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Era por la mañana, ya había desayunado cereales con leche, y decidí ir a la playa para poder tomar un poco el sol. Pasé en la playa como unas dos horas y después me fui para mi casa porque tenía un poco de sueño.
Llegué a casa, cogí las llaves y me fui para mi habitación. Me tumbé en la cama y me quedé dormida rápidamente. Pensé que iba a dormir como una hora, pero no, me había despertado treinta años después…
Me desperté normal y me fui al baño. De repente me miré al espejo y vi que tenía montón de canas, me quedé muy sorprendida, quise salir a la calle para saber lo que había pasado. De repente noté que ya todos mis amigos no estaban jugando ni nada, no había mucho ambiente en la calle, solo gente mayor y los hijos, yo me pregunté cuánto tiempo me quedé dormida…
No sabía lo que estaba pasando, pero noté que las tiendas estaban más modernizadas y vi coches volando. fui a la casa de mis antiguos vecinos y no había nadie. La gente, al parecer, estaba trabajando. Yo me asusté mucho y entré en mi casa y no volví a salir a la calle, solo cuando había que hacer la compra.
No sabía qué hacer y me fui a ver la televisión. Noté que ya no estaban mis episodios favoritos, quise aprovechar que vivía yo sola para hacer cosas que treinta años antes no podía hacer: hice una fiesta a las diez en punto de la noche, vinieron más de setenta personas, me lo pasé muy bien. La fiesta terminó a las tres y media de la madrugada, tenía mucho sueño y me fui a dormir.
Me desperté a las dos y media de la tarde, dos años después. Tenía que depender de mí misma y me busqué un trabajo fantástico, me case, tuve cuatro hijos y desde aquel día lo vi todo normal.