Los superhéroes nos han invadido, están por todas partes, en los cómics –donde nacieron–, en los libros, en los videojuegos y, cada vez más, en el cine y la televisión, transmitiendo sus valores a millones de personas de todo el globo.
Sin embargo, tras su imagen de guardianes del bien, esconden otros detalles que pasan más o menos inadvertidos, ideas políticas, trasfondos sociales, posicionamientos ideológicos… Es ahí donde Julio Embid ha encontrado un filón para su último libro, Con capa y antifaz: La ideología de los superhéroes.
Entre muchas otras cuestiones, el libro se pregunta a quién habrían votado Superman, Batman, Iron Man o el Capitán América en las últimas elecciones generales de EE UU. La respuesta, para escándalo de algunos, es que en la mayoría habría apoyado a Donald Trump.
EEUU es un país conservador y su izquierda es mucho menos importante que la izquierda europea, así que, puesto que estos personajes se crearon allí, es normal que los progresistas sean minoría. De hecho, incluso «los personajes más comprometidos ideológicamente, como Wonder Woman, pierden un poquito de fuerza y de compromiso en su salto al cine». Tal y como explica el autor, la explicación es sencilla: «los estudios quieren que la película la vean en su país pero también en Dubai y en China, así que intentan apelar a valores más o menos comunes como la idea del bien, de justicia, de libertad y de democracia representativa».
En cuanto a España, “lo que nos define es que somos un país solidario, feminista, abierto y tolerante. Defendemos los impuestos para financiar los servicios públicos, nos volcamos con las catástrofes cuando ocurren, somos LGTB friendly…», reflexiona el autor. Ese puede ser nuestro superhéroe español. ¿Solidary Man tal vez?
DANIEL G. APARICIO, en 20 minutos (15/03/2018) (adaptación).