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Las concreciones curriculares y metodol�gicas ...
:: 5.1. Curriculum integrado, enfoques
globalizadores e interdisciplinares
5.1. Curriculum
integrado, enfoques globalizadores e interdisciplinares
Se
denomina curr�culum
integrado a toda aquella planificaci�n de la
ense�anza que, fundamentada en razones de tipo epistemol�gico,
psicol�gico y sociol�gico, persigue la unificaci�n pedag�gica
del saber frente a la fragmentaci�n en asignaturas o
disciplinas. Epistemol�gicamente, las disciplinas cient�ficas
necesitan cada vez m�s de campos del saber considerados
tradicionalmente "ajenos" para garantizar una visi�n coherente
a sus m�todos. La psicolog�a centra el aprendizaje en procesos
de experiencia abiertos en los que la situaci�n cognitiva del
individuo que participa en ellos es esencial. Por �ltimo, la
sociolog�a aboga por una l�nea activa de humanizaci�n del
conocimiento en el seno de una sociedad que se construye
precisamente con la participaci�n libre de personas instruidas
que toman conciencia de su situaci�n social en la
historia.
El objetivo central del curr�culum integrado
se concreta en la globalizaci�n
e interdisciplinariedad de las materias o �reas de
conocimiento del curr�culo tradicional y persigue el ideal
educativo de integrar en la pr�ctica docente los saberes
parcelados de las especialidades de investigaci�n heredadas
del enfoque positivista del siglo XIX:
"La ense�anza basada en
la interdisciplinariedad tiene un gran poder estructurante
ya que los conceptos, marcos te�ricos, procedimientos, etc.,
con los que se enfrenta el alumnado se encuentran
organizados en torno a unidades m�s globales, a estructuras
conceptuales y metodol�gicas compartidas por varias
disciplinas. Adem�s tiene la ventaja de que despu�s incluso
es m�s f�cil realizar transferencias de los aprendizajes as�
adquiridos a otros marcos disciplinares m�s tradicionales"
(Torres, 1994: 75).
B�sicamente, hay tres metodolog�as o
t�cnicas de programaci�n que, por simplificar, denominaremos
globalizadoras y cuyos objetivos comunes son la apuesta
did�ctica por los procesos como factor dinamizador de la
motivaci�n en el aprendizaje y su preocupaci�n por el
desarrollo de competencias como objetivo de ense�anza:
- El trabajo por proyectos
y la ense�anza mediante tareas o situaciones de
aprendizaje, en los que a partir de un tema o de
una situaci�n�problema, se desarrollan procesos de
aprendizaje y de construcci�n de conocimiento, vinculados al
mundo exterior, a la cotidianeidad y al contexto.
- El aprendizaje basado en
la resoluci�n de problemas, que permite hacer una
activaci�n, promoci�n, y valoraci�n de los procesos
cognitivos cuando el dise�o de los problemas y las tareas se
hace creativamente.
- La ense�anza para la
comprensi�n, orientaci�n pedag�gica que exige al
alumnado pensar, analizar, resolver problemas y darle un
significado posterior a cuanto se ha aprendido, y que exige
del docente un ajustado conocimiento del marco conceptual y
de sus elementos.
5.1.1. El
trabajo por proyectos y la ense�anza mediante tareas
La necesidad de conectar la
teor�a con la pr�ctica y, sobre todo, de crear situaciones que
facilitan la adquisici�n de aprendizajes v�lidos para
intervenir con �l en situaciones diversas ha llevado a la
investigaci�n educativa a ofrecer diferentes caminos
metodol�gicos. Mientras los curr�culos oficiales suelen
presentar los conocimientos como la suma de saberes
compartimentados, cada vez se hace m�s necesaria una
organizaci�n pedag�gica que los globalice de acuerdo a las
necesidades sociales actuales, pero tambi�n de acuerdo a la
manera en que las personas aprenden a gestionar la
informaci�n.
