Archivo de la etiqueta: viñetas

Paco Roca, Premio Nacional de Cómic, en noviembre en La Laguna

El Faro de Paco Roca (Editorial Astiberri)

Paco Roca participará en la nueva edición del Ciclo de Cultura y Vino Tacoronte-Acentejo que se desarrollará en este próximo mes de noviembre en la lagunera librería Lemus contando con la colaboración del Ayuntamiento de La Laguna. Concretamente, el encuentro con los lectores tendrá lugar los días 19 y 20 a partir de las 18h en el espacio cultural de dicha librería, donde en la segunda cita estará arropado por el prestigioso especialista en tebeos, Manuel Darias (Historieta, Diario de Avisos).

Paco Roca, es un reconocido autor nacional de tebeos y ganador entre otros del Premio Nacional de Cómic 2008 por su novela gráfica Arrugas, que posteriormente fue adaptada al cine y que por la misma también ganó dos Goyas, mejor guión adaptado y mejor película de animación en 2012. Comenzó editando sus historietas en la mítica revista El Víbora y en la actualidad publica historietas e ilustraciones en el periódico El País (Babelia) y la revista El País Semanal, así como en los diarios Las Provincias y el Corriere della Sera (Italia), entre otros. En formato novela gráfica también ha editado El juego lúgubre, Hijos de la Alhambra, El Faro, Emotional World Tour, Las calles de arena, El ángel de la retirada, El invierno del dibujante, Memorias de un hombre en pijama, Andanzas de un hombre en pijama y Los surcos del azar. Varias de estas obras han recibido prestigiosos premios en el mundo de las viñetas, tanto a nivel nacional como internacional. Ahora mismo en el “horno” está su nuevo tebeo que verá la luz en diciembre próximo: La casa.

Paco-Roca

Distintas aportaciones se pueden encontrar en la ya extensa obra del joven autor valenciano, que se mueve siempre bien documentado entre temáticas sociales, autobiográficas, costumbristas o centradas en la historia reciente de este país. Concretamente y mirando al aula, por un lado, tanto Arrugas (temática social sin tapujos centrada en la tercera juventud con la presencia de la enfermedad de Alzheimer) o El ángel de la retirada –con guión de Serguei Dounovetz– junto con Los surcos del azar (temática histórica de exilio y guerra) suponen interesantes títulos para tratar con los alumnos en busca de profundizar en valores al tiempo que sensibilizan sobre la realidad diaria que muchas veces observan en los informativos en sus hogares. Por otro lado, El invierno del dibujante es un delicioso fresco de la intrahistoria de los dibujantes de tebeos en la España de finales de los años cincuenta; nuevamente otro capítulo con el que Paco Roca acierta de lleno en el mercado nacional.

Animo a los lectores de este blog –alumnos, profesores y miembros de la comunidad educativa– a que se acerquen esos días a conocer a Paco Roca, disfrutarán de su arte en directo y pasarán una grata velada con las andanzas de este hombre en pijama, auténtico showman y líder indiscutible del movimiento de la novela gráfica en nuestro país.

Santiago Suárez

Vidas de cómic

Las últimas décadas han convertido en habitual el hecho de que la industria cinematográfica eche mano de su primo pobre, el cómic, para nutrirse de guiones y personajes. No es tan frecuente, sin embargo, que el propio medio y sus autores sean objeto del interés del cine, o al menos del más comercial, siempre limitado por su vocación generalista y taquillera. La excepción es el documental, género minoritario, pero que cada vez más ambicioso, en la medida en que pone en cuestión las viejas convenciones sobre los temas que son o no susceptibles de ser tratados en una película de no ficción.

Nos ha parecido interesante traer aquí un puñado de títulos que han adoptado este enfoque en los últimos años. Todos ellos centran su interés en un autor relevante en la historia del cómic, pero de forma paralela tratan la cuestión de cómo los tebeos se han ido abriendo paso a un reconocimiento social y cultural del que no siempre han gozado.

DocusEn ese sentido, nos parece una tarea del máximo interés visibilizar a los autores más allá de los estrechos márgenes del aficionado tradicional y lograr así que sus nombres suenen a un público más amplio que por fin reconozca  en el cómic un medio de expresión artístico tan válido como cualquier otro.

