Delfino
Delfino, saquitero |
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Delfino. Foto: Damián Esquivel Díaz | ||
Estado de conservación (UICN) | ||
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Clasificación Científica | ||
Reino: | plantae | |
Division: | Angiospermas | |
Clase: | Magnoliopsida | |
Orden: | Ericales | |
Familia: | Myrsinaceae | |
Especie: | Pleiomeris canariensis (Willd.) A. DC. | |
Distribución | ||
Gobierno de Canarias. | ||
El delfino es un arbusto o árbol bastante raro, endémico de Canarias donde ha sido citado para las islas de La Gomera, La Palma, Tenerife y Gran Canaria, aunque parece ser que su presencia en los últimos años solo se ha podido constatar en Tenerife y Gran Canaria. Se trata de una especie endémica de gran belleza con numerosos brotes basales y hojas de gran tamaño (15 cm).
Descripción general
Ejemplar de delfino. Foto: Damián Esquivel Díaz |
El delfino (Pleiomeris canariensis) es considerado como uno de los árboles de los bosques de laurisilva más raros, curiosos y difíciles de ver; se trata de una especie que generalmente alcanza una altura media entre los 3 y 5 metros, sin embargo, cuando se encuentra dentro del bosque de laurisilva puede llegar a alcanzar un mayor desarrollo, pudiendo llegar a los 15 metros de altura.
Sus ramas verdes y lustrosas con hojas de gran tamaño le dan gran vistosidad dentro del bosque. Pertenece a la misma familia del aderno (Heberdenia excelsa) participando también de las mismas necesidades ecológicas. Tiene un gran parecido con el magnolio (Magnolia grandiflora) especie muy vistosa utilizada en jardinería.
Otro aspecto destacado de esta especie, es la presencia de una gran cantidad de brotes basales formando colonias o genetas, que dan la sensación de ser un gran número de ejemplares independientes. Se trata de un género monotípico y exclusivo de Canarias.
Hojas
Las hojas del delfino (Pleiomeris canariensis) se caracterizan por ser las de mayor tamaño, llegando a alcanzar los 20 cm de largo y los 9 cm de ancho, superando a las del viñátigo (Persea indica); se agrupan al final de las ramas presentando un color verde brillante y consistencia subcoriácea (dura). La morfología de las hojas es lanceolada-ovaladas-elípticas, con el margen enrollado y ligeramente ondulado, la nerviación de las hojas es reticulada (en forma de red) y bastante prominente sobre todo en el envés.
Flores
Uno de los aspectos más llamativos del delfino (Pleiomeris canariensis) es su floración ya que esta aparece sobre las ramas más jóvenes (cauliflor). Las flores son pequeñas de color verdoso-blanquecino, con forma estrellada, sentadas sobre un pedúnculo común y grueso subleñoso, con los pétalos unidos por la base formando un pequeño tubo campanulado. En la época de floración despiden un agradable olor.
Hojas del delfino. Foto: Damián Esquivel Díaz | Detalle flores. Foto: Damián Esquivel Díaz |
Frutos
Los frutos del delfino (Pleiomeris canariensis) tienen forma globosa y algo aplanada. Son de pequeño tamaño, oscilando entre los 0,5 y 0,9 cm de ancho; generalmente conservan un curioso apéndice filiforme corto en el ápice. El delfino presenta unos frutos con colores muy llamativos que van del rosa suave al lila en su madurez.
Detalle fruto. Foto: Damián Esquivel Díaz | Coloración fruto. Foto: Damián Esquivel Díaz |
Hábitat
Generalmente el Delfino (Pleiomeris canariensis) es un árbol que aparece como especie aislada en los escarpes rocosos húmedos del monteverde orientados al norte; cuando las condiciones son apropiadas puede aparecer puede aparecer en cotas bajas, aunque su mejor desarrollo lo alcanza dentro del monte de laurisilva, casi siempre en sitios húmedos expuestos a la influencia constante de los vientos alisios, entre los 500 y 1000 metros de altitud.
Curiosidades
Los frutos de esta especie son unas bayas carnosas comestibles; en cuanto a su fitoquímica posee azúcares y taninos. Entre otros usos destaca el interés forestal.
Referencias
Los contenidos y programas que constituyen esta obra son propiedad del Gobierno de Canarias que ha promovido
su creación y desarrollo con el propósito de que la comunidad educativa haga libre uso de los mismos.
Usos posibles de esta obra.
Autoría: Isabel Esquivel Sigut