El queso es parte de nuestra idiosincracia canaria. Lamentablemente, poco a poco vamos perdiendo nuestra identidad y patrimonio porque nos olvidamos de dónde venimos en medio de tanta globalización y redes sociales.
Este cuento que comparto, y del que dispongo otras versiones en otros colores y con otras viñetas, lo escribí a principios de este año, buscando una manera de llegar a los y las escolares de las islas Canarias para que conozcan (aunque sea en formato de cuento), un queso único y exquisito a punto de extinguirse, que se elabora en nuestro archipiélago, más concretamente en la Villa de Moya, Gran Canaria.
La idea de la creación de esta ficha fue de la quesera y copropietaria de Quesería Los Castañeros, Eli Ramos, quien junto a su marido Juan José Arencibia, sacan adelante esta quesería en la que elaboran quesos de leche de vaca Canaria, a las cuales cuidan y miman con esmero, y, para quienes cultivan el forraje que les proporcionan, por lo que su queso es seña de identidad de nuestra cultura, y, comer su queso te transporta a las medianías de la isla de Gran Canaria.
Por desgracia, las razas de vacas extranjeras han desplazado a nuestra vaca Canaria, y, el alto coste que supone su mantenimiento hace inviable que tanto en Gran Canaria como en otras islas se planteen elaborar este queso, con lo que muy probablemente el día que Eli y Juan José se rindan, perdamos un producto que nunca faltó en la mesa de muchos hogares canarios en el siglo pasado.
Espero que disfruten este cuento, y, lo compartan hasta la saciedad. Pero sobre todo, que siendo de Gran Canaria u otra isla, busquen la ocasión de ir y comprar uno de estos quesos para que puedan probar uno de los manjares únicos de nuestras islas Canarias en vías de extinción.