Se trata de películas como Crumb, de Terry Zwigoff, Tintin et moi, de Anders Østergaard, Tatsumi, de Eric Khoo o Dear, Mr. Watterson, de Joel Allen Schroeder.

El Mr. Watterson que da título a la última de estas películas no es otro que el creador de la genial tira gráfica Calvin y Hobbes. Una creación que pronto contó con el aplauso de millones de seguidores en la prensa diaria de Estados Unidos y cuya fama se expandió rápidamente al resto del planeta, donde desde la década de los años 80 del siglo pasado ha vendido millones de copias de sus libros y conquistado a varias generaciones de lectores.

Dear-Mr-WattersonA pesar de que Dear, Mr. Watterson es formalmente un documental convencional, con multitud de entrevistas yuxtapuestas que van configurando el retrato global del autor y su trayectoria, lo cierto es que, a medida que avanza, Joel Allen Schroeder nos propone una serie de reflexiones sobre los cambios que afectaron al mundo del cómic a lo largo de la carrera de Watterson, la lucha de este por otorgarle el prestigio cultural que merecía, o su quijotesco enfrentamiento contra los intentos de mercantilización de sus personajes.

ExamenMás allá de sus limitaciones, este documental se muestra finalmente como un emotivo homenaje a la relación de los lectores de cómic con sus personajes favoritos, así como a la capacidad de obras tan notables como Calvin y Hobbes de influir en millones de personas y borrar de una vez por todas las falsas dicotomías entre alta cultura y cultura popular.

Joaquín Ayala

Astérix y Obélix en Canarias

El cómic… ¡Gran recurso educativo!

En primer lugar, quiero contar y transmitir, lo motivadora, cultural y educativa, que ha sido la experiencia del uso del cómic en el aula.

Soy gran amante y lectora de cómics, y siempre intento transmitirles esto a mis alumnos, porque de verdad me apasiona.

Así que este año he decidido ponerlo en práctica, no sólo con mis palabras, sino trabajando con ellos, leyendo, dibujando y estudiando a través de dicho recurso.

Bueno, después de esta pequeña introducción, me gustaría compartir  mi experiencia:

En primer lugar, solicité al CEP del Norte, el préstamo de la exposición de “Tebeos con Clase” que va dirigida a alumnos de primaria.

A través de esta exposición y tras las correspondientes propuestas y explicaciones personales, los alumnos empezaron a conocer este tipo de lectura (muchos de ellos nunca habían leído uno), las partes que forman un cómic, lo que transmite… Y nos centramos en Astérix y Obélix, ya que la propia exposición viene acompañada de varios ejemplares.

Les presenté a los personajes, tanto físicamente como algunos rasgos de su personalidad. Seguidamente,  dibujamos y escribimos pequeñas historias compuestas de pequeñas viñetas (a nivel individual) trabajando los elementos estudiados.

Como observé que los alumnos se motivaban, decidí llevarlo más allá, y aprovechando un proyecto que teníamos en el centro sobre la Historia de Canarias decidí “plasmar” lo estudiado  en forma de cómic…”Astérix y Obélix en Canarias”.

A los chicos/as les encantó la idea, así que nos pusimos manos a la obra…

Trabajamos en parejas (o grupos de tres), pero como dibujar a los personajes les llevaría mucho tiempo, imprimí varios personajes en diferentes posturas y situaciones, los alumnos deberían poner en práctica lo estudiado (cartela, primer plano, plano americano, bocadillo…), es decir, con todos los personajes entregados a cada grupo, los alumnos tenían que adecuar postura o situación de los mismos a cada viñeta y por lo tanto, crear una historia con sentido.

El resultado final: una exposición de sus creaciones, y como he dicho al principio, la experiencia ha sido de lo más positiva…pero como ”una imagen  vale más que mil palabras” , voy a acabar de contar mi experiencia con imágenes.

Trabajando…

Algunos de los cómics…

¡El resultado final!
Asterix y Obelix 00

Elena García Huerta

Ejercicios prácticos: Qué información proporciono en cada viñeta y qué preguntas se hará el lector con ella.