De aqu� deriva una
concepci�n de la ense�anza que no hace hincapi� tanto en la
acumulaci�n de lo que se ense�a (los contenidos de varias
materias acumulados en torno a un tema, como hace la pr�ctica
del centro de inter�s) como en las relaciones que es capaz de
ir construyendo el alumnado con la gu�a y participaci�n de la
persona ense�ante. Simplificando necesariamente, el trabajo
por proyectos genera una estructura de trabajo y conocimiento
eligiendo como elemento aglutinador una tem�tica o un centro
de inter�s �la Ant�rtida, por ejemplo� sobre el que se va
profundizando a medida que se observa desde diferentes
disciplinas. Los puntos fuertes de este modelo son la
generaci�n de una din�mica colaborativa, el favorecimiento de
los procesos de pensamiento inductivo, el descubrimiento de
relaciones l�gicas con la vida real y la propiciaci�n de
muchos momentos de comunicaci�n significativa.
El trabajo por tareas,
denominado inicialmente "Ense�anza
de Lenguas Mediante Tareas" y concebido para el
aprendizaje de segundas lenguas, aunque no tiene la
consideraci�n ni las connotaciones de un m�todo (Zan�n, 1999:
16), representa una evoluci�n t�cnica importante dentro del
enfoque comunicativo debido a su particular manera de
programar el aprendizaje de la lengua. Las unidades did�cticas
o unidades de programaci�n se enfocan fundamentalmente hacia
el uso significativo de la lengua en el aula y no �nicamente
hacia el estudio y pr�ctica aislada de estructuras sint�cticas
o de nociones y funciones que caracterizaban respectivamente
al audiolingualismo
y al enfoque nocional�funcional. Se puede decir que la
Ense�anza de Lenguas Mediante Tareas pone en pr�ctica la
necesidad de aunar los procesos de uso con los de aprendizaje
y de invertir el sentido del trayecto entre teor�a y pr�ctica.
Banco de im�genes y
sonidos del Ministerio de Educaci�n
El elemento aglutinante de
esta t�cnica de programaci�n es, en este caso, la elecci�n de
una situaci�n de aprendizaje �la preparaci�n de un viaje por
Europa, por ejemplo� en cuya consecuci�n intervienen varios
pasos o subtareas y en la que son m�s importantes los
aprendizajes que se adquieren en el seguimiento del proceso
que los contenidos que se movilizan para conseguirla. En este
nivel de concreci�n metodol�gica es necesario contar con
instrucciones precisas y recomendaciones acerca del uso de los
materiales m�s convenientes (Mart�n Peris, 1999), del tipo de
tarea seg�n los objetivos y de la gradaci�n de las tareas
(Nunan, 1996), y tambi�n de contar con un buen repertorio de
tareas concretas que muestren de manera pr�ctica los
requisitos del dise�o que propone este tipo de programaci�n
(Fern�ndez, 2001).
La ense�anza mediante
situaciones de aprendizaje o tareas se fundamenta en el
aprendizaje por experimentaci�n, al situar al alumnado en un
plano de necesidad de conocimientos conceptuales y
estrat�gicos con el fin de aplicarlos en la superaci�n de un
objetivo propuesto. Una vez establecido el tema y dise�adas
las actividades posibilitadoras, la flexibilidad en el
desarrollo de la tarea es esencial para poder integrar todos
las necesidades conceptuales y estrat�gicas que vayan
apareciendo en funci�n de circunstancias variables tales como
rasgos individuales de aprendizaje, temporalizaci�n y grado de
implicaci�n. Si el fundamento de cualquier modelo de
aprendizaje consiste en una intensa preparaci�n previa al
escenario futuro donde se han de demostrar de verdad las
competencias adquiridas, la ense�anza mediante tareas lo
fundamenta en la anticipaci�n de ese escenario para poder
recrearlo en el contexto educativo. En definitiva, la
programaci�n de la ense�anza mediante tareas dinamiza los
objetivos y los contenidos que determinan los curr�culos
oficiales para fomentar la aparici�n de situaciones
imprevistas por ser altamente estimulantes cognitivamente, es
decir, persigue algo tan aparentemente contradictorio como
programar el grado de improvisaci�n necesario para ensayar con
�xito la resoluci�n de problemas.
