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La familia Zapp inició su ruta hace 18 años. Tenerife es la última parada en Europa antes de finalizar su viaje y volver a su país: Argentina.

Fuente: la Opinión de Tenerife (https://www.laopinion.es/noticias-suscriptor/sociedad/2018/12/13/350000-kilometros-recorrer-mundo/936382.html)

Herman y Candelaria Zapp tenían un sueño: viajar por el mundo. Y lo han cumplido. Esta pareja argentina inició hace 18 años su particular vuelta al mundo, aunque un poco diferente a como la habían pensado en un inicio. La idea era partir de Argentina, su país natal, en un viaje de seis meses como mochileros hacia Alaska, pero en su vida entró un Graham Paige de 1928, el vehículo del que se enamoraron y que hizo que su viaje de mochileros pasase a ser en coche. «Ese era el tiempo que podíamos estar de viaje con el dinero que teníamos, pero lo mejor que nos pudo pasar fue quedarnos sin dinero», asegura, porque ahí comenzó su verdadera aventura.

Por el camino formaron su familia, con cuatro hijos que han nacido en diferentes partes del mundo: Pampa (16 años y nacido en Estados Unidos), Tehue (13 años, Argentina), Paloma (11 años, Canadá) y Wallaby (9 años, Australia), aunque esto tampoco estaba en sus planes iniciales. Y ahora se encuentran de paso en Tenerife, como último destino europeo de su aventura, tras el que se embarcarán el día 26 en un trayecto en barco de vela hasta la Guayana Francesa, para continuar en coche hasta su hogar. Pero en su paso por Canarias no van a perder la oportunidad de contar su historia. Así, impartirán dos charlas en La Laguna, una este viernes, en Got Rock (avenida Los Menceyes), y otra en el Instituto Viera y Clavijo, el miércoles 19. Ambas serán a las 19:00 horas y con entrada gratuita hasta completar aforo. Durante su estancia en Tenerife, se alojan con Estefanía Cruz, profesora del IES Viera y Clavijo, quien los guía por la Isla y quien ha sido fundamental para incluir a Canarias en su ruta.

El viaje de la pareja comenzó en Buenos Aires en enero de 2000, aunque la primera parada fue tan solo 55 kilómetros después de salir porque el coche se rompió. «Menos mal que no volvimos porque entonces a lo mejor no hubiéramos vuelto a salir», cuenta Herman Zapp, quien desde un principio tuvo que aprender a arreglar el mismo el vehículo, que poco a poco han ido modificando y ampliando según ha ido creciendo su familia.

 

 

 

 

Desde entonces han sido más de 90 países de los cinco continentes los que han conocido en un trayecto en el que han recorrido más de 350.000 kilómetros y en el que se han alojado en más de 2.000 casas. Un viaje que ha cambiado con los años, ya que al principio, por ejemplo, no tenían internet ni gps, y la comunicación con su familia era a través de correos electrónicos. Pero lo más importante y lo que es uno de sus mayores tesoros es la gente que han conocido en el camino. «Cuando me preguntan cuál es el lugar que más me ha gustado solo veo caras», asegura el padre de la familia, aunque todos están de acuerdo en que lo mejor del viaje ha sido conocer personas de todo el mundo y de diferentes culturas, de las que poder aprender.

Para cumplir su sueño, dejaron su trabajo en una empresa de cableado de fibra óptica, un negocio que era un boom en Argentina en ese momento, pero «solo me arrepiento de no habernos ido antes», aseguran los Zapp. Y es que viajar por el mundo era el sueño que ambos tenían desde pequeños y que prometieron cumplir nada más casarse, aunque se retrasó unos seis años. Aunque por suerte no oyeron esas voces de familiares y amigos que le decían que «era un locura, que nos iban a robar y nos iba a pasar de todo». «Lo mejor ha sido conocer a tanta gente, porque al final, siempre te das cuenta que detrás de algo malo pasa algo bueno y siempre hay alguien dispuesto a ayudarte. Igual nosotros no estábamos preparados para el mundo, pero el mundo sí estaba preparado para nosotros», enfatiza Candelaria Zapp.

Por su parte, el momento más duro del viaje se produjo aquel 25 de enero de 2000 en el que partieron de Argentina, cuando «decidimos seguir nuestro corazón y cambiar lo conocido por lo desconocido». Desde ese momento, todo han sido aventuras, nuevas culturas, naturaleza, noches bajo las estrellas o en casa de desconocidos que han terminado siendo buenos amigos y, lo más importante, una familia unida que ha ido formando su hogar en un vehículo de cuatro ruedas alrededor del mundo.

Y para los más pequeños de la familia, esta aventura se ha convertido en su rutina, pero sin dejar de lado los estudios. Así, los pequeños están inscritos en el Sistema de Educación a Distancia de Argentina (SEAD), por lo que reciben los temarios periódicamente por internet y hacen las pruebas cada dos meses, para las que se preparan con las clases que les imparte su propia madre. Aunque «si hay algo de lo que hemos aprendido es cultura, al conocer gente de tantos sitios», asegura Pampa, el mayor de los cuatro hermanos. Y es que ellos cuentan con la suerte de poder estudiar el temario, muchas veces, en persona. «Estudiar cuál es la montaña más alta del mundo mientras estás en el Everest ayuda mucho», matiza Herman Zapp, quien aclara que «sobre todo, lo que quiero que aprendan es para qué quieren vivir, y si viven por sus sueños y su amor, no necesitarán más».

Aunque para ellos lo normal es vivir en medio de un viaje continuo, tienen claro que lo que tocará en unos meses es una vida similar a la de los demás, pero sin dejar de lado los sueños. «El viaje nos ha enseñado a adaptarnos y aunque para nosotros esto es lo normal, creo que me adaptaré bien a la normalidad de los demás», afirma Pampa Zapp.

Ahora se encuentran en la recta final de su ruta, que acabará tras un mes en velero hacia América y otros tantos trayectos a través de Brasil o el Amazonas. El viaje de vuelta comenzará el día 26 cuando embarquen en un velero alemán que saldrá desde la Isla rumbo a la Guayana Francesa. «Elegimos este medio porque queríamos volver en un transporte en el que poder llevar el Graham Paige y que no usara combustible», señala Herman Zapp.

Su particular historia la cuentan en el libro Atrapa tu sueño, con el que están financiando esta aventura, y que se ha editado en español, inglés, francés, italiano, chino y coreano. Se podrá adquirir tanto en las charlas que van a dar en Tenerife, como por internet en la Casa del Libro o en Amazon. Incluso uno de los pequeños, Tehue, ha escrito un cómic sobre la familia en África. Además, se puede conocer su viaje en su blog Tres Américas o en las redes sociales Instagram y Facebook como Familia Zapp Family.