En el transcurso de la realización de la tira de tres viñetas de los alumnos de 4º de la ESO, poniendo ideas en común, apareció una historia y se me ocurrieron variantes muy ilustrativas, que aclaran mucho qué tenemos que tener en cuenta a la hora de crear la secuencia.

En el primer caso, podemos leer cómo una persona va caminando por la calle, cae en un hueco o alcantarilla y en la tercera viñeta desaparece. Hay una acción, pero no hay una historia.

 

Dibujo01

 

En el segundo caso  la persona va caminando y vemos que tiene una alcantarilla abierta a su paso, y nos adelantamos, presagiando la caída. En la segunda viñeta vemos una segunda alcantarilla y en la tercera que ha caído en una de ellas, no sabemos en cuál  al no figurar las dos alcantarillas dentro del cuadro.

Dibujo02

En este ejemplo , hemos omitido una información crucial para la comprensión de la historia: la existencia de las dos alcantarillas, con lo cual en la tercera viñeta deducimos que ha vuelto atrás, que el salto no ha sido tan largo como el esperado.

Dibujo03

 

La última opción sería la redonda: en la primera viñeta, como ya habíamos dicho, se presagia el batacazo, en la segunda vemos que cómo lo evita, y la última nos encontramos con el gag inesperado; la presencia de una segunda alcantarilla que no vio y en la que cae nuestro desafortunado protagonista, sorprendiéndonos.

Dibujo04

Iván Brunetti, ya nos pone sobre aviso en su maravilloso libro Cartooning que lamentablemente nunca ha conocido edición en nuestra lengua: los «How to»s  de cómic nunca tratan de la verdadera narración, sino de fórmulas para dibujar de manera más o menos realista, haciendo hincapié en lo anecdótico en vez de en lo primordial.

Álvaro Manzanero

EL SALÓN DEL CÓMIC DE BARCELONA. 33 EDICIONES.

Cada año en el mes de abril abre sus páginas a los aficionados el Saló del Còmic en Barcelona, en las instalaciones de la Fira, en la plaza de España. Según los datos de la organización, este año 2015 visitaron la muestra 113.000 personas, desde el 16 al 19 de abril. Podemos añadir que el XX Salón del Manga, celebrado en Barcelona en el mismo sitio llegó a los 130.000 visitantes en noviembre de 2014. El del Manga de Madrid (Expomanga) de mayo de 2015 tuvo 46.000 visitas. Otros salones españoles (hay muchos) que destacan son el de Granada, en marzo, y Viñetas desde o Atlántico, en La Coruña, en agosto. En Canarias no se pueden dejar de lado los TLP (Tenerife) y los festivales de Manga, Comic-Can y Comic-Fest (Gran Canaria), con números de visitantes importantes. Y fuera de España hablamos de Angouléme (200.000 visitantes el año pasado), San Diego Comic Con (130.000), New York Comic Con (151.000), Lucca (Italia) (210.000) y sobre todo de el Comiket de Tokio (520.000 visitantes, 170.000 sólo el primer día).
El Salón de Barcelona celebró su edición número 33 con un importante aumento de las ediciones de autores españoles noveles o con pocas obras en el mercado. Dedicado a la ciencia y la ficción fantástica en su exposición principal, el Salón es una feria comercial donde las editoriales españolas presentan sus obras, complementado con exposiciones, presentaciones de nuevos proyectos y stands de productoras de cine, asociaciones de ilustradores, fanzines, papelerías, librerías, amigos de Stars Wars, Tintín o trekkies. Una parte importante y muy interesante para muchos aficionados la componen las exposiciones que cada año se dedican a los autores premiados en el certamen, a dibujantes desaparecidos o a personajes. Además, una jornada pedagógica se celebra en la tarde del primer día del Salón. En la edición 31 del Salón, el 11 de abril de 2013, se presentó Tebeos con Clase ante el profesorado asistente a la VI Jornada: El Cómic, una herramienta pedagógica, con un lleno total en la sala.

Presentación de Tebeos con Clase en el 31 Saló del Còmic de Barcelona, abril de 2013.

Presentación de Tebeos con Clase en el 31 Saló del Còmic de Barcelona, abril de 2013.

