¡EL IES SIETE PALMAS COMIENZA SU AVENTURA! DÍA 1 EN LAS ARBEJAS, ARTENARA Y LUGAREJOS.

¡La huella de los Canarii se pone en marcha! El 16 de octubre se dio el pistoletazo de salida a las estancias y allí estaba el grupo del IES Siete Palmas rumbo a la aventura en el PCRCESMGC.

A las 8:30 salimos del centro en dirección a las cumbres de la isla. Sobre las 10:00 llegamos al centro locero de Lugarejosdonde fuimos recibidos estupendamente por Mari León, alfarera, que nos explicó el arte de la loza hecha a mano. Nos mostró que lo más bonito no es siempre lo que sale de la fábrica. Con barro, arena y almagre, es capaz de crear un montón de objetos que antes tenían gran utilidad, como un bernegal, un vasija o un gánigo ahora son bellos objetos de decoración testigos de épocas pretéritas.

Tras enseñarnos todo el centro, nos hizo una demostración de cómo se levanta una pieza en solo 5 minutos.

A continuación, nos dirigimos al barrio de las Arbejas (no confundir con la comida, que se escribe con v Arvejas), donde estaba nuestro centro de operaciones además de la siguiente etapa de la jornada, La Escuela tejeduría de Artenara. Allí nos esperaba Jenni que nos enseñó bastante bien los entresijos de un telar, muy interesante a la par que muy complejo.

Tocaba reponer fuerzas con nuestros bocatas de tortilla, luego un poquito de descanso y pa´Artenara por el camino de San Fernando, en el que se apreciaban las huellas del devastador incendio. Al llegar al pueblo fuimos al centro de interpretación donde nos dividimos en dos grupos, unos nos quedamos allí y otros fuimos al centro de cultura donde nos sumergimos en una experiencia de realidad virtual del interior de la cueva C6 de Risco Caído. En el centro de interpretación Amanda nos guió en un recorrido por el recinto que próximamente albergará una réplica 1×1 del yacimiento estrella del PCRCESMGC. Estas actividades se realizaron gracias a la colaboración del Cabildo de Gran Canaria que en la persona de Octavio Pineda, que estuvo con nosotros coordinándolo todo.

El sol poco a poco se iba poniendo por Altavista – Azaenegue y era hora de regresar, pero antes quisimos rememorar las palabras de Unamuno y nos encontramos con un espectacular paisaje, la caldera de Tejeda bañada por las últimas luces del día, un magnífico regalo que la naturaleza nos quiso brindar. Ya podíamos regresar a casa con el alma tranquila, aunque algunas hubieran preferido congelar la belleza de esos mágicos momentos.

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