Platón y la participación política
«Uno de los castigos por negarse a participar en política es que, al final, puedes terminar siendo gobernado por tus inferiores». Platón.
El elistismo de Platón a veces asusta un poco, nadie como él para rechazar la democracia como el reinado de la mediocridad, en lo que curiosamente coincidiría con uno de sus mayores detractores, Nietzsche. Sin embargo, también podríamos meditar sobre por qué los mejores no están en los puestos de gobierno, si esto fuera cierto, aunque en estos momentos parece haber unanimidad en la desconsideración ciudadana que merecen nuestros políticos.
¿El ejercicio de la responsabilidad que supone asumir un papel activo en político es un costo excesivo para aquellos que de verdad se acercan a la política con fines realmente altruistas? Si así fuera, entenderíamos que hay que ser muy irresponsable para dedicarse a este oficio que se muestra muy desagradecido para quien quiere hacerlo bien y, al mismo tiempo, muy complaciente con los que no tienen escrúpulos.
¿O el ejercicio del poder es corrosivo siempre? Por lo cual debe ser siempre limitado y tener fecha de caducidad a corto plazo. Y ¿cómo lo limitamos entonces?
¿Cómo convencer a los buenos candidatos a políticos para que lo sean y cómo garantizar que el pragmatismo que exige el ejercicio del poder no los convierta en malas opciones finales? Platón se plantea estas cuestiones y su República es una propuesta para resolverlas. El tema es harto difícil y sigue sin una solución clara a pesar de que ha ocupado a la Filosofía política occidental desde sus inicios.
¿Cómo lo ves tú?