LA TRATA DE PERSONAS PARA EXPLOTACIÓN SEXUAL AUMENTA EN CANARIAS UN 30%

El Aula de Piedra de la Sede Institucional de la ULPGC acogió ayer viernes 25 de octubre la primera sesión de las Jornadas de Trata de seres humanos con fines de explotación sexual: Una mirada crítica hacia el abordaje institucional. La actividad ha sido organizada por la ONG Médicos del Mundo en colaboración con la Unidad de Igualdad de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria.

Esta primera jornada, que se celebró desde las 9:30 hasta las 19:30 horas, fue inaugurada por la Directora de la Unidad de Igualdad de la ULPGC, Sonia Mauricio, y la Presidenta de Médicos del Mundo en Canarias, Elena Lugli.

A continuación, a las 10 horas, la Directora del Instituto Canario de Igualdad, Kika Fumero, y la Viceconsejera de Justicia del Gobierno de Canarias, Carla Vallejo, hablaron sobre “Acciones y retos del Gobierno de Canarias”.

La trata de personas es un problema mundial, considerado como la esclavitud del siglo XXI. Es uno de los delitos que mueve mayor cantidad de dinero en todo el mundo, después del tráfico de drogas y armas. Viola todos los derechos humanos en una misma persona, su libertad y dignidad, además de su integridad física y emocional.

La Organización Internacional del Trabajo cifra en 4,5 millones de personas el número de víctimas de explotación sexual en el mundo. El 90% son mujeres y niñas, solo en España se calcula que hay alrededor de 45.000 mujeres prostituidas, 14.000 de ellas en riesgo de ser víctimas de trata.

El dato, nada más lejos de la realidad, también se ha vuelto muy preocupante en Canarias: la trata de mujeres con fines de explotación sexual en las islas ha aumentado un 30% desde el año pasado, según datos de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (APRAMP).

La trata de seres humanos con fines de explotación sexual «es un fenómeno creciente con el que estamos conviviendo y que genera importantísimos beneficios económicos«, ha explicado la viceconsejera de Justicia del Gobierno de Canarias, Carla Vallejo, quien ha destacado también «lo difícil que resulta detectar y enjuiciar a sus responsables«.

«En la actualidad se considera la trata de seres humanos como el segundo negocio más rentable del mundo«, ha recordado la viceconsejera de Justicia, quien durante su intervención ha señalado que la cifra de dólares movidos por esta actividad alcanza los 150 mil millones anuales.

Por su parte, la directora del Instituto Canario de Igualdad, Kika Fumero, ha considerado que la situación en Canarias es “bastante preocupante”, dado ese aumento del 30% al que también ha hecho referencia, y ha destacado la importancia de la educación para combatir este fenómeno.

La presidenta de la organización Médicos del Mundo en Canarias, Elena Lugli, insiste en la necesidad de que se lleven a cabo cambios normativos que protejan a las víctimas. El número de personas perjudicadas por la trata en el mundo se calcula en 2,5 millones identificadas, pero detrás de cada una de esas personas se estima que existen 20 más a las que no se les pueden poner nombre. El 80% de ellas sometidas a explotación sexual y el 18% con fines de explotación laboral, trabajo o servicios forzados. “La trata con fines de explotación sexual es una realidad estrechamente ligada al fenómeno de la prostitución”, afirma Lugli.

La presidenta de Médicos del Mundo considera que el sistema favorece a que la trata afecte a las personas que sufren mayor desigualdad de género, el capitalismo y colonial-racismo. Las cifras apuntan también a “muchas menores” en esta situación en el Archipiélago, aunque en estos momentos se desconoce el número exacto.  

Las víctimas de trata suelen arrastrar secuelas, tanto físicas como psicológicas, a lo largo de toda su vida. Son frecuentes las enfermedades de transmisión sexual y las secuelas de la violencia física como golpes, agresiones sexuales… Además, psicológicamente, según datos de Médicos del Mundo, más del 68% sufre trastornos de estrés postraumático, que hace que constantemente le vuelvan los recuerdos del hecho, que haya disociación, depresión, distimia, indefensión aprendida, pérdida de la autoestima, normalización de la violencia sufrida. Según explica Lugli, puede desembocar en que “no tengan un relato del suceso, de la vida posterior y de su propia identidad”.

El protocolo para tratar a estas personas, señala la presidenta de la organización, establece 90 días de reflexión en los que la víctima está protegida hasta que decida denunciar, pero muchas veces no quieren hacerlo por angustia o miedo. En ese caso, se les retira la protección del Estado, aunque continúan con la de las entidades sociales “que trabajan en un marco estatal muy poco facilitador”, apunta.

En Canarias, Médicos del Mundo ha denunciado en varias ocasiones las condiciones de vida en la que viven las personas reclusas en los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIEs), ya que “representan una violación sistemática de los derechos humanos y del derecho a la salud”. En el caso de las mujeres víctimas de trata con fines de explotación sexual que acaban en estos centros, ven agravados sus problemas físicos y emocionales por la vulneración de derechos que sufren por parte del país que los acoge y por parte de sus tratantes.

La presidenta de Médicos del Mundo en Canarias insiste en que la organización persigue “romper con la normalización del sexo de pago, sobre todo entre los jóvenes”. Sin embargo, el problema de la prostitución “es más profundo”. Lugli cree que debería existir una educación sexo-afectiva igualitaria que haga entender que las mujeres no son objeto de consumo, fomentar que los medios de comunicación incorporen la perspectiva de género, desincentivar el consumo de la prostitución…

Desde la organización se trabaja, además, en romper con “el imaginario” de la víctima de trata como una persona que está encerrada, encadenada. “Es importante romper los estereotipos para ser capaces de identificarlas a todos los niveles. Igual que las mujeres víctimas de abusos sexuales carecen de credibilidad, las víctimas de trata también”, afirma.

La formación de los profesionales en centros de salud y la perspectiva de género es esencial para que se detecten muchos casos que sí podrían conocerse “si los sistemas públicos estuviesen dotados de los medios pertinentes”.

Durante la sesión de tarde, se impartieron tres charlas que resultaron muy interesantes para los asistentes.

En la primera de ella, la ponente fue LaLa Mint El Mamy, abogada, especialista en Extranjería y Derechos Humanos del ICATF y de APRASE. En su intervención analizó los aciertos y desaciertos del sistema alegal en materia de trata con fines de explotación sexual.

Posteriormente, Nora Ugartuburu, asesora legal e integrante del grupo de género en SOS Racismo Guipuzcoa dio a conocer las acciones que se han implementado y la perspectiva desde el activismo antirracista.

Finalmente la sesión de ayer concluyó con la ponencia de Beatriz Gimeno, activista feminista y escritora.

La ponencia de Gimeno resultó sumamente interesante para el público. Según Gimeno, la prostitución es el privilegio masculino, cualquier varón de cualquier lugar y condición social tiene acceso al cuerpo de la mujer. Así, el Neoliberalismo brutaliza el Patriarcado y hace que los hombres desfoguen su ira sobre las mujeres cuando no pueden contra el sistema. Según la activista es imposible que exista una sociedad igualitaria mientras exista la prostitución.

Ya en la mañana de hoy, 26 de octubre, en el Patio de la sede de Médicos del Mundo ha tenido lugar un taller para el Activismo Social sobre Trata de Seres Humanos con fines de explotación sexual.

 VIDEO RESUMEN DE LAS JORNADAS