«La imaginación es un afecto muy fuerte y de grande eficacia. Es general
para todo, es como un molde vacío, que lo que le echan eso imprime. Y así,
si la imaginación es de afecto que mata, también mata como si fuera verdad.
Y por esto mueren algunos de sueños, soñando cosas que les quitan la vida.
Y si la imaginación es de contrario que hace mediano daño, aquello es, y si
de pequeño, aquello también es. Es como un espejo, que todas las figuras
que vienen, esas recibe y muestra: así, si la imaginación es de miedo, daña
como verdadero... También obra en el acto de engendrar, como se vido en
una mujer que parió un niño con cuero y pelos de camello, porque tenía de
cara de su cama una figura de San Juan Bautista vestida de piel de
camello... Así el hombre lo que tiene en su imaginación (ora sea en
vigilia, ora sea en sueño) aquello es para él, en tanto que si se sueñan o
piensan dichosos y felices, obra en ellos como si fuera verdad. Y, por
tanto, te doy este consejo: juzga el día presente por felice.» |