Erasmus 2024-25. Una experiencia del Atlántico al Adriático

Nos embarcamos en la emocionante aventura de una nueva experiencia musical llamada «Canarias para el mundo a través de la Música», partiendo desde Tenerife con rumbo a la pequeña y encantadora ciudad croata de Sinj, llenos de ilusión, un 31 de marzo de 2025.
Nuestra primera escala fue en Barcelona, donde tuvimos la oportunidad de descansar, disfrutar de una buena comida y, cómo no, compartir unas partidas de cartas que llenaron de risas y complicidad nuestro tiempo de espera.
Más tarde, retomamos el viaje con destino a Split, donde ya nos aguardaba un taxi para trasladarnos a nuestro destino final: Sinj. El trayecto fue tranquilo, y nos permitió asomarnos por la ventanilla y comenzar a empaparnos del paisaje croata, tan distinto como fascinante.
A nuestra llegada, nos recibieron con una cálida bienvenida las coordinadoras Erasmus, Ana Villodres, y nuestra querida secretaria, Lourdes, quienes, con todo el cariño y esmero, se habían encargado desde Tenerife de gestionar el alojamiento. Nos acompañaron a los apartamentos, previamente reservados online, donde nos instalamos para comenzar esta vivencia única con todas las ganas y la mejor energía.
Al día siguiente, nos acercamos al Conservatorio de dicha ciudad, donde nos aguardaban la directora (Tamara), y los profesores de guitarra (Natan), los profesores de clarinete y saxofón (Mislav y Nenad), la profesora de Lenguaje Musical (Andrea), y la profesora de piano y coordinadora Erasmus (Petra).

En los días siguientes, nuestros alumnos han tenido la oportunidad de recibir clases extraordinarias de profesores igualmente excepcionales. Cada sesión ha sido una fuente de inspiración, aprendizaje y crecimiento musical, marcada por la entrega, la profesionalidad y, sobre todo, por el afecto con el que nos están acogiendo. Nos sentimos realmente afortunados de contar con docentes que, más allá de su talento, nos están brindando un trato cercano y generoso, creando un ambiente de confianza que hace que esta experiencia sea aún más especial.







La rutina diaria está siendo bonita, pero sin parar en ningún momento del día. Nos levantamos aproximadamente a las 7:30 cada mañana, con el fin de disponer de tiempo suficiente para desayunar con calma. Una costumbre habitual en esta zona consiste en adquirir algo en la panadería y llevarlo a una cafetería para disfrutar allí del desayuno.

A continuación, nos dirigimos al Conservatorio para comenzar con las clases o para acompañar al alumnado durante su tiempo de estudio. El profesorado participa activamente en todas las sesiones, con el objetivo de apoyar al alumnado y, en ocasiones, resolver dudas que puedan surgirle al profesorado local. El horario matutino se extiende, por lo general, de 9:00 a 14:00 o incluso hasta las 15:00. También se imparten clases los sábados, comenzando más temprano, a las 8:00, con asignaturas teóricas como Lenguaje Musical, Armonía e Historia de la Música.
Por las tardes, la actividad se reanuda a las 15:30, lo que nos obliga a organizarnos cuidadosamente con el alumnado en lo relativo a las comidas, ya que algunos deben almorzar antes y otros después. Durante la jornada vespertina, regresamos al Conservatorio para estudiar, asistir a clases junto a la pianista acompañante en preparación del concierto o continuar con sesiones individuales, que se extienden hasta aproximadamente las 20:30.


Ya por la noche, en función del cansancio acumulado durante el día, optamos por salir a cenar fuera o bien preparar unos bocadillos en el apartamento, mientras compartimos impresiones y reflexionamos sobre lo vivido a lo largo de la jornada.

Por supuesto, también hemos tenido tiempo para disfrutar del turismo y descubrir los encantos de esta tierra. Una de las experiencias más memorables fue la visita a la maravillosa ciudad de Split. Pasear por sus calles fue como viajar en el tiempo: la historia se respira en cada rincón, en cada piedra del Palacio de Diocleciano, en cada fachada que susurra relatos de civilizaciones antiguas. Nos dejamos envolver por su atmósfera vibrante, su luz mediterránea y ese aroma tan particular que mezcla mar, historia y vida.

