Una aventura en la isla de El Hierro
Texto: María Jesús Cano
Ilustraciones: Pilar Manso
En una grisácea tarde otoñal Tanausú, un inquieto y vivaz gnomo natural de la isla de La Palma, prepara su mochila para viajar a la isla de El Hierro.
Los gnomos, soberanos de los bosques, tienen la sana costumbre de nutrirse con los alimentos de la tierra y por eso, en su mochila, nunca falta el queso, la miel, las papas y el exquisito bienmensabe que su madre le prepara con tanto cariño.
En la sala de embarque del aeropuerto palmero Tana, como le llaman sus amigos, espera el momento de subir al avión mientras piensa en su prima Guacimara a la que no ve desde que ambos tenían cinco años de edad y ésta se mudara con su familia al Sabinar.
Está inquieto y expectante. De su mochila extrae una arrugada nota en la que puede leerse:
Querido Tana:
Ha ocurrido algo sorprendente y necesito tu ayuda. Por favor, ven lo antes que puedas. Te espero en la Restinga. Un abrazo. Guaci
Guacimara, que vive en el bosque de sabinas de la isla de El Hierro, conocedora de las dotes detectivescas de su primo Tana, le ha enviado la nota para que le ayude a investigar lo que a todas luces es el mayor misterio que sus jóvenes ojos han visto jamás.
Esa misma mañana el bosque de sabinas se había despertado con su armonía habitual, la paz que se respiraba no hacía presagiar el misterio que se avecinaba: la sabina, árbol centenario y retorcido amanecía recto y erguido como un enorme rascacielos.
Sin duda había sido objeto de un encantamiento y, para colmo, faltaban sólo tres días para la fiesta de las castañas que ese año se celebraba en el bosque de sabinas.
La castañada, o fiesta de las castañas, es el acontecimiento anual más importante en la vida de los gnomos donde amigos y familiares venidos de todas las islas del Archipiélago se reúnen para asar castañas, cantar y bailar alrededor del fuego en una jornada mágica.
– ¡Qué tragedia!- comenta Guacimara.
Las centenarias ramas de la sabina ondean ahora rectas, solemnes y erguidas.¿ Dónde está su querida sabina, símbolo del bosque, retorcida por el viento y orgullosa de sus perennes hojas?
– ¡Qué tragedia!- repite Guacimara.
Desde el aeropuerto a La Restinga, afamado lugar de buceo, Tana contempla extasiado el hermoso paisaje lunar, los cráteres de los volcanes y el añil del cielo. También descubre, pastando a sus anchas, caballos, cabras y vacas en las verdes praderas.
En La Restinga le está esperando, impaciente, su prima Guacimara. Tana no la recordaba tan hermosa y, azorado, le da un tímido beso en la mejilla.
Camino de El Sabinar Guacimara le va poniendo al corriente del misterio pero no es hasta su encuentro frente a la enorme sabina erguida que Tana comprende la magnitud de la tragedia.
El padre de Tana, un sabio y centenario gnomo, le había contado la historia de Guancho, un lagarto gigante que vive, feliz y tranquilo, en los Roques de Salmor y a quien se le atribuye una enorme inteligencia y sabiduría. Los vecinos del lugar acuden a él en busca de consejo y siempre tiene una respuesta para todos.
El lagarto Guancho se sorprende con la noticia que Tana y Guacimara acaban de darle y, presurosos, emprenden juntos el camino a El Sabinar.
Al ver la sabina, Guancho pronto descubre, por algo es el sabio con más sabiduría de la isla, que se ha producido un encantamiento.
El encantamiento sólo puede ser obra del Mago de las Tinieblas, un malvado y envidioso ser que vive en la Cueva de Don Justo, a la que ha convertido en su hogar transformándola en un largo, oscuro, lúgubre y estrecho lugar que ya nadie quiere visitar.
Guancho indica a los valientes jóvenes el camino a seguir para llegar a la cueva y vuelve, impaciente, a sus queridos roques.
Tana y Guaci emprenden el camino a la Cueva de Don Justo y pronto descubren que no están solos.
Un alegre petirrojo les acompaña volando de rama en rama moviendo su cola arriba y abajo constantemente. Su plumaje de color pardo y rojo ilumina los pasos de los jóvenes aventureros y alumbra su camino en el atardecer herreño.
Cuando ya la noche se apodera del bosque descubren la cueva donde habita el Mago de las Tinieblas. La cueva es tal y como se la habían descrito: un lugar lúgubre, oscuro y tenebroso. En su interior pueden oírse sonidos aterradores que hacen temblar a Guaci y Tana.
