Molino de piedra

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Los antiguos habitantes de las Islas Canarias supieron fabricar muy bien utensilios necesarios para la elaboración de los alimentos conservables, claro ejemplo de ello es el molino de mano hecho de piedra, elemento imprescindible para moler el cereal en tiempos pre-europeos. La mayoría de los antiguos molinos de piedra están hechos de piedra volcánica basáltica, material conocido y fácilmente manejable por los pobladores indígenas de Canarias.

Origen

Los antiguos canarios conocían las técnicas del tueste y del molido de cereales, sobre todo de la cebada, grano más común en la dieta de nuestros aborígenes. El tipo de molino usado por este pueblo, de forma circular y hecho de lava basáltica, era similar al usado por los habitantes norteafricanos, razón de peso que contrasta la hipótesis de la procedencia bereber del pueblo canario.

Características

Se llama molturación al proceso que permite moler el grano o los frutos mediante el roce constante de dos piedras que trabajan en horizontal. Esta técnica primitiva era utilizada por el prehispánico guanche, conservandose en algunas islas hasta tiempos remotos. Existían dos tipos de molinos: uno en el que se muele el grano machacándolo como si fuese un gran mortero, más propio del neolítico y menos común, y otro el giratorio, extendido por todo el Archipiélago. El molino giratorio está formado por dos piezas de piedra, una en forma de círculo que va asentada en el suelo y la otra de igual forma que al superponerlas, dejan entre sí un estrecho espacio en el que triturar el grano. La pieza superior tiene en su cara externa presentes unos agujeros, donde primitivamente se colocaban los dedos para favorecer el giro, o en épocas más avanzadas, se metían unos palos que facilitaban a la persona la rotación y por consecuencia un molido con menos esfuerzo. El molino tiene un orificio central por el que se introducía el cereal y algunos de ellos, tenían un saliente circular que hacía la función de un embudo y así depositar el grano a medida que se iba moliendo. Los aborígenes utilizaban para sus molinos la lava basáltica, porosa y al mismo tiempo dura, que evitaba su desgaste en el proceso de molienda. Las crónicas de la época cuentan que el trabajo de molido y machaque estaba destinado a las mujeres.

Gofio

El gofio, o ahoren, como se referían a él en la isla de Tenerife, ha supuesto la base de la alimentación canaria desde la época prehispánica y ha sido este tipo de técnicas de molienda trogloditas las que han permitido la subsistencia de pueblos como el canario. Los molinos de mano han sido utilizados en momentos de necesidad, principalmente entre familias humildes que no podrían permitirse el coste de la molienda o que, teniendo poco grano, no les era rentable llevarlo al molino.

¿Sabías qué?

El Dr. Carlos García (1993), al estudiar las dentaduras de los aborígenes guanches, plantea que la presencia de caries se debe "... a la continua abrasión producida por el polvo del molino de piedra que lógicamente debía existir entre el gofio que era molido por ellas. El roce de ambas piedras produce la liberación de partículas minerales que luego eran consumidas junto al gofio."

Referencias