La moralidad en el desarrollo humano

La moralidad habla de un sistema de comportamiento (DE LA PRÁCTICA)
concerniente a estándares del buen y mal comportamiento. La palabra conlleva los conceptos de: (1) Estándares morales, concernientes al comportamiento; (2) Responsabilidad moral, en lo referente a nuestra conciencia. La moralidad describe los principios que gobiernan nuestro comportamiento, y se configura por la adquisición de valores y normas.
La moralidad tiene distintos componentes:
Emocionales: emociones que sentimos cuando nos enfrentamos a un problema moral.
Cognitivos: pensamientos y reflexiones que realizamos ante un determinado hecho moral.
Conductuales: comportamientos y actuaciones que se realizan ante una situación de conflicto moral.

EL DESARROLLO MORAL EN LA INFANCIA
La moralidad en la primera infancia se centra en diferenciar lo que es norma social de valor moral.
La norma social es un acuerdo social.
Un valor moral es un principio universal que no depende de los gustos individuales o de una comunidad localizada en un territorio.
Desde muy temprana edad, niños y niñas, son capaces de diferenciar entre norma y valor y cuales son las consecuencias de infringir una u otro.
La conducta prosocial es aquella que la persona realiza y que beneficia a las demás personas. Este tipo de conductas se puede iniciar antes de los 3 años pero se darán de forma más frecuente a partir de los 4 ó 5 años Las conductas prosociales van aumentando a medida que niños y niñas crecen, debido al desarrollo de la empatía y las experiencias socializadoras que van acumulando.
La justicia distributiva. Establecida por W.Damon, seguidor de las aportaciones de Piaget y Kohlberg, plantea la forma en que se dividen o reparten los recursos de forma justa entre niños-niñas.