NUESTRAS POESÍAS

DECLARACIÓN AL MAR

Soliloquio de sal,

soliloquio de arena

mi alma navega

en busca de tu alma serena.

Mil besos de sal nos dimos,

mil promesas de sal hicimos.

Llévame contigo a cruzar mares,

a cruzar ríos,

donde el alma vive en paz

corazón mío.

Felisa Vega González. Playa de Arinaga

EL SALINERO

Si te quise o no te quise

fue por la necesidad,

esperando que llegara

el de la salina

que me gustaba más.

Si te quise o no te quise

fue por pasar el tiempo,

que en la salina de Arinaga

tengo uno a mar y viento.

No hay mal que cien años dure,

ni cuerpo que lo  resista,

ni médico que lo cure ,

ni medicina en botica.

Si la mar fuera camino

de rodillas lo anduviera,

para ver a mi amante

que  en la salina se encuentra.

María Quintana Quintana. Cruce de Arinaga.

HOMENAJE A LAS SALINAS

De mi cole esta misiva :
«Alumnos a trabajar
de un bien común necesario
que denominamos SAL»,
–  Pues fácil lo tengo, ¡vaya!
¿Presumimos de salinas…?
¡Si están cerca! ¡En nuestra playa!
¡Qué embeleso contemplar
los rebosos de las olas
maltratando,sin piedad
a las pacíficas rocas!
Quieren llegar a los tajos
-de antemano preparados-
y hasta a sus bordes llenar.
El brillo del sol ,¡Oh sal!
no sólo está en nuestras mesas,
también te viste de encajes
para adornar con alfombras
nuestras calles e iglesias.

Celi Díaz Rodríguez. Playa de Arinaga.

LA ENSALADA

No hay quien haga una ensalada

sin vinagre y sin limón.

Sin sal ni otra prevención

no podrá quedar templada

MARÍA CASTRO DEL TORO. PLAYA DE ARINAGA.

 

LA SALINA

Mi niña dile a tu madre

que si te quiere alquilar,

«pa» llevarte a la salina

y cargarte bien de sal.

MARÍA CASTRO DEL TORO. PLAYA DE ARINAGA.

Te piensas clavel morado,

que por ti me desatino.

Que en la salina tengo

otro clavel más fino.

María Quintana Quintana. Cruce de Arinaga.

A los ángeles del cielo

una pluma le pedí,

con salitre de la playa

para escribirte a ti.

María Quintana Quintana. Cruce de Arinaga.

CONTEMPLANDO EL MAR

Tendida en la arena de la playa,

mirando las olas del mar,

mis ojos contemplaban

el ir y venir de las olas,

que son azul celeste como el cielo,

y turquesa, con espuma,

que es la blancura de la sal.

Sal, tú que tienes tanto salero,

a mi organismo enriqueces,

con tu sabor y blancura

me enorgullece saber

que nos aportas cloro, sodio y yodo.

Das trabajo a los hombres que de ahí

sacan el alimento de sus familias.

¡Querida sal!, te doy las gracias

por todo tu sabor,

y contemplando el mar,

yo te pido que sigas

siendo mi solaz.

Estrella López Quintana.

POESÍA A LA SAL

Sal que estás escondida

en las azules aguas del mar,

con tus idas y venidas

vas preparando tu salar.

MARÍA PERDOMO VEGA

LA SAL

Pero estamos muy tranquilos,

por tu inmensidad,

que aunque pasen los siglos,

durarás una eternidad.

MARÍA PERDOMO VEGA

Mi niña si quieres novio

échate sal en el culo.

Cuando la sal restralle

tienes novio seguro.

ANA SÁNCHEZ ALEMÁN

 

BAILE DE SAL

     Enredó sus pies entre arena y blanca espuma, ritual del baile al caer la noche, mientras el mar curaba en sal su alma carnal.

MARÍA  RODRÍGUEZ GONZÁLEZ

EL ENVÍO

Ayer me enviaste un poema,

y hoy una pequeña flor.

Mañana quiero que me envíes

bollitos de sal y limón.

MARÍA  RODRÍGUEZ GONZÁLEZ