Entre las exposiciones destacó la dedicada a Miguel Gallardo, Gran Premio del Salón del año anterior. Hubo además exposiciones dedicadas a Anacleto, agente secreto, el personaje del genial Vázquez que tiene película a punto de estrenar; Autoras de cómic femenino en el franquismo. 1940/1970; Cifré & Cifré, dedicada a los inolvidables Guillermo (El reporter Tribulete) y Guillem Cifré; 75 aniversario de The Spirit, de Will Eisner; Capitán América; Joker; Jaume Perich; Los Surcos del Azar, de Paco Roca; Clara Soriano (Colmado Sánchez) y al fanzine Arròs Negre.

La exposición central la ocuparon los cómics fantásticos y se pudo disfrutar de originales de series como Flash Gordon, Aliens, Predator, Star Wars, Star Trek, DreadStar, Dani Futuro, El Eternauta, Juez Dread, Camelot 3000, Atari Force, Robo-Hunter, Slaine, Conan, Valerian entre un largo listado, además de reproducciones de los hitos de la SF (ciencia ficción) como todo lo relacionado con Star Wars, con muñecos, maquetas, juguetes de todo tipo, personajes representados por un gran número de frikis y todo lo que supone la saga. No se deja de lado tampoco Star Trek.

Todos los años el Saló concede sus premios, muchas veces discutidos por los aficionados, y fueron para Enrique Sánchez Abulí, Gran Premio del Salón, traductor y guionista. Su serie mítica es Torpedo 1936. El premio a la mejor obra española fue para Las Meninas, de Santiago García y Javier Olivares, en Astiberri. Un trabajo con muchas miradas sobre la obra de Velázquez. Para la mejor obra extranjera se eligió Saga, de Brian K. Vaughan y Fiona Staples, Planeta Cómic, serie de ciencia-ficción tomando como base a Shakespeare. El Premio Divina Pastora al Autor Revelación es para Miki Montlló por Warship Jolly Roger, Norma Editorial. El mejor fanzine fue considerado Thermozero Cómics, editado por la asociación del mismo nombre que promociona sobre todo a los autores aragoneses. El premio popular fue para Ana Oncina.

Aficionados comentando los premios 2015 del Salón

 

Independientemente de los premios, cada año el Salón destaca algunas obras y autores que obtienen el favor de los aficionados presentes en el Salón. De la inmensa cantidad de tebeos destacaron El infierno del dibujante, Dibbuks, de Kiko da Silva, Barcelona. Los vagabundos de la chatarra, Norma, de Jorge Carrión y Sagar Forniés, Marie Curie, de Jordi Bayarri, cuarta obra de una muy interesante serie de científicos de mucha calidad pedagógica, Sara Loane, de Morancho y Arnoux. María cumple 20 años de Gallardo y Las Meninas de Santiago García y Jaime Olivares, también merecieron la atención del público.
Cada año más autoras presentan sus obras en el Salón. Ana Oncina y Mamen Moreu fueron de las más solicitadas para firmar sus obras. Esta es una de las actividades más populares de cualquier salón del cómic. Los aficionados quieren tener originales en cuadernos o en los tebeos realizados por los autores. La sesión de firmas se anuncia en el programa y se forman inmensas colas ante los autores más populares, como Ibáñez o Jan, ambos los que forman las mayores colas, o las figuras europeas como Manara.
Para el visitante que acude por primera vez, el Salón tiene una oferta agotadora. Sin embargo, los habituales buscan a los autores que no conocen o de los que no tienen firma y suelen formar corrillos de conocidos de cada año en las colas de las editoriales cargados con maletas con ruedas.
Una experiencia aconsejable para tomarle el pulso al tebeo en España, ya que en la tienda habitual es muy difícil seguir todo el panorama del tebeo en la actualidad.

