Después de unos días en los que la panza de burro nos impedía ver el cielo, por un momento se despejó por completo pudiendo disfrutar de una nueva jornada de observación. Esta noche soplaba un poco de brisa de forma racheada que hacía vibrar nuestro telescopio.
Dadas las condiciones poco propicias de los días anteriores no se avisó con antelación y en esta ocasión no tuve compañía durante la observación.
En cualquier caso monté el telescopio Celestron en el hall de entrada al centro y aproveché para probar nuestra cámara CCD variando los tiempos de exposición y modificando distintos controles con el software. Conseguí obtener unos vídeos y fotos de una Luna gibosa creciente (90% de luminosidad), de Júpiter y sus satélites, de Marte y de Saturno que sin ningún tratamiento posterior cuelgo en esta entrada.