Archivo por meses: mayo 2015

Los tópicos del cómic, esas malas hierbas imposibles de erradicar

Uno de los tópicos con respecto al medio que no ceso de oir es: «Tú que tantos cómics has leído, lo tienes fácil para hacer uno». La gente cree entonces que cómo se les ocurre a los dependientes de las librerías de cómic desaprovechar su tiempo atendiendo al público, en vez de estar haciendo la obra maestra del cómic.
No es que sean menos listos que el resto, es simplemente que no se han enfrentado a los problemas de completar una narración gráfica. Si se pusieran, mirarían los recursos ajenos-algo que tuvieron frente a sus ojos siempre y jamás vieron, ocupados en leer la historia y no en hacerse preguntas relativas a su creación-es decir, siempre vieron las soluciones, pero nunca los problemas que había tenido que encarar el autor.
Por mucho que yo hable de todo esto, la próxima vez que leas un cómic, volverás a pensar que fulanito tiene el estilo de menganito, por el acabado del pelo y la forma en la que hace la línea o los ojos, y todo esto no habrá servido para nada. Para eso son los tópicos, para perdurar, sin demasiada dificultad, y sin apenas base ni experiencia, repetidos hasta la saciedad y por tanto dados por válidos por todos.
Una cuestión que no se plantean es la colocación de los bocadillos en la página. Esta debe aparecer en la diagramación, fase inicial de la traslación del guión a la página de cómic, ya saben: cuando el dibujante esboza monigotes en unas viñetas en miniatura. Este momento es básico, y en esto nunca piensa nadie. ¿Algún lector de cómic ha pensado que los rabos de los bocadillos no deben cruzarse? Existen varias opciones para solventar esto, por ejemplo que el personaje que está situado a la izquierda tenga su bocadillo situado por debajo del de la derecha. Generalmente se evita y se situa al personaje que primero habla a la izquierda y el que lo hace a continuación a la derecha. En el ejemplo de Tintín, percibimos que puede ser ligeramente invasivo y restar espacio a la imagen.

Tintín

 

En el caso de que el primer personaje no diga una, sino dos cosas en la misma viñeta, el problema se complica. Podemos observar la solución de Keko, en su último cómic publicado, donde los bocadillos posteriores en lectura no sólo se colocan bajo los primeros, sino también desplazados a la derecha, potenciando el orden lógico de lectura horizontal, de izquierda a derecha y de arriba a abajo.

 

Keko

 

Otra solución la encontramos en Vittorio Giardino y su “Little Ego”:

 

Little Ego

Tal vez menos elegante pero más funcional , que yo nunca había visto, es la solución de Jaime Hernández en su último cómic-«Chapuzas de amor» Como podemos ver en la imagen, se trata de superponer el bocadillo intermedio al rabo de unión entre el primero y el tercero. Esta tiene la ventaja de dejar libre el resto de la viñeta que no sea la parte superior. No siempre tiene por qué convenir, ya que el texto, como cualquier otro elemento de la composición, guía la mirada del lector.

Chapuzas de amor

 

 

 

 

Humor gráfico

La última edición del Salón de Cómic de Barcelona presentaba, entre otras exposiciones (nos ocuparemos, espero, de alguna más), una titulada Cifré & Cifré en la que se recuperaban algunas de las obras más significativas de Guillermo y Guillem Cifré, padre e hijo, autores que revolucionaron el cómic español, cada uno con un estilo personal, en dos épocas distintas.

Confieso que para el que esto escribe el gran descubrimiento fue el recientemente fallecido Guillem Cifré, autor de historietas, ilustraciones e instalaciones artísticas a menudo asociadas más o menos a la ligera al surrealismo pero, en cualquier caso, de altísima originalidad. Fue colaborador habitual en prensa y un destacado representante de lo que suele denominarse humor gráfico.