Cleo Rodríguez
Vicente Escobio

 

El dibujo, enemigo del cómic

Todos pensamos que en el cómic se trata de contar historias con imágenes y así es, pero el dibujo por el dibujo, la fascinación por el trazo y la forma, puede llegar a ser uno de los mayores impedimentos para una buena narración.
Los aspirantes a dibujantes de historieta no llegan al medio por afición a contar una historia, de hecho, muchos no saben ni qué es una historia. ¿Cuántas veces habré tratado de que mis alumnos creen una historia para narrarla en viñetas y habré oído eso de «Mi historia es de una persona que va al cine y regresa a casa. FIN»? No entienden que en primer lugar tiene que haber un conflicto y que lo que hace avanzar la historia son las preguntas que se hace el lector con la información que nosotros, los dibujantes, le hemos proporcionado.
Este año hemos realizado una tira de 3 viñetas en 4º de la ESO . En ese espacio, poca cosa se puede transmitir, por eso hice hincapié en la fórmula de la tira de «cartoon» clásica, llevar al lector por un camino y sorprenderlo en la última viñeta. Sin embargo, ellos llevaron al extremo la máxima del «Yo me entiendo, profe», sin ponerse en ningún momento en el lugar del espectador.
Los que se creen muy buenos dibujantes hacen un boceto, para ellos logrado, y se enamoran del dibujo. Ya está, escollo conseguido. Da igual el resto de lo que dibujen, pero están convencidos de que ese esbozo ha de estar en el trabajo final, independientemente de si ayuda a la narración o no.
Esto mismo me ocurrió con la página dibujada para la anterior entrada del blog: hice un dibujo a lápiz muy suelto, que me gustó en particular, y hasta que no la hube mostrado a varios compañeros no me di cuenta de que esa viñeta no debía estar ahí-ni en ningún otro lado-ya que la expresión del personaje incitaba a la confusión. Éste daba impresión de ser un dibujante talentoso cavilando cómo perfeccionar su dibujo, mientras que la idea que debía comunicar al lector era que el niño se sorprendía de lo realizado, que no había sido intencionado. He escaneado a lápiz el boceto con idea de que no se perdiera la gracia de la espontaneidad, que generalmente no respeta el entintado, y a pesar de la omisión de la tinta y de las masas de negro, podemos hacernos una idea de ambas lecturas y del cambio global de significado de la historia.

Otro tanto sucede con la documentación gráfica, en tiempos de internet, superada la sequía de tener que buscar en revistas, catálogos o fotos propias y clasificarlas en hojas de cartapacio bajo un tema, con el gran obstáculo de sólo poder poner una etiqueta por foto, los dibujantes acuden- y así lo hacen los alumnos-indiscriminadamente a internet: a la primera página que se encuentran, los más trabajadores a la quinta y los conscientes a la que encuentran lo que andaban buscando, lo que ya tenían en mente porque habían realizado un boceto previo. El diagramar es imprescindible, para, sin mediación de nada que no sea la traslación del guión en imágenes para la lectura del público, conseguir la dramatización o el tono necesario para su correcta percepción. Si buscamos un camello, porque nos lo pide la historia y lo encontramos en una inusitada postura que nos llama la atención y nos gusta, probablemente tratemos de incorporarlo sin más al cómic, olvidándonos de su verdadero lugar como engranaje en la historia. Si lo hemos colocado ya, abocetado, en su viñeta correspondiente, nos costará más zafarnos, como si huyéramos de la lista del super que nos ciñe a lo imprescindible en vez de comprar kilos de chocolatinas cuando ibamos a por zanahorias.
En el caso de los alumnos, el patinazo puede ser aún peor, dado que vistos sus conocimientos, tienen mucha dificultad para poder cambiar el ángulo de lo expuesto en la foto buscada.
Así que lo ideal es diagramar-hacer pequeñas imágenes donde sólo quepa lo imprescindible- estableciendo las relaciones entre los elementos que las componen, su punto de vista el plano, y sobre todo, la relación entre las anteriores y las subsiguientes. Habrá un momento en que nos detengamos, a la vuelta de zamparnos un yogúr, y con el rotu en mano cual baqueta, hagamos un estacato, apuntando su ritmo. Tal vez entonces sólo veamos eso, el ritmo, olvidando la disposición de los negros en toda la página o el parecido de un mismo personaje entre varias viñetas, por citar dos cuestiones que también tendremos que tener muy en cuenta en esa fase de la realización. Nada de esto pasa por la mente de un lector, ni siquiera de un dibujante realista, en los márgenes del cuaderno de bachillerato.

