Comenzamos la aventura de leer

Ya estamos en 1º de primaria y nos adentramos de lleno en la lectoescritura, que es la puerta de entrada al mundo de los saberes. Para motivar e incitar al alumnado para que aprenda a leer, he elaborado un silabario en mayúsculas y minúsculas a través del cual los peques podrán leer y componer palabras. Ellos podrán escribirlas una vez la encuentren y las lean. Por ejemplo: me-sa.

Una vez encontradas (pueden rodearlas con lápiz) las escriben uniendo las sílabas y formando la palabra que queramos.

También usaremos el carnet lector (idea extraída de @deoiraescuchar). Dicho carnet estará pegado detrás de la portada del libro de lectura y cada vez que un niño o niña consiga leer correctamente un fonema les tacharé en el carnet dicha letra. De este modo, cuando consigan leer todo se convertirán en unos verdaderos lectores.

A ver si conseguimos animarlos a disfrutar del placer de leer.

De actividades sobre la lectura va la cosa

A continuación les dejo varias ideas para trabajar la lectura y celebrar el Día del libro.

Bingo literario. Esta actividad te ayuda a ponerte objetivos de lecturas que serían recomendables que leyeses. Se puede buscar en internet o bien crearla nosotros mismos. Sería marcar casillas que hemos cumplido hasta completar bingo.

Nos inventamos cuentos. Como el propio nombre de la actividad indica, se trata de inventar cuentos. Para ello, podemos utilizar dados de imágenes o frases; así como inventarse un cuento donde los protagonistas sean algunos de sus juguetes preferidos, objetos o lugares, entre otras múltiples ideas.

Reto de lectura. Esta actividad es muy similar a la del bingo, solo que aquí no te dicen qué temática debes leer o autores/as, sino te proponen lugares donde leer o a quién leerle.

Razones para leer. Con esta actividad se propone hacer ver al niño y la niña la importancia de la lectura y que sean ellos mismos quienes nos den motivos o razones de por qué debemos leer.

Cambiamos cuentos. Esta actividad es muy común, pero podría tener diferentes variables como pueden ser: cambiar los personajes, el principio, el nudo o el desenlace de cualquier cuento que queramos o, incluso, mezclar personajes o tramas de varios cuentos y crear uno nuevo.

Gymkana de lectura. Como todos sabemos, las gymkanas son varios juegos de competición y, en este caso, será relacionada con la lectura. Les dejo un enlace donde podrás jugar en familia con los cuentos en casa. Pincha aquí

Todas las imágenes han sido extraídas de Internet.

Los pictogramas

Los pictogramas son imágenes esquemáticas que sirven para representar una idea o mensaje. Se suelen usar para que niños y niñas con dificultades de comunicación puedan hacerlo de manera visual.

También se suelen utilizar en la lectura para que sea más divertida y fácil de leer.

Si queréis crear pictogramas les dejo el siguiente enlace

Damos rienda suelta a nuestra imaginación

Les propongo jugar con los niños y niñas a ”¿qué pasaría si…? Este juego sirve para trabajar la creatividad, la capacidad para resolver problemas y la expresión oral, aunque también se puede convertir en una actividad de escritura creativa, pues podrían volcar sus ideas en un papel.

Se trata de plantear situaciones disparatadas sobre diferentes temas, como por ejemplo: ¿qué pasaría si tuvieras un animal fantástico como mascota?, ¿qué pasaría si pudieras vivir en el sol? , ¿qué pasaría si los alienígenas vivieran con nosotros?… También este juego se puede extrapolar a los cuentos, por ejemplo: ¿qué pasaría si a Blancanieves no le gustasen las manzanas?, ¿qué pasaría si el lobo se hiciese amigo de Caperucita?, ¿qué pasaría si Frozen viviera en la playa?…

Además, esta actividad ayuda a perder el miedo a equivocarse y a hacer el ridículo por decir lo que queramos y/o pensamos.

Por último, es muy importante saber que este juego debe ser lo menos dirigido posible y desde luego, lo menos interrumpido posible.

Atrévete a crear tu propio lectómetro

Para seguir celebrando el Día del libro les propongo que llevemos a cabo la actividad del lectómetro que es muy motivadora y fomenta la lectura en los niños y niñas.

Esta actividad no solo se puede llevar a cabo en el aula, sino también en casa y, además, se puede realizar con “peques” que aún no sepan leer, aunque en este caso, sería algún familiar o amigo quienes le leyesen los libros, ya que el lectómetro consiste en registrar la lectura de libros o cuentos.

El registro de cada ejemplar leído puede ser: pintando algún dibujo (como por ejemplo, imágenes de lomos de libros o libros en sí), poniendo alguna pinza en una cinta, escribiendo el número de libro que ya has leído dentro de algún círculo o en un folio, dibujando rectángulos y escribiendo dentro el número correspondiente de lectura en una serpiente que cada vez se irá haciendo más larga a medida que lean, poniendo en una hoja que creemos de registro el número y título, etc. Además, si queremos profundizar, se podrían pintar los dibujos o escribir los números con determinados colores según la temática.

Es un recurso que se puede plantear a corto espacio de tiempo o aumentarlo por el tiempo que creamos oportuno.

Con esta actividad podrán comprobar cuántos libros y/o cuentos han leído a lo largo de un tiempo.

Algunos ejemplos de lectómetros

Imitamos portadas de libros

El 23 de abril se celebra el Día del libro, por tal motivo, ¿qué les parece si recreamos la portada de uno de sus cuentos o libros preferidos? Para ello tendrán que sacar una foto de la portada escogida y hacer otra foto donde aparezcamos imitándola. Por lo que usaremos objetos y ropa similar y tendremos que estar colocados en la misma posición para que se parezca lo más posible a la portada.

Escribir un diario

En esta época de confinamiento sería muy interesante escribir un diario, porque, además de poder expresar sus sentimientos y vivencias, lo podrán tener de recuerdo y leerlo cuando deseen recordar cómo vivieron esta cuarentena, la cual se convertirá en un hecho histórico.

Para escribir el diario no es necesario descargarlo de ninguna página, basta con tener folios, un cuaderno o, incluso hacerlo en formato digital, como puede ser una página de word, donde pongamos a diario la fecha y expongamos todo aquello que deseemos que quede escrito para la posteridad. Los «peques» que aún no saben escribir podrían grabarse en vídeos y, así los podrán ver cuando sean mayores. ¡Anímensen!