Una bonita tarde de primavera, en París, dos chicos se conocieron en una cafetería. Allí se cruzaron sus miradas y uno le pidió el número de teléfono al otro, quien se lo dio encantado.
Los chicos estuvieron 10 años de amigos, hasta que un día Juan se lanzó y le dijo a Alberto que lo quería desde el primer día que lo vio. Alberto se quedó anonadado y le respondió que lo sentía mucho, porque se tenía que ir a España con sus padres. Juan le dijo que si volvía, él siempre estaría esperándolo.
En España Alberto conoció a otro chico guapo con el que empezó una relación. Después de un tiempo se casaron y adoptaron a una niña china. Pasados unos años se fueron de vacaciones a París.
Fueron a comprar el pan y unos bollos para celebrarlo. Cuando entraron, Alberto vio a Juan más estropeado por la edad, pero lo reconoció. Juan lo vio, se acercó y le dio un abrazo. Alberto le contó que se había casado y que no podía estar con él.
Juan, disgustado, se montó en el coche. Llevaba unos minutos conduciendo y llorando. Fue a coger un pañuelo ,por lo que se despistó un momento y volcó. El coche cayó por un barranco.
Ya en el hospital, Juan estaba en estado crítico y pidió ver a Alberto. Cuando llegó, Juan le dijo que lo quería y dio el último suspiro. Alberto empezó a llorar, se acercó más a Juan y en sus labios fríos le dio un beso antes de darle su adiós.
Cuento escrito por Daniel Barrios (1º ESO, Curso 2012-13)
Romance por la tolerancia
Me gusta mucho, esta muy guapa…
que rara que interensante muy bonita me gusto porque como se conosieron y en estaban muy bonita
esta super bonita jaajajj me gusto 🙂
jaajajja me sorprende por daniel, quien diria q algun dia escribiria un cuento :-O