Entre las Islas Canarias y el Reino Unido existen lazos que van mucho más allá de la historia de la Unión Europea como institución. Nuestro acervo huele a pub y a crema solar, pero también lleva todavía la esencia del te con pastas en balneario, y a las papas “quinegua” (del inglés King Edward, papas que todavía cuentan con un gran prestigio) en la tienda de “aceite y vinagre” (ultramarinos que vendía “de todo” lo que se pudiese necesitar y que han estado presentes en nuestras vidas hasta hace bien poco).
Esta especial relación se refleja en la querencia de los centros canarios hacia los proyectos con socios del Reino Unido. Tanto en KA1 como en KA2, muchas de las iniciativas Erasmus+ buscan establecer vínculos con centros en el Reino Unido. Por ende, hoy por hoy se vive con preocupación, por no decir profunda pena, el hecho de que en breve no se puedan solicitar nuevas subvenciones para proyectos conjuntos. Sin embargo, es mayor el sentimiento de desazón en el caso de los proyectos que ya están en marcha y cuentan con instituciones socias de aquel anhelado país.
Esta preocupación, que no es exclusiva ni de las Islas ni del ámbito de Erasmus+, ha movido a la Comisión Europea a publicar una nota de prensa en donde explica, de forma pormenorizada, los planes que existen para minimizar los efectos del Brexit en los distintos escenarios posibles. En esta publicación queremos hacerte llegar, suscriptor, o lector ocasional, tanto la versión en español del comunicado, como la versión en inglés que ha facilitado el Servicio Español para la Internacionalización de la Educación a través de su página. Guardamos la furtiva esperanza de que se produzca un giro “deus ex machina,” como en una tragedia griega clásica, y todo vuelva a la incómoda normalidad. Sin embargo, si no es así, la Comisión Europea quiere que sepamos que hay un plan de contingencia.