Decididos a descubrir el misterio de la sabina se olvidan de sus temores y, cogidos de la mano, se adentran en la cueva.
Guacimara se abraza a su primo cuando un murciélago, y dos y tres y hasta cuatro se abalanzan sobre ellos.
Corriendo a través de la oscura cueva descubren una potente luz que les ciega momentáneamente. Al abrir los ojos descubren al Mago de las Tinieblas que les contempla con cara de pocos amigos y maldice su intromisión.
– ¡Malditos sean, gnomos del bosque! ¿Cómo osan interrumpir mi sueño?- grita el mago de las tinieblas.
– Mi nombre es Tanausú y ésta es mi prima Guacimara- responde Tana con voz temblorosa. -Venimos a que liberes a la sabina de su encantamiento.
-¿Cómo se atreven a pedirme semejante barbaridad?- grita enfurecido el mago de las tinieblas- ¿Acaso no saben que, en venganza por haberme desterrado a esta cueva, he encantado a la sabina hasta que los habitantes de la isla reconozcan mis poderes y me devuelvan mis pócimas mágicas?
– Los habitantes de la isla me han asegurado que si utilizas tus poderes para hacer el bien y atacar el mal te devolverán tus pócimas y tus libros de magia- responde Tanausú con voz firme.
El mago de las tinieblas cansado de vivir en la solitaria y triste cueva promete a Tanausú utilizar sus poderes mágicos para hacer el bien y recuperar el respeto de los herreños.
– Bien- dice Tanausú- pero antes deberás mostrar tu arrepentimiento liberando a la sabina de su encantamiento.
El mago de las tinieblas así lo hace y confiesa a Tanausú cuáles son las palabras mágicas para que la sabina vuelva a estar retorcida por el viento para orgullo de los herreños y deleite de visitantes.
Tanausú y Guacimara regresan al bosque de sabinas y en presencia de sus amigos, familiares, y curiosos que se acercan a ver el espectáculo pronuncia las palabras mágicas.
“Tris, tras, en retorcida sabina te convertirás,
tris, tras, al mago de las tinieblas perdonarás
y al viento tus hojas mecerás al compás del tris tras, tris tras.
Y colorín colorado este cuento de gnomos, encantamientos, magos y arrepentimientos se ha acabado.
COMPRENSIÓN LECTORA
CUESTIONARIO ( Rodea la respuesta correcta):
1. ¿Dónde vive Guacimara, la prima de Tanausú?
A) En El Pinar.
B) En La Restinga.
C) En El Sabinar.
D) En Frontera.
2. ¿Cómo se puso en contacto Guacimara con su primo Tanausú?
A) Por medio de una carta.
B) Por email.
C) Por medio de una postal.
D) A través de una nota.
3. ¿Qué problema tenía la sabina?
A) Que no lo habían regado.
B) Que amaneció recto.
C) Que amaneció torcido.
D) Que lo habían talado.
4. ¿Qué nombre recibe el acontecimiento más importante en la vida de los gnomos?
A) La chuletada.
B) La castañada.
C) La castañuela.
D) La siempreviva.
5. ¿Qué lugar de la isla del Hierro es famoso por ser un lugar de buceo?
A) Valverde, la capital.
B) La Restinga.
C) Frontera
D) El Sabinar.
6. ¿ Qué signifIca la palabra azorado ?
A) Turbado, aturdido, confundido o pasmado.
B) Cascado por el sol.
C) Valiente
D) Que es simpático y vivaracho.
7. ¿Cómo se llama el lagarto gigante?
A) Rudy
B) Elvis
C) Acaymo
D) Guancho
8.¿Quién le hizo el encantamiento a la sabina?
A) Miliki
B) El Mago de las Tinieblas.
C) El Ladrón de Cuevas.
D) El Brujo de la Tormenta.
9. ¿Qué le devolverán los habitantes de la isla al Mago de las Tinieblas si deshace su hechizo?
A) Su casa.
B) Sus pócimas y sus libros de magia.
C) Sus vestidos.
D) Su capa y sus libros de magia.
10. ¿Quién pronuncia las palabras mágicas para deshacer el encantamiento?
A) El Mago de las Tinieblas.
B) Tanausú.
C) Guacimara
D) Los tres a la vez.
NOTA:
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9 aciertos = 8,5
8 aciertos = 7
7 aciertos = 5,5
6 aciertos = 4
5 aciertos = 2,5
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