Álvaro Manzanero

La exposición didáctica Tebeos con clase para Secundaria

En el curso 2010-2011 se creó la exposición didáctica itinerante “Tebeos con clase” destinada a Educación Secundaria, de la que actualmente existen copias en todos los Centros de Profesorado de Canarias a disposición de cualquier centro.

La exposición consta de ocho paneles enrollables con el siguiente contenido:

En esa exposición el alumnado puede obtener información sobre el cómic y sus principales escuelas.

Alumnado trabajando con la exposición didáctica itinerante Tebeos con clase

Alumnado trabajando con la exposición didáctica itinerante Tebeos con clase

La exposición contiene también una maleta con una colección de veinticinco obras que recogen la esencia de este arte.

También se incluyen dos maletas básicas de veinticinco ejemplares del mismo título, una de ellas para el primer ciclo de la ESO y la otra para segundo ciclo. Bone, de Jeff Smith para 1º y 2º de ESO y Café Budapest de Alfonso Zapico para 3º y 4º fueron los cómics elegidos para las maletas. Además, se elaboraron una unidad didáctica para cada título y un cuadernillo de trabajo para el alumno y para el profesor, que facilita que quien no esté familiarizado con los tebeos se pueda acercar sin temor.

 

cafe budapest astiberri                                                  bone1bolsillo

Cuadernillo del profesorado

Cuadernillo del alumnado. 1.º y 2.º de ESO (Bone, de Jeff Smith)

Cuadernillo del alumnado. 3.º y 4.º de ESO (Café Budapest, de Alfonso Zapico)

Estos materiales didácticos, se han cedido también a centros del profesorado e institutos de otras comunidades autónomas.

Sin palabras

El Diccionario de la Real Academia define a la historieta como “serie de dibujos que constituye un relato cómico, dramático, fantástico, policíaco, de aventuras, etc., con texto o sin él”. Sin embargo, solemos asociar el cómic a un arte que nace de la combinación de texto e imagen, sin plantearnos siquiera la posibilidad de la existencia de una historieta muda ya que los ejemplos de cómic con texto son legión.

No son tantos los títulos “mudos”, pero sí que pueden resultar muy interesantes a la hora de buscar una aplicación en el aula, ya sea por sus valores gráficos (y secuenciales), o bien por las posibilidades amplísimas de interpretación y de reescritura de lo narrado (esta vez sí, mediante palabras).

Si nos retrotraemos a la protohistoria de los tebeos, podríamos citar los grabados de William Hogarth en el XVIII como referentes claros de una historia secuenciada centrada únicamente en las imágenes. No obstante, la búsqueda de modelos para justificar la llegada de la “novela gráfica” a la cúspide de la legitimación cultural del noveno arte nos ha servido en bandeja otros autores de comienzo del siglo que ofrecen posibilidades de trabajo para varias de las  materias del currículo. Estamos hablando de las xilografías del estadounidense Lynd Ward o del  belga Frans Masereel, de los collages a partir de grabados de Marx Ernst o de esa obra que tan buen resultado puede darnos a la hora de trabajar en el aula para desordenar y narrar historias: Vater und Sohn  de e.o. plauen.

Trailer de La Ciudad en Editorial Nórdica.

01 .- Spiel-am-Strande

 

Más cercanas en el tiempo, de los años setenta, son las historias de Arzach del llorado genio de la historieta francesa Jean Giraud. Su obra firmada bajo el seudónimo de Moebius puede servirnos para introducir a nuestro alumnado en el mundo de lo fantástico, por lo general, maltratado en el ámbito académico.

02 .- arzachpl_

 

Otro clásico del tebeo mudo es la parodia que el genio uruguayo de la historieta, Alberto Breccia, realizó del mito de Drácula en ¿Drácula, Drácul, Vlad?…¡Bah! (Se publicó en 1984 y se conoció en nuestro país por las revistas de cómics. La última edición es de 2006 en Sins Entido).

Imagen 02b - Drácula

 

Los amantes del manga tienen la posibilidad de acercarse a Gon, el simpático cómic de Masashi  Tanaka protagonizado por un pequeño dinosaurio que ha sobrevivido a la extinción de sus congéneres.

Gon Tanaka

 

El reino animal protagoniza también los cómics de Love de Brrémaud y Bertolucci. El dibujo es sencillamente espectacular. Lástima que en español solo se haya publicado en Norma uno de los tres tomos de la serie.