Tecnología, por Cifré

Tecnología, por Cifré

Precisamente conocer parte de su obra me hizo reflexionar sobre el poco uso que los profesores de lengua en particular, y los docentes en general, hacemos de una herramienta de comunicación tan potente como el humor gráfico. Más allá de la mera ilustración de un texto dado, casi nunca presentamos a nuestros alumnos ejemplos de humor gráfico como lo que es, un medio de expresión per se, susceptible de ser por tanto interpretado y analizado.

Max

Es usual que acudamos a las secciones de opinión de los periódicos impresos o digitales en busca de los célebres textos expositivos-argumentativos con que aturdimos a nuestros alumnos y allí están, muy cerca, a mano, las viñetas, impasibles, preñadas de sentido, esperando una oportunidad de visitar las aulas que habitualmente no llega.

Desde mi regreso de Barcelona he empezado a poner en práctica, creo con cierto éxito, esta reivindicación del humor gráfico como medio privilegiado para lograr que los alumnos comenten, rebatan o compartan la opinión de los dibujantes. Junto a Cifré, por ahora han sido convocados a esta fiesta Max y El Roto.

Joaquín Ayala

El miedo al dibujo. Rupturas y conclusiones.

Trabajo con alumnos de la ESO desde el 98, impartiendo clase de EPV. A lo largo de todos estos años he observado que lo que ellos consideran «saber dibujar bien” no es otra cosa que  lograr un dibujo fiel a la realidad. Muy interesante a este respecto es la famosa charla de Puño en el MAD.

Como intento de romper este tópico trato de jugar con ellos al pictionary. Con muñecos de palo tratan de hacerse entender, no hay aún narración, pero sí representación y comunicación. Dependiendo de la edad, el juego resulta pedagógico o se queda en un mero entretenimiento lúdico-competitivo, en el que todos están más pendientes de la broma y el equívoco o de ser ellos los siguientes en salir a la pizarra. Yo trato de calmar los ánimos y de sacar conclusiones de  todas y cada una de las imágenes representadas.

Susurro la palabra al oído del alumno y este trata de representarla sin la ayuda de letras o números. En una ocasión le chivé la palabra “hombre” y esto fue lo que dibujó:

Niño dibujando un hombre

 

La lección estaba clara: Teniendo pocos elementos, cualquier signo gráfico tiene su contenido. Enuncié esta conclusión en voz alta. Si el dibujo hubiera tenido más información, mayor número de líneas, hubiera sido más barroco, posiblemente este detalle se hubiese pasado por alto.

Otra conclusión es que tienen que analizar cuál es la característica por la cual sus compañeros adivinaron el objeto, en el caso de que la palabra a representar sea «boda», podría ser un sombrero de copa.

Un momento álgido se produce cuando susurro al oído de un alumno la palabra «guiri». Después de complicados planos de otros países, gafas de sol, etc, el alumno se da por vencido y entonces dibujo tan sólo un calcetín dentro de una sandalia. ¡No falla!  (la metonimia,  representación de una parte por el todo, así como «volante» puede representar a «coche»)

Otra de las conclusiones es que muchos elementos, más que ayudar al éxito, llevan al fracaso al distraer de la idea base, de manera que pierde fuerza.  Otra, que el ángulo en el que esté dibujado el objeto puede ser esclarecedor, o por el contario, confuso.  Una persona vista en picado cenital, con un dibujo esquemático podría ser cualquier cosa, mientras que vista de frente se nos presenta bien clara y reconocible. Otra, que a veces no hay otra manera que ayudarse por la secuencia para que quede patente la transformación de algo en el tiempo.

También tienen que tener en cuenta que sus dibujos actúan como símbolos. Las mujeres no tienen por qué llevar falda, pero si colocamos una falda a un personaje, difícilmente interpretaremos otra cosa que que se trata de una mujer.

Realmente no hay mejor dibujo que aquel que se adapta a la perfección a su función, en el caso del cómic, que hace de engranaje ideal para que toda la maquinaria de la narración funcione. Por eso a la pregunta de” ¿Este dibujo está bien?”  Siempre les respondo con otra pregunta: “Depende…¿Qué quieres comunicar?.”

