El pez y el oso polar
Había una vez un pez que vivía en un lago del Polo Norte. Un día un oso polar fue a beber un poco de agua y a ver si pescaba algo en ese mismo lago. Cuando llegó vio al pez y, como era grande y gordito, se lo quiso comer, pero decidió guardarlo para otra ocasión.
Entonces se le ocurrió el plan de hacerse su amigo. Se acercó al pez y le aseguró que él no comía peces, porque no le gustaban y que solo se acercaba al lago para beber agua. El pez se lo creyó y se hicieron amigos.
Todos los días el oso se acercaba al lago y el pez hablaba con él. Pasó el tiempo y hubo una escasez de comida y el oso se acercó al lago, empezó a hablar con el pez y le dijo que se diera la vuelta para mirarle las escamas de la parte de atrás.
El pez se dio la vuelta y el oso aprovechó y lo comió. El pez fue traicionado por su amigo, que en realidad solo era su amigo por interés para comérselo cuando lo necesitara. De esta manera, una vez más, podemos decir que “Muchos se llaman amigos, pocos lo son de verdad”.
Fábula escrita por Cristina Romero ( 1º Eso, Curso 2012-13).
esta bastante bien la fabula pero podría ser mas larga
podría ser mas larga
puede ser mas larga y pude que sea mejor 🙂
Al comerse el oso al pez , el pobre pececillo lo pasó fatal en el estómago del oso. Asustado, mal oliente, se descompuso y murió. A los dos meses el oso se puso muy enfermo, lo llevaron al hospital y allí conoció a una osita. Al año y medio se casaron y tuvieron un bebé que murió a los dos años y su mujer también. El oso estaba en su iglud a las doce de la noche y apreció una luz que era su amigo el pez y le hizo lo mismo que el oso le había hecho: el comérselo, no se supo nada del pez ni del oso.
Esta muy bien la fábula me sirve de mucho para mi libro que estoy haciendo gracias