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Diversas iniciativas han aumentado las tasas de reciclaje mediante incentivos directos a los consumidores. Incentivar a los consumidores con premios o dinero para que reciclen más. En países como Estados Unidos, Canadá o Australia, aumentan las iniciativas que llevan a la práctica este objetivo. Sus responsables se basan en sistemas de lo más variados y originales: cubos de basura que controlan los residuos, máquinas expendedoras que reciclan envases, programas informáticos que examinan el gasto de electricidad, luz o agua, basura que se transforma en nuevos productos para su venta, etc. Con este sistema no sólo los consumidores ganan, sino también el medio ambiente.
El pionero: RecycleBank

El sistema se basa en un dispositivo de seguimiento electrónico ubicado en los cubos de basura, que indica la cantidad reciclada en cada hogar. Los servicios municipales recogen y pesan los residuos de cada contenedor. Cuánto más se recicla, más puntos se obtienen, con un máximo de 400 dólares anuales en puntos. Si se introducen desechos que no pueden reciclarse, el sistema lo detecta y resta puntos. Los usuarios consultan sus datos por Internet o teléfono, y también pueden ganar puntos adicionales con el reciclaje de basura electrónica o mediante la participación en encuestas.
El proyecto piloto se inició en dos barrios de Philadelphia y en la actualidad se ha extendido a más de 300 comunidades de 26 estados norteamericanos, con la participación de cientos de negocios locales y nacionales.
Según sus responsables, este servicio ha evitado desde sus comienzos que más de 200.00 toneladas de residuos acaben en vertederos y ha salvado más de cinco millones de árboles. En cuanto al tipo de desecho reciclado, el 55% es papel, el 26% vidrio, el 7% cartón, el 4% plástico, el 3% latas, el 2,6% otros, el 2% chatarra y el 0,4% electrónico. RecycleBank ha ganado diversos premios nacionales e internacionales gracias a su éxito y originalidad.

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