Álvaro Manzanero

EL TEBEO Y SU USO EN EL AULA

Normalmente se piensa en el tebeo como instrumento para el Plan Lector del centro. Muchos así lo utilizan y Tebeos con Clase ha contribuido, sin duda, a ello. Más limitado es que se pueda llevar al aula dentro de las distintas materias del currículo escolar. Se suele pensar en la clase de Historia y de Sociales, en general, como principal referencia para que el tebeo sea manejado por los escolares y se puedan extraer enseñanzas que sirvan para que se elaboren materiales de clase que el alumnado pueda entender y asimilar.

En Sociales hay muchos ejemplos. Álix, de Jacques Martin (1921-2010), es uno de los más citados. Su valor radica en la buena documentación que el autor y su equipo manejaban en cuanto a decorados, construcciones, vestimentas y situaciones cotidianas. Tal es así, que, con ocasión de uno de los últimos álbumes dibujados por Martin, donde la acción se desarrollaba en un fuerte romano de las fronteras con tribus germanas, un grupo de arqueólogos denunció la copia de planos de una excavación, que resultó finalmente una gran casualidad, fruto de esa labor de documentación de Martin y su equipo. Alix es un buen personaje, pero hay que recordar que es un tebeo de formato histórico, pero no plantea situaciones históricas exactas.

el espectro de cartago

Un autor español imprescindible, aunque algo olvidado es Antonio Hernández Palacios (1921-2000). Cultivó la historieta histórica como pocos: El Cid, la Guerra Civil, Colón, Felipe II y Carlos V forman un interesante conjunto de obras muy útiles también en el aula.

Portada de El Cid de

Portada de El Cid de

A todo esto hay que añadir la explosión de títulos en Canarias sobre la prehistoria de las islas, a los que se añade ahora La Conquista de Gran Canaria, de Antonio Perera.

Portada del libro de Antonio Perera (2015)

Portada del libro de Antonio Perera (2015)

Plantear listados infinitos es mala política, ya que es preferible empezar con pocos títulos y abrir los horizontes si nos interesa seguir el camino del tebeo y el aula.

Otras asignaturas donde es clásico el uso de ciencia ficción y tebeos son Física y Química, Matemáticas y Tecnología. Buenas páginas para buscar ejemplos son http://es.xkcd.com/, traducción no oficial al español de magnífica página de Randall Munroe y xataka.com. No es que resulte fácil encontrar tebeos sobre estas ciencias, pero sí hay muchas viñetas y los superhéroes, por ejemplo, siempre aportan argumentos científicos y pseudocientíficos y son muy útiles para confirmar o desmentir hipótesis, a veces disparatadas.

Mauro Entrialgo, Plétora de Piñatas (2011), en el diario Público.

Mauro Entrialgo, Plétora de Piñatas (2011), en el diario Público.

En Ciencias de la Naturaleza hay muchos ejemplos y hemos tomado como principio las biografía de personajes, como las de Jordi Bayarri (1972), en su colección científicos: Darwin, Newton, Galileo y Marie Curie.

Jordi Bayarri. Marie Curie (2014).

Jordi Bayarri. Marie Curie (2014).

La fidelidad del guión permite acceder a un buen instrumento en el aula, que nos acerca al personaje de manera más natural.

Una vez elegido el tebeo, se puede optar por una viñeta o una página con el apartado que queremos trabajar. Pretender que el alumno o alumna compre el cómic va a resultar un empeño bastante complicado, siempre habrá quejas por el precio o la facilidad de conseguirlo. Nuestro objetivo es múltiple: desarrollar una situación de aprendizaje a partir de una nueva situación que nos proporciona el tebeo, interesar y motivar al alumnado y hacer que la lectura de tebeos vaya siendo una situación normal para las chicas y chicos.