Carta de una madre

cartadeunamadre

   Queridos todos:

   Me voy. Volveré cuando seáis capaces de descifrar los códigos de los botones de la lavadora, cuando logréis reprimir el impulso de llamarme a gritos si se acaba la pasta de dientes o el papel higiénico. Cuando no me necesitéis más que para compartir.

   Ya sé que me echaréis de menos, estoy segura. También yo a vosotros, pero sólo desapareciendo podré rellenar los huecos que vuestro cariño me produce… Sólo podré estar segura de que verdaderamente me queréis cuando no tengáis necesidad de mí para comer o para vestiros o para lavaros o para encontrar las tijeras. Ya no quiero ser la reina de la casa, estoy harta.

   Me he dado cuanta de que todo lo que hago es para que me queráis más, y eso me parece tan peligroso para vosotros como para mí. Es una trampa para todos.

   Me voy para enseñaros a compartir, pero sobre todo me voy para ver si aprendo a delegar. Porque si lo consigo, no volveré nunca más a sentirme culpable cuando no saquéis notas brillantes o cuando se quemen las lentejas o cuando alguno no tenga camisa planchada que ponerse.

   La culpa de que sea imprescindible en casa es sólo mía, así que desapareciendo yo por unos días quizá pueda aprender la humildad necesaria para ser, cuando vuelva, una más en la familia.

   Cuando encontréis la pasta de dientes no dejéis de avisarme. Seguro que para entonces yo también habré aprendido a no ser tan excesivamente buena. Puede ser que ese día no nos queramos más, pero seguro que nos querremos mejor. Besos.

Mamá.

C. DE SANTOS, de Ser humano (adaptación).

Comentarios y reflexiones sobre esta carta

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *