El alumnado de quinto curso recibió un cuento de Navidad: La pequeña Min, de María Luisa Torcida.
Cuando Mín era pequeña y se desgastaba por los pies, debía ser muy poca cosa, pues eso decían de ella.
Todas las Navidades pedía lo mismo a los Reyes Magos, año tras año, desde que tenía tres años.
Llegó diciembre y, una vez más, Mín pidió lo que tanto deseaba:
- Quiero una varita mágica.
Los Reyes Magos serán muy magos, pero… digo yo si será porque les pedimos cosas muy difíciles de encontrar… o por la cantidad de cartas que tienen por esas fechas… o…, el caso es que se suelen equivocar.
Una vez más fallaron, y a Mín le trajeron una cajita de acuarelas.
- ¡Bah! ¡Mira tú…! ¡Les pido una varita mágica y me traen una caja de colorines!- exclamó Mín muy decepcionada tirando la caja al aire.
Pasaron semanas, y la caja de acuarelas estuvo guardada en el fondo de un cajón en la habitación de Mín.
Pasaron los meses… y una tarde de lluvia y viento, Mín revolvía entre las ropas, buscando una bufanda que ponerle al señor Oso para salir de paseo. De repente sintió algo frío y duro:
- ¡¡Socooorrooo! ¡Hay un platillo volante en mi cajón!
Pero no, Mín sacó la mano despacito, con aquello duro y frío entre sus dedos, que no era otra cosa que la caja de acuarelas.
La miró.
La abrió por primera vez.
Buscó agua en la cocina y cogió el papel más grande que encontró por la casa. Estuvo toooda la tarde pintando bufandas al señor Oso, sin acordarse para nada de salir de paseo.
A la mañana siguiente, pintó un gran castillo para meterse dentro.
Pasaron los días y Mín sacaba su caja de acuarelas y quiso pintar la luna… el cielo… el mar…
Sin darse apenas cuenta, llegaron las Navidades siguientes, y aquel diciembre, Mín ya no pidió una varita mágica… ¿Para qué? Si ya tenía su cajita de acuarelas… Además…. ¡seguro que los Reyes Magos se iban a volver a equivocarse!
Ahora, lo único que pide Mín a los Reyes Magos es tiempo.
Tiempo para poder pintar todo aquello que le gusta.
María Luisa Torcida en: “El gran libro de la Navidad”
Como le ocurre a Min en el cuento, los niños y niñas descubrieron que pueden pintar todo aquello que les guste. Y eso hicieron en estos bonitos dibujos: