La normativa autonómica exige que los procedimientos de la Comunidad Autónoma sean simples, sencillos y respondan a principios de:
Para asegurar este objetivo es necesario que en el momento previo a diseñar o reformar un procedimiento se tengan en cuenta las medidas que se pueden aplicar para lograr que cumpla estos requisitos.
Para guiar en este proceso de simplificación y recoger sus resultados se pide, siempre que se trabaje en un proyecto de disposición de carácter genera que regule un nuevo procedimiento o que modifique los ya existentes que se elabore una memoria de simplificación y un diagrama de flujo del procedimiento.