5.1.2. El
aprendizaje basado en la resoluci�n de problemas
Tambi�n denominado "Aprendizaje
Basado en Problemas" (ABP), es una metodolog�a
educativa que viene a solventar el paso de un modelo centrado
en la transmisi�n de conocimientos del docente al discente
hacia un modelo en el que el alumnado construye su propio
conocimiento, integrando objetivos de todas las materias, con
la ayuda de diferentes personas implicadas en el proceso de
aprendizaje y de las nuevas herramientas de acceso a la
informaci�n que las nuevas tecnolog�as le permiten.
El aprendizaje basado en
problemas fue introducido en instituciones educativas del
campo de las Ciencias de la Salud a partir de mediados del
siglo pasado. La aplicaci�n de esta metodolog�a fue muy
criticada en aquel momento ya que introduc�a una nueva forma
de aprendizaje para el afrontamiento de un ejercicio
profesional complejo que requer�a de habilidades de b�squeda
de informaci�n actualizada en un mundo en constante
renovaci�n. Las metodolog�as basadas en el aprendizaje del
alumnado y el uso de las Tecnolog�as de la Informaci�n y la
Comunicaci�n han encontrado su espacio en este nuevo marco
educativo. En este sentido, el aprendizaje basado en problemas
encaja perfectamente en el paradigma del aprendizaje a lo
largo de la vida. Seg�n Pedraz Marcos (2005), la divisi�n del
conocimiento en disciplinas es a�n el marco de referencia que
sustenta la estructura de la formaci�n educativa:
"Esta divisi�n del
conocimiento en compartimentos estancos, implica que las
disciplinas se ense�an por sus contenidos propios y no por
su contribuci�n a una competencia determinada. Sin embargo,
la pr�ctica totalidad de las competencias [...] no derivan
de una �nica disciplina. El alumnado en este modelo se ve
obligado a reconstruir el puzzle de los conocimientos que
necesita para llevar a cabo cualquier competencia b�sica
[...]" (Agencia La�n Entralgo (s.a.: 17)
Los puntos fuertes de esta
metodolog�a son, seg�n Mart�nez Ortega (Agencia La�n Entralgo,
s.a.: 127):
- Promover en el alumno la responsabilidad de su propio
aprendizaje.
- Capacidad de an�lisis, s�ntesis y evaluaci�n.
- Desarrollar una base de conocimiento relevante
caracterizado por profundidad y flexibilidad.
- Desarrollar habilidades para la evaluaci�n cr�tica y la
adquisici�n de nuevos conocimientos con un compromiso de
aprendizaje de por vida.
- Desarrollar habilidades para las relaciones
interpersonales. Disposici�n para trabajar en grupo.
- Involucrar al alumno en un reto (problema, situaci�n o
tarea) con iniciativa y entusiasmo.
- Orientar la falta de conocimientos y habilidades de una
manera eficiente y eficaz hacia la b�squeda de la mejora.
- Estimular el desarrollo del sentido de colaboraci�n como
un miembro de un equipo para alcanzar una meta com�n.
5.1.3.
Aprendizaje para la comprensi�n
Se trata de un modelo
�resultado de una investigaci�n denominada Proyecto Cero ('Project Zero') que
se desarroll� a lo largo de seis a�os en la universidad
norteamericana de Harvard� que plantea una propuesta
pedag�gica innovadora que privilegia la comprensi�n como
fundamento del trabajo escolar. La comprensi�n se consigue al
poder realizar una gama de actividades que requieren
pensamiento respecto a un tema, por ejemplo, explicarlo,
encontrar evidencia y ejemplos, generalizarlo, aplicarlo,
presentar analog�as y representarlo de una manera nueva
(Blythe, 1999; Stone Wiske, 1999).
La comprensi�n implica poder
realizar una variedad de tareas que, no solo demuestran la
comprensi�n de un tema sino que, al mismo tiempo, la aumentan.
Estas acciones se denominan desempe�os de comprensi�n
y no todas las acciones de los alumnos pueden ser vistas as�.
