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La producción, el proceso y la deposición de materiales en nuestra economía moderna basada en lo desechable tira no sólo el material sino también la energía, produciendo emisiones innecesarias de dióxido de carbono que afectan al clima. En la naturaleza, los flujos lineares unidireccionales no sobreviven por largo tiempo. Ni, por extensión, pueden sobrevivir mucho en la economía global en expansión. La economía de lo desechable que se ha estado desarrollando durante el pasado medio siglo es una aberración.

Así empieza un artículo interensantísimo, Incrementando la eficiencia energética en una economía de nuevos materiales, de Lester R. Brown y disponible en la página de Terra. El artículo describe las posibilidades de reciclaje de distintos desechos industriales y experiencias esperanzadoras que se dan en distintas industrias y ciudades.

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