 

Para  acabar con la sección animal, hay que hablar de los animales antropomorfizados del noruego Jason que aparecen en las historias mudas cortas de Chhht!  y en las algo más largas de En pocas palabras (donde sí hay sitio en ocasiones para unos pequeños carteles al estilo de los del cine mudo).

Imagen 03b - en pocas palabras

En pocas palabras

 

A quienes busquen, en cambio, un dibujo cuidado e historias impregnadas de lirismo les recomendamos cualquiera de las obras del australiano Shaun Tan. Por encima de todas (y más en estos tiempos en los que las migraciones vuelven a estar en boca de todos) la historia que nos narra Emigrantes en su cuidada edición española.

04 - the-arrival6

 

Si se trata de una historieta más experimental, ideal para ver las posibilidades gráficas y las locuras narrativas que nos ofrecen las manchas de tinta, El borrón de Tom Neely.

05 .- neely_blot_020

Aunque parezca no haber  espacio para este tipo de cómic dentro de los superhéroes, ha habido experimentos notables con iconos famosos y no tan famosos de este género. En Amazing Spiderman 480  de 2002, el dúo Straczynski y Romita Jr. realizaban un episodio completo del hombre-araña sin que ningún personaje pronunciara palabra (lo cual no quiere decir que no salieran textos escritos en libretas o pantallas de ordenador).

06 .- spiderman

 

En 2012 en el número 11 de Ojo de Halcón, “Lo mío es la pizza”,  con guión de Matt Fraction y dibujo del español David Aja  la historia está protagonizada por el perro del protagonista. El animal asiste a las conversaciones de los humanos, pero solo escucha ciertos fragmentos que reconoce o que le interesan…. La osadía de los autores le valió de hecho un premio Eisner al mejor número de una serie.

07 .- aja ojo de halcon

PD. Este sería un post incompleto si no mencionáramos los cómics sin texto destinados a los primeros “lectores”. La editorial Mamut Cómics está desarrollando una extraordinaria labor en este campo (en Tebeos con clase en Primaria se puede ver una situación de aprendizaje desarrollada para El zoo de Antón de Juan Berrio). Conviene echar un vistazo a sus series (salvan más de un cumpleaños infantil).

Julio Santamaría

Los tópicos del cómic, esas malas hierbas imposibles de erradicar

Uno de los tópicos con respecto al medio que no ceso de oir es: «Tú que tantos cómics has leído, lo tienes fácil para hacer uno». La gente cree entonces que cómo se les ocurre a los dependientes de las librerías de cómic desaprovechar su tiempo atendiendo al público, en vez de estar haciendo la obra maestra del cómic.
No es que sean menos listos que el resto, es simplemente que no se han enfrentado a los problemas de completar una narración gráfica. Si se pusieran, mirarían los recursos ajenos-algo que tuvieron frente a sus ojos siempre y jamás vieron, ocupados en leer la historia y no en hacerse preguntas relativas a su creación-es decir, siempre vieron las soluciones, pero nunca los problemas que había tenido que encarar el autor.
Por mucho que yo hable de todo esto, la próxima vez que leas un cómic, volverás a pensar que fulanito tiene el estilo de menganito, por el acabado del pelo y la forma en la que hace la línea o los ojos, y todo esto no habrá servido para nada. Para eso son los tópicos, para perdurar, sin demasiada dificultad, y sin apenas base ni experiencia, repetidos hasta la saciedad y por tanto dados por válidos por todos.
Una cuestión que no se plantean es la colocación de los bocadillos en la página. Esta debe aparecer en la diagramación, fase inicial de la traslación del guión a la página de cómic, ya saben: cuando el dibujante esboza monigotes en unas viñetas en miniatura. Este momento es básico, y en esto nunca piensa nadie. ¿Algún lector de cómic ha pensado que los rabos de los bocadillos no deben cruzarse? Existen varias opciones para solventar esto, por ejemplo que el personaje que está situado a la izquierda tenga su bocadillo situado por debajo del de la derecha. Generalmente se evita y se situa al personaje que primero habla a la izquierda y el que lo hace a continuación a la derecha. En el ejemplo de Tintín, percibimos que puede ser ligeramente invasivo y restar espacio a la imagen.