Aunque los desempe�os de comprensi�n puedan ser muy variados,
por su propia definici�n deben llevar al estudiante m�s all�
de lo que este ya sabe. Muchas actividades son demasiado
rutinarias para ser de comprensi�n: ex�menes de falso o
verdadero, ejercicios rutinarios de aritm�tica, etc. Dichas
actuaciones rutinarias tienen su importancia, pero no
construyen comprensi�n.
Si la comprensi�n de un tema
implica la elaboraci�n de desempe�os de comprensi�n, entonces
la parte central del aprendizaje para la comprensi�n debe
consistir en realizar dichos desempe�os. Los estudiantes deben
pasar gran parte de su tiempo en actividades en las que se les
pide que generalicen, que encuentren nuevos ejemplos, que
realicen aplicaciones, y que lleven a cabo otros desempe�os de
comprensi�n. Y deben hacer dichas tareas de manera reflexiva,
con una retroalimentaci�n que les permita un mejor desempe�o,
empresa que se vuelve urgente cuando se observa que el
alumnado emplea la mayor parte de su tiempo en clase y
realizando actividades que no demuestran comprensi�n y que por
el contrario, producen conocimientos vac�os o actividades
rutinarias. Por regla general, cuando los y las estudiantes se
enfrentan a una actividad de comprensi�n, como la
interpretaci�n de un poema o el dise�o de un experimento,
suelen recibir poca ayuda sobre los criterios a emplear y poca
retroalimentaci�n antes del producto final demandado que le
ayuden a mejorarlo y pocas oportunidades para reflexionar
sobre su progreso.
En resumen, a pesar de que
el profesorado trata de hacer lo que puede, la pr�ctica t�pica
en el aula de clase no ofrece un espacio suficiente para la
realizaci�n reflexiva de actividades que demuestren
comprensi�n, y esto implica anteponer la realizaci�n reflexiva
de desempe�os de comprensi�n a la acumulaci�n de actividades y
contenidos sin relaci�n comprensiva.
Este planteamiento
desarrolla un marco que suministra a los y las docentes un
enfoque para planear y discutir un tema en particular o todo
un curso. El marco subraya cuatro conceptos claves:
1)
T�picos Generativos
No todos los t�picos
(conceptos, materias, teor�as, per�odos hist�ricos, ideas,
etc.) se prestan por igual para la ense�anza para la
comprensi�n. Por ejemplo, es m�s f�cil ense�ar para la
comprensi�n estad�stica y probabilidad que ecuaciones, puesto
que las estad�sticas y la probabilidad se relacionan m�s
f�cilmente con conceptos familiares y con otras materias. Por
regla general, se buscan tres caracter�sticas en un t�pico
generativo: su centralidad en cuanto a la disciplina, el que
sea asequible para los y las estudiantes y la forma en que se
relaciona con diversos temas dentro y fuera de la disciplina.
2)
Metas de Comprensi�n
Cada t�pico ofrece la
posibilidad de desarrollar diferentes tipos de comprensi�n.
Para darle un enfoque m�s espec�fico, ha sido muy �til para el
profesorado identificar algunas metas de comprensi�n para un
tema determinado. Igualmente es �til preparar una lista de
dichos objetivos en frases del tipo: "Los/as
estudiantes desarrollar�n comprensi�n acerca de..." o
"Los/as estudiantes
reconocer�n que...". Si el tema que se quiere
trabajar es "La Revoluci�n
Francesa como una protesta pol�tica", una meta de
comprensi�n podr�a ser: "Los/as
estudiantes desarrollar�n comprensi�n acerca de cu�les de
los factores de la Revoluci�n Francesa que la hacen similar
a otras protestas pol�ticas en varios per�odos hist�ricos".
Otra podr�a ser: "Los/as
estudiantes reconocer�n el estado mental que se produce
cuando se priva un pueblo de sus derechos civiles".
No existe una lista "correcta"
de metas de comprensi�n. Se trata de enfocar la instrucci�n.
3)
Desempe�os de Comprensi�n
El profesorado debe elaborar
desempe�os de comprensi�n que apoyen las metas de comprensi�n.
