Como combatir sus causas extracurriculares desde los centros y con el currículo
El Reto elegido es el absentismo que en la Educación de Personas Adultas es «el gran problema». En el aprendizaje a lo largo de la vida la motivación tanto extrínseca, derivada de la necesidad de formación o titulación para enfrentar con éxito el mercado de trabajo, como intrínseca, relacionada con la satisfacción personal que la persona adulta descubre en la formación y el deseo de aprender, están prácticamente aseguradas una vez se ha conseguido captar al alumnado. Sin embargo, a pesar de ello, los datos de perseverancia en la formación suelen ser bastante desoladores y no responden tanto a una insatisfacción con el sistema educativo, con las metodologías o con las relaciones interpersonales que, al contrario, se refieren como altamente gratificantes, como a circunstancias extracurrículares que se convierten en obstáculos difíciles de combatir desde el ámbito exclusivo de los centros.
La formación permanente es una demanda social creciente de las sociedades de la información y de la postindustrialización, pero al mismo tiempo se produce la paradoja de que las condiciones de vida, las circunstancias personales y, sobre todo, las condiciones de trabajo de los mercados laborales, que son precisamente los que exigen esta educación permanente y reciclaje continuo de los trabajadores, se convierten en obstáculos difíciles de superar a la hora de compaginarlos con la formación.
En los centros que imparten la Educación de Personas Adultas el profesorado tiene que buscar soluciones creativas para abordar el absentismo y, en este contexto, la aplicación del pensamiento de diseño puede ayudar a encontrarlas. Y ello utilizando las herramientas de las que dispone: el currículo, la organización escolar de tiempos y espacios o la metodología, como recursos de contención de las causas directas del absentismo, a las cuales los claustros tienen muy poca capacidad para abordar en el ámbito de sus competencias profesionales.
Hola mexphers, he tenido la suerte de estar y participar en experiencias educativas y formativas con otras personas adultas y me doy cuenta de que necesitamos sentirnos protagonistas y constructores de nuestra propia formación para que esta sea lo más atractiva posible, y más aún motivador es realizar entre todos un camino de aprendizaje, de descubrimiento y de acción conjunta diario, que además nos sea útil o vital en nuestra vida cotidiana, consiguiendo conectar significativamente con la misma. Un saludo