sutil en el espacio,
y adivine en alerta continuada,
si el suspiro es de risas, o es de lágrimas…!
Un alma que comprenda las palabras
que en mi boca no puedan dibujarse,
y sienta el fuego de un ardiente beso
antes de que se asome entre mis labios…!
De buscar esa alma por la tierra
tengo los pies llagados, y las manos
endurecidas de azotar las ramas
de los almendros cuando están floridos,
de los rosales cuando dan las rosas […]
…¡Por eso abandoné los altos montes
en los bosques espesos, por los valles
de tu patria lejana! ¡Por si acaso
el alma compañera de la mía
está entre las flores de tus huertos blancos
bañados por la luz de la mañana,
o la encuentro en gaviota convertida
oculta entre las peñas de tus mares,
y podrá descansar el alma mía
cubierta con las plumas de sus alas…!

BRISAS DEL TEIDE (1924)

Más alto que el águila

Grilletes en los pies, venda en los ojos;
prohibidas la acción y la palabra;
en las puertas fortísimos cerrojos
y castigo ejemplar al que las abra…
No poder expresar con el acento
lo inmenso de un amor avasallante;
envejecer el cuerpo macilento
sin realizar tu anhelo un solo instante…
Todo eso puede, y mucho más, hacerte
el que sobre tu ser manda e impera;
¡siempre sobre la “mano”, por más fuerte,
ha de poder la “garra” de la fiera…!
Porque el cuerpo es esclavo; la materia
dócil se dobla al brazo del tirano;
por eso podredumbres y laceria
hacen su nido sobre el cuerpo humano…
Mas en esa materia hay un sagrario,
foco de luz espléndido y divino,
¡rayo de sol que cruza temerario
rasgando las tinieblas del camino…!
Se llama ese sagrario “el pensamiento”,
que quiere y que aborrece, el “alma”, en suma
¡libre como los pájaros y el viento!
¡cual se remonta el Sol sobre la bruma!
Podrán tu cuerpo aprisionar feroces,
tu boca amordazar como a las fieras,
¡pero no te podrán quitar los goces
de pensar y adorar lo que tú quieras!…
¡Bendito sea el pensamiento humano!
¡Por los siglos sin fin, bendito sea…!
¡que por cima del déspota inhumano
el espíritu, libre, vuela y crea..!
Y venciendo crueles opresores,
inmaculado siempre y siempre fuerte,
porque le dan más savia los dolores
y triunfa del martirio y de la muerte,
mientras la “garra” la materia oprime
y el cerebro con rabia pulveriza,
para matar la idea que redime
—vencida la materia en esta liza—,
el pensamiento escapa victorioso
y de espacios más grandes vuela en pos;
en un valiente impulso luminoso,
va más alto que el águila… ¡hasta Dios!

VENTANAS DE COLORES

¿Los animales tienen alma?

Vivía yo en Tenerife, en una hermosa casa, con un jardín extenso, con árboles frutales y un laurel que parecía el patriarca del huerto, por viejo, por enorme y frondoso, con follaje continuamente renovado, espeso y protector de eterna sombra, con ramas verde oscuro que penetraban por la ventana de mi escritorio y se quedaban repicando en los cristales cuando yo la cerraba y me hacían sonreír con su terco sonido, como deseando entrar y tocar mis cabellos como lo hacían cuando yo me sentaba junto al balcón abierto…

Los pájaros de todos colores piaban y cantaban en el laurel frondoso, cuando una tarde vimos caer en el piso del cuarto un lindo pajarito amarillo, que se dejó tomar por mis manos dando ligeros estremecimientos… Mis niños acudieron y notamos que el pájaro tenía una larga espina atravesando la patita izquierda… Nos quedamos atónitos y yo dispuse una curación rápida. Saqué la espina lavando la herida con agua boricada y lié toda la patita con una ligera gasa. Acosté al animal en una cestita con algodones y puse todo sobre el alféizar de la ventana, sujetando la pequeña cestita a una de las ramas del árbol para que el animalito se sintiese libre al aire y al sol… En una farmacia me dieron luego un líquido rojo que me dijeron era yodo en mínima reducción y todos los días curé la herida con aquel líquido que por cier to, manchó de rojo la punta de un ala del enfermo pajarito.

En la cestita pusimos siempre migas de pan y alpiste y, poco a poco, el pájaro fue enderezándose, piando y reponiéndose, hasta que un día voló de la cestita y desapareció.

