Lechera tradicional
Lechera tradicional |
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Hoy en día, la imagen de la lechera que perdura en el recuerdo, es el de la mujer campesina que, tras ordeñar a sus animales, bajaba con la cesta llena de ‘cacharros de leche’ en la cabeza, por los caminos y veredas |
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La lechera es la persona que tiene como oficio vender leche. Es una labor ya extinta debido a los adelantos técnicos, como la aparición del tetra-brick, y las numerosas exigencias sanitarias que regulan la producción y la venta de leche.
Historia
Este oficio correspondía a las mujeres campesinas que, tras ordeñar sus animales, cargaban la leche y la vendían a hogares de zonas más urbanas. A medida que se fueron modernizando los medios de transporte, se dejó de andar o de usar animales como el burro. En la Esperanza, Tenerife, llegaron a contar con un servicio especial de transporte llamado “La guagua de las lecheras”. Cuando poco a poco en los hogares fueron incorporando vehículo propio, era habitual que se llegara hasta las casas donde se vendía la leche. Las exigencias sanitarias fueron desplazando este oficio en pro de la venta de leche empaquetada y procesada.
Útiles
Lo habitual era usar unos cacharros de leche, como se les llamaba popularmente, hechos de hojalata. Estos recipientes se cargaban en una cesta de mimbre que transportaban con equilibrio en la cabeza. Algunas lecheras contaban con un burro que les transportaba la leche.
Procedimiento
El trabajo comenzaba con el ordeño de los animales. La leche se vertía en recipientes y se cargaban hasta aquellos núcleos donde se localizaban las personas que, en lugar de ordeñar sus propios animales, le compraban la leche a estas campesinas.
¿Sabías qué?
En el municipio del Rosario (Tenerife), hay una escultura en homenaje a esta profesión ampliamente practicada hasta hace unas décadas por las mujeres locales. La estatua se encuentra en la plaza del Ayuntamiento, pueblo rural cercano al Monte de La Esperanza y no demasiado lejos del casco urbano de La Laguna y de Santa Cruz de Tenerife.
Referencias:
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