Este hermoso poema nos habla de los cuentos. Cuentos contados y escuchados. Aprovechemos estos días para contar y escuchar cuentos.
¿Cuentos quieres, niña bella?
Tengo muchos que contar:
de una sirena del mar,
de un ruiseñor y una estrella;
de una cándida doncella
que robó un encantador;
de un gallardo trovador
y de una odalisca mora,
con sus perlas de Bassora
y sus chales de Lahor.
Cuentos dulces, cuentos bravos,
de damas y caballeros,
de cantores y guerreros,
de señores y de esclavos;
de bosques escandinavos
y alcázares de cristal;
cuentos de dicha inmortal,
divinos cuentos de amores
que reviste de colores
la fantasía oriental.