También es muy bonito comprobar como han hecho amistades rápidamente, mezclándose con la gente del lugar y compartiendo momentos no solo musicales, sino de sentir una estrecha amistad para el futuro.
Resulta especialmente gratificante constatar cómo, en tan poco tiempo, han sido capaces de forjar lazos de amistad, integrándose de manera natural con los habitantes del lugar. No solo se han limitado a compartir vivencias musicales, sino que han cultivado vínculos personales marcados por la complicidad, cercanía de estudios musicales y coincidencia en múltiples intereses.

Asimismo, la ciudad de Sinj, se ha hecho eco de nuestra llegada, difundiendo nuestras actividades y dando visibilidad al proyecto Erasmus, así como el intercambio de ideas que se está teniendo entre ambos conservatorios.
También hemos tenido la oportunidad de realizar una excursión a uno de los parajes más emblemáticos y bellos de Croacia: el Parque Nacional de Krka. Este entorno natural, famoso por sus impresionantes cascadas y su vegetación, nos brindó la posibilidad de disfrutar de un paisaje de extraordinaria belleza.


Las clases de música de cámara están resultando especialmente enriquecedoras y estimulantes bajo la dirección del profesor de viola Stipe Marinic. Su enfoque pedagógico, cercano y exigente a la vez, está contribuyendo significativamente al crecimiento artístico y al trabajo colaborativo del grupo, en preparación para el concierto del próximo miércoles 9 de abril.
Asimismo, el pasado 9 de abril, los estudiantes del Conservatorio Profesional de Música de Santa Cruz de Tenerife ofrecieron un magnífico concierto en el Museo de Sinj, demostrando el talento y la calidad que les han llevado a ser seleccionados para el programa Erasmus.







Hay que decir también que ha habido tiempo para visitar la ciudad de Sinj, donde se ha hecho toda esta primera aventura Erasmus. Una pintoresca ciudad del interior de Dalmacia, conocida por su rica historia y tradiciones culturales. Destaca por la famosa Alka de Sinj, una justa caballeresca declarada Patrimonio Cultural Inmaterial por la UNESCO. Rodeada de montañas y naturaleza, combina patrimonio, espiritualidad y belleza paisajística.



También era muy interesante el centro en el que estábamos cada día. Se trataba de un colegio, y en la parte superior del edificio se encontraba el Conservatorio. Una de las cosas que más impactaban al entrar eran las fotos de la Guerra Civil en los Balcanes. Era evidente cómo ese episodio seguía muy presente en la memoria colectiva. En una de las paredes, tenían expuestas imágenes y nombres de todos los civiles del pueblo que habían luchado y fallecido en aquella devastadora guerra. Muchas de las personas retratadas tenían entre 18 y 22 años.


Se ofrecieron clases magistrales con profesores de talla mundial, como los guitarristas Ana y Viktor Vidovic.


También tuvimos la oportunidad de asistir a las clases magistrales de uno de los flautistas más destacados del panorama internacional: Marko Zupan.

Asimismo, contamos con las clases magistrales de la violinista Lara Silvestri, concertista internacional y profesora en Zagreb.
Todo ello da muestra del intenso movimiento que vive el Conservatorio de Sinj, volcado en ofrecer a su alumnado una formación de excelencia no solo a través de su profesorado habitual, sino también mediante masterclasses impartidas por grandes intérpretes de prestigio internacional de su país.


La religiosidad es muy importante en Sinj, como pudimos comprobar justo antes de marcharnos. Tuvimos la oportunidad de asistir al Vía Crucis, una celebración que tiene lugar en todo el mundo durante los viernes de Cuaresma. Fue un momento solemne y especial, en el que pudimos mezclarnos con su comunidad y vivir de cerca una de sus tradiciones más arraigadas.

Llegado el 12 de abril, llegó también el momento de las despedidas. Hubo abrazos, lágrimas… pero también sonrisas llenas de felicidad por lo vivido y con la esperanza de volver a vernos pronto. Todo el profesorado de Sinj tuvo muchos detalles con nosotros, demostrando una vez más su generosidad y cariño.


Solo podemos dar las gracias por todo lo vivido en el pueblo de Sinj. Llegamos como desconocidos, pero nos marchamos con lazos unidos por la amistad que nos brinda la música.


¡¡¡¡Hasta una próxima aventura de Erasmus!!!
¡¡¡Hvala, Croacia!!!
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