Escuelas populares – Jameos Digital nº8

Esther Cabrera Lozano
CIFP Zonzamas

La intención con este articulo es describir qué son y cómo funcionan las Escuelas Populares en Dinamarca. Un concepto de educación holística y de capacitación para vivir en sociedad. A una de ellas llegué en abril del 2016 a través del programa Erasmus plus en la modalidad K1, de observación de metodologías didácticas. Su nombre Brandbjerg y su lema, una pregunta “What is your dream?” (“¿Cuál es tu sueño?”)

The intention with this article is to describe what Popular Schools in Denmark are and how they work. A concept of holistic education and training to live in society. I arrived at one of them in April 2016 through the Erasmus plus program in the K1 modality, of observation of teaching methodologies. His name Brandbjerg and his motto, a question “What is your dream?”.

Sistema Educativo Danés

Siempre que aparece Dinamarca y educación en el mismo párrafo, suele estar relacionado con la valoración de la calidad educativa o hablamos de los resultados del informe PISA. Ambos temas muy interesantes pero que poco tienen que ver con los objetivos psicológicos, morales o cívicos que el alumnado debe conseguir para una adecuada inserción en la sociedad.

El sistema educativo danés se divide en tres etapas: Enseñanza Primaria, Secundaria y Superior. La escolarización es “obligatoria” (luego hablaré sobre este entrecomillado) de los 7 a los 17 años. Aunque la mayoría de los estudiantes amplia su periodo formativo más allá de esta franja de edad.

La base principal sobre la que se sustenta el sistema educativo danés es que procura un desarrollo global de la persona. En la página del Ministerio de Educación de ese país leemos que entre los principios básicos del funcionamiento de su Sistema Educativo se encuentran:

  • Una educación para todos.
  • Altos estándares de calidad.
  • Aprendizaje a lo largo de la vida que permita la participación efectiva en una sociedad democrática.
  • Participación activa en el proceso de enseñanza y aprendizaje.
  • Desarrollo de metodologías de aprendizajes basado en proyectos.

Tanto la base como los principios nos suenan a los docentes españoles puesto que coinciden con los que establece nuestro propio sistema educativo.

Pero si continuamos con el sistema danés pronto nos encontramos con cuestiones muy alejadas del planteamiento español que tienen que ver con la libertad en la educación. El sistema danés exige tener algún tipo de educación pero no obliga legalmente a asistir a la escuela. Si un grupo de padres o de madres desea establecer una escuela especial para sus hijos porque tienen su propia visión del ser humano y del mundo, tienen derecho al apoyo estatal para administrarlo. Esta misma libertad también la observamos en el funcionamiento de las escuelas populares.

¿Qué son las Escuelas Populares?

Se las denomina “Folk High School”. Fueron creadas por el filosofo, pensador, poeta y político N.F.S. Grundtvig (1783-1872) como residencias para adultos con el objetivo de conseguir ciudadanos independientes y capaces de participar de manera crítica en la sociedad.

En todo el país hay alrededor de unas 70 (yo estuve en Brandbjerg Hojskole como alumna) todas muy diferentes entre sí, aunque la mayoría se sitúan en zonas rurales o ciudades pequeñas. Son como minisociedades en las que los estudiantes conviven no solo entre ellos sino también con los docentes, personal de cocina, mantenimiento o administración, compartiendo las rutinas diarias como comidas, estudio y tiempo libre. Lo más llamativo es que aunque las actividades se planifican desde los equipos docentes, su gestión y realización está completamente abierta a los estudiantes, que son quienes deciden qué quieren hacer y cómo lo quieren hacer, de esta manera se les hace responsables, convirtiéndose en los verdaderos protagonistas de su aprendizaje. Esto ocurre no solo con las tareas típicamente académicas si no también en aquellas que se refieren a la convivencia: turnos de limpieza, compra semanal o planificación de actividades de ocio así como la gestión de un bar dentro de la escuela.

La formación en la escuela de Brandbjerg se divide en 8 áreas principales. Dentro de ellas los estudiantes pueden elegir entre diferentes asignaturas. Por ejemplo, en el área de Sostenibilidad pueden acceder a enseñanzas como edificaciones sostenibles, jardinería urbana o reciclaje. La escuela cuenta con su propio huerto ecológico y organiza estancias en una eco-aldea llamada Friland al norte de Copenhague, para conocer en primera persona como funciona.