Pero, ¿cuál no sería mi asombro y la loca alegría de mis niños, cuando vimos que el pajarito enfermo, todavía con el ala teñida de rojo, venía trayendo pajas que colocaba en la cestita donde había pasado su enfermedad que aún estaba allí, atada a la verde rama de laurel, como si estuviera esperando…? Porque el pájaro de la patita herida, no era «pájaro» sino «pájara» y, en su cama de enferma, fabricó su nido y allí puso cuatro diminutos huevecillos. Allí una pareja de amor incubó a sus hijos, como una ofrenda a la mujer que un día le dio ternura y curación…

Los pajaritos nacieron «dando con el ala en los cristales», como en el poema del divino Gustavo Adolfo Bécquer… y cuando los vaivenes de mi vida me llevaron de aquella casa y de la Isla amada, mis hijos y yo nos preguntábamos con emoción: «¿Se acordará la pajarita de nosotros, como la recordamos a ella…?». Yo los apretaba contra mi corazón y les aseguraba que sí, que entre las ramas del jardín lejano, nuestras almas estarían siempre jugando con los pájaros…

Webgrafía

http://www.aliciallarena.com/00000098fc05fc709/00000098fc075455c/index.html

http://www.academiacanarialengua.org/archipielago/mercedes-pinto/

http://www.casamerica.es/literatura/cantos-de-muchos-puertos

https://dialnet.unirioja.es/descarga/articulo/2227130.pdf

http://www.gobiernodecanarias.org/cultura/dlcan/2009/index.html

Paisaje interior: Mercedes Pinto http://www.gobiernodecanarias.org/cultura/dlcan/2009/pdf/letrascanarias2009.pdf

MEDIATECA

http://www.youtube.com/watch?v=8tcYOZ3no5Q: Como una brisa del Teide. Fragmentos del monólogo teatral basado en textos de Mercedes Pinto, estrenado en Las Palmas de Gran Canaria, febrero de 2009. Dirección y puesta en escena: Fabián Lomio.

http://www.youtube.com/watch?v=3S_AatxhDiI: ¡Luz, más luz! Fragmentos del espectáculo teatral sobre la vida de Mercedes Pinto, basado en sus textos periodísticos, estrenado en Las Palmas de Gran Canaria, abril de 2009. Compañía: Helena Turbo Teatro. Dirección y espacio escénico: Helena Romero Campos. Adaptación: Paco Monge.

http://www.youtube.com/watch?v=6Xhesh61YY4: Cantos de muchos puertos. Fragmentos del espectáculo musical basado en la vida y la obra poética de Mercedes Pinto, estrenado en el Auditorio de Santa Cruz de Tenerife, junio de 2009. Interpretación, idea, producción y dirección: Miriam Penela

https://www.youtube.com/watch?v=PIEoVoLAfVA Ellas, biografía ficcionada de Mercedes Pinto, una pionera en defensa de los derechos humanos de la mujer y personaje polifacético.v Una estudiante, una periodista y una escritora de diferente perfil y edad comparten el mismo interés por la singular persona de Mercedes Pinto. A través de entrevistas, recuperan la memoria de una de las figuras más importantes de la defensa de los derechos de la mujer en España. Silvia Munt, Marta Aura y Paola Bontempi interpretan a las tres mujeres que presentan los momentos cruciales en la vida de la escritora canaria. Dirigida por David Baute.

http://www.youtube.com/watch?v=JokdUqsbM14&feature=related entrevista al director David Baute .

https://www.youtube.com/watch?v=xnTIlI_tVqk Él película dirigida por Luis Buñuel en 1952 basada en la novela Él de Mercedes Pinto.

Obras teatrales:

“Silencio” (1929)

“Un señor… cualquiera” (1930)

“Una mujer, Ana Rosa” (1932)

“El alma grande del pequeño Juan” (1950)

Poemarios:

Brisas del Teide (1921)

Cantos de muchos puertos (1940)

Más alto que el águila (1968).

Ensayo:

La emoción de Montevideo ante el raid del comandante Franco (1949).

Novelas:

Él (1926)

Ella (1934)

Conferencias

“El divorcio como medida higiénica” (1923)

“Las poetisas”

“Divorcio, conciencia y felicidad”

“El rol de la mujer en la hora presente”

“La mujer moderna  y su influencia en el destino del mundo”

“La pedagogía y el feminismo”

Educación para la Ciudadanía y los Derechos Humanos (EUT)

3º ESO

IES San Marcos

IES Arico