En la ciudad de Turín, Italia, decían que cuando era de noche los espíritus se apoderaban de las personas, así que la gente no salía a la calle después de las doce de la noche. El 7 de enero, Feliz, un niño muy arriesgado y astuto, decidió salir a la calle.
Al cabo de un rato Feliz vio cómo unas sombras negras se acercaban cada vez más y más a él, quien al verlas se desmayó. Sin embargo, se quedó consciente unos segundos y vio a un hombre con una máscara, que le cubría el rostro pero le dejaba ver un tatuaje de una x y una v al lado de la oreja izquierda.
El hombre lo cogió y lo llevó a su casa y, al día siguiente, Feliz se despertó en su cama. Nada más levantarse, salió a la calle a buscar al hombre para darle las gracias, pero no lo encontró.
La gente empezó a salir de sus casas por la noche y, siempre que salía alguna persona, el hombre del tatuaje estaba ahí, y cogía a la persona y la dejaba en su casa.
Pasado unos meses, la gente conocía al hombre como el «El hombre del tatuaje». El que no dejaba que nadie muriera e hiciera daño a la gente.
Relato escrito por Estefania Zapata( 2º Eso, Curso 2013-14)
un poco corto
un poco corto, podrías haber alargado la historia un poco más