LA CELEBRACIÓN DE SAN MARTÍN EN SAN ANDRÉS Y SAUCES

Llega el 11 de noviembre, y con él, el San Martín. Sinónimo de apertura del vino nuevo, de castañas, de parranda…

Desde fechas que nos trasportan hasta el siglo XVI, la onomástica de San Martín era el referente para los arrendamientos agrarios de tierras dedicadas a la vid, al igual que la de San Juan marcaba la de los cereales.

Una tradición secular, la de jurar las pipas para probar los nuevos vinos, acompañado de una buena parranda, castañas, carne de cochino, pescado salado, y demás productos típicos. La copla cantada ese día está en boca de todos, desde los más ancianos, hasta los más chicos:

«San Martín, tirín, tín, tín,

fuego a las castañas y manos al barril».

Si bien los 14 municipios comparten esta celebración, en el caso de San Andrés y Sauces hay que destacar una particularidad: los cacharros y la chayota.

Ese día, los niños del municipio recorren las calles del pueblo cantando el «San Martín», golpeando cacharros metálicos a modo de música. La tradición saucera también incluye la chayota. Es una chayota previamente vaciada, a la cual se le realizan unos cortes, dejándole unos huecos a modo de ojos y boca. En el interior se coloca una vela encendida, y por arriba se le fija con ayuda de unos palillos la parte superior de la chayota, eso sí, con una apertura que permita la combustión y salida del humo. Para portarla, se le pone un alambre amarrado o cuerdilla, y ya está lista para hacer el recorrido sanmartinero.

Chayota en San Martín


Fuente:

http://es-es.facebook.com/notes/palmers/san-mart%C3%ADn-singularidad-y-tradici%C3%B3n-en-san-andr%C3%A9s-y-sauces/316405395042795?comment_id=4822522&offset=0&total_comments=6

 

Carla M. R. / Carla P. G.