“Porque todas las personas tienen una historia que contar, un pasado del que sentirse orgulloso y unas raíces que reivindicar, hemos querido darle voz a todas los seres humanos que salieron de su país en busca de una oportunidad, de una vida más digna, a todos los Suleimán que hay en el planeta. No entendemos este libro sin que otras personas que un día tuvieron que salir de su tierra puedan decirnos qué sintieron al decir adiós a sus familias, a sus recuerdos…”

“En nuestras mentes retumbaban aquellas palabras y decidimos que personas reales, compañeros del instituto, expulsados como tantos otros del continente africano nos contaran sus experiencias. La emoción nos albergó en cada palabra, en cada entrevista… Nuestra isla también ha recibido a inmigrantes que han recalado por estos lares y queremos pensar que somos tan hospitalarios con ellos como un día lo fueron con nuestros antepasados que también tuvieron que hacer la maleta y buscar una oportunidad en tierras lejanas.”

“Chekh y Ahmed nos sobrecogieron con sus verdaderas palabras y tristes testimonios de lo que fue su salida de sus hogares para quizás nunca regresar a ellos. Los convertimos en textos desgarradores. Chekh acababa de llegar, pero, con la ayuda de un solidario Ahmed, nos transmitió su dura experiencia, tamizada por una inocente sonrisa.”

“Soñamos un escenario que representara África, con sus luces y sus sombras, con su belleza y su miseria… A nuestras mentes acudían  imágenes y notas de distintas melodías, todas tristes, pero queríamos que hubiera esperanza y que su esfuerzo, lucha, penalidades tuviera una recompensa. Nuestra voz se alza para que no decaigan y para que nunca se tengan que rendir. No te rindas, por favor, no cedas…”

“Todos los seres humanos somos iguales, todos tenemos derecho a un trozo de tierra donde haya respeto, libertad, justicia y un bocado que llevarnos a la boca. Todos somos Suleimán.”

Después de la lectura de un fragmento del libro en el que se explicaba el origen de Mali y, por tanto, las raíces del protagonista, estos fueron los textos que introdujeron el vídeo que se grabó para este evento organizado por el CEP. Como se explica en ellos la intención fue poner voz a compañeros inmigrantes de nuestro centro, a la vez que evidenciar uno de los problemas más graves que sufren los seres humanos en el mundo como es la emigración, tema del libro “Me llamo Suleimán”.

En el bello teatro de Circo de Marte se dieron cita los cinco institutos de la isla que participaron en este encuentro: IES  Alonso Pérez Díaz, IES Luis Cobiella Cuevas, IES Eusebio Barreto, IES Pérez Pulido e IES Villa de Mazo. Después de unas palabras de la Técnico responsable de Lectura y Bibliotecas del Gobierno de Canarias,  Ana Teresa Muñoz Pérez, quien insistió en la importancia de la lectura, se inician las exposiciones por parte de los alumnos de  cada instituto sobre sus trabajos en relación a la lectura. Nuestro centro, con los alumnos de 4º ESO B, puso el broche de oro con un espectáculo elegante, emotivo y muy bien llevado a cabo por nuestros chicos. Añadimos la originalidad de la integración real de los alumnos del centro: Ahmed y Chekh, acompañados de Bass, que han llegado a nuestra isla después de haber dejado atrás su hogar y emprender un penoso viaje. Por último, se produjo una charla con el escritor, Antonio Lozano, en la que los participantes tuvieron la oportunidad de escuchar las comprometidas palabras del autor sobre el tema de la migración y de preguntarle sus dudas al respecto y a la escritura del libro.

Nos sentimos orgullosas del trabajo realizado y de haber dado la oportunidad a nuestros alumnos de subirse en un escenario muy emblemático en nuestra isla y transmitir unos valores tan importantes como el respeto y valoración de todas las personas, independientemente de sus orígenes, color de la piel o creencias que profesen. A ellos les agradecemos la entrega y entusiasmo en el trabajo. Pero queremos agradecer especialmente a los dos protagonistas de esta historia, Chekh y Ahmed. Desde el primer momento que requerimos su participación estuvieron atentos a nuestras peticiones, a pesar del impedimento de la lengua que Chekh aún no dominaba, y viendo sus sonrisas pudimos tragarnos nuestras lágrimas al escuchar sus conmovedoras historias. Al final se unió  Bass y descubrimos también en él una mirada limpia y confiada.

Les deseamos que el sueño que perseguían al venir a nuestro país se convierta en una realidad posible. Nosotros los llevaremos siempre en nuestros corazones porque sus testimonios  han surcado  un rinconcito de ellos.

 

Elaine Medina y Mercedes Barrera.