Tintín

 

En el caso de que el primer personaje no diga una, sino dos cosas en la misma viñeta, el problema se complica. Podemos observar la solución de Keko, en su último cómic publicado, donde los bocadillos posteriores en lectura no sólo se colocan bajo los primeros, sino también desplazados a la derecha, potenciando el orden lógico de lectura horizontal, de izquierda a derecha y de arriba a abajo.

 

Keko

 

Otra solución la encontramos en Vittorio Giardino y su “Little Ego”:

 

Little Ego

Tal vez menos elegante pero más funcional , que yo nunca había visto, es la solución de Jaime Hernández en su último cómic-«Chapuzas de amor» Como podemos ver en la imagen, se trata de superponer el bocadillo intermedio al rabo de unión entre el primero y el tercero. Esta tiene la ventaja de dejar libre el resto de la viñeta que no sea la parte superior. No siempre tiene por qué convenir, ya que el texto, como cualquier otro elemento de la composición, guía la mirada del lector.

Chapuzas de amor

 

 

 

 

El miedo al dibujo. Rupturas y conclusiones.

Trabajo con alumnos de la ESO desde el 98, impartiendo clase de EPV. A lo largo de todos estos años he observado que lo que ellos consideran «saber dibujar bien” no es otra cosa que  lograr un dibujo fiel a la realidad. Muy interesante a este respecto es la famosa charla de Puño en el MAD.

Como intento de romper este tópico trato de jugar con ellos al pictionary. Con muñecos de palo tratan de hacerse entender, no hay aún narración, pero sí representación y comunicación. Dependiendo de la edad, el juego resulta pedagógico o se queda en un mero entretenimiento lúdico-competitivo, en el que todos están más pendientes de la broma y el equívoco o de ser ellos los siguientes en salir a la pizarra. Yo trato de calmar los ánimos y de sacar conclusiones de  todas y cada una de las imágenes representadas.

Susurro la palabra al oído del alumno y este trata de representarla sin la ayuda de letras o números. En una ocasión le chivé la palabra “hombre” y esto fue lo que dibujó:

Niño dibujando un hombre

 

La lección estaba clara: Teniendo pocos elementos, cualquier signo gráfico tiene su contenido. Enuncié esta conclusión en voz alta. Si el dibujo hubiera tenido más información, mayor número de líneas, hubiera sido más barroco, posiblemente este detalle se hubiese pasado por alto.

Otra conclusión es que tienen que analizar cuál es la característica por la cual sus compañeros adivinaron el objeto, en el caso de que la palabra a representar sea «boda», podría ser un sombrero de copa.

Un momento álgido se produce cuando susurro al oído de un alumno la palabra «guiri». Después de complicados planos de otros países, gafas de sol, etc, el alumno se da por vencido y entonces dibujo tan sólo un calcetín dentro de una sandalia. ¡No falla!  (la metonimia,  representación de una parte por el todo, así como «volante» puede representar a «coche»)

Otra de las conclusiones es que muchos elementos, más que ayudar al éxito, llevan al fracaso al distraer de la idea base, de manera que pierde fuerza.  Otra, que el ángulo en el que esté dibujado el objeto puede ser esclarecedor, o por el contario, confuso.  Una persona vista en picado cenital, con un dibujo esquemático podría ser cualquier cosa, mientras que vista de frente se nos presenta bien clara y reconocible. Otra, que a veces no hay otra manera que ayudarse por la secuencia para que quede patente la transformación de algo en el tiempo.

También tienen que tener en cuenta que sus dibujos actúan como símbolos. Las mujeres no tienen por qué llevar falda, pero si colocamos una falda a un personaje, difícilmente interpretaremos otra cosa que que se trata de una mujer.

Realmente no hay mejor dibujo que aquel que se adapta a la perfección a su función, en el caso del cómic, que hace de engranaje ideal para que toda la maquinaria de la narración funcione. Por eso a la pregunta de” ¿Este dibujo está bien?”  Siempre les respondo con otra pregunta: “Depende…¿Qué quieres comunicar?.”

Álvaro Manzanero