El huerto va a empezar a funcionar de nuevo y, antes de que llegara la calima, aprovechamos la clase de matemáticas para jugar un poco.
Preparar los planos, hacer los circuitos, medir los tramos con: palmos, pies, pasos… porque no bajamos los metros. Hacer los cálculos después en el aula, verificando los cm, m y aproximando todas las medidas, también la hora de inicio y fin, completaron la experiencia.
Los equipos funcionaron y todos valoraron positivamente a sus compañeros. Todos trabajaron y se sintieron satisfechos con los resultados.
Salimos todos sucios, llenos de tierra y entusiasmados.