Dramatización poética de Rafael Alberti. Mar, fuego y distancia.

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En un silencio y oscuridad totales suena, de pronto, una música; luego, un haz de luz descubre rostro y manos de un cuerpo vestido de negro que, al iniciar su movimiento sobre el escenario, explota en versos: dramatiza La Voz Poética del Benito Pérez Armas. Integrada por una treintena de jóvenes de E.S.O. y de Bachillerato, ha interiorizado y vertido con fuerza, alma y sensibilidad los versos esenciales de Benedetti, de Pedro García Cabrera, de Lorca y de Alberti. Estas actuaciones tienen un doble valor: como modelo de unas actividades (la recitación y, a nivel más profundo, la dramatización de poemas) de gran rendimiento educativo, y como una muestra amplia, intensa y singularmente artística de las obras poéticas de estos insignes creadores.

El primer valor se sustenta en que tanto la recitación como la dramatización de poemas proporcionan claros beneficios al alumnado: en lo académico, mejora su capacidad expresiva (dicción, entonación, léxico y patrones sintácticos); en lo personal, desarrolla su sensibilidad, creatividad y la comprensión del mundo. Y este valor modélico está ampliamente ilustrado. De una parte, las obras son ejemplo de cambios de tonos, de alturas, de velocidad, de pausas, vinculados al contenido transmitido, cambios que impresionan y cautivan; de otra, estas obras son ejemplo de dos formas posibles de dramatización de un poema: el texto es independiente del anterior, con el cual sólo le une su tema (obras sobre Benedetti-Pedro García Cabrera y sobre Lorca), o el texto depende del anterior porque le responde dentro de la interacción dramática que desarrolla el argumento (obra sobre Alberti).

El segundo valor reside en la presentación viva y sustancial de la obra poética de estos hombres. Viva porque estos trabajos ofrecen el canal que ellos habrían deseado para sus mensajes: no la palabra leída, sino la palabra emitida con toda suerte de resonancias significativas. Sustancial porque estos trabajos informan de los ejes vitales de estos creadores. Así, en Mario Benedetti y Pedro García Cabrera: dos voces por la paz y la identidad aquellas definen sus luchas, sus esperanzas y su amor; en Federico García Lorca: tragedia en rojo y azul sobre un mundo andaluz y gitano, trascendido luego al universal, palpita el amor pero aletea la muerte; y en Rafael Alberti: mar, fuego y distancia se suceden el ansia de mar, el choque de la Guerra Civil y la nostalgia de los exilios, las tres dimensiones de una existencia.