¿Cómo se desarrolla la vida en Brandbjerg Hojskole?

Los estudiantes provienen de diferentes lugares y en su mayoría tienen entre 18 y 30 años. Por lo general, permanecen en la escuela de 4 a 10 meses. Durante este periodo se enfrentan a toma de decisiones continuas y resolución de conflictos típicos de la convivencia. A través del área “Desarrollo personal” los estudiantes aprenden a mostrarse tal y como son, ganando confianza a lo largo de su estancia. La convivencia permite la toma de conciencia de sus virtudes y sus prejuicios con respecto a las personas de otras edades o clase social y a menudo de otras áreas geográficas. Se aprende a convivir con otros.


Las Escuelas Populares son residencias para adultos con el objetivo de conseguir ciudadanos independientes y capaces de participar de manera crítica en la sociedad

Un día cualquiera en la escuela transcurre así:

– 08:00 a 09:00. Desayuno. A pesar de que hay personal de cocina, los estudiantes establecen turnos de participación en la elaboración de las comidas y la limpieza. Si no estás en el turno pero quieres colaborar, solo tienes que avisar al responsable de ese día. Nadie les dirige, ellos se organizan, negocian y toman sus propias decisiones. Los docentes solo median.

– 08:30 a 09:00: Salón de Actos. La primera actividad por la mañana consiste en cantar en el salón de actos. Hay estudios que aseguran que cantar hace que el cuerpo genere endorfinas, neurotransmisores que levantan el ánimo y nos ponen de buen humor. Si se hace en grupo además eleva el nivel de satisfacción y de bienestar de las personas, brinda una sensación de apoyo social y amistad. Las canciones suelen tener un trasfondo social con la intención de generar debates en torno a ellas. Sorprendentemente muchos estudiantes participaban sin vergüenza y seguros de sí mismos.

– 09:00 a 12:00 : Clases. De las 8 áreas de conocimiento disponibles en la escuela yo elegí “The sound house”, en ella puedes explorar la música, aprender a tocar instrumentos, fabricarlos, cantar… durante mi estancia tuvimos que crear una composición musical con instrumentos encontrados en la naturaleza y organizar un evento para mostrar a los compañeros lo que habíamos hecho. Siempre hay un resultado que compartir. También pude participar en “Project leader”, un área dedicada al emprendimiento pero desde una visión holística y sostenible, atendiendo a necesidades sociales sin olvidar las medioambientales. Se llevaban a cabo proyectos reales, como la organización de un festival de música, o habilitar un espacio urbano para un evento. Me encantó la asignatura “Arts and crafts” en la que no solo se trabajaba con diferentes artes como la pintura o la cerámica, sino que los estudiantes elaboraban sus propios cortos y obras de teatro. A su vez se les enseña a realizar arreglos, reparar averías y hacer pequeñas obras. En definitiva, a ser autosuficientes.


Las actividades se planifican desde los equipos docentes pero su gestión y realización está completamente abierta a los estudiantes

– 12:00 a 14:00. Los estudiantes comen y descansan. Otra vez hay personas asignadas para realizar las tareas de comedor y de limpieza.

– 14:00 a 17:00. Los estudiantes retoman las clases en los ámbitos en los que han elegido trabajar.

Aunque las clases finalizan a las 17:00 de la tarde los estudiantes siguen conectados a aquellas actividades que tienen que realizar, siguen componiendo o pensando en cómo organizar el evento de esa semana o cómo venderán su producto en la feria del domingo. Lo hacen porque están involucrados personalmente, porque lo que hacen lo sienten como algo propio.

Resulta llamativo que no hay requisitos académicos para entrar ni exámenes que certifiquen la consecución de unos resultados de aprendizaje. La motivación y el compromiso son los impulsores de la actividad académica. Todas las asignaturas tienen en común que no se espera nada del alumnado, solo que explore e investigue. El resultado es lo de menos, no hay que ser mejor que nadie, solo ser.

Las sociedades actuales precisan de ciudadanos responsables y con perspectiva crítica. La participación activa en la gestión y el funcionamiento de estas escuelas supone el entrenamiento perfecto para una inserción social adecuada conforme a valores como la cooperación y el respeto, se consigue una mayor autonomía en la toma de decisiones a lo largo de la vida, el fomento del dialogo y la escucha, así como una mayor conexión con el entorno en el que se desarrollan. No importan tanto los resultados sino el proceso de descubrimiento y exploración.

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