Las figuras literarias 2

Como dijimos en la entrada anterior, trabajaremos en esta el resto de figuras que nos quedan por explicar y que corresponden con el plano léxico-semántico.

Nivel léxico-semántico

Símil o comparación

“No era la clase de sonrisa que uno desea ver. Era oscura. Oscura como las huellas que había seguido hasta allí. Oscura como el odio en los ojos de un hombre justo antes de hacer algo terrible a otra persona. Oscura como una calle sin iluminar en una noche silenciosa, cuando sabes que hay algo ahí fuera, observándote”.

Alcatraz contra los bibliotecarios malvados, de Brandon Sanderson

“June se movió entre todos los papeles, abriéndose paso entre ellos como un bote entre las olas del océano, hasta que se colocó junto a Ivy”.

“La curiosidad de Ivy ardía en ella como una llama encendida”.

La carta de Ivy Aberdeen al mundo, de Ashley Herring Blake

Hipérbole

“La boca de Ivy se secó. Se secó incluso más cuando Drew caminó a zancadas hacia Taryn y le pidió que bailara con él. Se volvió sumamente parecida a un desierto cuando Taryn arqueó las cejas hacia Ivy y entrelazó su brazo con el de Drew, y dejó a Ivy y a June solas”.

La carta de Ivy Aberdeen al mundo, de Ashley Herring Blake

“La arena del desierto no bastaría

para medir mi desesperación”.

Del poema “La arena del desierto no bastaría”, de Mercedes Escolano

“Se supone que este libro es apto para todas las edades, así que no entraré en detalles sobre lo que se siente cuando te disparan con unas lentes de torturador. Solo intentad recordar la peor herida que hayáis sufrido. El dolor más atroz y aterrador de vuestra vida. Recordadlo y quedaos con esa idea.

Después, imaginad que un tiburón pasara por allí y os partiera por la mitad de un mordisco mientras estuvierais distraídos. Esto es más o menos lo que se siente. Solo que habría que añadir unas cuantas granadas y una noche entera en la ópera”.

Alcatraz contra los bibliotecarios malvados, de Brandon Sanderson

Esta última parte de la oración señalada en negrita nos sirve, también, para ejemplificar la ironía, ya que iguala la mordida de un tiburón a escuchar una ópera (supuestamente, un placer exquisito).

Ironía

(Otro ejemplo) “Ivy no dejaba de coger el dibujo de la ballena pequeña y observarlo. Durante la clase de Matemáticas, el señor Santorini casi la pilló mientras repartía papel milimetrado, y le preguntó qué podía encontrar más interesante que las funciones lineales, pero ella guardó el dibujo en su escritorio justo antes de que él llegara a su fila”.

La carta de Ivy Aberdeen al mundo, de Ashley Herring Blake

Sarcasmo

“― Si les ha pasado algo a los niños, te mato – dijo mi madre mirando al director del colegio. […]

― Tranquilidad, la policía local ya los está buscando – dijo mi padre –. Seguro que en cualquier momento aparecen.

― La policía, la policía – protestó de nuevo mi madre –. Dime tú a ver cuándo ha solucionado algo la policía.

Mi padre, que es el jefe de la policía local de Sevilla la Chica, miró para otra parte y no le contestó.”

El misterio del castillo embrujado, de Roberto Santiago

Epíteto

“Sí, la cosa que Bastille había sacado de su bolso era, de hecho, una espada. Era, además, casi tan grande como Bastille y brillaba a la luz del farol, refractando un rocío de colores del arcoíris por el pasillo. […] Bastille dio un salto adelante y cargó contra el animado, reluciente espada en mano”.

“El guardia gritó. No lo vi derrumbarse, pero lo oí; y también oí el dolor, la atroz agonía que traslucía la voz de aquel pobre hombre”.

Alcatraz contra los bibliotecarios malvados, de Brandon Sanderson

Pregunta retórica

“Me gustaría comentar que es bastante más difícil de lo que parece. Sobre todo, para una persona como yo, que puede ser (¿lo he mencionado ya?) muy lista.”

Alcatraz contra los bibliotecarios malvados, de Brandon Sanderson

Sinestesia

“Tenía las uñas pintadas de azul eléctrico”.

“Miró alrededor de su habitación nueva. El sol del final de la primavera se coló por la ventana junto a su cama y cubrió todo con un brillo cítrico”.

La carta de Ivy Aberdeen al mundo, de Ashley Herring Blake

Metáfora

“Esto es lo que haremos – dijo su madre cuando pareció satisfecha de que nadie estuviera herido. Todas las cabezas se giraron de pronto hacia ella. Siempre había sido la capitana del barco –. Recorreremos la casa… el caos… y veremos qué podemos encontrar que sea de utilidad”.

“Antes de que pudiera pensárselo dos veces, Ivy arrojó los brazos alrededor del cuello de June. De inmediato, los brazos de June rodearon la espalda de Ivy, y se quedaron sentadas allí juntas, un nudo pequeño de amistad”.

“Su mente estaba abarrotada, y pensaba que su corazón quizás estuviera intentando salírsele del pecho, pero todavía era Ivy, preguntas y corazón salvaje y todo eso”.

“No sabía qué decir. Sus pensamientos no eran más que garabatos en una página y no tenían ningún sentido”.

“Y eso estaba bien, porque eso era lo que los dibujos eran, sueños que ayudaron a Ivy a atravesar una tormenta”.

“El corazón de Ivy estalló, un rayo atravesándola por la mitad, un trueno en el pecho. Era una tormenta hermosa”.

La carta de Ivy Aberdeen al mundo, de Ashley Herring Blake

“… mientras sonaba lejos

el blando sonajero de la lluvia

sobre la piel del mar.”

Del poema “He visto bajar al mar”, de Rosana Acquaroni

“La tarde es una larga conspiración de sombras

Del poema “La tarde es una larga conspiración de sombras”, de Ada Salas

Personificación

Pedalea la lluvia inútilmente

en el palacio de tiza.”

Del poema “En algún rincón del parque”, de Rosana Acquaroni

Una verdad me sigue por la calle.

Casi roza su sombra con la mía.”

Del poema “Calle de la guadaña”, de María Sanz

Los sollozos treparon por su garganta”.

 “Las palabras se formaron y murieron en su lengua. Y fue lo mejor. Ninguna de ellas era muy buena”.

La carta de Ivy Aberdeen al mundo, de Ashley Herring Blake

Paradoja

“Él asintió e inspiró profundamente, como si de verdad le creyera. Pero Ivy sabía que no era cierto. «Todo irá bien» era solo algo que las personas decían cuando no sabían qué más decir y las cosas iban muy, muy mal.”

La carta de Ivy Aberdeen al mundo, de Ashley Herring Blake

Juego de palabras

“Luego June sonrió.

― ¿Sí?

― Sí. Ahora dibujemos una ballena.

― Una ballena azul.

Ivy rio.

― La más azul de las ballenas.”

La carta de Ivy Aberdeen al mundo, de Ashley Herring Blake

Oxímoron

Apóstrofe

“Por qué, por qué, Amor mío,

eres mapa ilegible,

flecha desorientada,

regalo ensimismado en su intacto envoltorio,

palabra indivisible que nace y muere en mí”.

Del poema “Por qué mi carne no te quiere verbo”, de Ana Rosseti

Antítesis

“… y declaro ante ti que cada vez

es mayor la distancia que nos une.”

Del poema “Hombres al natural”, de María Sanz

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