El alumnado debe realizar actividades que demuestran
comprensi�n desde el principio hasta el final de la unidad o
curso. Una clase puede dedicarle varias semanas (inclusive
meses) a un t�pico generativo. A lo largo de este per�odo
los/as estudiantes deben trabajar en una gama de desempe�os de
comprensi�n (con el apoyo de una informaci�n apropiada
provista por textos y por el profesorado) sobre dicho tema y
unas cuantas metas escogidas. Las actividades posteriores de
comprensi�n les ofrecer�n retos progresivamente m�s sutiles
pero a�n alcanzables. Por �ltimo, los/as estudiantes podr�n
desarrollar alguna actividad "culminante" de comprensi�n tal
como un ensayo largo o una exhibici�n.
4)
Valoraci�n Continua
Tradicionalmente, la
evaluaci�n viene al final del tema o de la unidad did�ctica y
se basa en notas y responsabilidades. Estas son funciones
importantes dentro de muchos contextos, pero no sirven desde
el punto de vista de las necesidades de los estudiantes. Para
aprender y para comprender, los/as estudiantes necesitan
criterios, retroalimentaci�n y oportunidades para reflexionar
desde el inicio y a lo largo de cualquier secuencia de
instrucci�n. Este proceso se denomina valoraci�n continua.
Los momentos de valoraci�n pueden dar lugar a una
retroalimentaci�n por parte del profesorado, del grupo de
pares, o a la autoevaluaci�n de los/as mismos estudiantes. A
veces el profesorado puede suministrar los criterios, en otras
oportunidades los/as estudiantes pueden definir sus propios
criterios. Aunque existen diferentes enfoques razonables de la
valoraci�n continua, los factores constantes son los criterios
compartidos y p�blicos, la retroalimentaci�n constante, y las
oportunidades frecuentes para la reflexi�n durante el proceso
de aprendizaje.
Estos cuatro conceptos
describen los cuatro elementos b�sicos de instrucci�n que
privilegian la comprensi�n de la disciplina. Naturalmente no
cubren todas las condiciones que afectan la comprensi�n de
un/a estudiante. Otros factores tales como la estructura del
grupo-clase y las relaciones entre el profesorado y el
alumnado tambi�n juegan un papel importante. Se considera el
marco solo como una gu�a que mantiene el enfoque sobre la
comprensi�n y permite a los y las docentes dise�ar unidades y
cursos que concuerden con sus estilos y prioridades
particulares como personas que ejercen sus disciplinas.
La novedad del planteamiento
reside en que se trata de la ense�anza con buenas actividades,
pero con un poco m�s. Ese "m�s"
es la contribuci�n especial del marco. Aunque el profesorado
siempre ha tratado de ense�ar usando buenas actividades,
dichos m�todos con frecuencia no involucran desempe�os de
comprensi�n. Por ejemplo, un examen de historia en forma de
concurso, una actividad art�stica consistente en dibujar la
Revoluci�n Francesa y un experimento cient�fico con gu�a de
laboratorio, pueden todas ser actividades que atraigan a
los/as estudiantes. Pero normalmente no los llevan a pensar
m�s all� de lo que ya saben. Mientras que otro profesorado
logra que sus estudiantes se ocupen en actividades de
comprensi�n, su programa de estudios puede no tener el enfoque
que da el pensar en t�rminos de t�picos generativos
cuidadosamente seleccionados y en metas de comprensi�n. O
bien, algunos/as alumnos/as pueden no recibir la valoraci�n
continua que les ayude a aprender de los desempe�os de
comprensi�n.
Muchos docentes ya tratan de
ense�ar para la comprensi�n, as� que esta visi�n funcional de
la ense�anza para la comprensi�n no tiene como objetivo una
innovaci�n radical que implique desechar lo que ya se hace. Su
presunci�n no es plantear algo completamente nuevo y
totalmente diferente sino introducir una reflexi�n en la
pr�ctica docente acerca de los objetivos finales y de los
m�todos empleados para lograr la comprensi�n e interiorizaci�n
del conocimiento.
Sigue :: 5.2.
La Evaluaci�n de las competencias b�sicas y clave 
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